Partida Rol por web

Una sonrisa se dibuja bajo el bigote de Mac. Aunque el trabajo no sea muy bueno al menos empiezan con una pequeña paga. Mac se pone en pié junto a Jack y Zed, haciendo de escolta otra vez. Aunque ya no parece que vaya a ser tan necesario.

El mécanico se acerca a Jack y le susurra al oído: Capitán, creo que deberíamos de preguntar más sobre mercancía. Me refiero a saber cómo la han empaquetado y dónde la tienen guardada. No creo que aparezca mágicamente en el área de carga de Sylvana.

Nathan no se ve sorprendido de manera alguna ante la reacción de Reaver, simplemente, le han dado besos mejores y mas subiditos de tono a lo largo de su vida para que eso le impacte demasiado.

Jack imita a su compañero Zed, salvo que él bufa y aparta la botella de sus fosas nasales ofreciéndosela a Mac.

-Buff, esta cargada.

El piloto se acomodó las manos en su cinturón mientras andaban hacia la salida. El capitán observó al mecanico y ladeó la cara para hablar de forma mas disimulada.

-Tal vez, pero ya sabes que no me gusta hacer muchas preguntas: a los clientes les pone nervioso, además, ha dicho que será gratis. Aunque quizá ese tipo entendería la pregunta si fuera por razones tecnicas ¿que opinas? ¿preguntas o nos vamos?

El oriental de la cara cortada escuchó el comentario de la hermosa mujer que uno de sus compañeros sujetaba.

-Llegariamos a un acuerdo si los vuestros se van y nos dejan a Zed aqui.

Se lo piensa.

-Vale, por mi bien... vosotros tenéis lo que queréis y yo me libro de un problema con patas... que os parece?

La verdad es que no le importaría dejar a Zed ahí con esa pandilla de matones orientales. Solo por los problemas que trae, claro...

Creo que voy a preguntar capitán,en estos trabajos hay que asegurarse de hasta qué altura estamos cubiertos de mierda.

Mac se separa de Zed y Jack, volviendo sobre sus pasos para entrar en la sala en la que estaban. Con su tono más educado y ajustándose el sombrero, se dirije a Bill "comadreja". Por supuesto, no le quita la vista de encima al musculado imbécil del guardaespaldas.

Disculpe Bill, pero tengo una última pregunta para usted. Mac se pasa la manos por el bigote, mesándoselo. ¿Podría revisar el empaquetamiento de la carga? Todo es por una cuestión práctica... técnica.

Nos has dicho que son 4 pero no de qué dimensiones. Para ocultar la carga tenemos que transportar otras mercancías más legales, para que no existan sospechas. Pero sin una idea exacta de cómo es la suya, no tengo manera de ocultarla eficientemente. Así que tendría que verla.

Mac hace una pausa, no está nada nervioso. De hecho se divierte al romper estos "protocolos entre hombres sin honor" que son los traficantes. Te darás cuenta de que el beneficio te los llevas tú, pues la carga corre menos riesgo.

Zed tan solo seguía oliendo la bebida mientras Jack y Mac hablaban. Antes de que puede hacer o decir nada, Mac ya esta de vuelta en la sala en donde habían hecho el trato.

- Jack, sabes que a esta gente no le gusta que hagamos preguntas – dice serio mientras aparta un poco la botella de él – y nosotros no tenemos por que hacerlas – añade, tratando de ser bastante claro en lo que quiere decir, aunque sin acotar mas.

Aprieta la botella con fuerza y se lleva un trago a la boca, para luego, casi inmediatamente, escupir casi todo el contenido en el suelo - ¡Argh! - dice con cara de asco, mientras mira la botella, aun con un poco de aquel liquido cayendo por la comisura de sus labios debido a su reacción brusca – Menuda mierda... - agrega mientras se limpia la boca con la manga de su abrigo.

Billy se encontraba de pies, ante su amigo el grande. Se secaba el sudor de la frente con el pañuelo que antes colgaba de su cuello cuando Mac volvió. Billy lo miró unos segundos antes de volver la atención a un libro de registros que acababa de coger en una mano.

-Espero que no esté cuestionando mi palabra.

Advirtió Billy.

-De todos modos, la prudencia es algo que respeto. Puedes pasar, muchachos, acompañadlo.

De una hilera de cajas frente a la mesa donde charlabais y que parecían estar alli almacenadas, salen dos tipos armados con pistolas. Por supuesto, observaban y escuchaban vuestra conversación. Billy no era tan estupido al fin y al cabo, para charlar ante tres contrabandistas con solo un gorila de guardaespaldas.

Mac es acompañado por esos dos hombres hacia el almacén que comunica ese pequeño cuarto donde charlaban los "comerciantes"

Allí habían muchas cajas, casi todas de comida sintetica y bebidas de todo tipo para el bar. Los hombres guian a Mac hacia el cargamento: cuatro cajas, simples, de color grises y presintadas. Nada que identifique de quien es ni nada.

Jack decidió no beber de aquello, ya que Zed, que podía beber hasta alcohol de las heridas sin que le resultara asqueroso, ponía cara de asco y su estomago no era tan fuerte como el del mercenario.

Apoyó la espalda en la pared de la entrada y miró al mercenario, comprendía su punto de vista.

-Si, no debemos. Aun así, la Sylvana no está a su maximo rendimiento y el viaje va ser duro. Prefiero que no haya sorpresas de todos modos ¿trajiste el arma? por si hay problemas.

Inquirió el capitán, entrecerrando los ojos, mirando a su interlocutor.

Mac revisa las cajas sin llegar a abrirlas, no quiere cabrear a los tipos de las pistolas. Tras un par de minutos, vuelve a la sala donde está Bill, pasando a su lado sin detenerse a charlar, sin prestarle atención.

Todo en orden. Es el único gesto que tiene hacia él, junto a una leve inclinación del sombrero.

Mac sale de la sala y se une a Jack y Zed, sonriendo otra vez por debajo del bigote. No parece que haya nada extraño. Son cajas standard sin ningún tipo de sello.

El trabajo no creo que sea muy complicado después de todo.

- Megan..- dice como reprendiendola, eso no le haria ninguna gracia al capitán y ella lo sabía.

- Pero no podriamos llegar a otro acuerdo sin tener que dejar a nadie aqui?? Dinero.. objetos..

Reaver se aferró con todas sus fuerzas a Nathan y le clavó las uñas en la espalda. Se esforzó por meter su lengua en la boca del médico, pero este permaneció totalmente impasible, sin reaccionar en lo más mínimo a su impetuoso avance. Presa de un arrebato de frustración, mordió con fuerza su labio inferior, desgarrando la piel. Se separó del él, empujándolo hacia atrás y se apoderó de uno de sus brazos...

-¿Todo en orden?

Inquirió a Mac, mirándolo, le sorprendió que fuera tan rapido.

-Ya estabamos pensando en entrar armados.

Dijo como una especie de chiste, pero no era mentira al fin y al cabo. Jack apoyó las manos en el cinturón, agarrando la hebilla con ambas manos.

-Entonces regresamos a casa.

Reaver no logra sorprender al Doctor, que ya se encuentra preparado y prevenido de los posibles ataques de la alocada joven pero que pelea ferozmente.

Mac sonríe otra vez ante el comentario del capitán y se pone a su lado.

Regresemos.

Mientras salen de aquel local de mala muerte, Mac no hace más que darle vueltas a lo que va a disfrutar de ese whisky cuando no haya nada que hacer en la sala de máquinas.

- ¿Casa? Si, seguro, volvamos a “casa”– dice en un tono irónico. Realmente para el la Sylvana no es su casa, es solo otro trabajo, otra nave de contrabando en la cual va de un lado a otro del sistema. No se a apegado lo suficiente como para decirle “Casa”, cosa que, por otro lado, jamas recuerda haber tenido.

No dice nada mas, se pone a caminar junto a Mac y Jack, de vuelta a la nave, mientras da otro trago al regalo de Bill, esta vez sin escupir el conteniendo, pero tosiendo luego de tragar aquella bebida – argh... - es lo único que puede decir mientras siente como el alcohol le quema la garganta mientras pasa por ella - ¿Que cosa es esto? - pregunta mientras vuelve a tapar la botella, aun sin poder entender como pueden llamar a eso “bebida”. Y no es que él fuera refinado en esas cosas, ni mucho menos.

Los tres compañeros salen del bar para regresar a la nave, sabiendo que les espera un buen negocio. Pero una sorpresa se alza ante ellos, algo que les hace parar en seco. Son dos bellas mujeres. Aisha y Megan. Tras ellas hay dos hombres, dos orientales, uno tiene un corte en la cara y está desfigurado. Zed los conoce perfectamente, ya que fue él quién le hizo esa marca en el rostro. A ese lo rajó con una botella rota, a otro, al cual no veía ahi, le había sacado un ojo con un palillo chino, y al que estaba tras Aisha le había arrancado las pelotas literalmente.

Ese fue el motivo por el que debieron salir pitando de ese planeta en la otra ocasión. Esa y que se tirara a la hermana del jefe de esos cabrones: Lord Khan. Khan tenía fama de duro y cruel y si bien no era el jefe de aquel pedrusco espacial, si que dominaba bastantes territorios.

-Hooombre, ¿A quién tenemos aqui? Zed Plissken, lǘ rì de

Dijo el tipo de la cara cortada con falsa sorpresa.

Zed sacarina atrás de Mac y Jack mientras sigue mirando la bebida que habían recibido como cortesía, como si intentara saber algo mas de ella, aunque no tiene ninguna etiqueta, cuando algo hace que llame la atención del grupo. No recuerda muy bien a esos tipos, no al menos a primera instancia, pero a medida que se detiene y los observa comienza a recordar algún que otro detalle mas. En todo caso, de dos cosas puede estar seguro: Ya tendrán que abandonar el lugar, y posiblemente no lo hagan de manera tranquila...

- lǘ rì de... – susurra repitiendo las palabras de aquel “viejo conocido”, mientras el rostro de Zed cambia de expresión lentamente. Sus ojos se abren y se dibuja una contrista en su rostro, mezcla de felicidad con incredulidad, como un niño frente a un regalo inesperado, como si no pudiera entender del todo la situación – esto... je... - dice mirando a Jack., para luego volver a girar la cabeza al tipo de la cicatriz – Es que... nunca aprenden, ¿verdad? - Añade al mismo tiempo que con un rápido movimiento lanza la botella de aquella horrible bebida, cortesía de Bill, a la cara del sujeto con la cicatriz. Curioso que nuevamente volviera a tirarle con una botella en el rostro, como si de algo del destino se tratase. No es que sea rencoroso, de hecho, si hubieran mantenido la boca cerrada de seguro Zed les habría ignorado... pero no, tenían que hablar, tenían que darle tan solo una razón para repetir todo aquello.

Se encuentran a los demás fuera del bar... mientras Zed y el chino ese hablan, mira a Jack y con los ojos le indica que hay un tirador en uno de los tejados, para que vayan con cuidado.

Pero de pronto ve como Zed lanza una botella de algún líquido que mejor no saber que es... y encima la lanza cuando ella esta en medio...

Intenta esquivar la botella para que no le de a ella.