Partida Rol por web

La pareja de soldados hizo una ofensiva directa e incluso reconocieron los sables láser, muy buena señal pues estaban en un planeta con la tecnología que necesitaban. El zabrak ya sostenía la carabina por lo que ahora le hacía falta cobertura, era necesario cubrirse dado que no tenía uno de aquellos grandiosos sables paralotodo.

"Que no escapen."

Fue el pensamiento que cruzó por la cabeza, no porque quisiera eliminarlos pero sí pararlos o conmocionarlos, se apresuró en accionar el modo de aturdimiento de su arma, apuntando ya encontrara cobertura o no.

- ¡Las armas al suelo, soldados, parad el ataque ya!

El primer disparo resonó yendo directo hacia uno de ellos, alcanzando de lleno su cuerpo causando un temblor que anticipaba la posibilidad de que quedara fuera de combate.

El Zabrak disparó su arma en aturdir e impactó a los dos solados. No obstante sólo uno de ellos fue afectado cayendo al suelo, pero el otro aguantó el dolor.
Claro que se encontraba delante de dos Jedis, y eso no era nada bueno.

Los Jedi no eran máquinas de matar, aunque desde luego eran buenos luchadores. Zated que estaba avanzando hacia el otro soldado, viendo que su compañero había muerto, le dio una oportunidad. Hizo un movimiento con la espada atacando al blaster, no al soldado. Mientras le dijo:

- Ríndete ahora, y vive. 

Cuando el miraluka se acerca y le rompe el rifle, el tipo se lo piensa un instante. Pero después de mirar a su compañero caido se impuso su instinto de supervivencia y se rindió.

Muy bien, muy bien Jedi. Tú ganas. Me rindo.

Bueno, bueno, la gente seguía demostrando sensatez pues aceptar la rendición era la mejor de las opciones para el soldado.

- No se mueva mientras le desarmo.

Xostun no perdió tiempo, acercándose para registrar al tipo en busca de granadas, comunicadores o cualquier otro dispositivo tecnológico, no era cuestión de arriesgarse. Y ya le tenía echado el ojo al arma del otro soldado, que bien podía caer en sus manos en los próximos segundos.  

- ¿Quiénes sois? ¿Qué queréis de nosotros? ¿Por qué nos atacáis? - preguntó Zated dejando responder, si es que el soldado lo hacía, entre cada pregunta. 

Mientras los otros se ocupaban del desarmado, Mi-Neb se acercó al aturdido y le quitó el casco, el cinturón de utilidades con la pistola blaster y se puso estos últimos, para atar al soldado a un árbol con la cuerda del cinturón. 

Luego se acercó a escuchar como el consciente hablaba. 

El soldado conmocionado se dejó hacer, tampoco tenía mucha más opción, y cuando Mi-neb le quitó el casco vio que tenía un comunicador integrado en él. El tipo era humano, ambos lo eran ya que al otro Xostum también le estaba desarmando.

El consciente miró fijamente a Zated, como evaluandolo, finalmente se encogió de hombros.

Vimos como una nave caía hacia esta zona, y nuestro comandante nos envió a echar un vistazo y comprobar si había supervivientes. En caso de haberlos teníamos...teníamos que eliminarlos.

Una vez desarmados el zabrak tanteó el rifle del soldado inconsciente, iba a quedárselo para probarlo. La pistola la mostró a Zated, el miraluka era ciego pero sabía que podía dispararla de ser necesario.

- Muy cordial ese comandante suyo. Me imagino que están realizando alguna operación ilegal, porqué si no serían tan expeditivos.

Parecía que la casualidad quiso que hubieran descubierto algo que ocurría en el planeta, algo que convendría investigar. Él ya se sentía mejor por el hecho de que la civilización contara con naves espaciales.

- Cogería una de estas armaduras pero a saber qué reacción provocan al llegar al poblado. Con la agresividad que demuestran puede ser que tengan a esa gente bajo control. Para la actividad ilegal.

"Hasta puede que haya acertado y sean esclavistas."

Volvió a pensar en su afán con relacionar lo que sucedía con las acciones de alguna mafia, aunque siendo militares parecía algo mayor, parecía que había un caudillo bien pertrechado en estas tierras, con su propia armada. Iba generándose en él una curiosidad por saber hasta qué punto se habían torcido las cosas en el desconocido planeta.

Zated hizo un movimiento de rechazo cuando le pasaban la pistola. No usaba, por lo general, armas diferentes a su sable láser. Se quedó mirando al soldado. 

- ¿Y quién es ese jefe tuyo que nos mandó eliminar? Igual deberíamos hablar con él. ¿Qué actividades te encargan además de eliminar sin preguntar? 

El soldado decidió que ya había hablado bastante, y a pesar de los Jedis era mejor tener la boca cerrada. Se notaba que le tenía más miedo a su comandante que a ellos.

Haced conmigo lo que queráis. No pienso decir nada más.

Los comentarios de Xostun le sacaron alguna risita, pero nada más.

Los soldados se habían cerrado en banda, y por no saber, no sabíamos ni quiénes eran. 

—Sean quienes sean, o han venido a pié tras una larga caminata o han venido en vehículo. Rastreemos sus pisadas y nos llevarán hasta una cosa u otra. 

Luego habló a los soldados. 

—Respeto vuestra elección de no hablar. Pero ahora tenéis dos opciones. Quedaros aquí atados y rezad para que luego volvamos a por vosotros o venid sin rechistar y portaros bien. 

Escuchó al soldado negarse en rotundo a colaborar, el zabrak no sabía los detalles de lo que estaba sucediendo pero no iban a tardar en descubrirlo.

- Voy a llevar una de sus armaduras por si interesa un disfraz. A ellos podemos dejarles aquí atados sin problemas, ya vendrán a recogerles. Cuando no reciban respuesta sabrán que algo les ha pasado, no creo que lo podamos evitar.

Lo primero que hizo fue quitarse su propio yelmo para colocarse uno de aquellos color rojo, era posible que ya estuvieran iniciándose comunicaciones.

- A ver si en el poblado no tienen tan malas pulgas.

Comentó a sus compañeros mientras él ya se ponía manos a la obra. Estaban ante un grupo fuertemente armado difícil de reconocer, descubrir quiénes eran podía tener valor para la república.

Ante las propuestas de Mi-Neb el soldado se encogió de hombros.

-Ya que me das a elegir prefiero quedarme aquí atado. Ya vendrán a buscarnos cuando os maten. Por más Jedis que seáis no tenéis ninguna oportunidad.

Después de eso se dejó hacer. Al parecer estaba bastante convencido del resultado. Tanto que se permitió el lujo de añadir algo más.

-Olvidáos de buscar ningún vehículo. Hemos venido andando, no se puede uno mover por esta selva si no es a pié. Es demasiado frondosa.
Hay unas dos horas de camino yendo a buen ritmo. No tiene perdida. Está a la falda de aquellas montañas de allí.

Xostun se acabó de poner la armadura de uno de los tipos. Le quedaba bastante bien, y seguramente con el casco puesto daría el pego.

El zabrak se había colocado la armadura, la risilla del tipo le había dado a entender que podían encontrar un ambiente muy hostil contra el que convenía ir bien preparado. Estaba listo para seguir camino a través de la jungla, se adivinaba que no sería un camino fácil pero tenía fé en encontrar algo que valiera la pena.

- Tenía ganas de visitar un paraje paradisíaco.

Dijo tratando de quitar algo de hierro al asunto de estar perdidos. Ya empezaba a imaginarse que tendrían que robar una nave para escapar, aunque era muy pronto como para hacer cavilaciones.

- Iré primero, salvo que quieras adelantarme Zated.

En cuando pudo inició la marcha.

—Tú mismo —respondió Mi al soldado, para seguir al resto. 

Luego, por el camino, puso de relieve lo que todos estaban pensando —Creo que ni los soldados que hemos dejado atrás ni los que encontremos serán buena gente... ni oriundos de este planeta. Cuando lleguemos debemos ver que ocurre y ayudar en lo qu podamos. 

—La Fuerza nos ha traído aquí... debemos descubrir su razón. Cuando estábamos en órbita sentí una petición de ayuda desde el Planeta. 

Zated asintió a Mi-Neb, pues él había sentido algo parecido. Y cuanto más se acercaban a la zona poblada que vieron al caer más fuerte era. Aunque llegado un momento desapareció, como si lo que fuera hubiese entendido que ya llegaba la ayuda y no hacia falta seguir transmitiendo.

Los dos soldados se habían quedado bastante tranquilos a pesar de dejarlos atados y medio desnudos en medio de una selva.