Partida Rol por web

A la cuenta de tres el grupo que liderabas empezó a correr por la orilla tomando por sorpresa a los Ventura cía, el gnomo aprovechó la oportunidad para huir, lo que él no sabía es que mientras corría se dirigía directamente a las fauces de Odesyus quien lo esperaba con un grupo de guerreros y cazadores.

Desde tu posición podías ver que los ventura si iban a darles lucha. Mientras tus soldados pelean con varios hombres y goblins, un goblin con una daga te hace frente y salta hacia tí.

De todas formas el golpe del goblin no es lo suficientemente preciso como para hacerte daño.

Doy la orden de avanzar, empezamos a avanzar por la orilla pillando desprevenidos a los Ventura y Cia. El gnomo hizo lo justo lo que sabía que iba a hacer, salir corriendo, junto a varios ventura. Lo mejor fue que cayeron en nuestra trampa y fuero directo a Odesyus y el resto del grupo. 

Sabía que habría algunos Ventura que se girarían y atacarían por lo que me llevé al grueso de los guerreros conmigo. Al desplegar-nos, abarcamos más terreno y nos enfrentamos a ellos. Veo a mis hermanos alejarse, mientras les sigo por detrás controlando la situación y observando. De pronto veo a un pequeño ser verde que viene hacia mí empuñando una daga:-Será uno de esos goblins de los que ha hablado Odesyus.-pienso mientras lo veo correr hacia mí.

Con el Mazo de Guerra apoyado en mi hombro, lo cojo con las dos manos y le golpeo como si de una pelota se tratase.

Tras tu golpe mortal el goblin cae de espaldas muerto antes de tocar el piso, pero no es más que un cadaver verde en la arena. A tu alrededor el asalto combinado de los draeneis con la tripulación del barco logra diezmar las tropas de la Ventura Cía y se empiezan a cerrar sobre el gnomo que tricionó a los humanos.

Yo, yo...

El gnomo empezó a ponerse nervioso cuando para la sorpresa de todos un grupo de nagas empezó a salir de las olas y a cerrarse sobre las tropas draenei.

Los naga sin previo aviso empiezan a disparar sus lanzas en dirección a los sorprendidos draenei.

¡Jai Durga Naga!

La batalla había finalizado en un suspiro, la táctica ideada junto a Odesyus había funcionado a la perfección y habíamos capturado al enano cuando.....

Des del agua empezaban a aparecer esos nagas y nos empezaron a rodear:-¡Odesyus llévate a ese gnomo de aquí, nosotros nos encargamos!-le grito a Odesyus mientras veía a los nagas posicionarse:-Cazadores detrás nuestro y proteged al sacerdote. Guerreros delante. Acabemos con esa escoria escamada! Por los Naruu! Por la Luz!-les grito ordenes a mis hermanos draenei.

Los naga empezaron a cerrarse sobre ustedes cuando los draeneis salen a su ataque, rápidamente empiezas a adelantarte al resto de tu grupo y cargas contra uno de los naga. A tus espaldas escuchas un grito y algo que suena como "Mierda se escapó el gnomo"

Pero al estar luchando no llegas a estar del todo seguro que es lo que quisieron decir.

El naga se mueve lo suficientemente lento como para darte el tiempo de reaccionar, pero con una lanza gigante puede ser demasiado poderoso y peligroso.

Naga y draenei se tranzan en un combate en plena playa, pero parece una pelea de borrachos más que de guerreros curtidos, primero el naga ataca con su lanza y el golpe solamente te roza una de las placas de tu armadura. Tu en cambio tiras un golpe que pasa bastante lejos de la cabeza del naga, probablemente podrías haberlo matado de ese golpe, pero por tu mala puntería el naga sigue vivo y siendo un peligro.

La criatura grita algo en una lengua que no entiendes y vuelve a atacar.

A tu alrededor todo es un cáos y no ves al admirante en ninguna parte, pero seguramente esté por allí.

El naga vuelve a intentar atacarte pero sus golpes no hacen más que rebotar en tu coraza, de todas formas puedes ver como una espada sale de la panza del naga haciendolo morir en el acto. Detrás del naga aparece Odesyus que te acaba de ahorrar un combate cuerpo a cuerpo con una serpiente marina de dos metros de alto.

La mala noticia es que el gnomo se escapó, la buena es que el muerto podrías ser tú y no el naga.

En ese momento escuchan una explosión a lo lejos.

Bienvenidos a Azeroth, un mundo donde las serpientes nos quieren matar, los gnomos apuñalan por la espalda y siempre hay algo divertido para hacer.

Mientras mira por sobre tu hombro una nube de humo negro se empieza a ver a lo lejos.

Eso está demasiado lejos del Exodar, no creo que los tuyos estén en peligro, pero si lo que dijo el profeta de los Elfos de Sangre es verdad. Creo que si seguimos el humo negro los podremos encontrar sin mayores problemas.

El combate con el naga había durado poco tiempo, dado que el Capitán Odesyus ha acabado con él con una estocada por detrás mientras el naga combatía contra mí:-Gracias por la ayuda Capitán. Tendremos otra oportunidad de atrapar a ese gnomo.-le comento expresando mi gratitud a Odesyus.

Mientras hago recuento de efectivos se escucha en la lejanía una explosión terrible, el posterior comentario del capitán humano hace que se dibuje una leve sonrisa en mi rostro:-Me alegra que se lo tome tan bien. por que vamos a ir a investigarlo.-digo casi al mismo tiempo que Odesyus pronuncia sus palabras sobre los elfos de sangre. 

El recuento de efectivos es favorable, todos siguen vivos a pesar de las heridas del combate, la peor parte se la han llevado los guerreros, algunos más heridos que otros, el sacerdote y uno de los cazadores están heridos levemente:-Sacerdote, tú y los cazadores, os llevaréis a los guerreros de vuelta al Exodar e informaréis al  Profeta de nuestro siguiente destino. Odesyus, prepárese nos vamos a investigar ese humo.-termino de decir las órdenes. Acto seguido vuelvo a enfundar mi Mazo de Guerra y me encamino junto a Odesyus hacia el humo negro.

El primero en mirarte es uno de los sacerdotes.

Si señor, haremos eso. No se si el profeta le informó pero al norte se encuentra la Isla Bruma de Sangre. Tenemos un pequeño puesto de avanzada en esa isla, supongo que los draeneis de allí podrán ayudarte.

El sacerdote se gira y empieza a ayudar a caminar a un cazador herido.

Que los naru estén con ustedes, yo llevaré a los heridos de nuevo al Exodar.

A medida que viajan al norte empiezan a ver que la columna de humo es bastante grande, como si los elfos estuvieran talando el bosque y limpiando la zona de una excavación. Pero mientras caminas te sorprendes al escuchar un grito gutural que sale de adentro de una cueva.

Al girarte puedes ver a unas criaturas que peludas armadas con lanzas que te miran a los ojos como suplicando ayuda. El admirante te mira y dice.

Estos seres son Fulborgs, son criaturas pacíficas de los bosques, no se si en tu planeta tendrán de estos, pero aquí tenemos la zona norte llena. Son seres normalmente buenos, aunque son muy susceptibles a la magia demoníaca, estos parecen estar bien aunque nunca había visto a estas criaturas tan asustadas, lo que hay dentro de la cueva debe ser terrorífico para asustarlos así.

Tras despedirnos de los guerreros draenei, junto a Odesyus nos dirigimos hacia el norte. A medida que nos acercamos hacia el humo, éste se hace cada vez más grande. Escuchamos un grito gutural muy potente proveniente de una cueva, cerca de nuestra posición. 

Antes de darme cuenta me encuentro con una mirada de una criatura peluda, suplicando ayuda. Odesyus me comenta que esas criaturas se llaman Fúrbolgs, criaturas pacíficas. Según Odesyus estaban aterradas por algo que había en su cueva:-Tengo una misión clara, combatir a los Elfos de Sangre, pero como Paladín no puedo ignorar el sufrimiento ajeno y tengo el deber moral de prestar ayuda. Os ayudaré.-le intento hacer entender a la criatura que tenía frente a mí.

-Aunque no practique la magia chamanística, sé reconocerla. Estas criaturas, estos Fúrbolgs, son chamanes aparte de guerreros. Entre los nuestros también hay quiénes la practican, Odesyus necesito que vuelvas al Exodar y hables con el Profeta Velen y que envíe a un chamán para ayudar en la tarea.-le comento a Odeysus antes de seguir el camino con los Fúrbolgs y dirigirme hacia su cueva.

El admirante te mira como preguntandote si estás seguro pero rápidamente te sonríe y dice.

Paladines, no importa de que mundo vengan, siempre están acostumbrados a mover tropas, no te preocupes ya iré a buscar a ese chamán que necesitas.

El hombre se giró y desapareció rápidamente de la vista.

Los Fúrbolgs te miran en la ausencia del marino y uno de ellos se dirige hacia tí.

¿Puedes entenderme?

Al ver que si lo entiendes sigue hablando.

Por los comentarios del hombre y como nunca vi a uno de ustedes por aquí supongo que no serás de este mundo, por lo que no se si en tu mundo habrá una criatura como esta. Aquí se llaman Canes de Núcleo, son unas bestias enormes hechas de fuego.

Te mira a los ojos y suspira.

Esto fue mi culpa, cuando la tierra tembló por la caída de tu nave quise pedirle ayuda a los elementos y lo que respondió fue esta criatura, ahora no solo nos echó de nuestros hogares sino que reclamó nuestra cueva.

Suspira y dice.

¿Puedes ayudarnos paladín?

-Haré lo que pueda. He enviado al humano a buscar ayuda.-le contesto al Fúrbolg que se dirige a mí. 

Me acerco a la cueva descrita por los fúrbolgs y me preparo para realizar varias cosas. Desenfundo mi mazo de guerra, lo apoyo en el suelo y me arrodillo frente a él:-Luz Sagrada, protectora de toda vida, concédeme la fuerza necesaria para acabar con el mal que reina en esta cueva.-digo pidiendo bendición a la Luz Sagrada. A continuación, dejo el mazo de guerra y, permaneciendo de rodillas, extiendo mis manos hacia la entrada de la cueva y me concentro, para detectar el número de enemigos malignos que hay en el interior. 

Gracias a tus poderes no logras notar nada, pero la cueva es suficientemente grande y ancha como para que puedas ver una gran parte de la misma de un vistazo. Lo sorprendente de todo esto es que por más que tu concentración falló no había que ser ningún genio para ver cuantos enemigos había dentro de la cueva.

Delante de tí tienes un inmenso can de nucleo que si bien no está atacando a nadie y se limita a descansar, parece haber sido el responsable de que los Fúrbolgs se hayan ido de la cueva. La criatura aún no te detectó, pero por lo que sabes de sus hermanos en Draenor estos seres tienen un buen olfato y no tardaría mucho en darse cuenta de tu presencia.

Desde la entrada de la cueva, los Fúrbolgs te miran preocupados. Incluso su líder te hace señas con las manos para que le prestes atención a la criatura, no es que no llame la atención, sino que es demasiado grande como para ignorarla y los Fúrbolgs parecen muy preocupados por lo que pueda hacer si se enoja.

Me doy cuenta que mi numerito no ha funcionado y como todavía no había vuelto Odesyus con ayuda tendría que enfrentarme a solas contra la criatura.

Veo desde la entrada que se trata de un can del Núcleo:-No me gusta. Son muy duros.-pienso mientras observo a la criatura. Cojo mi mazo de guerra con la mano derecha y lo apoyo sobre el hombro derecho. Empiezo a caminar hacia la cueva, antes de llegar cargo contra la criatura para cogerla desprevenida y asestarle un buen golpe.

Cargas con todas tus fuerzas contra la enorme criatura y le asestas un golpe en una de las piernas. Debido al tamaño de la criatura no te cuesta mucho golpearla en algún lado. Por el otro lado el Can de Nucleo reacciona con una velocidad sorprendente para alguien de su tamaño que no se esperaba ningún ataque.

Las dos cabezas de la criatura gruñen y hacen temblar la cueva pero cuando se intentan cerrar a tu alrededor no sientes más que el ruido de los chasquidos de dientes golpeando contra dientes, al parecer la diferencia de tamaño está jugando una ventaja para tí puesto que en este caso dos cabezas no son mejores que una.

A tus espaldas sientes gritos nerviosos, no logras entender nada pero supones que son los fúrbolgs hablando en su idioma y contemplando la pelea de lejos.

Tengo la suerte de que, aunque el can tenga dos cabezas no le hace más inteligente. Me aprovecho de ello y de mi mayor tamaño para asestar-le un nuevo golpe, esta vez en una cabeza, con la esperanza de atontar-lo o aplastar-la con el impacto.