Partida Rol por web

Los soldados te miraron, dudaron unos segundos y asintieron.

- Muy bien, siga su camino. Vamos... muévase. - 

Sin esperar siquiera a que tu droide se desplegara prosiguieron su camino, en busca de la siguiente "presa" a la que interrogar.

ID10 entonces terminó su protocolo de arranque y dirigió su única lente hacia ellos, emitiendo algunos chirriantes pitidos...

Sorprendido por la pregunta, Gial frunció el ceño pensativamente.  Hacía mucho tiempo que no tenía un hogar estable desde que había dejado Carida. Posteriormente Coruscant había sido el primer sitio de paso y de contacto con la Rebelión, pero nunca lo consideró un sitio en el que le gustaría vivir.

-Lah’mu. –dijo con voz suave. –Es un planeta del borde exterior, podemos decir que abandonamos la vorágine de Coruscant por la tranquilidad de la vida como colonos.

Sin girarse ante las palabras de Sharene, asintió con la cabeza.

-Tomemos algo, veamos que todo va bien con Daedar y luego ya podemos ir para la fiesta. Además podemos aprovechar para conocernos más. ¿Cuál es tu sueño como arqueóloga?. –preguntó sonriente. Cada vez se alegraba más de poder pasar este tiempo con Sharene.

No os costó encontrar una pequeña cantina, bien decorada y con multitud de bebidas, no con tantas opciones para comer sin embargo. Desde allí teníais una muy buena perspectiva de la zona del hangar, y mientras conversabais visteis como Daedar pudo apañárselas para deshacerse de los imperiales hablando, saliendo del puerto espacial y adentrándose en la ciudad...

.-Tranquilo amiguito, ya se van.-le dije a ID al escuchar los pitidos que emitía:-No seas maleducado hombre, voy a tener que ajustarte los protocolos de tus modales o que?.-le increpé al droide a modo de broma:-Bien ahora vamos a buscar a nuestro promotor y ver qué nos ofrece para contratarnos.-dije en voz alta por si estaban escuchando los soldados de asalto. Y me dirigí hacia la salida del espaciopuerto. 

Una vez fuera saqué el datapad e hice que los examinara ID para que también dupiera lo que buscábamos:-Vale amigo en marcha.-le dije y empecé a caminar y fijándome en todo lo que podía esperando que algo de lo que viera me sonara. 

Ladeó la cabeza mirando con curiosidad a Gial. Nunca le habían hecho esta pregunta y el hacerlo tan directamente, además, la cogió desprevenida. Los dos estaban ya sentados en la cantina cuando vieron a Daedar cruzar, adentrándose en la ciudad. Sharene sujetó su vaso desde la base y lo movió lentamente en círculos, haciendo girar la bebida en su interior, pensativa.

-La arqueología me apasiona en todos los sentidos -confesó-, dedicarme a ello es un sueño en sí mismo. Es viajar en el tiempo, es aventura, investigación, misterio, riesgo, conocimiento. Me encanta descubrir lugares, restos, objetos, legados que desvelan parte de nuestra historia y luego, compartirla con el universo.

Le miró con cierta complicidad. Lo que había dicho era cierto, aunque últimamente se había ocupado de recuperar objetos para ganarse la vida, movida más por la necesidad que por la vocación. Sin embargo, Gial preguntó acerca de algo en concreto y la arqueóloga no tenía intención de eludir la respuesta que él buscaba. Tomó un sorbo de su bebida y esbozó una suave sonrisa.

-Mi sueño como arqueóloga es descubrir una tumba intacta de la antigua civilización sith, en el Valle de los señores oscuros, en Korriban.

Si bajó la voz no fue por inseguridad, si no porque no quería compartirlo con nadie más. Apoyó la espalda en la silla, relajadamente y esperó atenta la reacción de Gial, ya fuera en gesto o palabras. En apariencia parecía estar tranquila, pero en realidad estaba impaciente por saber la opinión de su compañero.

Una vez él respondiese algo, si quería hacerlo, Sharene aprovecharía para hacerle otra pregunta.

-Me toca -sonrió divertida-. ¿Cuáles son tus planes de futuro, si es que los tienes? 

Comenzaste a caminar por aquellas calles, pero todo parecía ser realmente similar a tu sueño. Las luces, las fachadas, el ruido. No ayudaba a la concentración. Poco a poco te ibas adentrando en la ciudad, buscando esa seña, ese cartel o quizá una marca en una pared... pero nada apareció.

Para cuando quisiste darte cuentas estabas perdido en mitad de una zona de la ciudad que no conocías. Varios casinos, un par de bares y unas cuantas tiendas te rodeaban. Las plantas superiores parecían ser todo viviendas y la variedad de especies y modas que había hacía que no fueras más que otro punto más en aquellas concurridas calles de Bespin...

Los últimos años en la Rebelión le habían obligado a olvidarse de este tipo de conversaciones. Sharene tenía un aire fresco que resultaba muy agradable, quizás el no ser parte de la lucha contra el Imperio ayudaba a vivir fuera de ello.

-¿Del Valle de los Señores Oscuros?, he escuchado alguna leyenda sobre ese lugar. Antes de lo sucedido con el holocrón y el encuentro con Vader, te diría que son tonterías para niños, pero ahora mismo comienzo a pensar que quizás haya algo demasiado cierto en ellas. – le sorprendía el destino donde quería buscar pero si algo le atraía de Sharene especialmente era su audacia.

Sonaba incluso irracional para alguien como él, destinado a conectar con las máquinas y la ciencia, la Galaxia estaba cambiando y ahora mismo era parte de esas circunstancias. Las leyendas parecían tomar vida de nuevo.

-Planes de futuro…mmm, es difícil responder a eso, pero por lo visto he pasado de soltero a casado en muy poco tiempo por lo que quizás cuando terminemos pueda acompañar a descubrir la civilización Sith. – su rostro casi siempre sonriente se tornó pesadumbroso. – Me gustaría, sé que suena a odisea, derrotar…debilitar al Imperio, mis padres están en un campo de trabajo, pero desconozco su destino. La Rebelión se ha comprometido para ayudarme. –Tras un breve silencio, alzó el vaso. – Por nuestro amor, y nuestro futuro. –Recorto distancia por encima de la mesa, para que Sharene pudiera decidir a qué distancia quería realizar el brindis.

Sin saber por donde tirar puesto que no encontraba ningún indicio sobre la casa de la visión decidí acercarme a uno de los bares que había visto hace relativamente poco para descansar un poco e intentar recabar algo de información. 

Le miró boquiabierta durante un segundo y rió. Fue una risa espontánea y risueña, provocada por el divertido modo que tuvo Gial de expresarse al decir cómo de repente se había visto casado. Luego la joven suspiró y sus ojos brillaron ilusionados al escuchar que la acompañaría en su expedición a Korriban. -Me encantaría -sonrió. Era algo que había pasado por su mente cuando se lo contó, proponerle ir juntos, pero había esperado a conocer su opinión antes de invitarle.

La alegría desapareció de sus rostros al mencionar él a su familia. Como no podía ser de otro modo, conociendo el destino de sus padres, quería liberarles. Era una tarea complicada, más sin saber dónde estaban. Sharene le escuchaba apenada, consciente de su sufrimiento.

Entonces se hizo el silencio y Gial alzó su vaso con un brindis que la dejó sin palabras. La joven miró absorta sus ojos descubriendo un mundo en ellos. Le pareció aquel un gesto tan inesperado como romántico que le dio alas para acercarse a él, atraída por su valentía y por lo que creyó era un sentimiento correspondido. Sintió el deseo de besarle, pero se contuvo. Tan solo un apenas perceptible movimiento de sus labios antes de retroceder un poco para mirarle con calidez.

Escuchó el sonido de los vasos al encontrarse en ese brindis. -Por nosotros -sonrió con suavidad y tomó un sorbo de su bebida. 

Permaneció nuevamente en silencio, intentando descifrar su mirada. Entonces, el miedo a resultar herida se manifestó en forma de duda. ¿Sabía Gial lo que ella sentía? ¿O era éste un guiño a la misión y la arqueóloga estaba escuchando lo que quería oír? Notaba cómo se le aceleraba el pulso. Intentó tranquilizarse tomando con calma su bebida y queriendo aplazar esos pensamientos. Todos menos uno, pues había algo que, independientemente de la dirección que tomasen sus caminos, haría por Gial.

-Sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad? -le miró con convicción-. Encontraremos a tus padres y los rescataremos -acarició con delicadeza su mejilla mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa esperanzadora.

Esa sonrisa se amplió y al acabar Gial su bebida, Sharene se puso en pie y le propuso salir de la cantina. -Vamos, señor Shaw. Tenemos una fiesta a la que asistir -ladeó la cabeza, divertida cual adolescente, esperando a que la acompañase.

El pirata informático pudo sentir por un momento la magia del vínculo que los comenzaba a unir…o al menos esa fue su sensación. Los ojos de Sharene, sus gestos, el lenguaje no escrito indicaban que el cosquilleo que sentía parecía ser correspondido.

Bebió un trago largo.

-Sí, lo sé. Gracias por estar ahí. –dejó que su caricia recorriera la mejilla.

Por desgracia tenían una misión que cumplir, aunque seguramente más adelante podrían continuar con los planes de futuro.

-Tiene razón señora Shaw, vayamos a esa fiesta. –se acercó a su compañera y pasó el brazo por encima de su hombro. –Encontremos cuanto antes alguna pista sobre nuestra misteriosa aliada.

Al entrar en el bar, había mucha diversidad de especies, desde devaronianos hasta un selkath, todos con intención de gastar sus créditos con bebidas alcohólicas. Me acerqué a la barra y le pedí un trago al barman mientras ordenaba mis pensamientos en pos de encontrar mi objetivo. Tenía que encontrar la casa de mi visión y a Jeralie pero entonces pensé que a lo mejor la casa era demasiado difícil de encontrar por que el tiempo que tuve para memorizar los detalles de la casa fue muy corto y no logré nada pero encontrar a una persona sería más fácil así que cambié el objetivo. 

Aun conservaba la imagen de Jeralie dentro del datapad, allí se veía claramente que llevaba un sable de luz así que retoqué la imagen pare recortar su cabeza y parte del torso y los brazos. Eliminé el resplandor del sable de luz y ya tenía una imagen de una twilek normal y corriente. Al traerme el vaso con el licor dentro le dí los créditos que costaba, acompañado de una pregunta:-Disculpa que te moleste, sé que tienes una tarde agitada pero es posible que me puedas ayudar.-le dije mientras volvía a sacar el datapad de la mochila y le enseñaba la imagen retocada de Jeralie:-Estoy buscando a esta Twilek. Se trata de una vieja a miga de mi madre y le he de dar la mala noticia de su muerte. Sabes donde puedo encontrarla o de alguien que me lo diga?-termino por preguntarle al barman

No tardasteis demasiado en encontrar el lugar. Se trataba de un edificio moderno, de una sola planta pero de techos altos. En la entrada había un cartel luminoso en donde se podía leer "Tours Estelares: Viaje a Glee Anselm, el paraíso acuático". Varias personas en la entrada invitaban a entrar a quien quisiera y en cuanto vieron a Gial y Sharene un Twi´lek apuesto los acompañó al interior del edificio.

Allí había grandes pantallas con espectaculares imágenes del planeta. Se podían ver las diferentes excursiones en destino así como la infinidad de lujos que ofrecía el crucero para quien pudiera pagarlos claro está.

Una copa para cada uno y ya estaban totalmente mimetizados en el ambiente... Ahora tocaba decidir que hacer allí.

El camarero trajo la bebida y se quedó mirando detenidamente la imagen modificada durante unos segundos. Negó con la cabeza. 

- Lo siento amigo, pero no ha estado por aquí. Tengo memoria fotográfica para las caras - 

El camarero se fue, pero Daedar pudo ver que había llamado la atención de un Duro, que no dejaba de mirarle. Estaba sentado en una mesa cercana a su ubicación en la barra. El Duro levantó su bebida a modo de brindis e hizo una señal para que Daedar se sentara junto a él.

.-Gracias amigo. Preguntaré por ahí.-contesto ante la respuesta del barman y entonces un Duros, me hizo una señal con su vaso para que me acercara. Guardé el datapad, cogí el vaso y me acerqué a su mesa, al otro lado de la barra.

.-Entiendo que has escuchado mi conversación con el barman. Conoces a la Twilek que busco?-le pregunto al Duros. 

-Podemos interesarnos por alguna de las excursiones, mientras prestamos atención a las conversaciones de nuestro alrededor.

Gial echó un vistazo a su alrededor, habían mucha gente en el evento. Estaba seguro que solamente era necesario dar con los adecuados para entablar una conversación un poco fuera de los establecido por las reglas.

Se acercó a un grupo que estaba observando los diferentes pasajes y precios para realizar excursiones que ofrecían más allá de lo habitual. Discretamente fue escuchando aquí y allí diferentes conversaciones.

El duro hizo una mueca con su rostro mientras se recostaba en su asiento. 

- No exactamente, pero conozco a un tipo - Cambió su mueca por una sonrisa - Un tipo que está al tanto de todo lo que ocurre en Ciudad Nube y que conoce a todo el mundo - 

Se adelantó dando un trago a su bebida. 

- Y dime ¿Estás muy interesado en encontrar a tu amiga? -

Gial y Sharene paseaban por aquel lugar. Estaban seguros que si paseaban lo suficiente y prestaban atención terminarían por acercarse a quien pudiera ofrecerles algo de interés. Lamentablemente todo era pomposidad, una demostración de exceso y capacidad económica y conversaciones fútiles y carentes de relevancia, ya no para los dos rebeldes... sino para casi nadie en toda la galaxia.

En cualquier caso parece que la presencia de la pareja llamó la atención de una twi´lek que se acercó a los dos con una amplia sonrisa. 

- Bienvenidos - Comenzó diciendo con una reverencia mientras se sujetaba el vestido con ambas manos. - No tengo el gusto de conocerles, por lo que supongo que no tendrán todavía decidido si querrán viajar con nosotros. Quizá pueda ayudarles a decidirse.

La twil`ek era joven, de piel roja y grandes ojos color avellana. Vestía de forma elegante y hablaba pausada pero con decisión y confianza.

Sabia exactamente a lo que se refería el duros al hacerme esa pregunta. La verdad era que sí por que toda la misión dependía que encontraramos a Jeralie cuanto antes:-La verdad es que sí. Me quedan 140 créditos encima. Te doy la mitad ahora como pago por tu tiempo y la otra mitad si conciertas una reunión con ese tipo que conoces.-le digo mientras saco 70 créditos y los dejo encima de la mesa. No esperaba que la situación fuera como estaba yendo pero no podía desperdiciar la oportunidad. 

.-Lo tomas o lo dejas por que puedo ir a otro bar y preguntar a otro y a lo mejor solo tengo que pagarle una ronda por su tiempo.-era una apuesta. Si el Duros era avaricioso aceptaría pero negociaría el precio pero por mucho que quiera negociar no pensaba darle más de lo que le he ofrecido. 

El duros extendió su mano y agarró los 70 créditos, jugueteando con ellos en la mano mientras te miraba como tratando de leer si estabas jugando tus cartas o realmente era eso todo lo que te podía sacar. 

- Muy bien - Dijo finalmente - Por ese precio no puedo concertarte una cita personalizada... pero puedo decirte donde podrías encontrarlo mañana por la mañana. - Sin soltar los créditos saca y te tiende su otra mano. 

- ¿Hay trato? - 

Gial examinó a la twi´lek con tranquilidad, agarró la mano de Sharene, y con un entusiasmo contestó: -Nos encantaría, somos jóvenes y este va a ser nuestro primer viaje juntos, tenemos grandes expectativas por lo que nos han dicho otros amigos nuestros. –hizo una pequeña pausa. –El dinero no va a ser un problema. –añadió humildemente. – Lo que queremos es soñar despiertos. Sentir algo más. Algo que nos lleve a otro tiempo. No sé si me estoy explicando.