Partida Rol por web

Lazaro escucha atentamente las palabras del joven que se presento como "James Vance".
De verdad no se puede creer como un pequeño chiquillo insolente habla de esa manera sobre nuestros ritos sagrados y nuestros Superiores.
En otros tiempos y en otras circunstancias lo hubiera hecho polvo en un instante, sin siquiera dudarlo.
Pero las circunstancias apremian, no somos muchos y hay bastante trabajo por hacer. Al escuchar un poco mas atentamente las palabras del joven, a lazaro se les acemejan mucho al pensamiento de los Vastagos de la camarilla. Una duda pasa por la mente de Lazaro.

Podra ser que sea un espia de la camarilla, enviado para desorganizar y entorpecer nuestra mision?

La duda es rapidamente disipada. Si la camarilla hubiera enviado un espia, no seria uno que se delate tan rapido.

Lazaro clava sus ojos en el joven que acaba de terminar su insolente discurso, haciendo caso omiso a los golpes en la puerta.

-Pequeño mocoso insolente, si no estuvieramos en la situacion en la que estamos, tus cenizas ya serian parte del polvo de este lugar.
Parece que tu sire olvido instruirte en el respeto y las tradiciones de nuestra secta.

NEGARTE A LA VALDURIE!!!?? QUE CLASE DE ESTUPIDEZ ES ESA??, PODRIA DECIR QUE ERES UN TOPO DE LA CAMARILLA SI NO FUERAS TAN IMBECIL COMO APARENTAS!!!

Lazaro levanta la voz, mientras se para de su silla y mira a James con una actitud desafiante.

Ignoro la conversación, al oir el timbre abro la puerta y digo Hoy no se dona ropa... y la cierro muy lentamente

Detengo con mucha cortesía pero con firmeza la puerta, y digo:
Señor García? Leonardo García? No crea que vengo por ropa, vengo a una reunión de caracter urgente en su casa. Me envían mis superiores

Sonrio pero luego miro un poco atras de la espalda del sujeto, después vuelvo a mirar y digo

ah,..Bueno pase, por cierto hay una rata que lo esta siguiendo, es su aliada??

Me quito de la puerta, dejo pasar al sujeto y cierro la puerta diciendole al ductus
llego alguien más.

la sacerdotisa sale de la habitacion y al verlos a todos completos dice bueno hermanos, ya estan todos aca reunidos, ahora siganme porfavor, realizaremos el ritual de la valdurie

al entrar a la habitacion notan que esta llena de olores, inciencsos, sangre y demas, tambien notan en el centro de la habitacion un altar que no saben de donde demonios pudo aparecer.

en el altar hay un recipiente muy adornado, de gran capacidad, un caliz de oro con incrustaciones de piedras preciosas y una daga igual de extravagante. la sacerdotisa les pide que hagan un circulo alrededor de el altar, y le entrega la daga a leonardo, por ser el dueño de la morada.

leonardo, vierte un poco de tu sangre en el recipiente que tienes al frente. luego debes decir algo inspirador, algo que nos identifique como sabaticos. despues de esto debes pasar la daga a tu derecha y quien la reciba hara lo mismo...

Una vez terminado de hablar, Vance bota la ceniza de su cigarrillo y le lleva a la boca. Estaba en eso, cuando Bustamante toma la palabra y le recrimina duramente por sus palabras. Al oir la mención del Sire, Vance recuerda que siempre estuvo solo. A excepción de aquella vez, ocasión que recuerda bastante bien, cuando le dijeron que ya era su hora.

Mientras Bustamante hablaba, Vance meditaba en cada una de sus palabras, dándose cuenta que era más de lo mismo . Sabía que debía pasar la prueba, lo que ocurriera con el resto le daba igual. Al final, todo vampiro abogaba por el apego a las tradiciones, mientras que por otro lado cada cual trataba de ganarse la hegemonía. Y en eso las tradiciones pasaban a un segundo plano.

De ahí que comprendió que las palabras de Bustamante no eran más que un discurso traspasado por generaciones, en donde el y todos los que estaban en aquel cuarto eran tan solo un un reflejo más de aquella conducta. Donde no existía ninguna diferencia con quienes ostentaban el poder. La única cosa que lo sacó de su ensimismamiento, fué cuando Bustamante hizo mención de la instrucción de que no había sido objeto. Vance le miró, y comprendió que lo único que estaba en juego era la supervivencia, y si eso significaba sacarse a molestos individuos que se anteponían a esos planes. Valian la pena ciertas acciones, sin importar la compañía.

-Vance: ¿Negarme?... Abuelo, que no he dicho negarme. Solo he dicho que no me agrada la compañía.

- Vance: No todos tenemos el privilegio de poseer un tutor en casa, a veces hay que apañarselas por si solos.

- Vance: Comprenderás Abuelo...que las tradiciones poco sirven en ese período, pero te diré que me han puesto al tanto. No me tomes por un chiquillo imbécil, que no lo soy. Ya he oído demasiados discursillos referente a tradiciones, a la hora de borrarnos poco importará, si alguna vez las respetaste.

- Vance: Además, considero un poco saludable manifestar mi desconfianza por todos. Sobre todo en una empresa semejante. No quisiera ver ni lindo trasero esfumarse en la nada.

Estaba en estas palabras, cuando Vance ve llegar a una Sacerdotisa y les solicita que pasen a una habitación cercana ala que estaban, Vance espera ser el último en ingresar. Pero, percibe los olores que llegan de esa habitación.

Abuelo... me ha llamado Abuelo... lo tomare como una señal de respeto. Debere ajustar un par de cuentas con este chiquillo insolente, pero eso sera luego de la valdurie.

Me dirijo al cuarto siguiendo a Leonardo.

bueno esperemos las palabras de leonardo luego el orden sera lazaro, james y aki

Me dirijo donde esta la sacerdotisa pero algo extrañado por lo de la daga, en fin la tomo sin poner problemas.

Digo a lazaro que te debo algo, por que me sigues?? Luego boto la daga al suelo ya que no la encuentro interesante

Ingreso muy cuidadosamente (el ambiente está como tenso o son ideas mías) y me presento

Buenas noches. Soy Aki Tuonela, vengo desde Europa por orden de mis superiores. Espero que no tomen a mal mi tardanza, pero soy nuevo en el país.

bien por ti pero ahora te recomiendo silencio, no rompas el ambiente de la situación.

Volviendome hacia el recien llegado y haciendo caso omiso a las palabras sin sentido de Leonardo digo:

-Bienvenido, llegas justo para celebrar la valdurie por favor pasa a la sala contigua con todos nosotros, como lo indica la sacerdotiza.

Al ver que leonardo arroja la daga ceremonial, le arrojo una mirada de seria y manteniendo esa mirada le digo lentamente y remarcando mis palabras.

-Leonardo, por favor levanta eso que es necesario para el ritual, y luego sigue las ordenes de la sacerdotiza para que podamos unirnos y ser una verdadera manada Sabbat.

Es que esto no puede ponerse peor...

Piensa Lazaro para si mismo.

Bien los individuos han ingresado a la habitación continua, mientras Vance les observa pasar, se pregunta si crear esos lazos será un riesgo para su expectativas futuras.

Tomas un riesgo demasiado grande con estos sujetos, considerando lo que esperan de tí Vance, tu gente no responderá si fallas. Morirás solo, como un paria.

Será mejor que el piso de vidrio por el cual caminas, aguante los segundos necesarios para que sobrevivas.

Es hora de que decidas Vance..., ¿Continuas o te retiras, para sufrir las consecuencias?

Hablando para si mismo en voz baja, Vance sale de su ensimismamiento:

- Vance: Continuo..., no he corrido riesgos para amedrentarme ahora.

Dicha estas palabras James Vance, ingresa a la sala y forma parte del ritual.

dirijiendose a leonardo le dice tendras que controlar por un momento tu locura amigo mio, este es un evento importatne en la manada y no puedes dejar asi las cosas... lo mejor que puedes hacer es levantar ese cuchillo y verter un poco de tu vitae en este recipiente esta un poco malhumorada, pero tratando de controlarse pues conoce los problemas de convivir con estos locos desquisiados

Pues hago caso, simplemente, despues de verter sangre a la copa pues espero a ver que más me toca hacer aunque me duele la cabeza un poco.

Observa la sala mientras escucha el diálogo entre Ariel ,Leonardo y Lázaro respecto al puñal. A primera vista, tiene la apariencia de una habitación normal. No hay en ella, algo extraordinario que destaque en la decoración, a simple vista es bastante austera. Destacando y acrecetando la imagen de quienes le ocupaban en ese instante. Y, la casi ausencia de luz.

Mirando a quienes le acompañaban, interviene:

- Vance: Creí...ejem, que escucharía un lindo discurso.