Partida Rol por web

Surcando Los Fragmentos

01 Nuevo Comienzo

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23/05/2019, 13:31
Giacomo Biancarella

Giacomo se quedó pensativo una vez más mientras los demás exponían sus puntos de vista, asintiendo cada vez que alguien decía algo con lo que coincidía.

 -¿Perros? Y yo que creía que a una Ratoncilla le preocuparían más los gatos. Vivir para ver.

Sin embargo, tanto la capitana como Lili habían dado con lo que parecía la mejor solución. Fiable, discreto, con un área fácilmente controlable...

 -Ciertamente visto así el almacén parece la mejor solución. Ratoncilla, a esos filetes asegúrate de añadirles algo del polvillo somnífero que les robamos a los tratantes de animales. O eso o matarratas, como prefieras.

Hubiera perros, gatos o ratas, una buena carne envenenada se ocuparía más que mejor de esas alimañas.

 -A entrar te puedo ayudar yo. Sólo tendrías que atarte una cuerda a la cintura, que yo sujetaré, para ayudarte a bajar sin peligro de caídas y para subirte rápidamente en caso de que haya peligro. Una vez dentro ya te encargarás de abrir la puerta. Y si la ventana es lo bastante grande, incluso mi Cuchi-Cuchi y yo podemos colarnos contigo y echarte una mano o empezar a coger posiciones.

Luego sólo tendrían que esperar a que esa morena intrigante viniera y atraparla como un zorro atraparía un conejo.

 -Claro está, si alguien tiene una idea mejor, que la comparta.

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24/05/2019, 09:17
Mekkor

Mekkor asiente a las palabras de la capitana mientras aprieta la bosquilla de su pipa con los dientes y escucha al grupo, en silencio y pensativo, dejando hacer.

De cuando en cuando se tambalea un poco, parece borracho. Pero nada más lejos de la verdad, Mekkor sufre del “Mal del Desembarco”, una versión perenne de la sensación que sufren los marineros al pisar tierra firme. En ambientes abiertos y más naturales,no lo siente tanto, pero el bullicioso ajetreo de la ciudad, lo agrava…Así que mantiene el tipo, algo hastiado por la dificultad en planear aquella compleja treta.

…Si tan solo pudiera enfrentarme a un kraken, abordar una nave, o enfrentarme a la peor de las tormentas…

Piensa nostálgico el enano.

Mira a Wu y Giacomo de reojo, y vuelve a asentir ante las palabras de Lili. Esa muchacha es una mina allí donde están.

Cuando Giacomo se pronuncia de nuevo, el contramaestre toma la palabra, poniendo en funcionamiento su pastosa lengua.

 

- ¡Que me aspen en verga seca si se me ocurre algo mejor! – Dice entre ominosas volutas de humo. Su despejada frente brilla por las perlas de sudor que arranca el sol de aquel puerto – Señor Wu, ¿Tiene de esos “polvillos” a los que se refiere el timonel? -

Mientras Wu responde, el enano continua.

-Como podrán comprobar, ando algo desorientado en estos menesteres. Si la capitana me lo permite, quizás podría aprovechar el tiempo en el que ustedes preparan el terreno para intentar desentrañar un poco más de este embrollo entre los documentos que tengo en el camarote, y los que conseguimos tras el “golpe”. Quizás pueda hallar una pista que nos de cierta ventaja en todo esto… Y quizás pueda recomponerme un poco, llevo demasiado tiempo fuera de “El Temido”-  Finalmente, Mekkor mira a Harmony con expresión decidida. Busca su aprobación, pero llevará a cabo cualquier misión sensata (y la capitana es muy sensata) que ella le proponga, por muchas ganas que tenga de pisar la nave.

 

Notas de juego

 

Estoy pasando por un periodo en el que ando muy liado, y de momento no siento que como Mekkor pueda aportar mucho a la acción, más allá de consejos sensatos para planear y organizar. Pero ya somos muchos para eso, y todos con buenas ideas.

Así que, de momento, aquí en la ciudad, prefiero quedarme en un papel secundario hasta que vuelva con fuerzas para que Mekkor participe como es debido.

Es decir, que sigo activo, pero a un post por semana o algo así 8quizás más si el tiempo lo permite. Y no quiero enlentecer las conversaciones, que son muy buenas y activas.

 

 Resumen: Mekkor quiere pasar a un segundo plano, pero me gustaría poder hallar alguna pista más de en que lio estamos metido estudiando un poco en el barco.

El resto, no os lieis discutiendo el plan XD La idea del almacen es muy buena. Preparad y al turrón.

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24/05/2019, 19:47
Wu Long

Wu sintió el hecho de que la capitán no lo tomara en cuenta para la discusión, pero no era algo que le extrañase ya que era normal ese tipo de trato para con un shun, mal acostumbrandolos a meterse en conversaciones ajenas sin que los estén llamando.

Respondía a Mekkor tan pronto como termino su pregunta con un gesto. Saque de un pliegue del fajin un pequeño vial, del tamaño de un dedo, que contenía un viscoso liquido verde azulado.
-Seria una lastima desperdiciarlo en perros, es este ideal para paralizar un hombre grande si se lo unta en un simple dardo.- Dice mientras guarda el vial de nuevo bajo un pliegue del fajin y con la otra mano desabrocha un botón de su chaqueta, solapando esta y mostrando un arsenal de dardos, con punta de cañamo y cola de plumas en bis. -Pero estaré sobre algo más indicado si así es su deseo.- Concluye volviendo a abrochar el botón y cruzando una mano sobre la otra al frente.

Tras terminar de escuchar a las palabras de Mekkor aporte. -Sabias aquí son las palabras de la capitán Harmony, no podemos declarar por enemiga a aquella mujer sin saber si lo es realmente. No hay más digno que aquel que se presta a conocerse con su enemigo.- Dice soltando una ultima frase como una cita a un shun que jamás conoció.

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26/05/2019, 00:17
Harmony

Escuché todas y cada una de las opiniones e ideas tras exponer las mías, comprobando que la opción del almacén había calado. Asentí antes las sugerencias de la grumete, puntualizando mis palabras con su correspondiente justificación. Sabía quién mandaba, eso era algo bueno.

Ante las opciones que esta presentaba para acceder a aquel local, Giacomo se mostró dispuesto a ayudarle, proponiendo también contar con Ashara para ello. Apreté mis labios pensativa ante aquella idea, no me gustaba. Acudir demasiados para abrir la puerta simplemente, no era adecuado. Además, cuando tuviera que parlamentar con la Viento de Alquiler, no convenía que alguien con el carácter de la drow estuviera cerca; lo mejor sería que ella se ocupara de otra labor.

Salieron a colación los polvos somníferos, a los cuales Wu veía mejor uso, pero aguardar a otra ocasión en el que pudieran sernos de utilidad no me parecía lo mejor.

¿Por qué prescindir de lo que me puede salvar hoy, si puede que no llegue a mañana?

Que Mekkor quisiera mantenerse al margen era una lástima, confiaba en el enano, pero aquel mal que sufría le hacía pasarlo realmente mal a veces.

Tras las últimas palabras del cocinero, enarqué una ceja, resultándome algo confuso lo que dijo; aunque creí comprenderlo.

- Parece que estamos de acuerdo con abordar el asunto sirviéndonos de uno de esos almacenes. - anuncié, girándome hacia la grumete y el acróbata. - Vosotros dos sois más que capaces de ocuparos de conseguir ese lugar. Si podéis colaros antes dentro, mejor, de lo contrario; que Giacomo vigile mientras Lili intenta abrir la cerradura. Avisadnos cuando terminéis. Wu. - dije antes de mirar a este. - Cédeles parte del somnífero, que lo tengan por si les es necesario, estoy segura de que no lo usarán en vano. - lancé una seria mirada de soslayo a Lili y Giacomo, y continué dirigiéndome al cocinero. - Ocúpate de encontrar a alguien que mande la misiva a Sandra, y después prepara algo para agasajarla. Algo sencillo y fácil de transportar, y nuestro mejor ron, por supuesto. - esbocé media sonrisa, mirando después a Ashara. - Quiero que te encargues de vigilar a Thorne. Si envía a alguien a husmear cerca del almacén o hace algún movimiento extraño, quiero saberlo. - ordené a la drow antes de dirigirme finalmente al segundo de abordo. - Permiso concedido. Descansa y trata de averiguar algo que pueda sernos de utilidad. Hay que convencer a esa mujer de que le conviene más hacer tratos con nosotros que con Thorne. - afirmé con un asentimiento de cabeza, dispuesta a retirarme, cuando me percaté de que no había dicho nada respecto a mí. - Yo trataré de averiguar algo más en la Sirena Sorda.

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26/05/2019, 11:13
Lili "Dedos ligeros"

Con las primeras palabras que salieron de los maquillados labios de Giacomo, aparté la mirada hacia el lado contrario de la estancia, cruzándome de brazos y apoyando la espalda en la viga que tenía detrás, a la que estaba atado el barril en que me sentaba. ¿A qué venía comportarse así, como si nada hubiera pasado? Que me llamase de aquella manera había dejado de tener gracia, y sin duda lo último que me apetecía era tener que trabajar con él. Con él y con Ashara. Después de la forma en que nos habíamos despedido en aquel callejón, tan sólo estaba dispuesta a hacerlo por pura necesidad, además de la promesa de un futuro próximo en que perderle de vista. A casi todos ellos. Hasta cruzó mi mente la posibilidad de que aquellos dos se planteasen aprovechar la situación para hacerme algo, un riesgo en que intenté no pensar pero que me mantendría alerta durante el "trabajo".

No me llamo "Ratoncilla". -Repliqué al acróbata sin mirarle, visiblemente molesta- Me llamo Lili.

No era el único nombre por el que se me conocía, aunque no fuera mi nombre real. Tenía otro, aquel que me habían puesto al nacer, y que había quedado olvidado mucho tiempo atrás. Aquella niña de buena familia se suponía muerta, fallecida en un naufragio. De aquello había nacido la joven Lili, a quien también habían llamado muchos "Dedos ligeros", antes de embarcarme en El Temido. Y posiblemente volvieran a llamarme así cuando dejase aquel navío.

Algo que podía suceder más pronto que tarde, si todo salía bien.

Sin embargo, la conversación se volvió un poco extraña para mí. Los polvos tranquilizantes que nombró Giacomo se convirtieron en el centro de una atención que no tenía sentido, habida cuenta de que aquello había sido repartido junto con el resto del botín tras el saqueo. Recordaba perfectamente no haber robado aquello, sino que se me había entregado. ¿Es que nadie se acordaba? Terminaron por preguntar a Wu por ellos, y éste mostró la parte que le había tocado como si yo necesitase que me lo prestara.

Larzárselos a alguien a la cara también funciona. -Expliqué sacando de mi bolsa dos frascos de polvo azul y mostrándolos a los presentes- Al menos, funcionó cuando vimos usarlos así con una bestia mucho más grande que cualquier persona de esta habitación. -Añadí mirando a la capitana, recordando cómo los había empleado aquel hombre al que interceptamos transportando a una gran bestia en el carromato tirado por aquel magnífico animal, el hombre que nos había invitado a su palacio. Guardé nuevamente los frascos y seguí hablando- Pero no voy a gastarlos salvo que sea necesario, me parecen más útiles para secuestrar a alguien que para lograr que unos chuchos nos dejen en paz. -Al menos, en mi experiencia una generosa cantidad de carne era más que suficiente para que los perros dejasen de vigilar, y carne bien cortada podía conseguirse fácilmente en el mercado. Pero había dejado en el aire la posibilidad del secuestro, por si alguien quería considerarla. No todo se conseguía espada en mano.

Suspirando, me bajé de aquel barril, torciendo mis labios hacia un lado con desgana. Las tareas estaban repartidas, y a mí me tocaba trabajar con Giacomo. Aún tenía que agradecer que su "cuchi-cuchi" se quedase fuera, que habría sido bastante peor. Sólo esperaba que todo aquello se resolviera lo antes posible, para poder largarme.

Notas de juego

Menudo lío os traéis con el tranquilizante. En la escena "Comprando cosas, repartiendo botín y perdiendo tesoros" están repartidos esos polvos desde el 29/12/2018 (y yo los tengo en mi ficha desde entonces):

He actualizado sus inventarios, sumando el dinero correspondiente.
En un principio esperaba que lo hicieran ustedes, pero creo que es mejor que me encargue yo de ésto.
3 frascos han ido a parar a las manos de Ashara, 2 están en poder de Lili. Cada uno ha recibido sus 500 piezas de oro.

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26/05/2019, 12:35
Giacomo Biancarella

Giacomo miró a la niña, aunque ésta no le devolviera la mirada, sonriendo tranquilamente.

 -Ya, y Ashara no se llama Cuchi-Cuchi ni yo me llamo "eh guapo". ¿Tan fuerte te golpeó el trocito de pan que te lancé que se te ha olvidado lo que es un apodo?

Vaya, parecía que la niña iba a seguir con su actitud de "estoy mosqueada con el mundo porque soy muy desgraciada y nadie me comprende". Pero bueno, si eso le hacía feliz, ¿quién era él para negárselo? Eso sí, que no esperase ningún trato especial por su parte. Él no la había estado tratando de forma diferente desde que llegaron a tierra y no pensaba empezar ahora. Él seguía siendo el timonel, ella seguía siendo la grumete y, le gustase a Lili o no, por hoy serían compañeros en aquella misión.

Mientras hablaban del reparto de los polvos somníferos, Ashara le entregó sus frascos a Giacomo. Al bufón no le hacía excesiva gracia que su persona de confianza absoluta no acudiera a la misión, pero tampoco iba a montar un drama por ello. Sólo tenía que mirar a su espalda un poco más de lo normal. Dio un besito a su compañera antes de aceptar los frascos y se los guardó en el cinto.

 -Muy bien, esto ya está. Ahora sólo necesito la soga más larga y fuerte que tengamos para ayudar a la Ratoncilla a entrar en el almacén y estaré listo para partir.

Que cuanto antes salieran para preaprarlo todo, antes terminarían aquel trabajo y podría echarse a dormir. Que empezaba a apetecerle una siesta.

Notas de juego

Gracias por recordármelo, como yo no recibí frascos me olvidé de quién los tenía XDD.

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26/05/2019, 14:21
Director

Notas de juego

1) Quien mande la misiva que por favor aclare los términos; no es lo mismo una nota con una oferta de trabajo, una con una invitación a cenar o una que diga "capturamos a la niña, vente o si no...".

2)Es cierto que el polvo lo tienen Lili y Ashara, pero lo que Wu ha mostrado es un vial con líquido dentro; es otra cosa ;)

3)Traspasados los tranquilizantes de Ashara a Giacomo.

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29/05/2019, 16:24
Director

Con un curso de acción armado, cada grupo empieza a trabajar en lo suyo.
Ashara parte en dirección al barco de Thorne, perdiendose entre las sombras ya alargadas de los edificios.

Mekkor y Wu tras conseguir un mensajero que se encargue de la nota, se quedan en el barco preparando la cena improvisada para Sandra. Sylus colabora con lo que pidan y escucha cualquier conversación casual con atención, pero el grumete no puede hacer nada más que ir a la bodega a buscar ingredientes o pelar papas. La cocina no es su fuerte.

Harmony parte hacia la taberna favorita del enano, buscando más información.

Y por último, Lili y el bufón salen en dirección opuesta la de Ashara, buscando el almacén en el extremo noroeste del puerto, donde probablemente circule menos gente.

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29/05/2019, 16:32
Director

Caminan por el puerto, casi en linea recta, durante unos cuantos minutos.
De no ser porque cada tanto hechan la vista atrás para asegurarse de que nadie los sigue, el sol ocultandose por el oeste, recortando las siluetas de los edificios podría ofrecerles una vista agradable y tranquilizadora. Por lo menos la media tarde y los grandes almacenes les provee de una iluminación que les permitirá ocultarse con facilidad si es necesario.

A estas horas por el puerto ya solo circulan aquellos marineros que  todavía están de turno, por lo que está un poco más vacío. El resto ya debe estar gastandose su sueldo en la ciudad.

Finalmente llegan hasta el almacén que les parece más acertado. En un rincón alejado del puerto hay todavía menos gente.
El edificio en cuestión es grande, alto y amplio, hecho de madera con techo de tejas. Hay un candado grande* en las puertas dobles que dan a la calle, pero también hay tragaluces a intervalos regulares en las paredes laterales. Lamentablemente están demasiado altas como para que sea humanamente posible saltar desde el suelo hasta colgarse de ellos. Alrededor de 20 pies (6 metros), aproximadamente.

Toda la zona está en silencio, salvo por el leve arrullo del mar.

Notas de juego

*Prueba con herramientas de ladrón, o en su defecto simplemente destreza.

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29/05/2019, 16:52
Director

Abandonas el temido conociendo ya el camino hacia La Sirena Tuerta (¿Sorda? ¿Ciega? detalles menores).
Es de tarde, pero el sol ya lanza una luz anaranjada que recorta la silueta de los edificios. En el puerto solo quedan los trabajadores de turno, ningún marino está ya pasando el rato muerto aquí. Si no están en sus naves, están perdiendo su sueldo en la ciudad. Pero saliendo del puerto, todavía se ve una sana cantidad de gente circulando.

No te toma mucho rato llegar a la posada, que ahora está tranquila, no como al mediodía. Tom cocina algo con un aroma delicioso, las dos mozas charlan en la misma esquina que antes, y un tipo con ropas de buena calidad afina un laud sentado en una mesa apartada.
Apenas hay un murmullo leve de conversación de unos pocos enanos, comiendo una rueda de queso fundido en otra de las mesas.

Tom te ve entrar, y por sobre la barra te hace un gesto con la cabeza, invitandote a acercarte.

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29/05/2019, 17:00
Director

El barco queda tranquilo ahora que la mayor parte de los oficiales de la tripulación se han retirado.
Los tripulantes que se encuentran aquí están durmiendo en las hamacas de la segunda cubierta, tratando de sacarse la resaca del mediodía.
El sol empieza a caer, y se recorta contra la ciudad dando una imagen tranquila y apasible, a pesar de que la urbe pueda ser un hormiguero de gente. El puerto si se encuentra más vacío y está bastante silencioso. Siendo éste el último turno de trabajo, la mayoría ya se ha retirado, puesto que ya no hay que hacer tiempo muerto hasta la siguiente rotación, que no comenzará hasta la mañana. Si no están en sus naves, están gastando sus sueldos en la ciudad.

Sylus se apura a traer todos los utensillos de cocina que le pide Wu, e incluso está dispuesto a ir a comprar algo de último momento si fuera necesario. Mekkor se encuentra sentado en las escaleras que llevan a la cubierta por sobre el castillo de popa, fumando con tranquilidad.

Notas de juego

Wu, una prueba con Utensillos de Cocina (Sabiduría) con ventaja, por disponer de tiempo, ayuda y la bolsa de especias ;)

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29/05/2019, 19:41
Giacomo Biancarella

 -Vaya hombre...

Fue lo primero que Giacomo dijo al ver el almacén. Y él que se había encargado de traer la cuerda perfecta para meter a Lili dentro del almacén bien guardadita en un saco para que no diese el cantazo... En fin, por lo menos el candado estaba por fuera y la Ratoncilla podría abrirlo sin mayores problemas.

El bufón comprobó cuál era el lado de la puerta por el que había más probabilidades de que alguien viera a Lili y, apoyando la espalda en la pared del almacén, hizo de cobertura para que la chiquilla pudiera hacer su trabajo sin que nadie la molestara. O al menos nadie que no fuera a prestar demasiada atención.

 -¿Crees que podrás con el candado Ratoncilla? Si no, a tiempo estamos de ir a por una palanca para quitarlo a la directa.

Notas de juego

¿Tengo algún modo de ayudar a Lili con la tirada de forzar cerraduras?

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29/05/2019, 23:41
Harmony
Sólo para el director

Era ya bien avanzada la tarde cuando puse rumbo hacia la posada, no hallando demasiada gente por el puerto, tan sólo unos pocos trabajadores que no se dedicaban a navegar; el resto debía haber partido ya en sus barcos para ganarse la vida.

Las colores anaranjados del cielo me sacaron una sonrisa, pensando en lo agusto que estaría en esos momentos en una playa de un lugar cálido disfrutando del atardecer con una buena copa de licor en la mano, pero aquello eran sueños que no se cumplirían pronto. Teníamos un feo asunto que solucionar antes de que pudiéramos relajarnos.

Al abandonar el puerto sí vi más gente por las calles, pero en la posada la cosa estaba tranquila. Sólo estaban Tom, un bardo y unos pocos clientes en el lugar, aunque puede que el bardo fuera un cliente más.

En cuanto el tabernero me vio me hizo un gesto para que me acercara, cosa que no tardé en hacer, sobre todo porque mi viaje hasta allí era precisamente para hablar con él.

- Buenas tardes, casi noches. Ponme algo de ron. - le dije al posadero con una sonrisa, sentándome en un taburete. - ¿Podemos hablar? - le susurré.

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30/05/2019, 02:20
Director

Notas de juego

No, con la tirada no.
Es un trabajo que requiere pulso fino y bien coordinado. Meter mano solo va a entorpecerlo. Pero si Lili falla nada te impide intentarlo.

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30/05/2019, 10:06
Lili "Dedos ligeros"

No abandoné el interior del Temido por la ruta normal, sino que al salir de aquel despacho me interné aún más en la embarcación rápidamente, dirigiéndome a las cocinas con celeridad, antes de que Wu se personase por allí. Al entrar, busque en el armario un paquete de carne seca y me lo guardé en mi bolsa, encaramándome al mueble para salir hábilmente por la claraboya del techo, directamente a la cubierta de la embarcación. Desde allí podría tomar la pasarela y bajar a puerto, a tiempo de caminar cerca de Giacomo, aunque sin dirigirle la palabra.

Seguía molesta con él. No sólo por lo sucedido en la taberna y tras salir de ella, sino también por su manía de usar aquel apodo que había dejado claro que no quería que siguiera usando. Me importaba bien poco cómo quisiera llamar a Ashara, eso era cosa de ellos, pero el que insistiera en llamarme Ratoncilla cuando ya le había dejado claro que no quería sólo significaba que lo hacía a propósito para molestarme.

Y lo conseguía.

Por suerte, cada vez quedaba menos para no tener que escucharle ni verle nunca más.

Me dediqué a caminar con aire fingidamente ausente, echando furtivas miradas tras nosotros, por si alguien nos seguía. Me habría sentido más tranquila yendo sola, no sólo porque se tratase de Giacomo, sino por el hecho de que a él sí le buscaban. Había bastantes posibilidades de que yo no fuera, por el momento, objetivo de nadie. Aún así, yendo sola también habría tomado precauciones.

Finalmente, encontramos el almacén más adecuado. Sonreí de medio lado unos instantes al comprobar que las ventanas estaban demasiado altas para que mi acompañante pudiera lucirse con su habitual chulería. Y más aún sonreí al comprobar que la puerta tenía el candado por el exterior, al alcance de mis manos. Sin embargo, no me acerqué a aquella puerta inmediatamente, sino que me quedé a cierta distancia observando alrededor con disimulo. Había poca gente a esas horas, lo que era bueno. De lo contrario, igual habríamos tenido que esperar a un momento mejor. Pero con la mayor parte de los marineros gastándose el jornal en la ciudad, aquel parecía el momento ideal.

Giacomo se situó a un lado de la puerta, cubriendo nuestras actividades, y yo finalmente me acerqué a aquel cerrojo, clavando una rodilla en el suelo para verlo mejor. Era grande, y eso estaba bien porque la ranura era mayor y permitía manipular las pestañas interiores del mecanismo con más facilidad, aunque muchos de aquellos candados grandes también tenían sus trucos. Así que, ignorando las palabras de Giacomo, incluso deseando que se largase en busca de aquella dichosa palanca, saqué mis herramientas y busqué las ganzúas del tamaño adecuado, comenzando a manipular el mecanismo con afán, mordiéndome la lengua a un costado de la boca, con los labios.

- Tiradas (1)

Motivo: Herramientas de ladrón

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+6)=14

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01/06/2019, 16:46
Giacomo Biancarella

Dejando que la niña trabajara, el bufón empezó a echar vistazos a su alrededor, atento a cualquier movimiento sospechoso que pudiera representar una amenaza al trabajito de Lili.

- Tiradas (1)

Motivo: Percepción

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+6)=9

Notas de juego

No puedo editar mi anterior mensaje, así que lo dejo por aquí: tirada de percepción para comprobar visualmente la zona mientras Lili trabaja, no sea que nos pillen (aunque creo que no voy a ver tres en un burro XD).

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02/06/2019, 14:59
Tom

Tom tomó rápidamente una pinta, las mismas que usaba para la cerveza, y la llenó hasta el tope de ron. La bebida dorada, desprende un leve aroma azucarado, a especias y a ¿flores?
Una pieza de oro— te guiña el ojo. Aunque la cantidad es generosa el precio sigue siendo caro.—Es local, lo hace un amigo en las afueras.

Reparas en una etiqueta desgastada, pegada al barril de donde vino tu bebida "Destilería Lágrimas de Sirena: primera calidad en bebidas élficas desde 2376*".

Tras el primer trago entiendes por qué del precio. Es un sabor muy particular, que pasa facil pero se nota que tiene una buena gradación de alcohol. Sin duda no es para todo el mundo, el gusto frutal es bastante fuerte, pero no deja de ser bebida de calidad.

—Podemos hablar sin problemas ¿Aquí o abajo?— te pregunta en un susurro mientras refriega la barra cerca tuyo.

Notas de juego

*No se si ha venido a cuento, pero el calendario actual marca que es el año 2500.

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02/06/2019, 15:43
Director

La cerradura se resiste un rato antes de abrir. Está vieja y algo oxidada, pero cuando Lili está a punto de darse por vencida, se escucha el *click* de la victoria y el candado se abre. Un fierro atornillado a una de las hojas de la puerta doble se entierra en un agujero en el suelo, pero es simplemente una corredera. Se puede retirar manualmente, o se puede entrar por la otra hoja, sin necesidad de abrir esa.

Las puertas se abren hacia dentro, donde los recibe una oscuridad silenciosa, apenas iluminada* por los tragaluces que vieron desde fuera. Cerca de la entrada hay una barra que hace las veces de mostrador, y detrás del mismo hay una silla y un archivero. La estancia (de 55' de ancho y 70' de largo) tiene cajas y barriles apiladas aquí y allá, pero está bastante vacía. Pasada la mitad de la habitación, a ambos costados hay escaleras que suben a un entrepiso que entre el ángulo y la falta de luz no es facilmente visible. Parece simplemente contar con más cajas de mercadería.
No hay perros ni otro guardián, pero si escuchan algunas ratas dar vueltas por el recinto.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Demora de los guardias

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+10)=21

Tirada oculta

Motivo: percepción lili

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+3)=11

Notas de juego

*Luz tenue, a efectos mecánicos

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02/06/2019, 18:04
Giacomo Biancarella

Menudo lugar de mier... ¿Ya se creería la morena aquella que iban a citarla de buenas en ese sitio? Porque lo que era él, no aceptaría una invitación a un lugar así sin estar tremendamente borracho. Sin embargo, aunque el almacén tenía muchas desventajas, tenía también múltiples rincones malamente iluminados en los que podrían esconderse y acechar a su objetivo. Además, la puerta podía cerrarse nada más entrar la tal Sandra, lo que la dejaría totalmente encerrada. Porque lo que en un principio parecía una desventaja, las ventanas demasiado altas, ahora jugaba a su favor. Con la puerta firmemente cerrada, Sandra no tendría a dónde escapar.

El bufón cerró la puerta y echó un vistazo breve al interior. Si las ratas eran lo único que lo habitaba, entonces no tendrían que preocuparse más que por organizarlo todo un poco.

 -Bueno... ¿Ordenamos esto un poco y organizamos los escondites? ¿O prefieres ir a chivarte a Sandra mientras estamos preparándolo todo?

Giacomo miró a Lili directamente, con aquella sonrisa tranquila típica en él, pero con los hombros algo tensos.

 -Verás, no es que dude de ti, pero he notado que estás un poco irritada últimamente. Y con el hermoso comentario que dejaste en el callejón sumado a que sigues con esa actitud de ir a apuñalarnos por la espalda en cualquier momento, quiero asegurarme del bando en el que te vas a mantener durante todo esto. Para saber si tengo que llevarle a la capitana la noticia de que todo está listo o tu cabeza.

El bufón se acercó a la niña y le dio un toquecito en la nariz.

 -No me caes mal, Lili. Se nota que eres una superviviente y eso lo valoro. Pero si sigues en este plan, comportándote como si tus compañeros fueran tus enemigos, la cosa va a ir mal. Así que elige. O endureces la piel y tragas con esto para seguir siendo un miembro productivo de la tripulación, como todos los demás, o te largas ahora para evitar tener que volver a ver a las personas que, oh, qué mal te han tratado.

Esto último lo dijo tratando de imitar un gesto dramático, sin éxito.

 -Elijas lo que elijas a mí me parecerá bien. Como ya te he dicho, no me caes mal, pero tampoco eres mi cuchi-cuchi.

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03/06/2019, 09:18
Lili "Dedos ligeros"

Abrir aquel candado me costó bastante más de lo acostumbrado. De hecho, de haberme encontrado en una situación así tiempo atrás puede que hubiera desistido bastante antes, porque cuando lo único que dependía de un golpe era la cena de esa noche intentaba no correr más riesgos de lo imprescindible. Sin embargo, las cosas habían cambiado, y demasiadas cosas dependían de que hiciera mi parte, así que insistí e insistí, trasteando con aquel mecanismo con afán, hasta que se escuchó el consabido "clic" que daba cuenta de mi victoria.

El candado se abrió, y lo retiré inmediatamente, colgándomelo abierto del cinturón. Nunca se sabía cuándo algo así podía ser de utilidad, y siempre había tiempo de tirarlo por ahí. Empujé las puertas, pero sólo una de ellas se movió, puesto que la otra estaba anclada al suelo mediante una barra corredera que no merecía la pena soltar. Entré en primer lugar, permaneciendo junto a la puerta mientras Giacomo entraba. Tenía que dejar que mis ojos se acostumbrasen a la oscuridad del interior antes de ponerme a investigar por allí dentro. Por suerte, no parecía que hubiera perros haciendo guardia, y no tenía sentido que hubiera guardias estando el lugar cerrado desde fuera, así que a excepción de algunas ratas que se oían correteando por el lugar, parecía estar vacío.

Inmediatamente, mientras mis ojos se aclimataban, empecé a hacerme una composición del lugar y de los puntos más importantes. Escaleras, un entrepiso donde situar arqueros o similares, un mostrador... Ese parecía un buen lugar donde esconderse y parapetarse, aunque más expuesto que la planta superior sin duda. Podía imaginar a Sandra entrando en el lugar con total desconfianza. ¿Traería a sus mercenarios? Se trataba de un guerrero, un clérigo y... ella hacía magia, ¿no? Serían un trío correoso, y para que se adentrase en el lugar habría que darle una pequeña muestra de confianza, como por ejemplo dejarme ver. Podía asomarme desde el entrepiso superior, o simplemente dejar que oyera mi voz. Al menos, hasta que entrase, ella o ella con sus guardaespaldas. No sería mala idea que alguien atrancase la puerta desde fuera, una vez estuvieran dentro. Por ejemplo, con el candado que colgaba de mi cint...

¿Q-qué? -La acusación de Giacomo me pilló totalmente desprevenida, haciendo que me girase en su dirección bruscamente, con los ojos desmesuradamente abiertos y el corazón palpitando a toda velocidad. ¿Me acusaba de ir a "venderlos"? ¿Hasta ese punto habíamos llegado? De repente, el escenario que me parecía un lugar ideal para tender una trampa a Sandra se convirtió en el escenario en que yo misma estaba atrapada, con todos mis temores haciéndose realidad. Sabía que no era buena idea trabajar con él, pero en el fondo hasta yo quería creer que no llegaría a tanto. Mis ojos buscaron inconscientemente la puerta, pero sabía que el bufón era rápido, más que yo. ¿Qué posibilidades tenía de lograr salir antes de que me alcanzase? Encima me acusaba a mí de ir a apuñalarles por la espalda, llegando  amenazarme de muerte. Se acercó a mí y, cuando trató de tocarme la nariz, di un respingo y salté hacia atrás, llevando mis manos a la vaina y la empuñadura de mi estoque, por la más genuina mezcla de instinto y miedo. Las manos me temblaban, y tenía la garganta seca, tanto que tuve que intentar sin éxito tragar saliva. Pero tanto como miedo sentía rabia, porque aquello de lo que me acusaba era algo que jamás haría, y el hecho de que me creyera capaz formaba parte del problema- N-no soy una "chota". -Afirmé con el ceño fruncido, asumiendo que conocería la jerga o al menos sería perfectamente capaz de entender su significado por el contexto. Yo no era ninguna chivata, eso era despreciable incluso entre la gente de más baja ralea, algo por lo que un ladrón perdía todo el respeto que pudiera tener en las calles- Eso sólo trae enemigos, y la vida ya es bastante peligrosa de por sí. No te veía como a un enemigo... hasta que me has amenazado de muerte. ¿Cómo se supone que tengo que tomarme eso? -Tuve que inspirar profundamente antes de seguir hablando, para tratar de calmarme- Por si se te ha olvidado, mi cabeza tiene el mismo precio que la de todos. Sólo es cuestión de tiempo que Sandra o cualquier otro que quiera cobrar esa recompensa se entere de ello. Tengo tanto interés como tú en solucionar este problema, más incluso. -Mucho más, puesto que cuando se solventase él zarparía lejos de la ciudad- Mi intención, si no me apuñalas antes, es colaborar como el que más para arreglar ésto. Es lo que he estado haciendo, y tengo un gran interés en llegar hasta el final. -Afirmé con convicción, toda la que me permitía el temblor en mis manos- Y cuando todo ésto acabe, dejo El Temido. Está claro que mi lugar está en las calles, y no encerrada en un navío como parte de una tripulación.