Partida Rol por web

A Joey menos gracia le hace ver como Sam asiente a lo que dice Karen. La chica se relaja y tipea un enlace en el ordenador.

http://www.unknown-creatures.com/bray-road-beast.h...
 

Ese sitio de internet habla de la aparición de una criatura extraña en dicho sitio, y de la desaparición de personas desde 1980. Karen muestra un dato a Sam, haciendo que se fije en cosas que a ella le parecen anormales.

-Las desapariciones se detuvieron luego por 1990. Después volvieron a empezar. Nunca fueron tan intensas como ahora...

El resoplido molesto del chico no la hizo callar.

-Si fuese el mismo sujeto, y contando conque sea uno solo, una persona... tendría casi 40 años más... entonces si fuese un hombre joven sería demasiado viejo para seguir haciendo lo mismo.

Sus ojos buscaron a Sam para confirmar lo que ella pensaba.

-Podria ser un copista, alguien que imita esto... buscando notoriedad, o alguna otra cosa.

La actitud del conserje me recordó muy y mucho a la que tenía Sammy en el colegio. Joder, parecía un maldito autista. No miraba a los ojos, respondía con frases cortas...

-Eh, sí, sí, la policía investiga. Yo soy de la policía, Rain Man. Quiiiieeeeerooooo saaabeeer siiii haaaas viiiiistooooo aaaalgoooo raaaaaroooo.

Mierda, estoy hablando como un anormal.

Dean hizo todo lo posible por comunicarse con el conserje, aunque a su entender, aquel tío no parecía capaz de manejar un cuerpo como la chica decía que había visto. Si eso era así, había dos posibilidades. O bien Vicky se había equivocado.... o le había mentido descaradamente.

-Oye, oye. ¿Conoces a una chica llamada Vicky? ¿Sabes quién es? Diceeee queee teee viooo unaaa nooocheee.

Dean resopló, como si mentalmente estuviese agotado.

-Es extraño que las desapariciones se detuvieran las desapariciones y, sin embargo, hayan vuelto a producirse después de casi cuarenta años después -indiqué, pensativo-. Incluso en el caso de que fuera un veinteañero por esa época, ahora el asesino sería prácticamente un anciano de sesenta años como mínimo.

De estar a solas con mi hermano, la edad de "La Bestia de Bray Road" no hubiera sido un problema. Podía tratarse de cualquier criatura sobrenatural que no envejeciera o lo hiciera de forma más lenta, como un brujo, un hombre-lobo, un vampiro o un metamórfico.

-Sí, estoy de acuerdo. Tiene que ser un imitador -comenté, asintiendo-. Además, según tengo entendido, en los ochenta desapareciendo hombres jóvenes y ahora las que desaparecen son mujeres, ¿no? Es como si hubiera habido un cambio en el patrón del asesino.

Dean no se entera de nada, es como si sus sentidos detectivescos hubieran sido adormecidos momentáneamente. Así que directamente le habla al conserje como lo que cree que es: un tipo de pocas luces.

-Ah, ¿es policía usted?

El hombre asiente como interesado pero pronto da otra calada a su cigarrillo.

-Oye, oye. ¿Conoces a una chica llamada Vicky? ¿Sabes quién es? Diceeee queee teee viooo unaaa nooocheee.

Maleb piensa un poco. Se apoya sobre el palo del trapeador y mira al cielo.

-Hay mucha gente por aquí.

Contesta. Se rasca la cabeza como intentando recordar nombres.

 -No lo sé, no me habla la gente a mí. ¿Usted es policía?

A estas alturas Dean se da cuenta de que es una conversación bastante unilateral.

-Sí, estoy de acuerdo. Tiene que ser un imitador -comenté, asintiendo-. Además, según tengo entendido, en los ochenta desapareciendo hombres jóvenes y ahora las que desaparecen son mujeres, ¿no? Es como si hubiera habido un cambio en el patrón del asesino.

Sam dice poco de lo que piensa y hace bien. Él sabe que si es una criatura sobrenatural no envejecerá como los humanos, o tendrá al menos otras características de envejecimiento. Pero no puede decirle eso a la chica, aunque sí le hace notar lo del cambio de patrón.

-Es verdad... no lo había pensado bien. Antes habían desaparecido tanto hombres como mujeres.

Sammy abre otro enlace que habla de la bestia de Bray Road.

www.beastofbrayroad.com

Y allí halla más información.

El pueblo está devastado por el pobre Stan. Stan Cleary de 22 años era un hombre joven, un atleta prometedor que tenía todos los sueños por delante, hasta que esta mañana el sherif ha hallado su cadáver sin vida en el costado del camino. Todo indica que un animal salvaje ha acabado con la vida del muchacho. El forense local dice que las heridas podrían asemejarse a las de un lobo de un buen tamaño. Sin embargo, cabe aclarar dijo el forsense que: "los lobos no atacan de esta manera y, para haberse comido las piernas enteras, y parte del estómago debió de ser un lobo muy grande. O una manada de ellos".

-Un lobo muy grande...-musitó Karen.

Sam cliqueó otro enlace, este hablaba de hacía pocos días.

¿Es posible que haya vuelto?

Después de la desaparición de varias mujeres jóvenes, el pueblo se pregunta si es otra serie de asesinatos como los de los ochenta. Todas las chicas estaban cerca de las lindes del bosque cuando fueron por última vez. Pero dónde están los cuerpos.

Joey se acerca para hablarle a Karen y Sam recuerda su plan del anillo, en un gesto descuidado lo roza con él y el chico grita.

-¡¡Mierda!!

Se agarra la mano con furia, de pronto sus ojos parecen más brillantes.

-¿Joey? dice Karen... qué te pasa??

No puede ser. De todos los tontos que había en el pueblo, Dean había encontrado al mismísimo Sean Penn. ¡Maldita suerte la suya!

-Está bien, está bien. Yooooo iiiir dentroooo, ¿valeeeee? 

Estoy haciendo lo mismo de lo que me reía cuando veía a los vaqueros hablar con los indios. Qué lamentable.

Dándolo por imposible, Dean se dirigió hacia el interior del edificio. Aunque no sabía muy bien por dónde empezar, parecía claro que la zona de limpieza sería quizás el primer lugar. Después... ya vería.

Resoplando, miró en todas direcciones, en busca de cualquiera con un gramo de inteligencia.

Tenía justo lo que necesitaba. Joey Brown había gritado de dolor al rozarse su piel con el anillo de plata. No cabía duda de que debía de tratarse de un hombre lobo, un metamórfico o cualquier criatura sobrenatural a la que le afectaba la plata. Teniendo en cuenta que el sheriff también era un hombre lobo, era posible que él supiese algo al respecto sobre Joey. Puede que fuera nuestro hombre, o sólo otro hombre lobo más del pueblo, aunque me inclinaba más por la primera posibilidad.

-Debe haber sido un calambre -comenté, restándole importancia-. A mí a veces también me pasa. -Mis ojos se posaron de nuevo en la pantalla del ordenador, leyendo la primera de las noticias-. Si tenemos en cuenta lo dicho por el forense, es poco probable que se trate de un lobo o una manada. Los animales no se comportan de esa forma. Más bien pienso que debe de ser un asesino en serie, un imitador.

No tenía caso, Dean tuvo tanta suerte en descifrar al hombre como un esquimal intentando vivir en el Ecuador. La idea era ahora investigar dentro del edificio, sobre todo el área de limpieza.

Claro que el joven “agente” carecía del conocimiento del campus, y de dónde podría estar eso. Por fortuna en la entrada, ya ingresando al edificio encontró a un joven ordenando unos papeles en el escritorio de recepción.

Era un muchacho de unos 23 años, pecoso. Unos lentes de montura gruesa estaban colocados sobre su nariz prominente. Al ver a Dean lo saludó con cortesía.

-Bienvenido a la Facultad de Elkhorn, Wisconsin. Estamos para servirlo, aunque nuestros horarios de atención son de 9 a 18 y ya casi son las 18.

Afirmó mostrando su reloj de pulsera.

-Pero se nos conoce por nuestra amabilidad, me llamo Roger. ¿En qué puedo ayudarlo?

Joey fulminó a Sam con la mirada mientras afirmaba.

-Sí… ya vengo.

Salió dando un portazo que hizo levantar a Karen casi del asiento, del susto. Resopló y siguió mirando la pantalla del ordenador.

-Lo siento, hoy está más nervioso que de costumbre. Lo siento, de veras.

Siguió mirando el ordenador.

-Creo que es un copicat, sí. No tiene mucho sentido por qué quiere imitar alguien esto, menos en un pueblo bastante pequeño.

Su ceño se frunció.

-No tiene sentido.

Entonces se puso tensa y dejó un momento de mirar la pantalla.

-Tampoco tiene sentido que alguien haya matado a Alice, ¿en qué nos estamos convirtiendo??

Dean se encontró más perdido que un vegetariano en un McDonalds, pero no tardó demasiado en darse de bruces con alguien, un pazguato con cara de virgen y mucho ánimo de quedar bien delante de todos.

-Eh, pues me alegra que me hagas esa pregunta, Roger -le respondió Dean enseñándole su reluciente identificación falsa -. Estoy investigando los asesinatos de esas pobres chicas. ¿Qué tal si empiezas por decirme qué sabes de todo eso? Y ya que estamos, enséñame sus taquillas... y háblame de ese Einstein de la limpieza. ¿Crees que tendrá algo que ver?

Sí, tanto como yo con la cerveza 0.0, pero a ver si tengo más suerte con éste, pensó Dean, sin perder la sonrisa.

-¿Suele comportarse siempre así? -le pregunté a Karen, intrigado-. Como un capullo integral. Debe de ser molesto tener que trabajar con él con ese ambiente.

Tomé el móvil y decidí enviar un rápido mensaje de Whatsapp a Dean para informarle del descubrimiento:

Estoy en la redacción. A Joey Brown le ha quemado la plata. No sé si es la Bestia, pero no podemos quitarle el ojo de encima.

-Muchas veces, los actos irracionales de los psicópatas no tienen mucha explicación -comenté. Aunque podía estar refiriéndome a Joey Brown, ahora hacía referencia a la Bestia de Bray Road-. Quizá el asesino sea alguien forastero. Puede que se obsesionara con la leyenda de Bray Road y viniera aquí para reproducir los crímenes. Es extraño que algo así pase después de tantos años.

Roger se quedó asombrado de un agente tan joven del FBI pero no dudó en mostrar cooperación. En el momento en que iba a decirle algo a Dean, su móvil sonó, era Sammy que le había mandado el siguiente mensaje de texto:

Cita:

-Maleb es un pobre hombre, agente. Perdió a su madre hace unos 5 años y era si única familia.

Caminaba con Dean hacia la zona de limpieza a medida que le continuaba explicando.

-Es raro porque tiene un leve retraso cognoscitivo pero siempre cumple con su trabajo. Es un hombre solitario.

El área de limpieza estaba ordenada de forma impecable. Cubos, trapeadores, y otros productos para la tarea se apilaban contra un par de muebles metálicos. En un perchero había un mono de limpieza azul que debía ser la ropa extra de Maleb. A simple vista no parecía haber nada sospechoso.

-Sobre las desaparecidas no sé nada. Lo único, aunque no creo que sea importante es que todas eran chicas muy hermosas.

Mientras escuchaba hablar al tío y le seguía hasta el cuarto de la limpieza, leí el mensaje de Sammy. Dean casi sonrió al ver que tenían un ganador, pero no le duró demasiado. La familia de la chica muerta también era así por lo que eso no significaba nada... necesariamente.

-Sobre las desaparecidas no sé nada. Lo único, aunque no creo que sea importante es que todas eran chicas muy hermosas.

-jeje, supongo que sí -le dijo Dean distraídamente, hasta que se dio cuenta de que estaba dejándose llevar por su propia personalidad, así que añadió una coletilla rápidamente, adoptando un gesto muy serio, muy del FBI -. Pero están muertas, chico. Y esa no es forma de hablar de alguien a quien han asesinado, ¿no crees?

Dean no apartó la vista de él durante unos segundos, para que se acobardara un poco, antes de seguir.

-¿Por qué no me enseñas los casilleros de las chicas? Y no es una petición, chico -le dijo, con el tono aún más serio y más grave.

De algo me tenía que servir todas las pelis de John Wayne que me tragué de pequeño.

Mientras tanto, le mandó un mensaje rápido a su hermano.

-Voy enseguida. Necesito terminar de ver algo aquí.

SMS: 

-Voy enseguida. Necesito terminar de ver algo aquí.

Sammy recibió la respuesta de Dean y siguió con Karen, sabiendo ya que su hermano también estaba haciendo sus averiguaciones, o algo por el estilo pues el mensaje había sido bastante escueto.

-Sí…

Karen seguía perdida en un lugar intermedio entre la tristeza y el agotamiento. Lo de Alice le había golpeado duro, e investigar sobre las desapariciones no parecía tan atractivo.

-Aquí desapareció la primera chica…

Dijo, volviendo de golpe en sí, en este cruce de caminos.

Señaló justo el punto en donde Sam y Dean habían estado hacía pocas horas. Estaba por decir algo más cuando Joy volvió e interrumpió sus pensamientos.

-Me ha llamado tu abuela, Karen. Dice que tiene problemas en casa, mejor te llevo.

Sam ahora sí tenía razones para estar jodidamente preocupado. Donna estaba muerta, así que Joy estaba mintiendo.

¿Para qué?

Karen, inocentemente, se paró de su asiento y empezó a encaminarse hacia la puerta, temía por su abuela y ni siquiera adivinaba que eso era una mentira, una terrible mentira.

-. Pero están muertas, chico. Y esa no es forma de hablar de alguien a quien han asesinado, ¿no crees?

El chico reaccionó con sobresalto.

-Sí, sí señor yo no quise decir…!!

Los ojos verdes de Dean se fijaron en su expresión y le metieron miedo. Ese chico no tenía un ápice de dañino en su ser, por lo menos eso había quedado claro.

-¿Por qué no me enseñas los casilleros de las chicas? Y no es una petición, chico 

-Sí, sí señor…

Dijo Roger y se acercaron a uno de los corredores entre aulas que poblaba la facultad. Se detuvieron en uno en particular y el muchacho lo señaló con un tembloroso dedo.

-Es Sandy Cooper… una de las primeras que que no volvió a apare aparecer.

Miró a Dean todo nervioso y se explicó.

-No no tengo las llaves pe pero lo puedo abrir igual, si si usted quiere. Aunque me me gustaría preguntarle al director, sabe.

Su táctica había tenido efecto, pero solo porque el chaval estaba a dos pasos del conserje. Para Dean que la endogamia estaba haciendo estragos en aquel lugar. Pero su suerte no podía durar eternamente y al nombrar al director, supo que tenía que hacer algo para evitarlo a toda costa.

-Roger -empezó a decirle colocando una mano sobre su hombro -. Estoy seguro de que el director tiene cosas mejores que hacer que decirte que abras un casillero. Como sé que te dirá que sí, ¿para qué vamos a molestarle? Si puedes abrirlo, hazlo. No tenemos tiempo que perder. Hay una víctima esperando y nosotros podemos ser quien la salvemos.

Dean intentó esta vez hablar como lo haría Sammy. Le había visto demasiadas veces como para no conocer su truco de "eres el mejor y confío en ti, tío". Eso y una buena sonrisa, harían lo necesario en aquel pobre de Roger.

Observé con detenimiento que el lugar en el que había desaparecido la primera chica era el mismo cruce de caminos en el que había estado con Dean horas atrás. Recordaba que Donna también había mencionado que ella y su novio habían sido atacados en ese mismo cruce treinta años atrás.

Pero justo entonces, Joey le indicó a Karen que su abuela había llamado y que tenía problemas en casa. Sabía que aquello no era cierto, dado que Donna había sido asesinada, por el joven claramente estaba mintiendo. Si ya de por sí resultaba un tanto sospechoso, ahora lo era más todavía. Era evidente que ocultaba algo.

-Espera, ¿por qué la abuela no te ha llamado a tu móvil? -le pregunté a Karen, intentando hacerle ver lo extraño de la situación-. Voy con vosotros. Dos ayudan más que uno.

Roger no se lo pensó. Sacó unas llaves y empezó a probar hasta que dio con la que abría el locker. Mientras lo hacía le explicaba a Dean:

-Lo dejamos con sus cosas, como cuando no la vimos más porque… bueno, usted ya sabe pero la policía no ha hallado un cuerpo. Por eso es que quizás vuelva.

Un click y la puertecilla plateada se abrió.

Dentro había libros escolares, una carpeta con flores. El fondo del armario de la estudiante estaba lleno de fotos. La chica sonreía ampliamente en una de ellas y era penoso pensar que tal vez no lo haría más.

Además de eso había un montón de pequeños objetos, ubicados desordenadamente por allí.

Roger suspiró:

-Era una chica encantadora, siempre era amable con todos. Incluso conmigo... sus padres pensaron lo peor. Dicen que ella no haría eso de irse sin avisar a nadie.

La chica se detiene un momento, busca su móvil y mira el registro de llamadas.

-Es cierto, Joey. La abuela me diría a mí primero -su rostro pasa de inquietud a preocupación y enfado. Sam se prepara para ir con ellos pero el muchacho lo detiene.

-Tú te vas de aquí...

-¿Qué está pasando... Joey? Me estás asustando...

Karen intenta suavizar su voz pero él no le hace caso.

-Siempre eres la inocente, siempre con esa mirada que vuelve loco a cualquier hombre. ¿No es verdad?

El joven ríe con sorna, sus ojos empiezan a parecer más brillantes.

Sammy sabe ahora que están ambos en peligro si este chico empieza a atacar. Suponiendo que sea la Bestia, entonces no sería un lobo común. Claro que ellos vieron a un chamán... a un tipo grande, no a un mentecato de veinte y tantos.

-Todo lo que he hecho por ti Karen...-alega Joey con tristeza.