Partida Rol por web

El planeta M7C-528, también conocido como Punto Alpha para la expedición Atlantis tenía una base de operaciones alternativa, donde evacuar al personal no esencial en caso de que la ciudad Lanteana se viese bajo ataque o asedio.

También es tristemente conocido entre los miembros de la expedición por ser la prisión de Michael, el Wraith capturado por el teniente coronel Sheppard y que sufrió una mutación debido al suero experimental con el que se esperaba curar la "enfermedad" Wraith.

El teniente coronel atraviesa el stargate y no encuentra a nadie al otro lado, a unos pocos cientos de metros hay una estructura que parece llevar bastante tiempo abandonada, la puerta está cerca de un río y un pequeño bosque, pero el planeta es mucho más despejado que el anterior y todo parece en calma, apenas le da tiempo a moverse a un lado de la puerta estelar cuando...

Apenas un minuto tras el Teniente Coronel, Alan sale disparado del Stargate, y se estrella dolorosamente contra el suelo, a unos tres metros del Stargate, esquivando a Ben Zee por muy poco. Su arma sale volando, y va unos metros más allá, aunque Alan ni siquiera la ve. Está ocupado sintiendo como todos sus huesos se han convertido en harina de tapioca tras la explosión. Tras gruñir, lamentarse y retorcerse en el suelo durante unos segundos, y con los ojos clavados en el cielo, se queda quieto, tendido y maldiciendo. -Mala, tengo tres palabras para ti.- Alza la voz. -DISTANCIA DE SEGURIDAD. Joder.- 

La lucha contra los bichos toca a su fin, la explosión nos lleva hasta el suelo, cuesta reponerse, los oídos zumban como si un millar de enanitos estuviesen golpeando en la cabeza, la vista tarda en centrarse y cuando lo hace, es para aparecer en el suelo a una considerable distancia de donde estaba antes del accionamiento del explosivo.

Por lo menos las abejas han salido peor paradas. La doctora Coretti parece la más aturdida, entre mala y yo la ayudamos a reponerse antes de que lo hagan los insectos, aunque ahora no queden muchos, puede que lleguen refuerzos.

Abandonamos el planeta, la sensación al cruzar el portal todavía provoca reacciones a las que mi cuerpo no se acostumbra. La llegada es menos accidentada que a otros compañeros, veo a Alan tratando de reponerse. El planeta es mas parecido a la tierra, por lo menos, no tendremos bichos gigantes.

- Aquí empezamos a llegar chicos, llenos de mierda pero enteritos.

Me alejo un poco del portal buscando una posición que me permita cubrir al resto del equipo en caso de que pasen alguno de los bichos.

Salgo junto con la doctora y Gonzalo al otro lado y no puedo evitar ir riéndome de buena gana. Si las abejas hubieran tenido cara me habría encantado vérsela cuando el c4 exploto entre ellas. Esas hijas de puta jamas se han enfrentado a una perra de verdad. Me cago en su reina y me cago en sus puntiagudos aguijones.

Estoy llena de porquería de abeja pero he estado mucho peor muchas otras veces. Dios, me encanta ver como explotan las cosas...las personas sobre todo, pero esas abejas no estuvieron mal.

Cuando Alan me recrimina le sonrío mas abiertamente de lo que me habrá visto jamas y asiento con la cabeza. Perfectamente calculada. Ellas están muertas y nosotros vivos. Si hubieras preferido que a la Doctora o a mi nos convirtieran en alfileteros se lo dices a mi cul...mierda de superiores. Los resultados merecen la forma de conseguirlo.

Luego suelto a la doctora, que se las arregle un rato sola y me sitúo para cubrir la puerta por si alguna de las abejas aun tiene ganas de fiesta.

- Constantine, parece que te está gustando darle a esos bichos, quizás luego podamos volver y dar buena cuenta de alguno mas, o cazar uno y tenerlo como mascota.

Comento en español y sonrio ante el entusiasmo de Mala, era agradable tener a alguien con ese espíritu de acción en el grupo, siempre y cuando pudiese dominarlo.

La sonrisa no hace que baje el arma, hasta que no se cierre el portal no estaremos seguros por este lado. Miro el azul que emite, unas ondas muy atrayentes que espero que desaparezcan con cierto nerviosismo.

El stargate se cierra a los pocos segundos de que lo atraviesan los dos militares cargando con una aturdida doctora Coretti que parece no saber donde demonios está...

El lugar es muy tranquilo y mucho más similar a un bosque del sur de California, o de la comunidad Valenciana para Gonzalo. Been Zee no sabía lo que era un bosque prácticamente hasta que entró en el proyecto StarGate, así que no notaba muchas diferencias entre unos y otros, después de todo, todos tenían árboles ¿no?

El cierre del portal me alivia, ya no tenemos que preocuparnos de nuestra espalda, ahora sólo de lo que tenemos ante nosotros.

Podemos respirar y observar el entorno, el bosque es más adecuado a nuestro tamaño, por lo menos la naturaleza no será un enemigo más que en cualquier otro lugar. Este lugar es seguro, por lo menos por el momento y hasta lo que en Atlantis se conoce.

Coretti continúa aturdida, esperemos que sólo sea pasajero.

- Doctora Coretti, ¿se encuentra bien?, Alan, no estaría de mas que le diese un vistazo a la doctora. Le doy un vistazo rápido, no parece que haya recibido un picotazo y mis conocimientos de medicina apenas llegan a taponar una herida con una venda o realizar un torniquete, nada de utilidad en este momento.

Sigo observando el entorno tratando de descubrir cualquier signo de amenaza.

Cuando Gonzalo habla de patear mas culos de abejas, miro a el Coronel con franco desprecio y luego le quiño un ojo al español. Habla con un acento algo raro, pero es un alivio poder expresarme en mi idioma. Los insultos en ingles son una puta mierda.

No creo que el Coronel nos lo permita. Si fuera por el jamas tendríamos acción. El muy...es un oficial de retiradas y no de avances. Bajo la voz para que nadie mas me pueda escuchar. Una cosa es que no me importe que sepan lo que opino de ellos, pero por ninguna razón del mundo arriesgare mi puesto en Atlantis.

Cuando digo la palabra "Oficial" en ella no hay ningún tipo de respeto...mas bien desprecio mal disimulado.

Se alegró de que todos estuvieran bien, pero luego se percató de que estaban llenos de aquel veneno de abeja. Escuchó un comentario de McDermott, y parpadeó. Luego se acercó al grupo con una pequeña sonrisa.

-Nos quedaremos por aquí hasta que el stargate de Atlantis esté operativo. Tendríais que quitaros esa mierda de encima. Creo que hay un arroyo por aquí cerca. Pero antes vamos a inspeccionar el edificio, para asegurarnos de que no hay sorpresas. Quizá el generador siga funcionando o encontremos algo de comida enlatada o similar. González, abre la marcha.

Se quedó el último, con Mala, y retuvo su atención un momento más, cuando el resto se alejaba caminando.

Carraspeó, sin mirarla a ella de primeras, sino a los que se alejaban.

-Sargento, la próxima vez consúlteme antes de usar explosivo plástico. No sabemos que nos vamos a encontrar por ahí, y la galaxia está llena de wraith, y cosas peores. Es mejor reservarse la artillería pesada para cosas en las que resulte estrictamente necesario.

Parpadeó un momento, mirándola con el pelo manchado de aquella cosa verde, apelmazado.

-¿Deja que le hagan eso en la primera cita?

Escucho en silencio lo que me dice el oficial al mando. Usted manda y yo obedezco, interpretando la mejor forma de seguir sus ordenes. No era posible informarle ni consultar con usted el procedimiento a seguir, me ordeno cubrirles y lo hice. Elimine al 90% del grupo que nos atacaba. No creo que todos hubiéramos podido pasar si no hubiera actuado como lo hice.

Hago una pausa antes de seguir hablando. La uso para aparentar ser mas dócil de lo que soy o siento, sobe todo tal y como estoy, llena de adrenalina. En cuanto al material que porto, aun me quedan 5 kilos de C4 y una Claymore señor. Aun puedo hacer volar a mas de un Wraith o peligro vario que podamos encontrar en esta galaxia.

Con su ultimo comentario le miro con los ojos entrecerrados y la voz repentinamente fría. Se da cuenta señor de que su ultimo comentario a sido un claro ejemplo de acoso sexual a una subordinada?. Sera mejor que lo deje claro cuanto antes y así no me veré en la tesitura de ser juzgada por cortarle las pelotas con mi cuchillo a un superior.

Escuchó lo que decía y sonrió un momento. Tenía más explosivo, y es lo que necesitaba saber. Luego echó a andar hacia el edificio como si la cosa no fuera con él.

-¿Se da cuenta de que no tiene usted sentido del humor?

Al poco tiempo, se dió cuenta de que se había quedado un poco rezagada.

Tras la charla del coronel dejo que se distancie unos metros de mi y no sonrío hasta que no me ve. Que no tengo sentido del humor...sera pendejo el muy trolazo.... Saco unos centímetros mi cuchillo y paso el pulgar por el filo para tranquilizarme sin perder la sonrisa de depredadora hasta guardarlo en su funda de nuevo.

Creo que voy a necesitar matar algo muy pronto.

Me tomo unos segundos para recolocar todo mi equipo de forma cómoda y dado que no ha dicho nada sobre mi posición, me resituo en la retaguardia del comando. No voy a olvidar que los últimos soldados y civiles destinados aquí fueron asesinados por Michael y los suyos no hace tanto. Por lo que sabemos aun pueden quedar de ellos por aquí.

-Debería echar un vistazo a todo el mundo.- Replica Alan, mientras se levanta, todavía frotándose la espalda con ambas manos. Había perdido el rifle, así que miró a su alrededor, hasta encontrarlo, y volver a cogerlo. No pensaba perderlo de vista. Después de todo, había dado un buen servicio. Tras recoger el arma, apoya una rodilla en el suelo y saca el botiquín. Lo abre y examina el material, asegurándose de que nada se haya roto o dañado. Esa mochila debería resistir caídas así (lo ha hecho otras veces) pero prefiere pecar de precavido. -Y cuanto antes, mejor.- 

- El coronel cumple, su misión es cuidar de nosotros, aunque no lo parezca no da órdenes locas, nos guste más o menos hace lo que debe. Ya tendremos ocasión de matar algo, no es preciso acabar con todo lo que se mueva, en algún momento puede que ese bulto seamos uno de nosotros. Sonrío a Mala y me pongo en cabeza para inspeccionar el entorno.

La salida del planeta de las abejas gigantes es precipitada, casi acabo ensartada por una. Me siento realmente confusa, sucia y nerviosa por haber saltado tan rápidamente a otro sitio totalmente distinto y similar.

-Dal bosco alla foresta e fucilati perché ho- murmuro en mi italiano materno, en cuanto me sueltan mis compañeros militares y miro a nuestro alrededor. "No podríamos ir a parar a no sé, una villa italiana o alguna civilización coherente e interesante, nooo, es mucho pedir, creo yo".

-Se lo agradezco, Alan. Creo que no me llegaron a picar pero quizás habría que analizar el pringue y ver si es tóxico o útil para algo...- le digo a nuestro paramédico, en un intento de servir de algo, como científico de "a bordo". De momento, mientras los árboles no hablen algún idioma o sean alguna especie pseudo-inteligente, yo no puedo hacer mucho más.

Alan revisa las pupilas de la doctora con su linternita y todo parece estar bien, no hay conmoción ni nada por el estilo, cuando se da la vuelta para revisar a los demás, todos ya están andando en dirección a la estructura que era el punto Alpha y se queda algo pasmado.

El capitán Fernandez ya ve la entrada desde donde está a unas pocas decenas de metros, la puerta está entreabierta, el coronel tras hablar en privado con la sargento Constantine va tras el capitán español seguido de cerca por la latina de sangre caliente que parece algo enfadada.

El coronel mira a Fernández y los que van detrás. En silencio, hace unas señas militares que quieren decir: por parejas, silencio, santo y seña en caso de contacto visual. Si había algún wraith allí, o un enemigo, era mejor que no les sintiera llegar y les esperara con el dedo en el gatillo.

Se pegó a una de las paredes junto a la entrada de una puerta, e hizo una seña a Fernández para que se asomara y entrara por la derecha. Él lo haría por la izquierda cubriéndole las espaldas.