Llamaron a la puerta y me asuste:
-Mitsuki-chan, espero que no sean las hermanas….-dije algo asustada y me levante para abrir la puerta.
Abrí solo un poco para ver fuera, algo asustada.
Que miedo...
Mai, una de las últimas chicas en llegar, abrió la puerta, y Momomi se presentó rápidamente.
-Hola, soy Kiyashiki Momomi. He oído que había una pequeña reunión por aquí y que cualquiera podía apuntarse, así que... aquí estoy.
En la puerta había una chica que decía que había oído hablar de la fiesta de té por lo que me supuse que seria amiga de la chica pelirroja:
-Bienvenida Kiyashiki-san, ¿Vienes sola?-pregunto abriendo la puerta del todo e invitándola a pasar.
Como venga acompañada....se va a liar gorda.
Sí, estoy sola -le dijo Momomi, entrando y cerrando la puerta detrás de ella. Después, vio a Mitsuki, que estaba colocando la mesita de te.
-Ya te dije que te buscaría, Saito-chan -le dijo a ésta, guiñandole un ojo.
Después se giró hacia Mai.
-Deberíais tapar la luz con un pañuelo o algo para que no se vea tanto. Cualquiera de las hermanas podría pasar por aquí, ver la luz y entrar a ver qué sucede.
Los ojos de Mitsuki se abrieron de par en par cuando vieron la figura que había llamado a la puerta. Se quedó durante unos instantes parada, mirándola como un pasmarote, mientras Mai se encargaba de darle la bienvenida. Cuando consiguió avanzar, se colocó al lado de su compañera. -Kiyashiki-san -saludó, con una leve inclinación. -Mai-chan, Kiyashiki-san es la representante de las alumnas de Spica -informó. Si todo sale bien, ha venido a vernos. Si todo sale mal, ha venido a delatarnos y se nos va a caer el pelo.
Aunque parecía que venía con buenas intenciones. Mitsuki evitó la mirada de Momomi, claramente avergonzada. -No se puede decir que te lo hayamos puesto muy difícil -en realidad, todo el mérito era de Mai; ella ni siquiera quería hacer la fiesta.
No es la representante. Esa es Tomori Shion
Cuando Fran se volvió sombría preguntando si había ocurrido algo malo, Hina negó efusivamente con la cabeza, haciendo que su corta melena volase de lado a lado. Por suerte había sido buena idea llevar la nota porque así lo entendieron con rapidez, lo que no esperaba era su contestación. ¿Romper las reglas? No me digas que la fiesta... Oooh.
Entonces lo entendió, realmente se trataba de una fiesta "secreta" tanto que era de esas en las que más les valía que no las pillasen. Eso se confirmó cuando Ami-chan dijo que ahora eran cómplices, entonces ya no había vuelta atrás, no es que le gustase saltarse las normas porque sí. Pero era de mala educación rechazar una invitación así, además a Rubí le hacía ilusión ir.
- B-bueno.. - iba a intentar excusarse pero la mano de Fran se posó sobre su cabeza, Hina dio un leve respingo, pero luego entrecerró los ojitos como si de un cachorrito se tratase. Tratándose de Fran era incapaz de protestar, sobretodo habiéndole pillado de sorpresa. Se quedó así hasta que empezaron a llegar más "cómplices" a las que saludó moviendo la manita.
- Holi! - susurró bajando la voz, miró a las presentes y en pocos segundos apareció BK instándolas a ir al pasillo Miatre. Pero, ¿vamos a ir ya? Ay, ¡Rubí! Pensó recordando que le había dicho que la esperase en el cuarto, no podían marcharse sin ella. - Tengo que ir a buscar a Rubí entonces, me espera en nuestro cuar- ... - no pudo terminar de hablar cuando empezaron a oírse pasos que se acercaban, ¿sería Rubí? No, no puede ser, seguramente aún la esperaba. Pero entonces...
Hina palideció, ¿y si habían venido a por ellas? Ahora que sabía que estaban a punto de romper reglas, pero pasarlo bien, todo le parecía una amenaza. - V-viene alguien. - anunció casi con un hilo de voz, apuntando con el índice tras BK. Miró a Fran y al resto de presentes con cara de preocupación. ¡Tenían que huir, esconderse o algo pronto!
Uy, pues la lié. Y yo con todo el miedo encima xD pues qué le hacemos, Mitsuki ha metido la pata hasta el fondo :P
Momomi se echó a reír.
No, no soy la representante. Esa es Tomori-sama. Yo me conformo con ser una buena amiga suya. DE todas maneras, si tenéis miedo por si iba a chivarme, de ser así, no habría venido sola, ¿verdad?
Entonces miró a Mitsumi.
-Tampoco me ha costado mucho encontrar cuál era tu habitación.
jajajaja arreglado
La verdad es que no es muy difícil de intuir que Mitsuki se había puesto rígida al ver a Kiyashiki-san y después de escuchar que era representante de los alumnos de Spica vi normal la reacción de mi compañera.
Tiene pinta de mala….pensé para mi misma.
Entonces la chica contesto corrigiendo a Mitsuki, aun así no iba a quitarle los ojos de encima si pretendía coquetear con mi amiga.
Pero con lo de la luz tenia razón por lo que puse una manta encima de la pequeña luz de noche que habíamos colocado encima de la mesa de té.
-¿quieres una taza de té, Kiyashiki-san?-pregunte.
Mmmm. Claro, muchas gracias, pero... ¿no deberíamos esperar a las demás? -preguntó Momomi, suponiendo que no sería la única en venir a la fiesta.
Vamos a tener que esperar a que las demás respondan. Claro que lo mismo no terminan de llegar, je je
Yaya miró hacia atrás, alarmada. Los pasos se acercaban hacia ellas y todo indicaba que podía ser una de las hermanas.
-¡Rápido, vamos al pasillo de Miatre! -dijo, girándose y echando a correr.
Lo había dicho mayormente para romper el hielo pero si que era verdad que las demás no habían llegado aun y pensé que seria buena idea.
-Mejor seria que nos fuéramos sentando, me quedare mas cerca de la puerta por si llegan las demás, ¿os gustaría saber….el futuro?-pregunte detenidamente.
Seguro que las cartas del tarot me daban algún indicio de lo que Kiyashiki se traía entre manos.
Fui a mi escritorio, había escondido mi baraja de tarot allí.
Cuando la rubia se acercó a Fran para leer la nota, la guitarrista no dudó en acercarle el papel para que pudiera leerlo sin mucha dificultad ya que no quería dejarla fuera de aquello, cuando se notaba que estaba realmente interesada. Tuvo que reprimir una risa en el instante en el que su amiga metió la cabeza entre ella y la nota, con tal de leer lo que decía, pareciéndole demasiado adorable a su modo. Era verdad que se parecía a una pequeña ardilla, y la picardía que demostró cuando dijo aquellas palabras, le sacó una risilla a la peliblanco, complacida de que su compañera de cuarto quisiera acompañarlas. - Si, eres nuestra cómplice, Ami-chan. Ahora no puedes escapar. - Dijo en broma a la chica, siguiéndole aquel juego ya que le gustaba la actitud de Ayami frente a la idea de romper las reglas. Después de todo, de acuerdo a la mentalidad de Fran, las reglas estaban para romperse.
- Ey, hola. ¿Vamos a la habitación de la chica de Miatre juntas? - Preguntó a las dos recién llegadas, notando que eran un grupo cada vez más grande, por lo que debían de tener más cuidado de no ser atrapadas en el acto. Estaba claro que podrían hacer mucho más ruido siendo tan numerosas, pero a la guitarrista no le importaba mucho, siempre que pudieran divertirse, y no le iba a negar la diversión a nadie. Aunque tenía que admitir que le parecía un poco raro que alguien como Yuki hubiera aceptado romper las reglas, no parecía la clase de persona que se atrevería a hacer algo así, bueno... excepto si era arrastrada a hacerlo. Fran desvió la mirada hacia Yaya un momento, imaginando lo que había sucedido. Tampoco estaba tan mal. De esa forma, Yuki podría sacarse un poco esa timidez que tenía. Era eso o se moría de un infarto... la peliblanco prefería pensar que no era tan débil del corazón.
- Hola. Cada vez somos más. Será mejor que nos movamos pronto. - Tras notar la llegada de Rebecca, quien también parecía haber sido invitada, la guitarrista supuso que era momento de que marcharan, si era que no querían ser atrapadas por las autoridades del dormitorio. De lo contrario, tendrían que soportar un buen escándalo de parte de estas. Por otro lado, parecía que a Hina le había sorprendido un poco el hecho de que la peliblanco llevara su mano a su cabeza, por lo que la guitarrista no tardó mucho en quitar su mano, no queriendo incomodarla demasiado. - Perdón, Hina, me dejé llevar. - Se disculpó un tanto arrepentida por incomodarla, dedicándole una sonrisa gentil. El hecho de que la pelirosa se hubiera esforzado por invitarlas a la reunión entre las chicas, así como el hecho de que fuera bastante adorable, había motivado a la peliblanco a llevar su mano a su cabeza como una muestra de afecto, si bien parecía que se había excedido.
Sin embargo, cuando pretendía decir algo respecto a Rubí, no tardó en escuchar aquellos pasos que pusieron en alerta a todas. Era tiempo de marcharse de allí cuanto antes. - Si, deberíamos irnos cuanto antes. Vamos. - Advirtió a todas las presentes, a la vez que se preparaba para ir tras Yaya, quien parecía estar acostumbrada a esa clase de cosas, y probablemente conocía a Ichigo más que ella. No quería que una de las hermanas las atrapara, sería realmente molesto si eso sucedía.
Oh no. Pero qué tonta. Mitsuki miró alrededor. Podría tirarme por la ventana ahora mismo. Qué manera de hacer el ridículo. Por suerte, Mai había cambiado de tema rápidamente. -¿Saber el futuro? -preguntó, alzando una ceja. La muchacha no creía en lo paranormal, ni en los fantasmas, ni nada de eso. Pero Mai la estaba ayudando muchísimo, y la alternativa era que las tres se quedaran en silencio, incómodas, esperando la llegada del resto. Así que se puso de rodillas en el suelo, cerca de la mesita de té, esperando a ver qué se traía entre manos.
Claro que lo mismo no terminan de llegar, je je
Y más drama.
Me senté lo mas cerca de la puerta por si venían mas invitadas y por si acaso pasaba cualquier cosa pudiera avisar a alguien aunque al final esta chica nos delatara, vino ella al cuarto ¿quien la iba a creer? pensé para mi misma.
-¿Quieres empezar tu, Kiyashiki-san?-pregunte a nuestra invitada mientras barajaba las cartas.
Mai ahora mismo se esta aguantando no salir corriendo de la habitación.
A Momomi aquellas cosas de las cartas le infundían mucho respeto, aunque no creía demasiado en ellas, así que dudó antes de hacer nada. A pesar de lo segura que parecía, aquello le hacía sentirse incómoda. Pero no quería desairar a aquella muchacha que había sacado las cartas con tanta ilusión, así que le siguió el juego.
Total, era solo un juego, después de todo.
-Esto... ¿qué es lo que tengo que hacer? -le preguntó a Mai.
Baraje las cartas con cuidado, después las deje a un lado y pregunte:
-¿que deseas preguntar? Puedes preguntar sobre el amor en general, si te ira bien este curso, si encontraras alguna amiga especial...depende de la pregunta puedo hacer una tirada mas concreta o no-le explique detenidamente.
Lo mejor seria que esto fuera con tirada por que no vamos a rolear lo que ponga en las cartas o en caso de que se haga algo así simplemente no comentamos la tirada y que Momomi vaya a Mai unos días mas tarde diciendo que acertó y ya esta.
Como prefiráis hacerlo.
Las chicas se iban presentando, aunque yo me quedaba aún refugiada tras la espalda de Yaya. Aún me sentía un poco nerviosa por la idea de romper normas... pero no quería ser la aguafiestas, por lo que intentaba aparentarlo lo menos posible. Al menos... hasta que BK apareció para darme otro abrazo... y lo mismo que en todas las anteriores veces: palidez, taquicardia, temblores... solo que con lo intranquila que ya estaba de antes, esta vez nada pudo frenar que mi nariz empezase a emanar un leve hilo de sangre -¿Porque me sigue abrazando tantas veces...?- me preguntaba en la cabeza, pues ahora no estaba en estado para poder hablar.
Y para empeorar la situación, se escuchaban más pasos que los nuestros... ya casi me dio un jamacuco que me hacía desplomarme ahí mismo en el piso... ¡Que viene alguien! ¡No quiero que me castiguen! Con un pañuelo que me había sacado de un bolsillo en mi nariz, cuestionandome mis decisiones el día de hoy, y con terror en la cabeza de ser pillada, corrí intentando no hacer ruido tras Yaya.