Partida Rol por web

La actuación de este ser me sorprendía a pasos agigantados.

-¿Mis compañeros están vivos o muertos?.

Pregunte mientras mantenía mi posición, no iba a matar a un enemigo que no se defendía.

-¿Que tenias planeado para mí?.

El Clawdite sonrió

- Pues claro que están muertos, parece que tú eres el único que tiene algo de habilidad para plantarme cara y no caer en engaños de críos - dijo riéndose levemente.

- Mi intención era matarte y cobrar una verdadera pasta vendiendo tu sable ¿sabes lo que vale en el mercado negro un trasto de esos? o quizás me haría pasar por uno de los de tu calaña, eso me abriría muchas puertas ¿no crees? - siguió con la carcajada.

- ¿Y tú?¿qué harás? no sabes la curiosidad que tengo ahora mismo... - seguía con las manos en alto.

-No pienso matarte, átate con una de esas cuerdas de los sacos y me iré de aquí.

Digo esto mientras señalo con mi mano libre a los sacos donde están mis compañeros.

- Oh espera, espera, ¿qué estás insinuando? - comentó confuso

- ¿Quieres que yo mismo me ates las manos y te irás como si no hubiera pasado nada?¿en serio?, porque si es así nos harás un gran favor a ambos - sonrió de manera maliciosa.

-Si, esa es mi idea, así que no me hagas cambiar.

El Clawdite no dudó en aprovechar la oportunidad, fue lentamente a por una de las cuerdas y comenzó a atárselas. No iba a ser tan estúpido como para contrariar a la única persona que llegó a considerar un digno adversario. Una vez que aparecía que te había hecho caso te miró fijamente a los ojos.

- Yo ya me he atado, ahora cumple tu parte y márchate de aquí, espero que no me la juegues y se convierta esto en un empate entre excelencias - dijo sin dejar de mostrar una sonrisa fanfarrona

Me acerco y compruebo que esta bien atada, si hace falta reato algún nudo del que no me fié, siempre desconfiando de que se pueda soltar.

-No te preocupes soy un hombre de palabra.

Una vez finalice, voy mirar el estado de mis compañeros, quiero asegurarme que están muertos y que son los 2.

Al comprobar las ataduras del Clawdite comprobaste que realmente no estaban atadas con firmeza, es más, solo estaban superpuestas en apariencia, no había dudas de que intentaba engañarte aprovechándose de tu honradez. En el momento que se percató de que te habías dado cuenta de su engaño no dudó en intentar propinarte un rodillazo ahora que estabas con la guardia bajada ¡algo muy poco noble! pero parecía que para él, todo valía...

Una vez me doy cuenta del engaño, esquivo su patada, una vez esquivada vuelvo a atacar.

Las esperanzas por salir de allí exitoso por parte del Clawdite se vieron disminuidos a la nada en cuanto Ben se percató de su intento de engaño. La velocidad del combate provocó que tu rival perdiera el equilibrio a la vez que se le caían las ataduras al suelo.

- Gusano, tu estupidez te traerá la muerte algún día - comentó mientras te miraba sentado en el suelo tras caerse, desprotegido ante una posición claramente superior por tu parte.

- ¿Y ahora qué?¿eh? me tienes de nuevo a tu merced ¿volverás a dejarme escapar o serás un villano más y acabarás con mi vida? - el Clawdite se relamió

- Tus amigos parecieron muy sorprendidos cuando murieron pensando que fue su propio compañero quien los mató - en un solo instante su apariencia se transformó a una imagen calcada de tu persona. Después de aquello comenzó a reírse de manera demencial