Partida Rol por web

10-15 tripulantes y hay 8 en total, pero dos ya se han ido.

Ante la desesperación de no conseguir encontrar a Juliana, Atho regresa a la barca y coloca en su interior todas las provisiones que ha ido encontrando por el camino.

Pero, cuando iba a regresar a por Juliana, se ve sorprendido por el tiroteo que comenzaron unos individuos, "maldita sea" pensó frustrado ante la situación. -¡Juliana, ven hacia las barcas!- gritó desconsolado. -!Aunque el monstruo muera, el barco está perdido- su intención era la de seguir gritando, pero el acercamiento de un grupo dispuesto a arrebatarles la barca lo pone en tensión. 

Su compañero le devuelve la espada para cortar las cuerdas que sujetan la barca mientras se coloca en el interior para poder disparar a los que llegan. -Como hemos podido llegar a esto- susurra Atho, enfadado con todo por no poder ayudar a su amiga y comienza a cortar las sogas con fuertes golpes.

Este viaje pinta mejor de lo que me esperaba. Rápidamente seguí a Halima hasta el bote al que se dirigía y me monte en el.

Escucho la voz de Atho, mientras veía como la cubierta se había vuelto un completa batalla campal, Atho me grita que me dirija hacia las barcas, en el instante que me disponía a ir hacia allí el tiroteo se intensifico y fue imposible llegar, un grupo de individuos, al parecer bajo los efectos del alcohol disparaban contra Atho y otros dos sujetos que estaban con el, de inmediato me puse a cubierto, desenfunde mi Desert Eagle, trate de calmarme un poco para ganar puntería y dispare contra los individuos, para darle un poco de fuego de cobertura y que la cosa no se pusiera peor de lo que estaba

-!Atho, ponte a cubierto¡-….. no quiero que te suceda nada, por favor...

Corto las cuerdas que sujetan la barca, subo dentro y apunto con el rifle a los que se acerquen de manera agresiva o piense que van a atacarnos.

Veis como los pasajeros borrachos disparan sus armas mientras siguen avanzando y cuatro de ellos caen al suelo por el fuego de los guardaespaldas y de Atho. Podeis observar como uno de los guardaespaldas recibe un balazo y cae al mar y otro se derriba muerto sobre cubierta. Tras esto, el combate prosigue pero un guardaespaldas de la barca del rico más agresivo corta las cuerdas con rápidez y la barca cae de forma brusca sobre las aguas, evitando una tanda mortal de disparos, mientras que la otra nave se acerca al agua de forma más lenta, tratando de evitar la caida de los tripulantes, entre los que se encuentran varios pasajeros aterrados y heridos.

Vosotros cortais las cuerdas y os deslizais en las aguas, evitando los impactos de varias balas que surcan el aire sobre vuestras cabezas. Los tres veis como el barco se resquebraja de forma lenta pero progresiva por la fuerza de la bestia y se va hundiendo cada vez más, a la par de que se hace más pequeño conforme os alejais de él.

Podeis ver las otras dos barcas que han salido antes que vosotros por ese lado a unos 300 metros de vosotros, tratando de bordear el barco para dirigirse al nuevo continente gracias a la fuerza de varios guardaespaldas que reman con frenesí.

Disparas contra los individos, viendo a varios caer ya sea por tu disparo o por otros que cruzan la escena. Observas desde tu posición como tus compañeros desaparecen de tu vista, huyendo de la nave en una de las barcas.

Tan pendiente estabas de lo que tenias enfrente que no te percatas de lo que te rodea hasta que es demasiado tarde y te encuentras prácticamente rodeada por el fuego. Antes de que puedas reaccionar una figura te coge en brazos, cruzando rápidamente el fuego y cargando contigo por la cubierta. Cuando vuelves a abrir los ojos, cerrados instintivamente para cruzar el fuego ves que es el mercenario Fergal el que te lleva en brazos hacia una de las barcas.

Halima te lleva a una de las barcas donde se encuentran bastantes pasajeros subidos, esperando a que llegueis para partir del barco. Un hombre grita tratando de atraer a algunos de los pasajeros a las barcas para huir. Tras unos cuantos segundos las personas que se encuentran en la barca deciden que es hora de irse, tras escuchar un profundo crujido que recorre toda la embarcación.

Puedes observar a un hombre que lleva una mujer en brazos dirigiéndose a la barca, pero parece que nadie se ha percatado de su presencia, por lo que están empezando a cortar las cuerdas de la nave para marcharse.

¿Creeis que la novia de Atho se tirará al agua?
Pregunto mientras oteo la superficie del agua con la mirilla del rifle, buscando al hombre que ha caido herido al agua para ver si podemos hacer algo por él.
Vamos muchachos, esta barca no se va a mover sola y yo soy demasiado mayor para remar y respirar al mismo tiempo.
Si veo algún superviviente pidiendo ayuda desde el agua guio nuestra barca hasta allí y presto especial atención a la gente que se tire del barco, esperando ver a Juliana.
Examino también la barca del hombre de negocios para volarle la cabeza si pretende irse con ella a medio llenar.

Al ver el hombre que se aproximaba les digo que esperen un momento a los que cortaban la cuerda.

-¡Date prisa!

Le grito al hombre que al parecer llevaba una mujer en brazos.

Atho se guardó la espada corta en la espalda una vez estuvieron a salvo en la barca y se sonrojó levemente con la mención de su "novia". -No, no es...- comenzó a decir ante las palabras de su acompañante, pero rápidamente se colocó en la barca a modo que pudiese utilizar bien los remos y los colocó en sus soportes. -Si... si veis a alguien con vida decidme la dirección exacta...- dijo pesadamente mientras comenzaba a remar lentamente, sin una dirección definida.

"Por favor Juliana, espero que te encuentres segura" pensaba tristemente mientras oteaba, en busca de supervivientes. 

Rememos hacia la costa. Si vemos a alguien a quien rescatar por el camino podemos ayudarle, pero cuando esa cosa acabe con el barco, vendrá a por nosotros.

Cojo el otro par de remos y le indico a Atho hacia donde remar.

Los que no abandonen el barco rápidamente morirán.

Tienes razón rubio, una vez llegados a la costa esperaremos que el gusano se dé un banquete y volveremos a por los supervivientes, si es que quedan. De todas formas yo seguiré vigilando por si alguien salta.
Decido pasar de los hombres de negocios ya que, como dice Mark, en cuanto el barco se rompa será imposible escapar de aquí y en vez de eso sigo mirando hacia el barco y la superficie del agua a su alrededor, por si cae alguien al agua. Busco si ha quedado algo de cuerda en la barca, para poder tirársela a alguien y atraerlo hasta la barca.
¿Muchachos, alguien tiene cuerda?
Al hacer esta pregunta me fijo en ellos y reparo en la energía que le ponen al asunto.
Sí que os han dado cuerda sí. ¡Qué manera de remar!
Estoy mayor ya...

-¡Por Dios Fergal, gracias por tu ayuda, te debo mi vida¡-… observo que Atho se encuentra en una de las barcas con otros sujetos, y me apresuro a dirigirme hacia la baranda de la cubierta y le llamo fuertemente, -¡Athooo, espera, no me dejes aquí, espérame¡-… -Fergal ven apresúrate, todavía tenemos tiempo de escapar vamos-, inmediatamente retrocedo unos cuantos pasos, observo una de las cuerdas de las que ataban a las barcas y corro velozmente hacia ella para abalanzarme y llegar lo mas lejos posible para alcanzar la barca donde esta Atho.   

Comenzais a mover la barca con eficacia, llegando a alcanzar a las barcas de ambos hombres de negocios despues de pasar al otro lado del barco. Si seguis a ese ritmo pronto podreis adelantar a las barcas y ser los primeros en llegar a tierra.

Escuchais a vuestra espalda varios sonidos de algo al caer al agua y veis como dos mujeres y un hombre nadan hacia vosotros con ahinco, tratando de salvarse. Sus caras muestran el esfuerzo de nadar en esas aguas tan frías y todavía deben nadar más de 150 metros para llegar a vuestra posición.

A vuestra espalda el barco se resquebraja, partiendose en varias partes que comienzan a hundirse con rapidez.

-Tenemos que volver- dijo Atho pesadamente. -Tenemos... tenemos que salvarlos...- su cara estaba roja y sudaba por el esfuerzo, pero aún así mostraba gran decisión, más que en muchos momentos de su vida. -Si los dejamos ahí... morirán-

"Por favor, Juliana, espero que te encuentres entre ellos" pensaba mientras emergía los remos del agua. -Demos la vuelta, ahora- avisó a su acompañante y se dispuso para girar.