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Stargate SG-4: Duendes

[Escena 3] Una cabaña en el bosque

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02/05/2019, 15:57
Director

Dervalloc acompañó al SG-4 de vuelta a la puerta de Rath cullen. Durante el trayecto, el caudillo aprovechó para sondear todo lo sutilmente que era posible para un guerrero las posibilidades de comercio e intercambio con los seansear. Por su parte, los tau'ri sacaron en claro que el jefe de los foraoisetíre estaba interesado en aumentar su capacidad de extraer, refinar y producir más hierro para fabricar herramientas con las que proveer a sus leñadores y carpinteros. Incluso era posible que Dervalloc pecase de ambicioso al pretender forjar y construir también aperos de labranza para comerciar con los ceoltíre.

Una vez en la puerta, se reunieron con Connach. El cazador, tras despedirse de Dervalloc, informó a los exploradores de la Tierra que el caoleagla ya había sido puesto en una jaula y que lo mantenían vigilado en un campamento cercano, mientras el grupo se alejaba del poblado en dirección, una vez más, al bosque. Pero, en esta ocasión, se internaron en dirección noreste, en un rumbo casi paralelo a la curva que seguía una estribación de la cordillera más al norte. Los primeros metros en la floresta fueron recorridos con facilidad gracias a lo que parecía ser una senda similar por la que habían viajado hasta Rath cullen. Pero la vegetación no tardó en estrecharse sobre ellos, casi como si formase un túnel de ramas y hojas verdes. Connach marchaba en cabeza e iba apartando a su paso la maleza a la altura de su cabeza; al hacerlo, avisaba a quien le seguía para que tuviera cuidado y no recibiera un molesto manojo de hojas en la cara.

Aquella senda serpenteaba de forma caprichosa, a diferencia de la que habían usado junto a los cazadores, y apenas había espacio para que dos personas marchasen a la par sin que al menos una de ellas no se internase en la espesura y se enredase entre arbustos y zarzas. A su alrededor, la vida en el bosque no parecía haber variado en lo más mínimo y los cantos de pájaros y diversos sonidos de animales envolvían al grupo, como si la presencia de los humanos en las inmediaciones no les preocupara en absoluto.

Tras cerca de diez minutos de marcha ininterrumpida, Connach finalmente condujo al SG-4 a un claro delimitado al este por un talud de tierra coronado por un inmenso árbol. Entre sus raices y parcialmente excavada en el talud, había una cabaña de madera con una mezcla de barro y hierba seca en los resquicios entre tablones. A ambos lados de la puerta del peculiar edificio había plantadas una serie de plantas en flor. Aquella floración presentaba una característica coloración blanca, con un borde amarillento y una nerviación cercana al peciolo de un color púrpura vibrante. Connach explicó disimuladamente, y con aire cómplice, a Aldo que de la fermentación del polen de aquella flor salía una bebida muy común entre su gente, con "particulares" propiedades.

Por el resto del claro se repartía toda una serie de diversos elementos: troncos cortados en dimensiones manejables, algunos dispersos, otros apilados unos encima de otros, palos en los que, enroscadas, crecían plantas de algún tipo de enredadera, hileras de arbustos y plantas de hojas lacias que caían sobre el suelo como si carecieran de fuerza, repartidas a lo largo de surcos de tierra húmeda (tal vez por la acción del agua responsable del murmullo que los tau'ri oían en la cercanía), una especie de corral, cuyo suelo estaba alfombrado con hierba seca, pero vacío de ocupantes, un hogar en el que la leña estaba dispuesta y una pequeña olla colgaba sobre él,... Aquella distribución parecía caprichosa y desordenada pero, al mismo tiempo, transmitía la impresión de cierta organización fruto de una mano humana.

Connach llamó a la puerta y, tras unos instantes sin respuesta, elevó la voz y repitió varias veces una misma palabra, Ossac. Aldo no encontró significado alguno a aquel término aunque el ruido de hojarasca procedente de algún lugar a la espalda del SG-4 y un poco a su izquierda llamó prontamente su atención. Casi al momento, un hombre de mayor edad incluso que Dervalloc emergió de la maleza. Llevaba en sus brazos una especie de roedor silvestre de gran tamaño. Vestía ropa funcional como la de los habitantes de Rath cullen, complementada con una suerte de chaqueta de pieles y lucía eplo largo, suelto y despeinado. A pesar de su edad, aquel hombre se mostraba vigoroso, tal vez por la vida al aire libre.

Notas de juego

Alan, Aldo y Tara reciben 1 dado de acción. No os lo gastéis todo de golpe XD

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02/05/2019, 16:36
Ossac

- Ossac te ha oído, Connach. - Con aquellas palabras, el recién llegado puso fin a las llamadas del cazador antes de centrarse en los tau'ri. - ¿Asi que vosotros soís los seansear de Tír Bunaidh de los que la tierra me ha avisado? Bienvenidos a mi morada. - Indicó con un gesto al SG-4 que se acercasen a la cabaña y les señaló algunos de los troncos dispersos para que los cogieran con libertad si deseaban sentarse.

Notas de juego

Habla en lengua goidélica, no en inglés, por si hubiera alguna confusión.

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06/05/2019, 16:43
Aldo Evans

El lingüista siguió a Connach junto con el grupo, esquivando hojas y ramas y apartándolas con la mano y haciendo lo mismo que Connach había hecho, avisar al que llevaba detrás para que no se encontrase, con disgusto, un buen golpe de rama en la cara.

Al llegar a una cabaña muy dentro del bosque, el cazador  comenzó a gritar una palabra, Aldo supuso que se referiría al nombre del druida de la tribu, puesto que la palabra no significaba absolutamente nada, al menos que el supiera. Observó, mientras el druida aparecía, las plantas a las que el cazador se había referido que decía tener propiedades "particulares", al menos esperaba que esas propiedades no fueran las de cualquier droga, quizá a Fern le interesase más el tema de las plantas que a los demás. Coqueteó con la idea de que la bebida fuera algo similar a la gran poción de Asterix & Obelix y que quizá Alan tendría suerte de completar todo el kit con el druida de barba blanca acompañando la escena.

Al poco, las sospechas de Aldo se vieron confirmadas, el tal Ossac apareció de entre la maleza haciendo que Connach parase de llamarle. Entonces recordó que Dervalloc mismo había comentado el nombre del druida Ossac, se llamaba.

- Alan, parece que es tu día de suerte al no tener quien apueste contra ti - le dijo divertido al Mayor Whiteface en un tono de voz bajo después de atender a la bienvenida del druida -. Mi nombre es Aldo, es un placer conocerle Ossac. Nuestra visita está relacionada con los Sidhe, Dervalloc nos ha contado que tú podrías ayudarnos a establecer una relación con ellos, tenemos curiosidad por saber como lograron deshacerse de los seguidores de Morrigan - añadió en la lengua de Ossac tan bien como pudo.

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07/05/2019, 17:55
My. Alan Whiteface

Durante el trayecto por el frondoso sendero Alan Whiteface marchaba cerrando el grupo, pendiente de asegurar la retaguardia del SG4 cuidando de que ninguno de los civiles quedase rezagado, manteniéndolos entre la Mayor Davidson y él. Agazapó un poco su postura, pues debido a su altura había recibido en el cuello dos estúpidos latigazos silvestres a pesar de los avisos en cadena de sus compañeros -¡Eeh,...tranqui bosque! que venimos en son de paz. - dijo riéndose de la situación.

Tras unos minutos de caminata llegaron a un claro dónde se apreciaba claramente la intervención del hombre, aunque de una manera muy integrada con el entorno. Tras atender a la traducción de Aldo sobre las flores, el Mayor entendió de dónde provenía aquel brebaje "anti-resaca" y se sintió un poco estúpido por no haber siquiera dado un trago en el castro.

Mientras Connach llamaba a la puerta repitiendo la palabra Osac, Osac... o algo parecido, Alan detectó que alguien se acercaba por detrás presentándose como Ossac "¿El druida...?Pues no hay barba...” y respondió aceptando con gracia el comentario de Aldo – Sí Evans, tuviste la oportunidad de desplumarme.- dijo guiñándole un ojo. 

Tras la invitación de Ossac para sentarse Whiteface eligió el tronco más cercano a la sombra del arbol. Mientras el traductor hablaba con el druida,  sacó su cantimplora dando un trago y, en una pausa oportuna del diálogo, le ofreció a Ossac - Beba, tendrá usted sed tras la caza.- dijo, acompañando con un gesto amigable y aún sabiendo que el druida no entendería sus palabras.

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08/05/2019, 16:58
Director

Ossac respondió al saludo de Aldo con un cabeceo antes de acercarse al corral. Con cuidado, depositó al animal que llevaba en brazos mientras los tau'ri se acomodaban como podían en los troncos a modo de taburetes. Luego, el druida tuvo un breve intercambio de palabras con Connach aparte. Nada aparentemente grave o siniestro, pues Aldo pudo entender algunas palabras y el contexto general: Ossac despedía al cazador, pues era perfectamente capaz de guiar a los visitantes de vuelta al poblado o a otras partes y Connach podía retomar sus tareas.

Asi que, mientras el cazador desaparecía entre la floresta, por el sendero por el que habían venido, Ossac cogió uno de los troncos dispersos, lo acercó hasta el lugar donde el SG-4 se había colocado y se sentó. Durante unos segundos se hizo un profundo silencio, tiempo durante el cual fue obvio que el druida les estudiaba y meditaba sus respuestas. Con un gesto declinó la oferta de beber por parte de Alan y habló pausadamente con voz profunda.

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08/05/2019, 17:06
Ossac

- No soy un estratega, pero diría que los Sidhe derrotaron a los guerreros de Morrigan porque éstos no tenían enemigos a los que disparar. Mientras tanto, las flechas sidhe los masacraban sin piedad, con una precisión y una cadencia que ni el mejor de nuestros arqueros podría igualar. - Hizo una breve pausa. - Al menos, asi es como lo cuentan las historias transmitidas de generación en generación.

- Por otra parte, - Continuó su alocución tras una corta interrupción, que aprovechó para sacar una hoja de su bolsillo y masticarla. - no estoy muy seguro de haber entendido bien vuestra petición. Ignoro cómo podría ayudaros a establecer una relación con los Sidhe, pues ni siquiera nosotros tenemos una, al menos en un sentido formal. Si existe algún interés mutuo o común entre ellos y nuestra gente, sólo los Sidhe lo sabrían. Y no lo han compartido en todo este tiempo. - Estiró la piernas de forma despreocupada, se acomodó mejor sobre el tronco en que se había sentado y, por unos instantes, su mirada se desvió hacia el bosque, cuando algunos pájaros comenzaron a trinar en algún lugar. Luego, su atención volvió a los tau'ri.

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09/05/2019, 14:49
Aldo Evans

El socio-lingüista se aclaró la garganta tras oír a Ossac.

- Entiendo - dijo -. Si solo fue cuestión de estrategia entonces no tenemos mucho donde rascar, pero con Morrigan algo nos dice que no solo la estrategia cuenta, que hay algo más y por eso le estamos pidiendo ayuda para tener un encuentro amistoso con los Sidhe, si nos pudiera decir cual es la manera, claro.

Aldo comenzaba a perder la esperanza, Ossac no parecía estar por la labor de llevar al SG-4 con los Sidhe, sobretodo porque parecía que ni el los conocía, bien podría ser que ni existieran, quizá era solo un artefacto que se disparaba cuando alguien sobrepasaba una zona y que las historias contadas de generación en generación sonaban tan aterradoras que nunca nadie se había planteado hacer ni la típica visita de la vecina llevándole un pastel de manzana a la nueva familia de la urbanización, pero el trabajo era conseguir lograr como el planeta se había deshecho del yugo de Morrigan y Aldo estaba dispuesto a insistir hasta que se acabasen las opciones. Una vez llegado el momento deberían volver a La Tierra a informar de lo descubierto.

Notas de juego

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que llegamos a ahora?

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09/05/2019, 15:32
My. Alan Whiteface

La invitación del ranger fue rechazada por Ossac, reacción que para nada le molestó. Alan tomó otro trago, cerró con el tapón de rosca de aluminio la cantimplora forrada de tela verde y volvió a colocarla en el mosquetón de enganche de su mochila. Evans seguía intentando sacar información útil, aunque tenía pinta de ser un callejón sin salida. Cuanto más preguntaban sobre los Sidhe, más misteriosos le resultaban. Invisibles, flechas de luz, letales...- Evans, ¿la palabra Sidhe te dice algo? no se,- unió las puntas de los dedos de una mano en un gesto más própio de un italiano que de un tipo de Kansas.- ¿Alguna raíz lingüística que conozcas? - "Está claro que si queremos descifrar el misterio tendremos que acercarnos".  Alan comprobó en su reloj el tiempo que les restaba. Pensó que de la visita al druida sólo podría sacarle jugo el científico, Andrews. Tras sopesarlo con Tara, Whiteface añadió  - Aldo, díle amablemente que sí, que nos puede ayudar si nos acompaña. Si ha previsto nuestra llegada porque "se lo ha dicho la tierra" quizás "la tierra" pueda darle también la respuesta que buscamos.- Con tantos años respetándo su espacio no creía que ahora, fueran lo que fueran los Sidhe, recibieran hostilmente a un forasteiné.

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09/05/2019, 15:48
Aldo Evans

- Hasta donde yo se Sidhe hace referencia a montículos de tierra donde se encontraban grandes montículos de piedra megalíticas, lugares donde se refugiaban las hadas, la tradición irlandesa se refiere a ellas como sidhe, así que supongo que los que lograron echar a Morrigan y sus seguidores de aquí no fueron más que hadas - le explicó a Alan -. Podría ser sencillo entender que se les ha llamado así siempre porque no se les conoce y la cultura de Dervaloc, Connach y Ossac bebe directamente de la cultura celta que estaba tan extendida por Europa hace ya muchos años. Pero aquí pueden haber mantenido términos y creencias pero podrían no parecerse en nada a lo que recogen los historiadores en La Tierra.

Acto seguido se dispuso a traducir lo que preguntaba Alan a Ossac.

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09/05/2019, 16:12
Director

Notas de juego

LLeváis dos horas largas de misión, casi tres. Por lo que os quedan aun cinco antes de dar por finalizada la misión. O de acercarse al stargate a informar y plantearle a Hammond una prórroga si creéis estar cerca de algo.

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09/05/2019, 16:16
Ossac

Sonrió al escuchar la réplica de Aldo antes de ser interrumpido por Alan. Esperó pacientemente a que ambos tau'ri dialogasen antes de hablar él.

- Es lo que trato de decirles. No hay forma de saber cuál es un encuentro amistoso con los Sidhe, pues nunca nos hemos encontrado con ellos. Entre mi gente, tanto aquí como en Tír Bunaidh, ha sido creencia popular que son invisibles. No es del todo cierto; es frecuente que los Sidhe se manifiesten ante nuestros ojos, habitualmente en forma de un cait sidhe. - Se rió brevemente, como si fuera un chiste lo que acababa de decir. - Sin embargo, ¿cómo sospechar que un simple gato sea un Sidhe? Ahora mismo, podrían estar a nuestro alrededor, bajo la apariencia de animales, y no nos daríamos cuenta.

- Mi maestro y mentor creyó, en su juventud, que el caoleagla podía ser una manifestación sidhe. Pero su hostilidad hacia nosotros lo hace improbable. Además, en nuestra tradición, tenemos abundantes contradicciones sobre los Sidhe. Muchos druidas antes que yo sostuvieron que los Sidhe fueron apresados por Morrigan cuando se llevó a nuestros antepasados de Tír Bunaidh. Pero, si son invisibles o se aparecen como animales aparentemente inofensivos, ¿cómo podría saber que se los llevaba realmente? Además, en estos relatos, siempre hay que asumir que, en algún momento, se escaparon del yugo de Morrigan pero no contraatacaron de inmediato. En otras narraciones, se dice que los Sidhe viven en un mundo espiritual paralelo al nuestro, por lo que podrían pasar a éste sin importar dónde estuvieran. Y una minoría aseguraba que, en realidad, no serían Sidhe de Tír Bunaidh, sino locales y que, a diferencia de los que conocíamos en nuestros relatos, no viven bajo los montículos sino en una zona concreta próxima del bosque. - Al hacer aquella referencia, se movió en su tronco con cierta incomodidad.

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09/05/2019, 16:47
Aldo Evans

- Entonces solo nos queda pedirle que nos de una pista de donde podríamos encontrarlos o si conoce algún ritual que los invoque, aunque nunca lo hayan ejecutado - dijo el traductor -. También nos interesaría poder contar con vuestro conocimiento de la naturaleza, mi compañero Fern estará más que encantado de intercambiar conocimientos con usted.

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09/05/2019, 17:03
My. Alan Whiteface

Gatos, hadas, caoleagas, animales. A Whiteface, a pesar del peligro, le intrigaba la verdad pues las leyendas eran muchas. - Si nos quiere acompañar, su gente podrá descartar entre tantas teorías.- añadió a la petición de Evans, sin pensar en el impacto evolutivo que podría acarrear para una civilización como la de Ossac ponerle cara a esos mitos. Mirándolo bien, el mismo SG-4 llegó por el Stargate y a pesar del choque previo de culturas llegaron a entenderse con los forasteiné gracias a Aldo.

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09/05/2019, 21:29
Tara Davidson

Tras los saludos protocolarios me mantengo en silencio durante casi toda la conversación con el druida, escuchando con atención, a diferencia de mis parlanchines compañeros. 

Mmm, no me fio nada del pájaro este, me da la impresión de que más que ayudarnos solo está intentando marear la perdiz. -Comento haciendo participe al grupo de mi sospecha -  Al menos ha dicho algo que coincide con lo que nos ha dicho el jefe del castro;  sus "hadas" no viven en los túmulos, sino en cierto lugar del bosque y aunque parece darle poca credibilidad, por lo nervioso que se ha puesto al mencionarlo deduzco que es allí a dónde debemos ir a indagar. 

Me coloco la mochila al hombro y aprieto las cinchas preparándome para reanudar la marcha.

Si no quiere acompañarnos dile que es una orden de Dervalloc - Le digo a Aldo, pidiéndole que mienta si es necesario.  No quiero perder de vista al druida, quizás solo sean prejuicios míos, pero no me fío de él. También es cierto que nunca me han gustado druidas y chamanes, los considero poco menos que vendedores de humo que se aprovechan de la ignorancia de sus semejantes. 

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10/05/2019, 16:56
Director

A instancias del grupo, Ossac se levantó y se ofreció para guiarles hasta la parte del bosque donde, en teoría, vivían los Sidhe. Abrió la marcha al internarse en la espesura, ignorando en apariencia el uso de sendas o caminos más fáciles de practicar. Sólo se necesitaron unos pocos metros de avance para que los tau'ri se encontrasen en una zona del bosque con vegetación menos enmarañada y descubrieran el origen del rumor de agua que habían oído a su llegada a la cabaña. Se trataba de un arroyo de aguas cristalinas cuyo curso estaba relativamente despejado de maleza. En sus orillas crecían ocasionales grupos de espadañas, especialmente en las partes más anchas y profundas del cauce. En claro contraste, otras zonas estaban desprovistas de rastro de hierba y el fango de la orilla permitía discernir huellas de animales incluso para un ojo no entrenado.

Ossac llevó al SG-4 a lo largo de aquel caudal, mientras explicaba detalles o propiedades de una u otra planta; puntualmente, también prevenía a los tau'ri del contacto con algunas especies vegetales. Aldo se las vió y deseó en más de una ocasión, pues el nombre con que Ossac y su gente conocían ciertas flores, arbustos o hierbas (incluso árboles) era distinto del que usaban en los tiempos modernos. En otras ocasiones, el lingüista simplemente tuvo que dejar la nomenclatura tal cual cuando el druida se refería a especies autóctonas del 282 desconocidas tanto para él como para Fern. Sobre todo para el biólogo, había mucho que explorar y descubrir en la biósfera de aquel mundo.

Al cabo de casi diez minutos de marcha, comenzó a hacerse evidente que descendían. Mientras tanto, el curso del arroyo que discurría a su lado empezaba a mostrar señales de arrastre al hacerse su corriente más fuerte y rápida: ramitas encalladas en el fondo, cantos rodados que aparecían con más frecuencia en sus orillas, piedras en medio del cauce,... Finalmente, el bosque a su alrededor se abrió cuando emergieron a un valle. Como si una herida hubiera hendido la floresta, el lecho amplio de un río corría de forma perpendicular al curso del arroyo que descargaba sus aguas en él. La corriente era, sin duda, más fuerte y rápida, con una anchura media de unos seis o siete metros. Sin embargo, a juzgar por los depositos de cantos rodados blanquecinos que se extendían como una alfombra en paralelo por ambas orillas, aquella corriente fluvial sin duda experimentaba crecidas de caudal que podrían casi doblar su anchura. Los troncos, ramas y grandes rocas que adornaban tanto el lecho húmedo como el seco servían de testigos mudos a la fuerza y poder del agua en aquel cauce. Río arriba, era fácil adivinar que aquel agua procedía de las montañas, de algún manantial alimentado por las nieves durante los deshielos; río abajo, un meandro a casi un kilómetro de su posición obstaculizaba la visión y era difícil saber qué dirección tomaba aquella vía fluvial.

Ossac siguió andando mientras remontaba el curso. Y aunque el viaje por la orilla era más rápido que por la espesura del bosque, de vez en cuando, el druida y los tau'ri debían dar pequeños rodeos para sortear desniveles en el curso. El agua salvaba aquellos saltos con pequeñas pero vistosas cascadas precedidas por rápidos, donde la fuerza y velocidad del agua formaba una espuma que dificultaba ver el fondo o las rocas que menos sobresalían por encima de la superficie del agua. En una ocasión en que el grupo superaba una de aquellas alturas, Ossac rió quedamente. El motivo parecía ser un imponente ejemplar de animal, en la orilla opuesta, similar a un ciervo, de pelajo blanco impoluto y con grandiosas astas pero que, desde luego, presentaban menos ramificaciones que su contrapartida terrícola. El animal paró de beber y, por unos segundos, observó a los humanos antes de perder interés en ellos. Con un movimiento elástico y grácil, aquel extraño cérvido giró casi 180 grados y, con tres poderosas zandacas, se internó en la espesura del bosque. Ossac les explicó que, aquel día, varios jovenes cazadores se enfrentaban a su rito de iniciación, consistente en cazar junto a sus compañeros a uno de aquellos animales de gran alzada. Por algún motivo, el druida encontraba irónico que ellos hubieran visto uno de ellos mientras que los cazadores, posiblemente, se pasarían todo el día sin avistar ninguno.

La marcha se prolongó por aproximadamente cuarenta y cinco minutos cuando Ossac finalmente aminoró el paso. Levantaba su brazo para señalar algo cuando, desde el sur, el sonido de un cuerno en la lejanía llegó, arrastrado por el viento, hasta el grupo. El druida levantó la vista hacia el cielo pero, más que observar, parecía olfatear. Finalmente, cuando bajó la mirada, una expresión de perplejidad se había pintado en su cara.

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14/05/2019, 16:32
Aldo Evans

La caminata junto al druida le pareció a Aldo de lo más educativa y lucrativa a nivel de conocimientos, intentaba anotar mentalmente todos los giros idiomáticos que utilizaba y que se diferenciaban del original que conocía vagamente y que luego tendría que anotar para tener una pequeña guía lingüística de lo que era el idioma celta o de su variación del celta para que todos los equipos del programa Stargate pudieran beneficiarse de todo ello.

En un momento dado dieron con el ciervo que Connach había descrito con pelos y señales cuando se encontraron con ellos, antes de enfrentarse a caoleagla y la visión del ser le sorprendió, sonrió y río junto a Osaac cuando este hizo notar que probablemente el animal parecía lo suficientemente astuto como alejarse del peligro, sin duda el SG-4 acompañados por Osaac no entrañaban peligro alguno.

Aldo conversaba animádamente con el druida sobre la sociedad en la que vivían y comparando con ella sobre lo que había sido la de sus antepasados.

Tres cuartos de hora después de comenzar a caminar, Osaac fue reduciendo la marcha hasta detenerse y señaló hacia una zona justo antes de que un cuerno sonase, Aldo miró con atención al punto al que había señalado con más interés cuando el druida dejó de olfatear el ambiente y cambió su expresión seria y relajada a una cara de perplejidad. Algo había ahí que los que acompañaban a Osaac debían conocer.

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14/05/2019, 21:29
Ossac

- El bosque de los Sidhe está ahí. - Levantó totalmente su brazo para señalar la orilla opuesta.  En aquel lugar, podía verse una franja de medio kilómetro aproximadamente que se extendía río arriba a lo largo del cauce, una región de bosque de coníferas desprovista de sotobosque y maleza. En su lugar, una neblina baja, blanquecina y espesa se enroscaba en torno a las raices, lamía los troncos de los árboles y parecía fluir hacia la orilla. En la rivera, al entrar en contacto con el viento, aquella niebla se dispersaba en jirones y volutas hasta desvanecerse. - He de volver a Rath cullen. El sonido de ese cuerno me ha dado un mal presentimiento. Cuidáos ahí dentro; todos los animales evitan esa parte del bosque. Todos excepto uno. - El druida dejó en el aire aquellas palabras, como si no necesitase decir de qué animal se trataba. Pareciera intuir que los miembros del SG-4 ya lo conocían.

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15/05/2019, 11:11
Aldo Evans

- Gracias Osaac, nosotros investigaremos un poco por aquí, iremos con cuidado con el caoleagla - agradeció el lingüista mirando al resto de sus compañeros.

Al menos, al haberse enfrentado ya una vez al caoleagla sabía que no debía intervenir demasiado, y cual era el punto fuerte del animal, si era el único animal que se adentraba en el bosque de los sidhe, no era de extrañar que todos pensasen que el felino fuera uno de los seres feéricos de las leyendas. Aldo tragó saliva.

- Si queremos saber lo que hay, deberemos cruzar el río - concluyó antes de que la mayor diera la orden de hacerlo o de hacer cualquier otra cosa, la verdad es que adentrarse en un lugar que solo frecuenta un animal que parecía tan peligroso no dejaba a Aldo muy tranquilo, pero también, visto de otro modo, sabía que solo deberían preocuparse de el, si es que los sidhe decidían actuar de forma pacífica con ellos cuatro.

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16/05/2019, 15:10
My. Alan Whiteface

El Mayor Alan Whiteface, que como era habitual cerraba el paso del grupo, disfrutó de la instructiva excursión liderada por Ossac. La escena del ciervo le hizo gracia. -Quien lo busca no lo encuentra. Espero que con los Sidhe no se cumpla la de Murphy.- comentó en voz alta.

Durante el camino sacó varias veces de su bolsillo una de sus brújulas magnéticas, fijándose con atención en el camino andado, para asegurarse una posible via de retorno. Aunque fue una excursión muy larga creyó tenerlo claro hasta que minutos mas tarde Ossac se detuvo y les indicó la orilla dónde supuestamente podrían encontrar a los Sidhe. El druida, a raíz del llamamiento que según él provenía de Rath Cullen, decidió dejarlos a su suerte retirándose. - Entonces puede haber más caoleaglas... - apuntó - ...Mayor Davidson, esa baja neblina no me gusta nada. - Alan miró serio su brújula para saber exactamente en qué punto cardinal se encontraba el supuesto terreno Sidhe.

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16/05/2019, 15:37
Director

Tal como dijera, Ossac partió río abajo mientras el SG-4 se enfrentaba a un primer problema. El bosque de los Sidhe estaba en la orilla opuesta y, hasta donde alcanzaba la vista, no se veía un puente. La corriente era rápida y fuerte, a juzgar por los remolinos, la espuma y las olas que rizaban su superficie al discurrir entre rápidos y restos de troncos; por suerte, las aguas cristalinas permitían divisar el fondo y estimar que la profundidad del cauce no era mucha.

Además, había abundantes rocas que sobresalían de la superficie y, dispersos por aquí y allá, se encontraban troncos partidos que actuaban parcialmente como diques o, para alguien habilidoso, como potenciales pasarelas. A lo largo de la orilla tampoco era difícil encontrar peñascos de grandes dimensiones, probablemente arrastrados durante crecidas grandes y fuertes, y los árboles altos y robustos que poblaban los margenes del bosque que quedaba tanto a sus espaldas como en la rivera enfrentada.

Notas de juego

En su punto más estrecho y practicable, el río tiene 6 metros (20') de ancho. En la parte más profunda de ese tramo tiene entre 50 y 60 cm. de profundidad. La corriente es rápida, por lo que ralentizará el avance de un personaje. Las opciones más obvias son:

a) Vadearlo. Por cada acción completa de movimiento, se debe superar una prueba de Equilibrio (CD 10) para avanzar hasta 1/4 de la velocidad del personaje. Si se falla, el personaje no avanza nada; con un fallo crítico, el personaje no hace pie y se zambulle (además de perder el modificador de Destreza a Defensa hasta el final del asalto en curso). Si se acepta un +5 a la CD, el personaje puede avanzar hasta 1/2 de su velocidad.

b) Cruzar a saltos entre piedras y troncos. Por cada acción completa de movimiento, se debe superar una prueba de Equilibrio o Deporte (atletismo) con CD 20 para avanzar hasta 1/2 de la velocidad del personaje. Con un fallo, el personaje cae al agua; con un fallo crítico, además recibe 1d6 puntos de daño atenuado por lesionarse o golpearse con algo al caer y pierde el modificador de Destreza a Defensa hasta el final del asalto en curso. Con un +5 a la CD, el personaje puede avanzar hasta el 100% de su velocidad.

También podéis buscar alternativas para cruzar el río.

En cualquier caso, cada vez que un personaje cae al agua, tiene derecho a una salvación de Reflejos (CD 12) para evitar que su equipo se moje demasiado. Si se falla la salvación, los objetos electrónicos o eléctricos que no sean impermeables (IM) reciben un umbral de daño.

Como recordatorio, las pruebas de Equilibrio se ven afectadas por la penalización de armadura (-1 si se lleva el chaleco de despliegue táctico) o por la carga (-3 con media/moderada o -6 si es pesada, independientemente de la armadura); en este caso, además, la prueba de Deporte (atletismo) también se vería afectada por dichas penalizaciones. El arnés de carga y la mochila imponen una penalización -2 a las salvaciones de Reflejos (-1 cada uno).