Partida Rol por web

El hombre suspira profundamente y dice.

- Señorita Smith no es lo que quiero de usted es lo que usted puede ofrecer a su pais, no digo que usted pueda hacer o no hacer algo, solo se que resistio muchisimo mas que cualquier otra persona el extraño ataque de ese sujeto y queremos saber porque o como lo hizo para poder proteger a nuestros agentes y las fuerzas del orden de personas como esa

─ Como ya le he dicho, no sé de qué me habla. No creo que pueda ayudarle, se exactamente lo mismo que usted... de hecho me atrevería a afirmar que usted sabe más que yo.

Agotada por la conversación, sin sentido para ella, se sentó en el sofá. Cruzó las piernas, y continuó la conversación.

─ ¿Qué sabe usted?

El hombre suspira, parecia que su paciencia estaba llegando a su limite, entonces dice.

- Señorita Smith no le andare con rodeos, sabemos que usted tambien tiene una habilidad especial, acaso cree que no vi como se le puso la piel cuando acudi a ayudarla?.

El hombre espera unos segundos como para dar tiempo a que la informacion se asimile:

- Asi que sere franco con usted, queremos saber si usted sera una amenaza como el chico que murio ayer y le ataco o todo lo contrario

─ ¿Habilidad especial...? ─se mantuvo en silencio.

No sabía como llamar a lo que le había pasado el día anterior, por lo menos en lo que llevaba hoy despierta no le había vuelto a ocurrir. Tal vez fuese algo temporal, puntual, o quién sabe... pero desde luego hoy no había sentido aquel hormigueo de nuevo. 

Alice comenzaba a impacientarse, y la conversación se le estaba volviendo algo incómoda, quería colgar cuánto antes pero aquel tipo sabía dónde vivía y aseguraba ser ni más ni menos que de la CIA.

─ Yo no tengo intención de quemar a nadie, ni de atracar tiendas. No puedo ayudarle, y no tengo ningún tipo de habilidad especial... nada de eso. Lo lamento.

El hombre cambia a un tono de voz bastante mas serio y dice:

- Muy bien entiendo señorita Smith, asi que disculpeme si pude pensar en otra cosa. Teng aun buen dia y disfrute de el. Si necesita cualquier cosa sabe que puede contactar con las fuerzas del orden del gobierno, si me disculpa tengo asuntos que atender.

Se escucha como cuelga el telefono

Escuchó los pitidos que indicaban que la llamada ya había acabado. Depositó el teléfono de nuevo en la base del mismo, sobre la mesita que se encontraba entre el sofá y el sillón, en el salón.

─ ¿Qué coño quería que le dijese ese tipo? ¡Sí, claro, sácame la sangre y úsame de coballa humana porque a mi piel le pasa algo jodidamente raro! ─pensó en un tono sarcástico.

Negó con la cabeza, algo mosqueada con la situación, y se dejó caer en el sofá con los brazos cruzados. Si Konrad no volvía pronto empezaría a hacer la comida y si luego estaba fría cuando él llegase, sería solo problema suyo.

Continuó viendo la televisión, cambió al canal de noticias 24 horas, tal vez encontrase algo interesante. Mantenerse informada de lo que pasaba en el Mundo no había hecho daño a nadie hasta el día de hoy.

En las noticias no hablaba de nada especialmente diferente a lo normal, crisis, guerras, tensiones entre algunos paises. La noticia mas curiosa venia de España, al parecer un chico al que llamaban "El pequeño Nicolas" habia conseguido introducirse en las mas altas esferas del gobierno, del CNI, de la policia y realmente no era mas que un farsante.

Realmente el mundo parecia que estaba loco, como siempre pero no habia nada mas raro que eso. Sin embargo el tiempo habia pasado y su hermano no habia aparecido aun

─ ¿Dónde diablos está este hombre? En fin... va a llegar tarde a la comida, luego se quejará de que está fría... y meh...

Alice comenzaba a impacientarse ante la notable ausencia de su hermano, había días que ni aparecía, completos, pero tenía la buena costumbre de avisar a Alice para evitar tenerla preocupada. Esta vez parecía que había pasado completamente de avisarla, así que la muchacha volvió a tomar el teléfono y marcó el número del móvil de su hermano.

─ Espero que contestes... y que tengas un buen motivo para no haber avisado de que no vienes a comer ─habló, sola, al teléfono cuando éste ni siquiera había sido descolgado al otro lado.

Se dirigía a la cocina, para comenzar a preparar la comida. Descalza, y con el pijama puesto, aún mantenía el teléfono contra su oreja mientras esperaba a que descolgasen al otro lado de la línea.

El telefono se mantuvo en silencio durante un buen rato, entonces se escucha como si descolgase y una voz de mujer dice:

- El numero al que ha marcado se encuentra fuera de covertura o no esta disponible en estos momentos, por favor intentelo mas tarde.

Fuera el dia estaba empezando a oscurecerse y parecia que iba a empezar a llover en momentos, es entonces cuando el telefono empeiza a sonar

─ En fin...

Suspiró y dejó el teléfono sobre la encimera. Parecía que Konrad había decidido ir hoy a su bola, y había poco que ella pudiese hacer, para colmo tampoco era un buen plan salir a la calle, el día estaba nublado y oscuro y tal vez en breves cayese un buen chaparrón.

Sin pensarlo más, comenzó a preparar la comida. Para dos, aunque su hermano no estuviese y no supiese si iba a volver a casa para comer.

La televisión seguía de fondo, haciendo ruido, con el canal de noticias puesto. Alice estaba más concentrada en sus pensamientos que en escuchar lo que la televisión decía, aunque de vez en cuando prestaba algo de atención a la misma.

Comenzó a preparar una ensalada variada y un par de filetes de ternera, bien hechos, como a ellos les gustaban.

─ Siempre hace lo mismo, me pregunto qué coño le costará avisar de que no va a venir...

Poco después de colgar y comenzar a preparar la comida, el teléfono comenzó a sonar sobre la encimera. Alice cerró rápidamente la nevera y se giró hacia el mismo, observó la pantalla iluminándose y descolgó el mismo, llevándolo a su oreja.

─ ¿Si?

Una vozz de hombre suena en un tono educado y tranquilo:

- Buenas tardes...me llamo Arthus Strigman, me gustaría hablar con Alice Smith, ¿es usted?-

─ Sí, soy yo. ¿Quién es, qué se le ofrece? ─preguntó en un tono claramente curioso.

¿Arthus Strigman? Ni si quiera le sonaba ese nombre...

Continuó preparando la comida, mientras sostenía el teléfono contra su hombro y con la cabeza ladeada, apoyado en su oreja, teniendo así ambas manos libre y una posición un tanto... incómoda.

─ ¿Quién es este tipo y como tiene mi número de casa? ...

El hobre seguia hablando:

- Verá, Alice, soy periodista del USA Today, me gustaría hacerle unas cuantas preguntas sobre el atraco que ha vivido hoy, no llevará mucho tiempo y podrá permanecer en el anonimato si así lo desea

Alice escuchó las palabras que provenían del otro lado con atención, e incertidumbre:

─ Sí... claro... ¿En qué puedo ayudarle?

- Vera...preferiria hablar con usted en persona. Podria acercarme ahora a donde este?...asi no tendria que desplazarse y no la molestaria mucho tiempo- pregunto en tono educado. 

─ Sí bueno, está bien... ¿Le parece bien en la entrada norte del Central Park, en la 110th? Ahora me encuentro en mi domicilio e iba a comer así que... puedo estar donde le he dicho en un par de horas.

Desde luego no iba a dejar que un extraño se presentase en la puerta de su casa sin más, y menos en vista de que la CIA ahora mostraba cierto interés en ella.

- Perfecto, allí estaré. Me reconocerá porque tengo barba y llevo una mochila en bandolera de cuero. Muchas gracias por su tiempo, señorita Smith

─ Bien, pues nos vemos en un par de horas, ─añadió justo antes de colgar el teléfono─ un saludo.

Después de colgar continuó con sus tareas alimenticias. Konrad tenía pinta de que no iba a volver a comer y aún así ella había preparado comida para dos, como siempre, así que tomó un tupperware y colocó la ración que iba destinada a su hermano dentro del recipiente, sellándolo después con la tapa del mismo, y colocándolo dentro de la nevera.

Aún le quedaban un par de horas hasta que tuviese que tomar el metro hasta Central Park, la verdad que era el peor día para salir de casa, pero al margen de la curiosidad y el interés que esa llamada le había generado... también quería salir y despejarse un poco. Tomó su comida en la mesa de la cocina, mientras escuchaba de fondo la televisión del salón, con alguna comedia que tuviese repercusión mediática en ese momento, como Los Simpson, que siempre la tienen.

Una vez había terminado de comer y lavado los platos, dejó a Konrad una nota en la puerta de la nevera, indicándole brevemente que había ido a Central Park y que le había dejado comida en la nevera, en el tupperware azul. Se vistió en su cuarto, eligió un modelo que le abrigase bien, y recordó tomar su paraguas plegable por si las moscas... después se dispuso a salir por la puerta para dirigirse a su "cita".