Partida Rol por web

Ayer fue vuestra ceremonia de nombramiento como caballeros jedi; aunque es sabido que no es hasta que completáis vuestra primera misión sin vuestros maestros que no pasaréis a ser considerados como tales. El día siguiente sois convocados por el maestro Windu en la sala del consejo para que se os asigne vuestra primera misión...

Las calles de Coruscant brillaban como siempre, altos edificios, vehículos circulando que llenaban las zonas de tránsito y finalmente el templo jedi. Era en la torre del alto consejo donde habíais sido citados. 

La ornamentación del mismo era austera, sin exaltaciones de ningún tipo y con una calma y silencio que acompañaba a la meditación. Una largo pasillo llevaba directamente hasta la entrada a la sala donde se reunían los maestros que formaban parte del Alto Consejo Jedi. 

Al llegar, la puerta permanece cerrada, y custodiándola hay una mujer que os saluda al llegar; sois conscientes de que deberéis esperar a que os deje pasar. Puede que esté esperando a que todos los convocados a la reunión a aparezcan; o simplemente esté teniendo lugar otra reunión y tengáis que esperar a que termine.

Intento evitar que se me note lo nerviosa que estoy escondiendo las manos en las mangas de la túnica y haciendo respiraciones prolongadas y profundas. Las piernas me piden desesperadamente dar vueltas por la antesala como un animal enjaulado, pero me obstino en permanecer quieta. En vez de eso observo sin disimulo a mis compañeros. El mandaloriano resulta interesante por haber elegido la senda del sanador pese a la tradición guerrera de su pueblo. En cuanto a Abeamaf, yo habría seguido toda la vida pensando que era un chiss si no me hubieran aclarado que es wroonio. Salvo que pertenece a una familia influyente de su mundo, poco más sé de él. Por último está Hamma, la única con la que he tratado directamente alguna vez. Es con ella con quien intento iniciar una conversación para acortar esta espera interminable.

Hola, Hamma. Me alegro de volver a verte ¿Ridda también te ha dado una charla sobre cómo tratar con el maestro Windu? A mí Skawn me ha dicho tantas cosas que creo que he olvidado una mitad intentando retener la otra...

Cuando llego, en silencio, saludo primero con un gesto de la cabeza a la mujer que custodia la puerta. Luego a los demás que se encuentran esperando. No los conozco personalmente, pero sí los he visto en el Templo. Nuestros caminos no han coincidido hasta ahora pero, si nos han requerido a todos, parece que eso acaba de cambiar.

Me sitúo junto a una pared, de espaldas a ella, y me agarro los antebrazos bajo las mangas de la túnica. El contacto con los brazales de armadura mandaloriana resulta tranquilizador. Están desgastados, con decenas de marcas, que sigo con los dedos a modo de entretenimiento y, en parte, como meditación.

Observo al resto con discreción, para no ser descarado. Tras un momento de espera, cierro los ojos concentrándome en mis propias pulsaciones.

Hamma llegó con paso tranquilo a la reunión, no parecía verse nerviosa o impaciente, aunque en los últimos días previos a su nombramiento como caballero jedi se la había visto especialmente verbilocuaz. Algún que otro debate con otros caballeros acompañada de su maestra, pero tampoco podía disimular su entusiasmo de cara a afrontar su primera misión. Aunque, como todo, le provocaba un pronunciado vértigo y una curiosidad voraz por saber qué debía decirles el maestro Windu. Con una sutil sonrisa y un asentimiento saludó a Nawi y luego a Galen.

—Buenas a ti también, Nawi —movió la cabeza volviendo la cabeza hacia Galen, al que no conocía, y saludó con corrección —. Soy Hamma Jooak, un placer conocerte, hermano —se inclinó protocolaria, todo lo protocolaria que podía dadas las circunstancias tan poco ortodoxas que solían acompañar a la joven caballero.

—La maestra Fawes simplemente me ha dicho que procure escuchar y atender, la sabiduría del maestro Windu es grande y.. que evite empezar con un pié demasiado puesto en el acelerador —alzó una ceja, muy consciente de lo que aquello significaba viniendo de su maestra, pero simplemente se encogió de hombros con tranquilidad —. En cualquier caso, siento mucha curiosidad.

-Corre Abeamaf, corre - se decía el jóven padawan mientras veía la imagen de su maestra a lo lejos, que lo esperaba con una expresión de enfado en su rostro. Este era el día menos oportuno para poner en acción su habilidad de llegar atrasado, mas su cuerpo no se pudo resistir a la tentación.

-Maestra, le juro que esta vez no fue mi culpa. En el camino me encontré con un anciano que necesitaba de mi ayuda... Usted siempre me ha dicho que parte de nuestras obligaciones es ayudar al necesitado...- argumenta el wroonio a su maestra, que está con los brazos cruzados y cara dubitativa.

Después de unos minutos de reprimenda, la maestra Wedasat le marca el camino hacia la sala del consejo mientras ella se marcha a otra estancia.

Cuando Abeamaf llega a la entrada de la sala del consejo, se da cuenta que los otros novatos también están en aquel lugar.

-Saludos hermanos- dice al grupo que ya estaba en el lugar, mientras realiza una reverencia.

Para matar el tiempo de espera, saca de un bolsillo dos piedras pequeñas y comienza a hacerlas girar en el aire con la fuerza.

El tiempo pasa, entretenidos cada uno en vuestros pensamientos, conversaciones o ejercicios de concentración. En un momento dado la mujer que custodiaba la puerta llama vuestra atención y las abre, permitiendo ahora si, que por primera vez entréis como caballeros y sin vuestros maestros ante el consejo.

Ante vosotros, una sala escueta, con grandes cristaleras que muestran el espacio aéreo de Coruscant. De las doce sillas que conforman el consejo tan solo tres de ellas están ocupadas. El gran maestro Yoda, el maestro Windu y el maestro Ki-Adi-Mundi.

Como es costumbre avanzáis en silencio, esperando que sean los maestros los que inicien la conversación. Os detenéis en el medio de la sala, en donde podéis ver los dibujos que decoran el suelo...

- Bienvenidos - La voz de Mace Windu rompe el silencio, una voz grave y potente. - Bienvenidos, jóvenes caballeros - 

El maestro Yoda y Ki-Adi-Mundi hacen una reverencia con sus rostros, aunque permanecen en silencio, dejando que sea Windu quien prosiga.

- Os hemos hecho llamar porque vuestros maestros han considerado que ya estáis listos para formar parte nuestra gran orden como caballeros de pleno derecho. Y como tales tenéis ciertas obligaciones, obligaciones para con la galaxia y el lado luminoso de la fuerza. - 

Guarda unos segundos de silencio observándoos uno a uno.

- Decidnos, ¿Que opináis vosotros? ¿Estáis preparados? - 

El maestro Yoda sin dejar de permanecer sentado en su silla se incorpora hacia delante, colocando sus codos en las piernas y fijando su mirada en la vuestra, conforme vais comenzando a responder.

Saludo a los maestros con un gesto de la cabeza. No una vez a cada uno, sino a todos al tiempo, sin centrarme en ninguno en particular. No es una falta de respeto; simplemente sería un derroche de tiempo y energía. La pregunta del maestro Windu me parece absurda. A veces cuestiones filosóficas resultan desesperantes.

- Estoy para servir en el Lado Luminoso, maestro - digo manteniendo la calma.

Entrar a aquella sala fue para el wroonio el disparador de una meta personal. Algún día debía llegar a tener el derecho legítimo de ocupar alguno de aquellos asientos.
La mirada de Abeamaf fue rápidamente en busca del gran maestro Yoda. El gran ícono del uso de la fuerza y estandarte de muchos Jedi. -Algún día estaré a su nivel. Algún día seré más grande que el maestro Yoda- se dijo Abeamaf.

El wroonio imitó el saludo de Galen y se limitó a decir:
- Es un honor poder cumplir los designios de este consejo.-

He aprendido todo cuanto el maestro Sirar ha tenido a bien enseñarme - respondo con la solemnidad que corresponde a la ocasión - Soy consciente de que aún me queda mucho que aprender sobre lo que significa ser una Jedi, pero estoy preparada para acatar las órdenes de este Alto Consejo y seguir sus indicaciones.

Nada, que no hay manera. Cuanto más nerviosa estoy más se me suelta la lengua ¿He sonado demasiado humilde? ¿O pretenciosa? Me gustaría tener la seguridad de Abeamaf y Galen ¿Qué dirá Hamma? ¿Qué les habré parecido a todos?...

Hamma avanzó a presencia de los grandes maestros con paso firme, los naturales nervios que podía tener se veían consumidos por la convicción y determinación de haber sido reconocida como caballero de la Orden. No las tenía todas, pues si había una forma de definir a Hamma era la de conflictiva, y en alguna ocasión se había ganado alguna mirada de advertencia de los maestros por su vehemencia a la hora de exponer sus ideas. Afortunadamente el entrenamiento y el tiempo habían calmado el aspecto más virulento de la joven jedi.

—Estoy preparada —respondió con firmeza con las manos a la espalda. No necesitaba decir más, si estaba allí porque había demostrado ser hábil y estar preparada. Otra cosa era la curiosidad galopante que tenía por saber qué debía decirles el maestro Windu.

El maestro Yoda os escuchó a cada uno; manteniendo su semblante impertérrito, pero mirándoos a los ojos cuando lo hacíais. Finalmente apoyó su espalda contra el respaldo y suspiró.

- Poco claro el futuro es. Preocupantes mis visiones,... e incierta vuestra implicación en ellas - 

Negaba mientras parecía sumergirse en sus pensamientos...

El maestro Windu os escuchó, tampoco dejando entrever sus sensaciones ante vuestras palabras. Cuando el maestro Yoda terminó tomó la palabra acariciando su mentón unos segundos.

- Pronto descubriremos que tan acertadas son vuestras afirmaciones - 

Windu accionó un botón de los que había en su silla, a la altura de su mano. Ante vosotros apareció el holograma de un planeta. 

- Lo que estáis viendo es Elrood, un planeta eminentemente agrícola. Nos ha contactado la senadora Mayda. Ella es la encargada de los fondos del planeta y de la explotación de sus recursos, así como de la convivencia entre los diferentes asentameintos. - 

De nuevo accionó algo en su silla y se hizo un zoom sobre el planeta; mostrando una montaña y dos puntos señalados a cada lado de la misma. 

- La senadora nos ha informado que recientemente dos de los asentamientos han iniciado enfrentamientos hostiles entre ellos. Ambos se acusan de robar lo que denominan su Tal Manac. Según la senadora Mayda se trata de un artefacto o deidad al que rezaban y ofrendaban para el buen transcurso de las temporadas de recolección. Al parecer no han logrado averiguar quien ha sido el artífice de su hurto. Ha solicitado la presencia de los jedis para mediar en el conflicto y llegar a una solución pacífica - 

De nuevo accionó algo que hizo que el holograma desapareciera. 

- Esta es vuestra primera misión. Recordad que somos guerreros de la paz. El enfrentamiento directo ha de ser nuestra última opción. - Dio un suspiro y mantuvo el silencio unos segundos. 

- ¿Tenéis alguna pregunta?

Sí, maestro - digo levantando un poco la voz - ¿Qué aspecto tiene ese Tal Manac? ¿Por cuánto se podría vender en el mercado negro?

Escucho las palabras del Maestro Yoda. Él mismo ha explicado en ocasiones que el futuro siempre está en movimiento. Así que más que como una profecía, opto por tomarlo como una advertencia.

La pregunta de Nawara Sirar tiene sentido. El valor del artefacto para los habitantes del planetas está más que claro, pero para otros podría tener un interés bastante diferente. O económico, o más místico, se me ocurre, si de verdad es un artefacto y no un simple objeto. Sin embargo, mis dudas van encaminadas a algo más práctico.

- ¿Se sabe qué estado han alcanzado esas hostilidades? - comienzo antes de aclarar -. ¿Son enfrentamientos verbales o ya se han llegado al derramamiento de sangre?. También sería interesante saber si la desaparición de ese objeto favorecería a alguien.

- El objeto no parece tener más valor que el que los propios aldeanos de los asentamientos cercanos le dan. En cuanto a como es ni siquiera la senadora lo sabía. Al parecer era un objeto que solo conocían los dos asentamientos. - El maestro Windu se queda pensativo antes de seguir hablando. 

- No descarto que sea algún tipo de artefacto con poder, pero son realmente raros y no creo que hubiera estado oculto tanto tiempo sirviendo solamente como elemento al que orar. - 

Mira entonces a Galen.

- Por ahora solamente enfrentamientos verbales, aunque temen que se hayan producido ataques de algún tipo y se hayan encubierto bajo alguna otra causa. - 

- ¿Entonces es un objeto al que adoran ambos asentamientos de forma común? - pregunto -. La única razón que se me ocurre para que uno de los grupos se apropiara del artefacto es que quisieran perjudicar al otro para hacerse con su territorio. Pero no es una medida muy inteligente - pienso en voz alta -, si desemboca en un enfrentamiento entre los dos asentamientos. Y menos después de tanto tiempo en que llevan adorándolo conjuntamente, entiendo.

Miro a mis nuevos compañeros.

- Es evidente que tiene que haber una tercera parte interesada - concluyo -. Creo que si nos reunimos con sus líderes y les explicamos este razonamiento en primer lugar, puede que detengamos las hostilidades, al menos por el momento. Quizás incluso colaboren entre ellos para encontrar el artefacto.

Es una buena idea. Podríamos hablar con la senadora Mayda para que organice un encuentro entre representantes de los dos asentamientos - parece que los maestros ya nos han dado toda la información que tienen sobre el asunto - Por mi parte estoy lista para empezar...

En esta ocasión Hamma se abstuvo de replicar respecto a las visiones del futuro, era de sobra conocida su actitud conflictiva respecto a esos puntos. Se centró en atender las instrucciones que dispensó el maestro Windu acerca de la misión en Elrood.

Escuchando las intervenciones de sus compañeros, Hamma se tomó su tiempo para hacer la suya, más centrada en esa clase de misiones. La recién ordenada caballero jedi respiró profundamente, centrándose en el aspecto más diplomático.

—¿Quienes son los líderes de ambos grupos? ¿Ante quién deberemos presentarnos? —preguntó sobria, movió la cabeza ligeramente —. ¿La senadora Mayda estará con nosotros en la misión?

- La senadora os recibirá y os podrá contar más acerca de los dos grupos. En cuanto a si estará con vosotros durante lo misión... No lo creo. Quizá os asigna algún guía o guardia. Si lo veis necesario podéis pedirlo. El desarrollo de la misión y sus pormenores queda a vuestro juicio - 

El maestro Windu miró a Galen.

- Cuidado con las conclusiones precipitadas, pueden llevar a crear una versión de los hechos que nos aleje de la auténtica motivación de quien lo sustrajo. En cualquier caso es una posibilidad interesante y que tampoco hay que desechar. -