Partida Rol por web

El lenguaje corporal hablaba de una cosa bastante clara, mas alla de todo lo demas. Estaban asustados. Movi la mano para que vieran que aunque estaba sobre el rifle no estaba sobre el gatillo y busque una posicion menos agresiva.

El problema es que Fillon se iba en una direccion y Thea en otra, aunque estuviera mas cerca que el veterano, mientras Isakaly bajaba hasta alli para hablar con esas pobres almas.

¿En serio no se daban cuenta de que era imposible cubrirlos a todos en esas circunstancias?

El instante de mirada con Thea me saco una sonrisa, mientras no dudaba en guiñarle un ojo a traves de la escafandra. Mas esta aparto la mirada mientras parecia negar, pero su gesto hacia Isakaly habia sido claro.

Me movi hacia el campamento. - Fillon, con cuidado. - Un acto asi hacia nada, ya nos habia metido en un lio.

Mire hacia Thea pero ella ya estaba mirando el dispositivo y buscando el siguiente camino, al estar no muy lejos, me preocupaba menos.

Al llegar cerca de Isakaly aunque aun dejaba una minima distancia con el grupo, saque de una de las mochilas que llevaba un par de paquetes de raciones. Lo mostre al trio. - Es comida. Esta buena. - Mire en direccion al pequeño zabrak, para que entendieran que el niño lo necesitaba si o si. Luego volvi a ellos dos, los adultos y señale a Isakaly. - Es medico, muy buena. Os puede curar si quereis... no vamos a obligaros a nada, ni buscamos amenazaros, como ella ha dicho es por nuestra proteccion no para abusar de nadie.

Una vez eso quedase claro, miraria a Isakaly, esperaria a que cogieran la comida, o la dejaria en un lugar donde pudieran cogerla mientras me alejaba por el mismo camino que habia tomado. La mano volveria al rifle pero no como amenaza, sino buscando a mi alrededor porque sentia esa extraña necesidad, de que habia algo pero no sabia el que.

El grupo se disgregó un poco, aunque todo pareció focalizarse alrededor del pobre campamento de los chatarreros. Estos os recibieron con desconfianza, pero tampoco estaba en disposición de oponerse. Poco a poco, la actitud de Isakaly, que no pudo remediar las abrasiones que podía apreciar sobre la piel de los chatarreros, pues necesitaba bastante más de lo que llevaba encima, suavizó su miedo.

—Gracias, humana. No esperamos que nadie se preocupe demasiado de los que viven aquí —dijo la quarren que, tras el examen preliminar y el tono de voz, probablemente tenía una edad avanzada —. No te preocupes.. nos lo ha hecho este mundo. Todos tenemos sus marcas.

El lamento de la quarren era contrastado por la curiosidad del niño zabrak cuando Marc ofreció uno de sus paquetes de ración. El niño miró hacia el moncala, este asintió dándole confianza para que lo aceptara. La mirada del moncala recabó en Marc, a quien asintió en señal de agradecimiento.

—Venís bien armados, aunque lo comprendo. Son tiempos peligrosos —dijo el moncala mirándoos uno a uno —. ¿Os habéis perdido? Pocos visitantes llegan hasta aquí.

Tu examen del perímetro no reveló nada inusual en la tierra, algunos chatarreros, matones, caminantes, todos muy lejos de donde os encontrabais. Aunque cuando echaste la mirada al cielo, guiado por el rugido de un motor de nave bastante familiar para ti, pudiste ver un solitario caza TIE de un modelo que no habías visto antes, sus paneles solares estaban ligeramente curvados en sus bordes. El caza aterrizó en el lugar donde calculabas que estaba la plataforma donde habíais llegado con el Bakurano Errante.

¿El imperio?  Fillon suspiró mirando a sus compañeros. Debían apremiarse... perder el tiempo ayudando a los locales no les ayudaría en su misión; y tampoco es que pudieran cambiar nada. Guardó sus macrobinoculares y bajo del montículo donde se había subido deslizando algunos pedazos de chatarra a sus pies. Llegó hasta donde estaba Marc.

— No veo nada más que chatarra y más chatarra, pero acaba de aterrizar un caza Tie en el lugar donde aterrizamos nosotros. No podemos quedarnos parados... tenemos que seguir. —

Miró hacia la doctora y el campamento, haciendo una señal con la cabeza.

— No podemos ayudar a todos los locales que nos encontremos... hemos de seguir con nuestra misión. — Habló lo suficientemente bajo para que sus palabras no llegaran ni a Iskaly ni al campamento que estaba atendiendo...

—En realidad estamos buscando zonas poco exploradas, ya sabe, donde pueda haber objetos más interesantes. Habíamos pensado en esas montañas de allí, ¿sabéis son muy frecuentadas? No encontramos el camino a ellas, aunque supongo que por eso parezca poco explorada. ¿Sabéis como podríamos llegar?— Isakali no dio muestras de haber oído a Fillon, pues quería conseguir información y, aunque aquella gente no estaba bien no estaba en peligro inmediato, ni en nada que pudiese ayudar realmente. Lo único que podía hacer era asegurarse de que comiesen bien unos días o de conseguir un pasaje para salir de allí. Disimuladamente y procurando que no pareciese un soborno y que sus compañeros no lo viesen, pues no quería parecer ingenua, les deslizó unos créditos. Casi todos lo que tenía, en realidad.

La exploradora miraba el aparato mientras sus ojos oteaban de nuevo aquellos montones y montañas de chatarra, buscando algún camino por el que llegar hasta la zona que creía la zona del impacto.

Fillon tenía razón, no podían entretenerse demasiado y cuando mencionó lo del caza Tie sus ojos fueron a buscar los de Marc, con ese pequeño brillo de miedo en ellos.

Quizás fuera ese sentimiento de miedo, quizás esas ganas de sacar y llevar a sus compañeros de aquel lugar y llevarlos hasta el objetivo, fuera lo que fuera, la atención de Thea estaba pendiente en su entorno y quizás había encontrado el camino más fácil hasta el lugar, aunque algo le decía que habría algo peligroso esperándoles... 

- Deberíamos movernos... 

Un simple gesto de asentimiento como respuesta al moncala antes de alejarme.

Estaba pendiente de mi entorno cuando Fillon aparecio. Mire parcialmente girado hacia Isakaly y luego volvi mi atencion al veterano hombre. - Lo se, debemos movernos... - Mire tambien a Thea, consciente del brillo de su mirada. - pero como bien dices Fillon son locales, quizas hayan visto o sepan algo que nosotros no. Solo unos segundos, nada mas... veamos que consigue Isakaly y nos vamos.

El tema del caza me hizo fruncir el ceño, consciente de que la mirada de Thea venia principalmente por ese motivo.

Toque el hombro de Fillon y señale hacia Thea. - Avanzad un poco, sin alejaros y estando a mi alcance. Mirad si hay algo que os llame la atencion.

Yo mismo me movi algo pero teniendo a Isakaly siempre cubierta. Esperaria, pero no le daria demasiado tiempo, como habia dicho nuestra exploradora. Teniamos que movernos.

El moncala dudó al principio de aceptar lo que Isakaly estaba ofreciendo, pero sintiéndose seguro con vosotros, asintió repetidas veces mientras lo agradecía. Con los créditos en la mano, el moncala echó una mirada hacia la montaña junto a la que estaban apostados.

—Evitamos la montaña —dijo con un leve tono de miedo —. Allí ocurren accidentes.. bueno.. más a menudo de lo que suele suceder —explicó con reservas. Casi de inmediato, el niño zabrak intervino con una teoría más fantasiosa si cabe.

—¡Está embrujada! —afirmó con vehemencia, esto le ganó la reprimenda de la quarren provocando que se quedara de morros, la quarren añadió.

—No le hagan caso al niño. El terreno es inestable, hay derrumbes de chatarra —explicó la mujer —. Es más seguro en esta zona, ¿saben? No les aconsejo aventurarse hasta allí.

Los tres chatarreros se repartieron equitativamente los créditos, aunque el pequeño zabrak aceptó que su parte la guardara la quarren que, vista la relación entre ambos, casi parecía una relación materno-filial. El moncala dirigió una última mirada hacia la montaña, luego hacia Isakaly y comentó lejos delos oídos del crío.

—No es un lugar seguro, pero el niño no le falta algo de razón. Hay algo oscuro allí. Si han de ir, tengan cuidado —respiró profundamente, el moncala intercambió una mirada con la quarren, que no parecía muy satisfecha con lo que, seguramente, había oído —. A un clic al sur, hay un sendero que asciende. No sé más. Hemos perdido amigos allí.

Tu atención se afiló un poco más al haberte acostumbrado a la orografía de la zona, al sur pudiste ver una pequeña depresión de escombros, y una suerte de pendiente que ascendía en dirección a la montaña. Pero no fue lo que más te llamó la atención, sino que pudiste escuchar algo traído por el viento desde aquella montaña.

Era una sensación, parecía un rugido que hacía vibrar la propia chatarra. El sonido era muy parecido al zumbido de los motores de iones de los TIE, pero la costumbre de haberlos escuchado decenas de veces te permitió distinguirlo como algo más.. ¿orgánico? Apenas era un hilo de sonido, pero al escucharlo sentiste un escalofrío muy real.

Los ojos de Thea surcaban aquellas montañas de chatarra, durante unos instantes pareció concentrar su vista en un punto fijo, asintiendo y observando con más detalle y justamente cuando iba a girarse a decirles algo sus ojos de abrieron, mostrando cierta sorpresa y un hilo de miedo en su mirada mientras se abrazaba a ella misma.

- Algo viene... Algo se acerca... O es... O es un TIE o es... Algo... Orgánico... 

Miraba en todas direcciones, como si esperara que algo llegara hasta ellos en cualquier momento.

- Veo un camino... Debemos movernos... 

Sakal asintió con seriedad a las palabras de aquella curiosa ¿familia? y les aseguró que tendrían cuidado. Sentía lástima por las condiciones en las que vivían, pero no podía hacer más. Quizás si encontraba material de calidad podría darles algo aunque en el fondo sabía que había mucha gente en su situación. La mujer se giró para observar a sus compañeros; parecían inquietos y no era para menos, de modo que se despidió. Antes de irse se agachó y, con una sonrisa, dio un suave y cariñoso golpe al zabrack en el hombro.

—Cuídalos y ten cuidado, ¿vale?

Levantándose hizo una señal a Marc, indicando que por su parte, no tenía más que hacer allí y esperó a que se pusiese en marcha para volver al grupo. Al llegar no pudo evitar mirar con picardía al viejo Fillon. Aunque ya empezaba a haber hebras blancas en su cabellera, parecía que el viejo la veía como una cría. Bueno, eso significaba que se conservaba mejor de lo que creía.

—No te preocupes, Fillon. No voy a pararme cada pocos metros— Parecía que Isakali tenía buen oído después de todo. La expresión se volvió sería al girarse hacia THea, que tenía una expresión casi horrorizada— ¿Está al sur? Me han dicho que hay un camino que sube a las montañas por allí... Y también me han dicho que es un sitio especialmente peligroso. Pero movámonos, os lo contaré por el camino.

Fillon se sorprendió por las palabras de Isakaly. Le había escuchado.

— No me malinterpretes Isakaly... — Dijo algo apurado. — No es que no me importe esta gente, pero no podemos ayudar a todo el mundo. —

El hombre trataba con poca fortuna de excusar sus palabras aunque no fuera necesario. Viendo el poco tino decidió cambiar de estrategia siguiendo la conversación que la propia mujer había propuesto.

— ¿Algo te hace pensar que pueda ser nuestro sitio? — Preguntó intrigado. — Sea como sea no tenemos muchas más pistas... y está claro que no será un sitio que la gente habitualmente se aventure. Creo que es buena idea darle una oportunidad... —

En su cabeza resonaban las palabras de Thea, también habría visto el caza pero.. ¿Qué querría decir con algo orgánico?

Asenti ante el gesto de Isakaly, moviendome para cubrir su posicion mientras nos acercabamos a Thea.

Sus palabras llamaron mi atencion, provocando que me moviera algo mas rapido mientras al pasar al lado de los otros dos, tocaba sus brazos para darles a entender que estuvieran atentos y preparados.

Lo del TIE, aun pasaba pero era el tono, las formas y esa forma entrecortada de hablar me habia alertado. ¿Organico? Que tenia que ver una cosa con la otra...

Me pare al lado de la explorador, colo que mi mano en su hombro. - ¿Que ocurre Thea? ¿Que has visto?

Me gire hacia los otros dos y les apremie con un gesto a que se movieran, mientras preparaba el rifle atento a cualquier posible enemigo, la postura era claramente defensiva. Esperando al mas minimo gesto de agresividad hacia nosotros para responder.

El tacto de aquella mano sobre su hombro la calmó un poco.

- No he visto nada... Nada más allá de una pequeña depresión de escombros y quizás una pendiente que asciende en dirección a la montaña... - Miró a Isakaly - Quizás la que ella menciona... - Suspiró - No es lo que he visto, sino lo que he oído... Algo traído por el viento desde aquella misma montaña... Como un rugido que hacia vibrar la chatarra... Parecido al de los motores de un TIE pero no era eso, no suena como ellos... Sonaba más orgánico que mecánico... 

—Orgánico o no, mejor movernos ya.

Limpiándose la pantalla del casco mientras caminaba, la mujer puso al día a sus compañeros. Había notado el apuro en el tono de Fillon y le había divertido, pero decidió aceptar la disculpa y no seguir por ahí. Al fin y al cabo tenían una misión que cumplir.

—El niño dice que está embrujado, y aunque los adultos prefieren quitarle esa idea de la cabeza, al parecer si que sienten que algo no encaja —explicó—. Dijeron que varios amigos suyos han desaparecido allí. Creo que si puede ser nuestra zona.

Escuche a ambas mujeres. El sonido de un TIE pero organico, algunas bestias usaban su caja toracica para hacer que el sonido de sus gruñidos fuera mas profundo y grave. Asustaba al enemigo, era un modo de intimidar.

Una montaña que oculta secretos, el viento trayendo un ruido que parece el de un caza pero organico. Gente que desaparece. No se si lo que buscamos estara justo alli o no, pero suena a que algo ha hecho de ese lugar su cubil. Solo falta saber que tipo de bestia es.

Mire a Thea y asenti, antes de mirar a los demas.

Recomendaria que lleveis las armas a mano, no visibles pero al menos en disposicion de poder desenfudar y disparar. Por si acaso. Si es como los de antes quizas podamos hablar, pero si es una bestia salvaje... simplemente atacara.

Mejor prevenir, que curar.

Dispuestos a tomar el camino descubierto por Thea, el grupo avanzó hacia el sur revelando lo que suponíais, había un sendero que ascendía por la ladera de la montaña. El silencio que os había acogido se acentuó más, dar los primeros pasos por aquel camino era como entrar en una campana de irrealidad que os separaba del resto del mundo. Incluso la fetidez de Quantxi se había atenuado, pero por contra la sensación de amenaza había aumentado.

Los primeros pasos por aquel paso eran fáciles, algún ocasional desprendimiento de chatarra acumulada se precipitaba hacia abajo. Cuando sucedía vuestras miradas, raudas e instintivas, buscaban una respuesta a ese acontecimiento, tratando de discernir si era de origen natural o provocado. Como venia siendo demasiado habitual desde que alcanzasteis la sombra de esa montaña, no lo podías definir con seguridad.

Habríais avanzado un centenar de metros por el camino, con la pendiente cada vez más pronunciada, cuando, en esta ocasión, todos pudisteis escuchar el rugido de una bestia que reverberó por todo el paso y no os permitió identificar el origen o procedencia exactas. Por contra, el sensor que os había dado Vindar os indicaba que aquel era el camino a tomar, vuestro objetivo estaría a unos trescientos metros más adelante.

Después de escuchar el rugido, algo en tu interior se alarmó. Tu instinto te decía que más adelante había algo maligno, algo terrible. Como si tu sensibilidad especial te advirtiera de ello.

Después de escuchar el rugido, algo en tu interior se alarmó. Tu instinto te decía que más adelante había algo maligno, algo terrible. Como si tu sensibilidad especial te advirtiera de ello.

—Esperad— Isakali se paró en seco al oír el rugido. Por primera vez desde que habían embarcado parecía inquieta. La mujer miró a su alrededor, como un gato a punto de saltar sobre un ratón o de salir corriendo espantado. Segundos después, volvió a hablar—Está delante

Mientras hablaba, la mujer se llevó la mano al bláster a; hasta aquel momento no había parecido preocuparse por él, ni con la preocupación de sus compañeros. Sin embargo, algo le decía que aquello no la protegería de lo que les esperaba delante. La mujer bajó mucho la voz antes de continuar.

—Deberíamos ir en silencio... lo que hay ahí... no me gusta