Partida Rol por web

Ay, tienes razón, Ayami. Lo hago ahora mismito.

Arreglado ;)

Bueno, estaba claro que la peliblanco se había equivocado en la forma de comportarse frente a la representante. Se había tomado demasiada confianza con ella, y Shion no había tardado en responder de una manera que demostraba que se había ofendido mucho con sus palabras. La guitarrista no pudo evitar mostrar una expresión un tanto amarga, ante el hecho de saber que había empeorado una posible relación de amistad con la rubia, algo que la entristeció un poco, principalmente cuando ésta quitó su mano de un manotazo, dejando en claro lo que pensaba al respecto.

- ¿Eh? Ah... no, no quería criticarte... sólo un consejo amistoso, ¿sí? - Intento explicarse como le era posible, viendo que la representante parecía realmente fastidiada por sus palabras. No había querido que la malinterpretara de esa manera, sólo había querido mostrarse un poco amistosa con ella, tratando de minimizar la situación. Sin embargo, no había duda de que había arruinado las cosas. Ya lo había hecho con Mitsuki, y ahora con Shion, y Ayami le había dicho que tenía que aprender a controlarse un poco, o más bien a pedir perdón cuando debía de hacerlo. Si bien, parecía que la rubia no pretendía darle la oportunidad de hacerlo, no cuando se mostraba bastante enojada.

Entonces, comenzó a soltarle aquella gran advertencia, que si bien a la guitarrista no le importaba mucho, ya que siempre se las arreglaba para encontrar una forma de divertirse, incluso si la excluían de los clubes. Tampoco le importaba mucho tener que soportar a la directora, nunca había tenido mucho amor por las autoridades, por lo que, lo que sea que le fuera a decir la misma, entraría por un oído y saldría por el otro, sin mucho problema, y manteniendo una expresión seria. No obstante, a Fran le importaba el no tener una mala relación con la rubia, ya que no había querido que se enojara con ella. Tan sólo deseaba divertirse, y que Shion hiciera lo mismo, como ésta se había mostrado preocupada por ella antes. - Ah... Espera... - Alcanzó a decir, mientras veía cómo la representante pasaba a su lado, dispuesta a marcharse y no verle la cara por más tiempo. La guitarrista permaneció un poco impactada ante aquella situación, inmóvil en su sitio, antes de suspirar y salir tras la chica que estaba bastante furiosa con ella.

- ¡Espera, Shion! - Exclamó en el momento en el que salía tras ella, antes de agarrarla del brazo, con la intención de arreglar las cosas. - Lo siento, en serio... Me importan poco las calificaciones, y no soy buena estudiando... por lo que no me importa que me regañen, ni los castigos pero... No quiero que te enojes conmigo. No era mi intención. - Se disculpó de manera sincera, intentando mejorar la relación con la rubia, a pesar de que ésta estuviera bastante enojada con ella. No había querido que la malinterpretara de esa manera. - Tienes razón. Supongo que cada una le da importancia a una cosa más que a otras. No te estaba criticando... sólo quería que te divirtieras, porque pensé que tenías muchas responsabilidades y que debería ser un poco asfixiante... No quería insultarte, ¿está bien? - Explicó un tanto nerviosa, principalmente porque sabía que las palabras no se le daban muy bien cuando debía de tratar con otras personas. Solía ser demasiado directa y confiada, por lo que esa actitud podría ser un poco impactante para otros que acostumbraban más a la moderación. - Sólo... quiero hacer amigas. No quiero que te enojes conmigo. ¿Me perdonas? - Preguntó con cierta duda en su voz, no sabiendo muy bien si habría podido arreglar el problema con esa explicación, si bien su expresión decía que estaba arrepentida por las palabras que había usado antes. Eso no quería decir que no fuera a seguir escapándose cuando lo considerara correcto, claro.

Aunque estaba muy, pero que muy enfadada, Rokuma-san me detuvo... y se disculpó, y aquello he de reconocer que me tranquilizó. No era nada fácil pedir perdón, yo lo sabía de primera mano porque no solía hacerlo, así que le di valor a aquel gesto.

- Lo siento, en serio... Me importan poco las calificaciones, y no soy buena estudiando... por lo que no me importa que me regañen, ni los castigos pero... No quiero que te enojes conmigo. No era mi intención.

-Está bien. Te creo, desde luego -le dije, antes de que Rokuma continuase hablando.

-Tienes razón. Supongo que cada una le da importancia a una cosa más que a otras. No te estaba criticando... sólo quería que te divirtieras, porque pensé que tenías muchas responsabilidades y que debería ser un poco asfixiante... No quería insultarte, ¿está bien? 

-Sí, sí, estoy bien. ES que tengo mucho genio y me enfado con mucha facilidad.

- Sólo... quiero hacer amigas. No quiero que te enojes conmigo. ¿Me perdonas?

Claro que te perdono, Rokuma-san, pero no me gusta lo que haces. Comprendo... que no voy a cambiarte solo con unas cuantas palabras y amenazas, pero en primer lugar, es mi responsabilidad hacer esto, y en segundo lugar... no me gusta nada cuando alguien se menosprecia, porque eso es precisamente lo que creo que estás haciendo.

Me giré completamente para ponerme frente a frente con ella y entonces le hablé con una media sonrisa en el rostro. Quizás también había sido muy dura.

-Perdóname también a mí por haber sido tan dura -le pedí, haciendo una pequeña referencia -. Si lo que buscas son amigas, yo puedo serlo. Hay tiempo para llevar a cabo nuestras obligaciones y también para divertirnos, y creo que debemos intentar hacer las dos cosas lo mejor posible. Si necesitas ayuda con los estudios, yo puedo ayudarte si quieres, siempre que te comprometas a llevar a cabo tus obligaciones.

Entre tanto alboroto, Mitsuki terminó por excusarse diciendo que se encontraba con malestar, a Hina no le dio tiempo ni de despedirse pues esta se marchó a toda prisa, seguida de una preocupada Momomi. Bueno, al menos así no estaría sola.

Después fue Mai la que marchó, al parecer había ocurrido algo entre ella, Suzumi y Rubí pero no sabía muy bien qué, quizás fuera un malentendido por el tema de los clubes. Realmente eran un grupo muuy numeroso y esas cosas solían pasar. Aunque quizás era mejor no meterse donde no le llamaban... Pero intuía que Mai y Rubí habían conectado, y sería una pena si su amistad se empañaba por una tontería, quizás si hacía falta intentaría ayudar. 

- Etto... Mm es qué aún no sé muy bien a cual... Uhm, ¡v-vale! - respondió sonriente entonces a Rubí, quién estaba muy ilusionada. Esperaba encontrar alguno que fuera del agrado de su compañera, no quería arrastrarla a uno que no le gustase, sentía una ligera presión por temor a elegir mal. Por suerte Ayami elevó los ánimos. Cierto, aún tenían que mirar el tablón y descubrir que se ofertaba. - ¡Haai! - añadió ante Ami-chan asintiendo más animada.

Afortunadamente, la piscina estaría cerrada hasta verano, eso sí que era todo un alivio. Sobretodo cuando todas parecían tan entusiasmada con la idea. No es que no le gustase el agua pero...

Aún estaban terminando de comer cuando apareció una chica de la Spica con gesto bastante serio. ¡Ah! La recuerdo de anoche es una de las representantes!  Y estaba buscando a Fran que... Salió corriendo a una velocidad pasmosa dejando a todas las presentes sorprendidas por aquella reacción. - ¿Eh F-Fran? - parpadeó varias veces sin entender y se volvió a mirar a la tal Shion. - D-disculpe si no es intromisión.. ¿Qué ha sucedido? - se atrevió a preguntar empezando a conectar ideas, ¿no tendría acaso algo que ver con el hecho de que Fran la había llevado en brazos de vuelta hasta el Le Rim? ¿Verdad..?

Mitsuki escuchaba a Momomi con atención. Pensó que la conversación iba a ser más trivial, quizá se preguntarían por sus familias fuera de la escuela, por sus aficiones, o por los clubes. Pero no, aquella chica era bastante más directa que eso. Mitsuki no sabía cómo contestar a lo que le había dicho. Sabía que su excusa del dolor de tripa no había sido creíble, pero no que fuera a preguntarle directamente por Fran. Pero, justo antes de acabar la frase, Momomi cambió de tema. 

-Entonces, ¿vienes aquí muy a menudo? No me extraña. Se respira paz. -Ambas se quedaron en silencio unos instantes. Los engranajes del cerebro de la rubia giraban a mil por hora. ¿Debería volver a sacar el tema? ¿Debería dejarlo correr? Al final, Mitsuki se decantó por ser valiente, ya que siempre había considerado que la honestidad era una de sus virtudes. Cogió aire y soltó todo de carrerilla: -Me fui porque me daba la impresión de que Fran y tú teníais algo. -Giró la cabeza para mirar al suelo. -A-además, Rubí estaba gritando mucho, y ya había terminado de comer.  Oh dios, qué he hecho. 

Al ver cómo la expresión, de la representante, se suavizaba, la peliblanco volvió a sonreír alegre al notar que aquello significaba que pretendía escucharla. Era verdad que la chica tenía un mal genio, pero también lo podía tener Fran cuando la molestaban lo suficiente. Sin embargo, en este caso, la rubia había tenido razón más que suficiente para enojarse, en especial cuando sólo estaba cumpliendo con su responsabilidad, aconsejando al resto de las alumnas para que siguieran el camino que ella creía que era correcto, incluso si la guitarrista no estaba muy a favor de dicho camino. - Está bien, yo también suelo tener un mal genio... además de que tengo la mala costumbre de usar las palabras incorrectas para expresarme... - Reconoció un tanto avergonzada al tener que hablar de aquello, luego de haberse disculpado. No pudo evitar llevarse la mano a la nuca ante la vergüenza, antes de recomponerse y escuchar lo que la representante tenía para decirle.

Parecía que la había perdonado, si bien estaba claro que no se mostraba a favor de lo que Fran había hecho, en cuanto a saltarse las clases, si bien era obvio que, la joven rebelde, no dejaría de hacerlo siempre que lo considerara apropiado o tuviera la motivación necesaria para saltarse alguna clase. No obstante, la peliblanco asintió, comprendiendo lo que Shion intentaba hacerle comprender, aunque haría falta algo más que eso para realmente convencerla de que no continuara con esa clase de accionar. Aún así, la guitarrista sabía que la chica era una buena persona. De lo contrario, jamás habría aceptado sus disculpas. Era un poco seria, y dura, sin duda, pero buena en el fondo, por lo que Fran estaba contenta de haber podido evitar que la relación entre las dos siguiera un curso bastante negativo. - Gracias, Shion. No bromeo cuando digo que eres muy buena... aunque no deberías tener tanta fe en mí. No es que me menosprecie. Para nada, pero soy más buena haciendo cosas con mis manos y mi cuerpo, que usando la cabeza para estudiar. - Le aseguró alegre, al escuchar a la rubia decir que ella era capaz de más. Si bien, todos tenían sus fuertes y sus debilidades, era algo inevitable, y a ella no le gusta estudiar.

- ¿Eh? Ah, no... no hay nada que perdonar. Yo no tendría que haber dicho lo que dije. - Negó la disculpa de la rubia, dejando en claro que no tenía nada por qué disculparse con ella. Si antes se había sentido mal, ahora se sentía el doble, ya que lo que menos quería era que la representante tuviera que disculparse, cuando sólo cumplía con su responsabilidad. - ¿En serio? ¿Serías mi amiga? ¡Genial, Shion! ¡Estoy segura de que nos vamos a divertir juntas! - Afirmó entusiasmada ante la idea, feliz de que la rubia considerara la idea de ser su amiga, incluso cuando habían tenido un mal comienzo. En verdad, no había duda de que era una buena persona, si bien Fran estaba segura de que incluso sería más bonita de lo que ya lo era si sonriera más a menudo.

De cualquier modo, estaba contenta, al menos hasta que la representante volvió a hablar de las obligaciones y que ella debía de hacerse cargo de las suyas. - Eh... En serio, Shion, no se me dan bien los estudios. Suelo aprobar con lo justo. Lo mío son más los deportes... y tocar la guitarra... bueno, también cantar y cocinar, supongo. Estudiar me aburre. Aunque, bueno, si quieres ayudarme, no pienso rechazar tu ayuda pero creo que será más un dolor de cabeza para ti que otra cosa. - Le explicó, ahora más tranquila y aliviada al saber que la chica la había perdonado. La verdad, era que le sentaba mal que Shion perdiera el tiempo con ella. Una cosa era que la ayudaran con sus deberes pero... algo más que eso, no tendría mucho efecto en la peliblanco, no cuando era bastante irresponsable para las cosas que no llamaban su atención.

Empecé a sentirme presionada por mas chicas que querían ver los clubs, estaba claro que entraría al club de Literatura pero también me gustaría apuntarme a otro que tenga algo de relación.

Igual el club de teatro era uno de los que más se le parecía y seguramente cuando empezara el club de natación no tendrían tantos deberes por lo que quería claramente dejarme un hueco libre.

-¿Dónde nos apuntamos a los clubs?-pregunte en alto.

Había tantas chicas allí que alguna me respondería, suponía.

-Me fui porque me daba la impresión de que Fran y tú teníais algo. A-además, Rubí estaba gritando mucho, y ya había terminado de comer. 

Momomí sonrió. Parecía que por fin Mitsuki se había decidido a sincerarse... aunque con mucho esfuerzo, y era justo lo que ella había sospechado.

-Fran y yo solo podemos ser amigas, porque cuando yo me fijo en alguien... nunca cambio de parecer -le dijo, mirándola directamente a los ojos -. Supongo que te gusto aunque sea un poco, porque tú a mí me gustas... más que un poco.

Sus propias palabras resonaron en su cabeza como algo demasiado directo, así que decidió completarlas. No quería que Mitsuki pensara que era frívola o algo por el estilo.

-Yo soy así, Saito-chan. Si algo... o alguien me gusta, suelo decirlo. Espero que no te moleste que sea tan directa.

Eh... En serio, Shion, no se me dan bien los estudios. Suelo aprobar con lo justo. Lo mío son más los deportes... y tocar la guitarra... bueno, también cantar y cocinar, supongo. Estudiar me aburre. Aunque, bueno, si quieres ayudarme, no pienso rechazar tu ayuda pero creo que será más un dolor de cabeza para ti que otra cosa.

Entonces decidido -le dije -. Te ayudaré dos veces en semana a controlar que hagas tus ejercicios y resolverte algunas dudas. Podemos empezar... mañana, ¿cuando vayas a tu primera clase?

Le sonreí. Entendía su forma de ser, de verdad que sí, pero no me gustaba rendirme con nadie, sobre todo tan pronto.

A cambio, podrás enseñarme a... cómo dices tú... divertirme. Eso también podemos empezarlo mañana.

Tienes que ir a la escuela que organice el club y buscarlo. Todo club tiene una Presidenta, así que solo tendrás que hablar con ella.

Al girarse, Mai vio detrás de ella a una chica que parecía tener gesto indiferente.

No debería ser muy difícil -comentó a continuación, incluso para una recién llegada.

Parecía que la representante estaba determinada a ayudarla con sus estudios, a pesar de la insistencia de la peliblanco, respecto al hecho de que a ella no se le daba muy bien estudiar, más cuando solía dormirse o distraerse durante las clases, como había sucedido durante aquella mañana. Sin embargo, a Fran no le gustaba mucho la idea de despreciar la ayuda de su nueva amiga, por lo que negarse no era una opción, debía de aceptar su ayuda como correspondía, incluso si pensaba que sería una pérdida de tiempo para Shion. Incluso era probable que la arrastrara a la misma actitud irresponsable, si se juntaba mucho con ella, algo que la guitarrista prefería que no sucediera ya que sabía que la rubia le daba mucha importancia a esa clase de cosas.

- Está bien, Shion, tú ganas. Mañana, luego de clases. Aunque sigo pensando que... bueno, no importa. Gracias por querer ayudarme. - Le agradeció contenta al final, ya que no era siempre que había alguien, como la representante, dispuesta a ayudarla en algo que se notaba que la peliblanco era un caso perdido. No sabía muy bien si se había prestado a ayudarla porque era parte de su responsabilidad, o si simplemente se debía al hecho de que le había agradado lo suficiente. De cualquier modo, la guitarrista pensaba dar lo mejor de sí para que al menos Shion no perdiera mucho su tiempo sin ningún resultado en particular. Al fin y al cabo, era tan sólo dos veces a la semana, y además, también significaba que podría divertirse un poco con su nueva amiga, no todo tenía que ser algo serio, ¿verdad? No dudó en dedicarle una sonrisa brillante, realmente agradecida por la fe que la chica había depositado en ella, incluso si la peliblanco no era el mejor modelo en lo que a estudios se refería.

No obstante, al escuchar las siguientes palabras de la rubia, la joven rebelde permaneció un tanto sorprendida, en silencio, pensando que tal vez había oído mal. ¿Quería divertirse con ella? Como antes se había tomado sus palabras para mal, pensaba que no mencionaría aquel tema de nuevo, si bien ahora parecía que había considerado lo que la peliblanco había dicho antes. Fran volvió a sonreír divertida ante la idea de hacer algo divertido con la representante. Aunque... la mayoría de las cosas divertidas para ella, podrían no serlo para Shion... como saltarse las clases, claro. Bueno, tendría que evitar esa clase de cosas... por el momento. - ¡Claro! Estoy segura que nos vamos a divertir juntas. - Aseguró alegre ante el hecho de que la rubia hubiera considerado su invitación a divertirse con ella, por lo que no dudó mucho en abrazarla de manera delicada ante el entusiasmo. - Ah... Por cierto... con mis amigas estábamos pensando en ver qué clubes hay disponibles. ¿Quieres unirte a nosotras, Shion? - Quería también buscar a Momomi, ya que habían quedado con Ayami, y las otras chicas, que verían qué clubes habría para elegir. Además, quería ver qué club elegía la castaña, además del de voleibol al cual ya pertenecía. Sin embargo... se había marchado con Mitsuki, algo que le había dolido un poco a la peliblanco. No pudo evitar mostrar una cierta expresión de tristeza, aunque tan sólo por un instante, antes de recomponerse.

- Está bien, Shion, tú ganas. Mañana, luego de clases. Aunque sigo pensando que... bueno, no importa. Gracias por querer ayudarme. 

Estupendo. Mañana iré a tu habitación y allí podremos trabajar tranquilas.

Al menos, había conseguido que cambiase de opinión, y eso era encomiable. Haría lo que estuviese en mi mano para ayudarla.

Por otro lado, pareció muy satisfecha con mi comentario sobre que me enseñara a divertirme, pero al preguntarme por lo clubs, no lo tenía demasiado claro.

Hummm La verdad es que no estoy segura. Las representantes estamos excluidas de tener que entrar en los clubs, debido a las responsabilidades que tenemos y lo cierto es que no tengo demasiado tiempo. Pero te diré lo que haré. Apuntaros vosotras a los clubs que veáis y al final, si hay sitio, me apuntaré a uno en el que estés tú. Así podrás... ¿guiarme hacia la diversión?

Sonreí. Quizás estaba tomando demasiadas confianzas, pero también sabía que muchas veces me habían dicho lo mismo que Rokuma, que debía tomarme un descanso y divertirme más, así que... eso era lo que pensaba hacer.

Bueno, tengo que irme. Nos veremos mañana, Rokuma-san.

Volví a sonreírle... y me fui, pensando que quizás, aunque fuese una recién llegada, aquella chica y yo podríamos terminar congeniando después de todo. Era curioso, muy curioso cómo sucedían las cosas.

Mientras terminabais de comer, empezó a haber bastante movimiento a vuestro alrededor y no sabíais por qué. Por fin, cuando una chica pasó por vuestro lado para hablar con otra de la mesa situada cerca de la vuestra, lo comprendisteis.

-Han puesto ya la lista de los clubs -exclamó eufórica la chica, dando pequeños saltos de alegría. La que estaba sentada se puso en pie con nerviosismo y se fueron juntas hacia la salida.

Mitsuki estaba hecha un amasijo de nervios. Las manos le temblaban, sabía que aquel momento era importante para ella. Para las dos. Al igual que Momomi, fijó sus ojos en los de ella, tan brillantes y expresivos. 

Supongo que te gusto aunque sea un poco, porque tú a mí me gustas... más que un poco.

Al escuchar esas palabras, notó que le daba un pequeño vuelco el corazón, y sentía miles de mariposas en su estómago, amenazando con salir por su boca. -Me gusta que seas sincera -consiguió decir. ¿Qué hago? ¿Qué hago? Su voz sonaba temblorosa- Qui-quiero decir, que me gusta la sinceridad... y eso... -vamos,sé sincera. No fastidies todo ahora.- Y me gusta estar contigo. -Acabó por confesar. 

Y me gusta estar contigo.

Momomi sonrió complacida. Mitsuki era muy tímida, al contrario que ella, pero quizás era eso lo que más le atraía de ella... aparte de lo preciosa que era, claro estaba.

Como sabía que en esos momentos las palabras eran difíciles de decir, decidió tumbarse en la hierba y contemplar las hojas de los árboles y el cielo, aunque alargó el brazo para volver a agarrar la mano de Mitsuki. Después de todo, la primera vez no le había molestado, así que pensó que estando solas, lo normal era que tampoco lo hiciese ahora. 

A ella le había gustado; su piel era cálida y suave, y sus dedos, finos y elegantes. Le apetecía volver a sentirlos.

-Este es un sitio ideal -comentó -. Si no hubiese que regresar a Ichigo, creo que me quedaría todo el día.

Al decir eso, Momomi pensó que en efecto, tarde o temprano deberían regresar, y antes de las seis, si no querían que les cerraran las puertas. Entonces se le ocurrió prolongar todo aquello de una manera que Mitsuki aceptara con más facilidad. 

-Oye, ¿te apetece que hagamos juntas los deberes? Ya sé que somos de escuelas diferentes y todo eso, pero así podríamos ayudarnos... y seguir estando juntas.

- ¿A mi habitación? Ah, ¡claro! - Asintió contenta, aunque estaba más entusiasmada por la idea de llevarse bien con la rubia, más que el hecho en sí de estudiar o hacer los deberes, si bien no pensaba decirle eso ya que probablemente la regañaría nuevamente. No quería parecer una irresponsable sin remedio alguno, por lo que era mejor que no expresara todo lo que pasaba por su cabeza. Sin embargo, había pensado que tal vez estudiarían en otra parte, como la biblioteca, si bien parecía que lo harían en su habitación, haciendo de aquello algo más privado. No tenía problema en aceptar esa idea, ya que su habitación no tenía nada de especial en sí. Al menos aún no había llegado a decorarla como hubiera querido, por supuesto.

Al escuchar la explicación de  Shion, la expresión de alegría de la peliblanco cambió, adquiriendo un cariz más triste, al recordar el detalle de que las representantes estaban exentas de los clubes debido a la importante carga de sus responsabilidades. Se había olvidado de aquel detalle importante, y no pudo evitar sentir un poco de pena por la rubia, principalmente porque debería de estar perdiéndose de muchas cosas divertidas, con tantas responsabilidades que ocupaban gran parte de su tiempo. Aquello no era divertido, o al menos así lo veía ella. Sin embargo, no iba a decirle lo que pensaba, ya que antes se había enojado con ella por decir algo parecido. Lo que menos quería era que se enojara de nuevo. - Sí... me olvidé de eso. - Expresó un tanto desalentada tras haber recordado aquella realidad.

No obstante, cuando Shion dijo que era posible que pudiera apuntarse a uno de los clubes que Fran eligiera, la guitarrista volvió a alegrarse, emocionada ante la idea de ser compañera de club con su nueva amiga. - ¡Está bien! ¡Puedes contar conmigo! Voy a elegir un club en el que nos divertiremos mucho. - Le aseguró realmente entusiasmada ante la idea de poder ayudar a que la representante se divirtiera un poco, de vez en cuando. Si bien... ¿había querido decir algo más con eso de "guiarla a la diversión"? No estaba segura... tal vez era imaginación de la guitarrista. Por un momento, se sonrojó levemente ante lo idiota que podía ser, pensando que Shion tan sólo había querido decir que quería que la ayudara a divertirse, como Fran le había propuesto antes. De nuevo estaba pensando tonterías.

- ¿Eh? Ah, ¡sí! ¡Nos vemos luego, Shion! ¡Recuerda visitarme mañana después de clases! - Se despidió de la chica que había sido tan amable con ella, a pesar de haber tenido un mal comienzo. De cualquier manera, le dedicó una sonrisa dulce, antes de que la representante se marchara, contenta al poder haber hecho otra amiga, con la cual no dudaría en llevarse bien, en especial si pensaba utilizar parte de su tiempo para ayudarla a estudiar. Era demasiado buena, por lo que la peliblanco se aseguraría de que se divirtiera un poco con ella, al menos. No obstante, ahora que había quedado sola allí, la guitarrista pensó en que aún tenía que revisar los clubes a los cuales se apuntaría... pero no quería apuntarse sin antes ver las posibilidades con sus amigas. Lo primero que debía de hacer, era buscar a Momomi... ya que habían hecho una promesa de que mirarían juntas los clubes. El problema es que no sabía muy bien dónde podría encontrarla... No importaba, caminaría por Ichigo y preguntaría a algunas de las alumnas si habían visto a la castaña, alguien debería de haberla visto.