Partida Rol por web

Teen Wolf - La Nueva Generación

Simones

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29/09/2019, 14:03
Nora Fanning
Sólo para el director

Caminando, terminé llegando a Hill Valley, un pueblo como otro cualquiera para mí, aunque Júpiter dijese que había algo más por allí. Visto un pueblo, visto todos, pensaba, porque al final, la gente era igual en todas partes. No se podía contar con ellos ni tampoco confiar en que te ayudaran cuando lo necesitaras.

Cuando llegué a las puertas de un local, vi un cartel y me acerqué a mirarlo por casualidad. Necesitaban a alguien. Era un bar llamado Simone's y una mujer en sus cuarenta estaba atendiendo en la barra. No había mucho movimiento, lo cual para ser viernes por la noche, no dejaba de ser llamativo.

Me encogí de hombros. Un trabajo era un trabajo, y significaba comida y quizás un techo menos lamentable que el que teníamos, así que abrí la puerta y entré. 

El ambiente era agradable, con una música suave que invitaba a sentarse a tomar algo y dejarse llevar por la tranquilidad del lugar. No era la primera vez que me encontraba un lugar así, pero lo agradecía. Prefería en aquellos momentos algo tranquilo que movido.

Lentamente, me acerqué a la barra, pero me mantuve alejada del hombre con el que estaba hablando la mujer. Cuando me vio y se acercó, le dije para lo que estaba allí.

-Hola, eh... acabo de llegar al pueblo y he visto que necesitan a alguien, así que... bueno, no sé si todavía no está cubierto.

Dios, mira que he hecho veces esto y todavía doy pena, pensé, esperando a ver cuál era su respuesta. Parecía una mujer agradable, era lo único que podía decir de ella, aparte de que era guapa a pesar de su edad. Si al final lograba el trabajo, habría merecido la pena dejar a Júpiter para despejarme porque así, ya tendría a dónde ir por la mañana y también algo que hacer. Quedarme ociosa a ver como mi hermano daba vueltas y vueltas no era agradable.

Por otro lado, yo podía trabajar, él no. Aún era menor de edad. Y por si fuese poco, seguía pensando que el dinero caía de los árboles. Aún era un enano para mí.

Pero yo no me lo podía permitir. Ya fuese por mí misma, o por los dos, debía ganar dinero como fuera.

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29/09/2019, 18:53
Amber Williams

Aquel lugar me gustó nada más entré. Era como meterte en una máquina del tiempo y la verdad es que siempre me habían gustado los lugares así. 

El camarero me habló en cuanto entré y me di cuenta de que alguien tenía que haber ido a trabajar y no había ido, dejándolo un poco colgado. 

- Buenos días. - Era probable que aquella fuera la vez que más me habían hablado al entrar a algún lugar. - Un desayuno estará perfecto. 

Sí, era a lo que había ido y si era lo que había disponible, me servía. 

Me senté con la carta en una de las mesas, sin decidirme aún por algo en concreto, pues la verdad es que a esas horas yo siempre tenía muchísima hambre y aunque el resto del día lo pudiera pasar sin comer, el desayuno era sagrado. 

- ¡Uff! Demasiadas cosas ricas... 

Al final, por elegir algo, me decanté por un clásico, aunque estaba claro que si iba a vivir allí, iba a probar todo lo dulce que había en aquella carta. 

En cuanto el camarero me miró, sentí para que me tomara nota. 

- Un café y un trozo de tarta de chocolate, por favor. 

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05/10/2019, 22:42
Brad

Brad no tardó en atenderte. - Enseguida se lo traigo. - Te dijo con una amplia sonrisa para marcharse rápidamente a la barra. Tal y como te dijo, no tardó demasiado en regresar con el café y el pedazo de tarta de chocolate en una bandeja.

- Café recién molido en la cafetera y el mejor pedazo de tarta que pude partir. - Te guiñó un ojo. - Nueva en el pueblo, ¿verdad? - Te preguntó sin borrar aquella sonrisa de su rostro. - Se nota... las chicas de aquí no son tan valientes como para pedir un pedazo de tarta de chocolate sin compartirlo entre varias. - Te susurró mirando hacia los lados antes de decir nada.

- Disfrute de su desayuno, señorita. - Te dijo acontinuación. Alguien le hizo una seña desde algún lugar y asintió. - Si me disculpa. - Tras esto se fue a atender a un pequeño grupo unas mesas más atrás.

Si te das la vuelta y miras, verás que están pidiendo la cuenta para irse.

La televisión está puesta y sin sonido, con algún canal local, donde están poniendo las noticias del suceso de la noche anterior en el hospital a juzgar por las imágenes que van sacando de vez en cuando. Nada demasiado escabroso para aquellas horas del día donde los críos también están viendo la televisión, pero sí demasiado aburrido para verlo aún sin sonido puesto.

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05/10/2019, 23:26
Martha Simone

La mujer te miró de arriba a abajo. No estabas en tu mejor momento ni con tu mejor ropa, si es que tenías algo mejor que ponerte, puesto que el viaje había sido largo y tu repentina salida de aquella casa donde os alojaríais al menos una noche, también. - Nueva por aquí, ¿verdad? - Te preguntó la mujer antes de decirte nada más, quizás pensándose que decirte.

- Me llamo Martha Simone, soy la dueña del local. - Te dijo tras salirse de la barra y tenderte la mano. - Aún no hemos cubierto la plaza. Puse el cartel hace un par de horas y era la primera que se presenta.  - Te indicó con una agradable sonrisa. Miró hacia los lados, observando a todos los clientes. - Ven, sentémonos.

Con un gesto hizo que la acompañases a una mesa alejada de las demás, pero desde donde ella veía todo el local y a los clientes. Así podía atenderte a ti y a ellos en caso de necesitarlo. - Me da que no has pasado un buen día. Si te parece bien y sin que sirva de precedente alguno, te invito a cenar algo mientras te hago la... entrevista. Si te viene bien hacerla ahora, claro. - La mujer no borró en ningún momento la sonrisa de su rostro y te hablaba con amabilidad. Por un momento llegaste a pensar que te había leído parte de la mente o adivinado tu pasado reciente.

Luego pensaste un poco y te diste cuenta de que los mejores psicólogos, a parte de aquellos que estudiaban para ello, eran precisamente los camareros y ante ti tenías a una veterana de las barras. - Las clases han comenzado y mi hija ha vuelto al instituto y a sus estudios, aquí ya me hacía falta una mano más este verano... pero hasta que no vea que realmente puedo pagar más sueldos, solo cogeré a una persona. - Te explicó con calma. - Lo que lleva a que seré una explotadora y una tirana durante un tiempo. - Te dijo con una sonrisa. - Al menos hasta que vea que las cuentas salen y pueda meter a otra persona más... Pero dime, ¿te preparo algo antes de que cierre la cocina?

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06/10/2019, 09:34
Nora Fanning
Sólo para el director

Me dio vergüenza cuando me recorrió con la mirada. Mis ropas eran viejas y dejaban claro que lo habían pasado tan mal como lo su contenido, es decir, yo. La época de llevar zapatos de tacón Louboutin ya había pasado y ahora llevaba unas simples zapatillas que no solo me recordaban la mierda de vida que llevaba, sino también que a menudo había mucha distancia que recorrer.

Como decía Robert Frost en su poema...

Los bosques son adorables, oscuros y profundos,

pero tengo promesas que cumplir,

y millas que recorrer antes de dormir.

¿Nueva? Evidente, aunque con zapatos viejos.

Pero la mujer se comportaba con formas tan dulces que las que aparentaba. Dio la vuelta a la barra, me estrechó la mano sin hacer mención alguna a mi aspecto y me invitó a sentarme en una mesa.

-Gracias. La verdad es que me vendrá bien descansar un rato -le dije, mientras la seguía para sentarnos. 

Cuando me invitó a cenar, dudé un instante en rechazarla. Maldito orgullo y maldita necesidad. Mi hermano seguramente estaría preguntándose por qué me había ido, dado que seguía sin comprenderme, o quizás se hubiera transformado y se encontrase corriendo por ahí haciendo el lobo. Yo estaba demasiado cansada para protegerlo aquella noche, y la oferta de Martha atravesó mis débiles defensas como si estuvieran hechas de mantequilla.

-Claro, ahora está bien -le respondí ante su pregunta de si podía entrevistarme. Después de todo, para eso estaba allí.

Su oferta de una cena era tentadora, pero negué con la cabeza, al mismo tiempo que le decía a mi estómago que dejase de rugir. Mientras tanto, Martha continuaba analizándome sin que pareciese que lo estaba haciendo. Yo había visto a demasiados psicólogos como para no darme cuenta de ello, aunque no me molestaba. Al menos ella estaba protegiendo su negocio y actuaba con genuina preocupación por mí, una completa desconocida que había entrado en su local pidiendo ayuda a gritos, aunque éstos no los pudiera escuchar casi nadie. Sus palabras sonaban sinceras y para nada ofensivas. Yo necesitaba el trabajo, 

-Me parece justo, señora Simone. Le ayudaré en lo que necesite. Estamos solo mi hermano y yo así que no tengo que responder ante nadie y él no dirá nada porque llegue tarde o me marche temprano. Necesitamos el dinero.

Pero dime, ¿te preparo algo antes de que cierre la cocina?

Su insistencia era también fruto de lo que estaba viendo. ¿Así percibían mi estado los demás? Mi piel estaría pálida, mi cabello, recogido de cualquiera manera, enredado de tal manera que la única forma de devolverlo a su estado anterior era cortarlo completamente, y mis ojos... ojerosos, heridos y agotados.

Qué desastre de fotografía.

Mi estómago volvió a rugir y yo miré a Martha con una sonrisa.

-Pues... ya que insiste, sí, gracias, pero que sea algo sencillo, y no es necesario que me invite, señora Simone. Aún tengo algunas monedas -le dije, metiendo la mano en el bolsillo y sacando mis últimos restos de orgullo del bolsillo para reintegrarme durante unos momentos a la especie humana.

Maldito orgullo, maldita necesidad.

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06/10/2019, 11:34
Amber Williams
Sólo para el director

Pronto tuve delante un café que olía estupendamente bien y que hizo que mi humor mejorara considerablemente sólo con olerlo. Por no decir que el trozo de tarta era más que generoso. 

- ¿Que te apuestas a que me lo como entero?

Nunca había tenido problemas con mi peso. Era más, estaba segura de que si algún día quería engordar sería un verdadero problema pues mi metabolismo quemaba todo lo que llegara a sus manos. Eso sí, no era el primer empacho que me cogía por ponerme hasta la cejas de dulce. 

- Eso haré. Gracias. - Respondí cuando me dijo que disfrutara del desayuno. 

Comencé a desayunar echando un vistazo a la televisión, pero la verdad es que lo que había puesto era un muermo y más sin que tuviera volumen. 

- Debería haberme sacado el e-book. - No se me había ocurrido que pudiera aburrirme mientras desayunaba, pero claro, es que no estaba acostumbrada a salir yo sola a desayunar por ahí. Las ideas de bombero que tenía mi padre... 

Decidí sacar el móvil y hacerme un sudoku. Al menos, así me entretendría un rato mientras me pimplaba la tarta. 

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10/10/2019, 23:36
Brad

- Un desayuno. - Te dijo Brad muy lanzado con una amable sonrisa. - Pero no aquí, que no quiero que mi jefa se enfade. - Te dijo ante tu apuesta y tras guiñarte un ojo atendió a la otra mesa.

Al poco pasó a tu lado antes de ir a la caja a cobrar a los clientes. - Oye, bromeaba con lo de antes. - Te susurró al verte con el sudoku y casi no tocar el desayuno. - Así que, disfrútalo tranquila.

En ese momento la puerta del local se abrió y entró una mujer de unos cuarenta años, con unas ojeras que indicaban que había pasado una mala o buena noche, pero a su vez bastante despierta. - Hola Martha. - Saludó Brad desde el otro lado de la barra. - Creí que hoy vendría a trabajar Diana... al menos hasta que llegases tu dentro de... un par de horas. - Dijo mirando el reloj. - ¿Ha pasado algo? ¿Está bien tu hija? - Dijo dándose cuenta en aquel momento de lo que podía haber pasado, puesto que sabía que Diana había ido a la vigilia de la tarde-noche anterior.

Martha SimoneLa mujer se fue al otro lado de la barra sin decirle nada, simplemente le dedicó una sonrisa y cuando pasó a su lado le acarició el rostro, para ponerse un café tras aquello. - Vale, veo que está bien y tu aún estás adormilada. - Dijo Brad cerrando la caja con las vueltas listas para llevarlas a la mesa

. - En cuanto te tomes el café hablamos, que ya he visto que has quitado el cartel de "se busca personal" de la ventana... ¿Cuanto duró? ¿Tres horas puesto? - Dijo un tanto incómodo mientras que salía de la barra para llevar las vueltas a la mesa correspondiente.

La televisión seguía dando lo mismo y Martha se dedicó a cambiar los canales buscando algo más alegre que aquellas noticias, dejando al final un canal de dibujos animados, donde un pobre coyote se las veía siempre canutas para poder cazar a su almuerzo... un avestrúz demasiado rápido y listo.

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11/10/2019, 00:02
Martha Simone

Tu aspecto le había dejado claro a Martha que no lo estabas pasando bien y su mirada indicaba que quería ayudarte de alguna manera. Era complicado para ella decidirse si contratarte o no, puesto que podías ser un mendigo que está de paso y con tener la caja del día a su alcance... pero quizás el gesto de las monedas que llevabas encima la llegó a lo más hondo.

- Mira, ni para tí ni para mí. - Te respondió con calma. - Tengo varios platos fríos, comandas que saqué mal o que al final no se sirvieron. Son de esta misma noche y suele ser lo que ceno yo antes de irme a casa. No me gusta tirar la comida pero a veces no hay más remedio. ¿Qué te parece si le pego un calentón a todo y lo compartimos? Creo que había una hamburguesa... aunque las patatas fritas las podemos tirar... una ensalada y una pizza pequeña... - Dijo pensativa. - Y esas monedas las reservas para el desayuno de mañana. - Te guiñó un ojo y se levantó de la silla sin esperar respuesta alguna por tu parte.

El hombre de la barra te miraba con atención y te sonrió cuando vuestras miradas se cruzaron durante a penas un segundo, para luego volver su mirada a la televión.

Se metió en la cocina, la cual se notaba que estaba en pleno proceso de limpieza por como se veían las cosas desde fuera. La pudiste ver pasar con los dos platos preparados ya y colocarlos en recipientes que aguantasen el calor del horno, donde los iba a calentar seguramente aprovechando que aún estaba encendido. Al poco volvió con la ensalada a la mesa, un par de platos y cubiertos para las dos. - Lo demás tardará un poco en estar listo, lo he dejado en el horno mientras se va apagando y se enfría. Espero que no te importe compartir la cena así. - Te sonrió. - ¿Qué bebes?

- Y dime, ¿ya tenéis un lugar donde alojaros? - Te preguntó tras regresar con tu bebida y una cola sin cafeína para ella. - No llevo mucho tiempo en Hill Valley, solo desde poco antes del principio del verano, pero por aquí pasa mucha gente y ya sabes que el boca a boca funciona muy bien...

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11/10/2019, 08:25
Nora Fanning
Sólo para el director

Yo no estaba acostumbrada a nada de eso. Martha estaba siendo especialmente amable y no quería parecer desagradecida. Teniendo en cuenta que hacía poco que me encontraba en aquella situación, es decir, lejos de casa, sin dinero y con hambre, me resultaba muy complicado no dejarme llevar por todo lo que sentía.

Pero ella parecía saber perfectamente cómo actuar. Parecía entender que no deseaba ser vista como si estuviera mendigando, y por eso no tardó en actuar de una forma en la que no pude argumentar nada para llevarle la contraria, e incluso se puso en marcha antes de que me diese tiempo a decir nada.

-Ehhhh... vale, de acuerdo -le grité, cuando ya estaba casi en la cocina.

La verdad es que solo por aquel gesto, que parecía me devolvía de nuevo la humanidad que ya apenas recordaba, le estaba agradecida, pero continuaba sintiéndome incómoda en aquella situación. No me gustaba pedir, no me gustaba que me regalasen nada, y tampoco tener que esforzarme para conseguirlo.

Miré de reojo al hombre que estaba en la barra. No me inspiraba confianza, pero supuse que eso no significaba nada. Estaba allí, por lo que debía ser un habitual. Todo el mundo lo sería en un pueblo como aquel, en un pueblo pequeño. Tarde o temprano, cada habitante terminaba pasando por todas partes, sobre todo por una cafetería.

Cuando Martha regresó con la comida, tuve que hacer un enorme esfuerzo por no abalanzarme sobre ella. Estaba hambrienta y todo lo que me puso por delante me pareció tan exquisito como la mejor de las comidas que hubiera podido tomar en el Mirazur de la riviera francesa.

-Gracias. Esto... un poco de agua será suficiente, gracias -le dije, controlando mis acciones para no parecer tan desesperada... como seguramente parecía. 

Cuando regresó, ambas empezamos a comer en silencio, yo forzándome a masticar mucho la comida para no acabar con ella en dos segundos y ella mirándome por encima de los cubiertos, mientras yo fingía que no me daba cuenta. Me gustaba, me caía bien, sobre todo porque me estaba ayudando cuando nadie más lo hacía. Una punzada de culpabilidad amenazó con asomar en mi interior, por estar allí, comiendo, mientras mi hermano permanecía en la casa, solo, pero la eché a patadas de regreso al pozo del que venía. Después de todo, si me encontraba en aquella situación era precisamente por su culpa, así que me merecía aquel breve momento de tranquilidad; viajaba con él, trabajaba para él, así que no iba a sentirme mal por comer y llenar mi estómago sin él.

A la porra.

- Y dime, ¿ya tenéis un lugar donde alojaros? No llevo mucho tiempo en Hill Valley, solo desde poco antes del principio del verano, pero por aquí pasa mucha gente y ya sabes que el boca a boca funciona muy bien...

-Pues -empecé a decir, terminando de tragar con dificultad todo lo que me había metido en la boca -... encontramos una casa abandonada no muy lejos de aquí. No está en muy buenas condiciones, pero al menos tiene agua y un par de camas. En cuanto tengamos algo de dinero, podremos alquilarnos algo mejor.

Miré a Martha directamente a los ojos, intentando adelantarme a lo que pudiera pensar de nosotros. Si era como estaba pareciendo, no se sentiría bien por lo que le acababa de contar.

-Estaremos bien. Solo necesitamos un lugar para dormir y estoy segura de que en poco tiempo, podremos irnos a un sitio mejor -le dije, para que se quedara más tranquila. Era como estar hablándole a mi madre. Bueno, no a mi madre, porque ella solo parecía estresarse cuando le cambiaban la cita de la peluquería o el spa, pero en fin, a una madre de verdad. 

-Llevamos algún tiempo dando vueltas y estamos acostumbrados, así que no hay problema -continué diciéndole -. Solo necesito un trabajo para poder reunir algo de dinero e ir mejorando. 

Entonces me sentí culpable. Parecía que la estaba colocando en un compromiso para que me contratase y yo había desarrollado sentimiento de culpa.

-Oiga, señora Simone. Si al final prefiere contratar a otra persona, no se preocupe, de verdad. Estoy segura de que encontraré algo en otro lugar. Le agradezco mucho todo lo que está haciendo por mí. Yo...

Y no pude decir nada más, porque en realidad, en aquel preciso instante, me habría echado a llorar en sus brazos, así que agaché la cabeza y seguí comiendo hasta acabármelo todo.

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12/10/2019, 15:58
Amber Williams
Sólo para el director

No le había dicho lo de la apuesta como para que pudiera aceptarla, pero bueno, cuando me respondió aquello me encogí de hombros. 

- Bien. Dalo por perdido. - Bromeé. 

Después no entendí muy bien por qué me decía eso de que bromeaba con lo de antes, pero no le respondí. 

- Este tío es un poco rarito ¿no? - Pensé sin responderle nada más. Eso sí, mientras seguía con el sudoku iba dando buena cuenta del desayuno, ya que desde que me había levantado hasta que había llegado allí había pasado bastante y claramente, mi hambre se había incrementado. 

Sin querer escuché la conversación del camarero y de su jefa, pero en realidad, a mí me daba igual todo lo que estaban diciendo, por lo que me esforcé en no hacer caso. Sus vidas privadas eran cosa suya. 

- Lo mejor será que termine y me marche de aquí. 

Cerré el juego y me centré en el desayuno. No estaba demasiado cómoda escuchando ese tipo de conversaciones y bueno, tampoco es que pudiera hacer mucho más mientras me tomaba el desayuno. 

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17/10/2019, 21:59
Martha Simone

- Tranquila. - Te respondió Martha con una leve sonrisa melancólica. - Todos tenemos un pasado y algunos también hemos huído de él. Hill Valley es un bonito lugar donde empezar de cero, como hice yo. - Te guiñó un ojo mientras comía algo de aquella ensalada. - Algunas veces solo necesitamos una oportunidad para lograrlo. - Te dijo con una cálida sonrisa.

En ese momento el hombre de la barra os interrumpió disculpándose por adelantado, acercándose a ambas y agachándose a vuestro lado. - Martha, señorita... - Os sonrió a las dos. - Tenga, supongo que esto cubrirá mi cena y si no las molesta, el postre de ambas. - Le entregó a Martha un billete de 20 dólares en la mano. - Lo demás para el bote, como siempre. - Guiñó un ojo a Martha. - Hace una noche estupenda para pasear y no me la quiero perder. Buen provecho y nos vemos.

Tras esto, el hombre se dió la vuelta ante la atónita mirada de Martha hacia el billete y al hombre, que salió por la puerta dejando atrás el tintineo de la campana que colgaba sobre la misma y avisaba de la apertura por si no había nadie atenta a ella. Para cuando Martha se puso en pie, el hombre se había ido. Entonces te miró. - Es... raro... - Te dijo mirándote a los ojos para luego mirar el billete, comprobando que era auténtico. - Es la primera vez que le veo aquí...

Martha se quedó pensativa durante un rato. - ¿Ves a lo que me refiero? Hay de todo en Hill Valley. - Rió mirando hacia la puerta y bebiendo un trago de su refresco.

- Antes de decidirme si contratarte o no... tendrás que pasar una prueba. Me gustaría ver que tal te desenvuelves con la gente y demás. No solo tendrías que hacer de camarera, sino que también nos toca limpiar e incluso cocinar, pero eso te lo podemos ir enseñando. Ser sociable y tener don de gentes, es otra cosa... ¿Te atreverías a venir mañana a eso de las... doce de la mañana para que te enseñe algunas cosas y veamos que tal se te da? Tendrás que traerte un pantalón cómodo al igual que el calzado. Yo te dejaré un polo y un delantal y te pagaré ese tiempo de prueba, claro. En caso de que lo superes, tendrás tu propio uniforme y tu puesto en el Simone's. - Te guiñó el ojo ilusionada. Algo había visto en ti que le gustaba, aunque no sabía el que. Quizás toda aquella sinceridad con la cual la hablaste. - ¿Qué te parece?

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17/10/2019, 22:40
Tommy Rolland

Mientras terminabas tu desayuno, tres chicos de tu edad entraron en el local. Por la forma de hablar se veía que eran muy buenos amigos. El chico con el gesto quizás más serio de los tres, cojeaba, mientras que el de los ojos azules tenía pinta de querer comerse el mundo y el tercero, de piel azabache disfrutaba metiéndose con ambos.

- Tíos, tengo tanta hambre que me comería el local entero. - Dijo con una amplia sonrisa, casi sin mirar por donde iba. - No sabéis lo mala que es la comida del hospital, más aún cuando es solamente suero. - Rió divertido.

Gus Montgomery  - Vamos Tommy. Deja de exagerar. - Le respondió su amigo con tono serio.- Ayer te morías, literalmente de cáncer y ahora... más sano que una lechuga. Aún no me puedo creer que no nos lo contases hasta hoy... - Le reprochó mientras caminaba a su lado cojeando. - Y ya veré a Shyl y a Jay y hablaré con ellos... sobretodo con ella. - Parecía bastante molesto con enterarse de aquello "depués" de que ocurriese todo.

Jordan Mathews- ¡Oh! ¡Vamos Gus! - Exclamó el tercer chico. - Mírale. Es como si hubiese ocurrido un milagro... ¡San Tommy el Triunfador! - Bromeó con una sonrisa en su rostro. - Tío, en serio. ¿Estabas terminal? Te vimos malo en clase y eso, bastante malo, pero... joder...

- Sí... los médicos no se explican que pasó. Ha remitido de golpe. Aún sigue ahí pero... estuve con quimio todo el verano sabiendo que no pasaría de los seis meses y mirarme. - Respondió el chico sonriendo, sentándose los tres en la mesa cercana a la tuya. El joven de ojos azules te miró y te sonrió cálidamente, antes de seguir hablando con sus amigos. - Solo lo sabía Shyl... se enteró sin querer... y Jay se enteró esta mañana. - El joven te volvió a mirar de reojo y sus amigos se dieron cuenta enseguida.

- O vamos, Tommy. Acabas de salir del hospital, de decirnos que te quedaban tres meses de vida hasta hace unas horas y... ¿te vas a poner a ligar? - Le recriminó el chico de la piel oscura como el ébano en voz alta, algo que hizo sonrojar al joven y apartar la mirada hacia el suelo.

- ¿Sabéis algo de ellos? ¿De Diana y Jay? - Preguntó el chico algo cortado tras la reacción de su amigo y esta vez no se atrevió ni a mirarte. - Bueno, Shyl dijo que vendría, pero no doy con Jay y... se que estaba con Diana y Melissa, ya sabéis "la bruja" y algunos de clase nuevos... - Sus ojos, de manera inconsciente, se volvieron hacia ti nuevamente, ahora que se sentía más seguro hablando de otra cosa que no fuese tú.

Brad no tardó en asomar a la mesa y atenderles, tomando nota de lo que pedían. Al estar cerrada la cocina aún, Tommy decidió pedir. - Lo mismo que está tomando ella. Tiene muy buena pinta. - Le dijo a Brad con una sonrisa para luego mirarte con una amplia y feliz sonrisa en el rostro. Se le notaba lleno de vida y sobretodo feliz.

Instantes después, escuchaste la campilla de la puerta anunciando otra entrada en el local. Otro chico de más o menos tu edad entró en el mismo, caminaba pensativo. Por la forma de moverse, parecía ser algún lugareño más que iba a desayunar.

Notas de juego

Bueno, te dejo uno de los "milagros" ocurridos en Hill Valley en estos días. No todo son desgracias ;)

Marca a John cuando escribas.

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17/10/2019, 23:31
Narrador

Entraste en el Simone's después de tu paseo por el hospital. El ambiente era el habitual, aunque con menos gente de la que quizás solía haber un sábado a aquellas horas. Brad, el camarero, estaba en la barra con sus quehaceres. Martha, la dueña, en la mesa en el rincón que solía ser de "ellos", tomándose un tanque de café y con cara de cansada.

Algunas personas ocupaban las mesas del fondo, como tres conocidos tuyos del instituto:

Tommy Rolland Tommy Rolland: Es uno de los chicos guapos del instituto, y ha tenido varias relaciones medio serias. Bastante tradicional, no le van los rollos pasajeros. Sus amigos bromean diciendo que es "carne de novia", ya que nunca se lía con ninguna chica sin salir en serio con ella. De hecho, Trish se unió al grupo precisamente por empezar a salir con él y, aunque unos meses más tarde rompieron, ha permanecido como una amiga más. No está en clubes deportivos, ya que tiene que ayudar a sus padres en la granja, pero sí que sale de vez en cuando cuando no hay mucho trabajo, y nunca falla en los planes del fin de semana. De hecho, suele ayudar a Jayden a organizar sus fiestas.

Gus MontgomeryAugust "Gus" Montgomery: El chico con más contactos de todo Hill Valley, y posiblemente el que más se acerque a la postura de Jayden acerca de la popularidad, aunque no está dispuesto a discutir por ello. Se relaciona con todo el mundo, ya que se dedica a trapichear con casi todo. ¿Quieres un equipo de música para tu coche? Él te lo consigue a buen precio. ¿Suplementos vitamínicos para los deportistas, alcohol de importación para las fiestas, una edición concreta de cierto libro descatalogado? Si no es algo ilegal, te consigue lo que quieras. Hay quien rumorea que también trafica con drogas, pero lo niega incluso ante quienes tienen más confianza con él.

Jordan MathewsJordan Matthews: El gran deportista. Desde que llegó al instituto, ha pasado por todos los clubes y equipos deportivos, destacando en casi todas las modalidades. Finalmente, decidió quedarse en el equipo de baloncesto, con la esperanza de lograr una beca deportiva para una buena universidad. También entrena boxeo en sus ratos libres, y no es raro verle corriendo por los caminos forestales. Rinde un absoluto culto a su cuerpo, no fuma ni bebe, y cuando sale de fiesta no suele marcharse muy tarde a casa, aunque le encanta bailar. Tiene bastante éxito con las chicas, aunque no ha mantenido nunca ninguna relación seria.

Los tres hablan divertidos en su mesa, junto a de la de una joven que no te suena de nada y a la que Tommy parece no quitarla el ojo de encima. Parece que está terminado de desayunar mientras que ellos acaban de ser atendidos por Brad.

Habías oído rumores de que Tommy estaba muy enfermo, incluso se llegó a decir que se moría, pero el chico estaba feliz y verdaderamente cargado de vida allí sentado, disfrutando de la compañía de sus amigos, aunque en aquel grupo faltaban unos cuantos, como Jay, uno de los millorarios del lugar, Shyl, la ex chica de Jay, Trish, la arpía del grupo, ex de Tommy y quien llevaba el periódico del instituto y la pareja de moda: Fred, el mejor deportista del instituto y capitán del equipo de baloncesto y su novia Mandy, líder de las animadoras y tan malvada como hermosa.

Sabías que a Fred le habían expulsado del instituto por golpear con violencia a una alumna con un balón de baloncesto en la cabeza, acabando esta inconsciente. La joven en concreto se trataba de aquella que todos se mofaban de ella desde pequeña y de llamarla "la loca" pasó a ser "la bruja".

Notas de juego

Puedes marcar a Amber W. en tu siguiente post. Si quieres más datos sobre los otros NPCs mencionados, me lo dices y te los paso ;)

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18/10/2019, 08:41
Nora Fanning
Sólo para el director

Martha... la señora Simone, parecía conmovida, algo a lo que no estaba a costumbrada y que me irritaba ligeramente, no por ella, sino por mostrarme tan frágil delante de alguien y además, obligarme a pedir ayuda. ME sentía como una maldita vagabunda, pidiendo unas monedas para continuar adelante un día más.

Pero lo cierto es que me sentía bien a su lado y necesitaba a alguien que me comprendiese. Al comentarme que ella tampoco era de allí, sino que había llegado y empezado de cero, pensé que quizás fuese por eso, porque ella había pasado por algo similar y entendía mi situación... mejor incluso que yo misma.

-U-usted... ¿tampoco es de aquí? Supongo que sí, que eso es justo lo que necesito, aunque... en mi caso, creo que es un poco más complicado. Hay... bueno, es más complicado.

Ella no tendría un hermano que se transformaba en lobo y merodeaba por ahí cual animal salvaje; ella no tenía que limpiar el desastre que causara, ni huir para evitar que nos encontraran.

Ella podía quedarse allí sin miedo alguno. Yo... no estaba tan segura de poder hacer eso.

El hombre de la barra interrumpió entonces nuestra conversación. Era agradable y educado, y sin saber por qué motivo, pagó el postre de ambas y dejó el resto como propina. Ambas nos miramos igual de sorprendidas, pero yo doblemente, porque Martha no parecía conocerlo, si bien aquel hombre se comportaba como si fuese un habitual.

-A-a lo mejor ha venido más veces, solo que no se ha fijado en él. Es muy agradable.

No sabía si habría de todo por allí, tal y como ella afirmaba, pero por el momento, tenía que reconocer que lo que llevaba visto era bueno y merecía la pena. De todos los lugares en los que habíamos estado, aquel era el que más me gustaba, el único en el cual me estaba sintiendo cómoda y con cierto grado de confianza sobre mis posibilidades de llevar de nuevo una vida aparentemente normal.

Pero finalmente, Martha decidió volver al asunto de mi contratación. ¿Una prueba? Eso me daba lo mismo. Cocinar, limpiar, servir, aguantar palmadas en el culo... esas cosas no me resultaban ya extrañas y podía con ellas hasta dormida.

-Me parece justo. Estaré aquí mañana a las doce. Muchas gracias por darme una oportunidad... por la cena... -miré entonces los platos y a ella -... y por los ánimos. Ahora creo que debería regresar con mi hermano.

Me limpié la boca, me puse en pie e intenté sonreír. Sabía que mis ojos estarían ligeramente enrojecidos, porque a pesar de no haber llorado, sí que había estado a punto. Ella también entendería eso. Entre ambas, parecía existir algún tipo de conexión... o quizás fuese solo cosa mía por haberse portado bien conmigo.

Solamente sentí que debía hacer una cosa más antes de marcharme. Di la vuelta a la mesa, me agaché y le di un beso en la mejilla. ¿Exceso de confianza? Yo ya besaba a mis amigas de compras antes de morrearme por primera vez. Pero aquel beso, era mucho más que eso. No era hipocresía, ni estaba diciendo "qué guapa vienes" o "me gustan tus zapatos". Era una sencilla muestra de agradecimiento.

-Gracias... por todo. Hasta mañana -me despedí, marchándome rápidamente, antes de avergonzarme delante de ella por haberme comportado como una niña de seis años.

Pero es que así era como me sentía. Como una niña de seis años que se hubiese perdido en el centro comercial y hubiera encontrado de nuevo a su madre.

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18/10/2019, 10:02
Amber Williams

Yo estaba desayunando con ganas de irme de allí, pues momentos antes me había sentido algo incómoda, cuando entraron tres chicos a la cafetería. Parecía que tendrían mi edad más o menos. 

Claro que su conversación sí que no me pasaba desapercibida. 

- ¿Cómo se cura alguien de un cáncer de un día para otro? - Eso era totalmente imposible y lo único que se me ocurría era que le hubieran dado un diagnóstico erróneo o le hubieran puesto su nombre a las pruebas de otra persona. - Sí, eso tuvo que ser. 

Por lo que parecía, sus amigos sí que creían que había tenido cáncer y decían que era un milagro. 

- Eso es lo malo de ser tan creyente, que si son cosas malas es la vida y si son cosas buenas, un milagro. - Pensé escuchándoles hablar. 

El chico de los ojos azules me pilló observándoles y me sonrió, a lo que respondí con una sonrisa de que me habían pillado y luego bajé la vista a mi desayuno. 

- ¡Vaya! ¡Qué palo! - Pensé. 

La verdad es que el chico era muy guapo. 

Claro que cuando el otro chico dijo aquello de ponerse a ligar en alto, me sonrojé sin poder evitarlo. 

- ¡Será cabrito! - Pensé con un poco de mala leche. 

Eso sí, intenté no mirarlos más. Ya era bastante embarazosa haber entrado en aquella conversación de esa manera. 

Al escuchar una mención hacia mi desayuno, tuve que volver a mirarlo, pero luego volví a centrarme en desayunar. 

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19/10/2019, 08:42
John Collins

Al entrar en Simone's después del paseo por el pueblo tenía la certeza de que había un lío tremendo que estaría sacudiéndolo todo de no ser por el carácter tranquilo de la gente de Hill Valley. Tras el tiroteo en el hospital las cosas seguían en calma y al llegar a este, uno de sus locales favoritos, parecía un día normal como cualquier otro.

- Hey, chicos.

Conocía a los tres y había sido buen colega hasta hacía relativamente poco. Se acercó para estrechar sus manos, era bueno encontrarse con amigos con los que había tenido algunos buenos momentos.

- Me alegro de veros por aquí. Tommy, te veo genial.

En sus caras no veía preocupación ni tristeza así que imaginaba que los demás que componían aquél grupo no tuvieron problemas.

Se fijó en aquella chica cuyo rostro no le sonaba de nada. Se la veía un tanto fuera de lugar y como John tenía que acercarse a la barra a pedir un sandwich, aprovechó para sentarse cerca.

- Buenos días, yo me llamo John. ¿Qué tal va todo? Es la primera vez que te veo aquí, este es uno de los mejores sitios de Hill Valley.

Preguntó mientras llamaba la atención de Martha para hacer su pedido, quizás descubriría si la chica nueva había llegado hoy por algún motivo especial. John llevaba una sudadera y vaqueros, había optado esa mañana por ropa muy cómoda por el hecho de haber salido corriendo de su estudio a evaluar lo que estaba pasando en las callas.

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19/10/2019, 13:53
Amber Williams

Me sorprendió que aquel chico me hablara así sin más, pero entonces me recordé que aquello era un sitio muy pequeño y que sería fácil reconocer a los que no eran de allí. Seguramente, no sería la última vez que tendría que enfrentarme a la curiosidad de nadie preguntando sobre cómo había acabado allí. 

- Yo Amber. - Respondí sonriendo ante sus palabras. 

Al escuchar aquello sobre cómo iba todo me encogí de hombros, pues había tenido días mejores, pero tampoco le iba a contar todos mis problemas al primero que conocía en una cafetería mientras desayunaba. 

- La tarta de chocolate desde luego es lo mejor que he comido en mucho tiempo. - Sí, mi vena dulce estaba hablando por mí. - Es normal que no me hayas visto. Llevo como dos días aquí y aún no había salido. Me acabo de mudar. 

Y hoy había salido porque mi padre me había dejado sin desayuno sólo para que tuviera que hacerlo, sino sería el tercer día de reclusión voluntaria. 

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20/10/2019, 15:48
John Collins

Miró a Amber, dedicando una suave sonrisa, atendiendo luego al plato de la tarta de chocolate para asentir. Aquél postre era de lo mejor de allí, Simone's tenía todo lo que un adolescente con hambre pudiera desear y justo a él le gustaba venir a éste sitio de vez en cuando cuando le pasaban cosas como lo de hoy. John había salido de su estudio a toda prisa y apenas desayunó, las noticias de lo sucedido anoche habían sido tan caóticas que había salido a enterarse por su propia cuenta, ahora tocaba hacer algo así como una pausa pues ya estaba algo mejor ubicado en los acontecimientos.

- Un placer conocerte, Amber, espero que te guste nuestro pueblo. Normalmente es un lugar muy tranquilo.

Seguramente la joven ya se había enterado de toda la locura que sucedió anoche, no era la mejor carta de presentación hacia una recién llegada.

- Si te puedo ayudar en cualquier cosa... me he quedado sin planes tras todo el lío. Te puedo enseñar el pueblo, o invitarte a algo, o presentarte a gente.

Hizo un gesto hacia atrás por si le interesaba conocer a los otros chicos.

- Aparte de Simone's, otros sitios interesantes son el instituto, sobre todo las pistas deportivas. Aquí el deporte es lo que más pasiones mueve, un montón de estudiantes estamos en algún equipo. Eso y las fiestas que a veces se montan, aunque me parece que va a pasar una temporada sin ellas.

Explicó cuando en ese momento recibía su sandwich junto con un zumo, no tardó en dar un primer bocado.

 

 

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20/10/2019, 20:54
Jordan Mathews

Los chicos enseguida saludaron a John y se alegraron de verle. Tommy le sonrió y le guiñó un ojo sin decirle nada más.

- No fuiste a clase estos días. Te pusieron en la nuestra... - Le informó Jordan. - Aunque no te perdiste mucho, salvo el acto de Fred dejando inconsciente de un balonazo a Melissa Von Braun y que parece que metieron a todos los nuevos de este curso en nuestra clase.

» El director no se cortó nada y le ha expulsado del instituto una semana y parece que también dejará de ser el capitán del equipo de baloncesto. - Añadió con respecto a Fred. Tras ponerte al día con aquellas pequeñas cosas, los chicos se despidieron de John e hicieron su pedido al camarero.

Para Jordan no pasó desapercibida la actitud de John con la chica nueva. - Has perdido tu toque este verano, Tommy. - Comentó a su amigo cuando vio como John y Amber comenzaban a hablar. - Tanta sonrisita y te han levantado a la chica. - Tommy se sonrojó y negó con la cabeza dibujando una sonrisa en su rostro y le lanzó una bola de papel hecha con un par de servilletas a Jordan.

- "Cierra el pico, Jordan" .- Le respondió sin perder la sonrisa y los tres chicos siguieron hablando de lo suyo, aunque Tommy de vez en cuando volvía a mirar a Amber de soslayo.

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21/10/2019, 10:53
Amber Williams

Ese "normalmente" que me dijo me hizo pensar que tenía algo que ver con las imágenes sin sonido que había visto momentos antes en la tele, pero como no conocía a nadie ni había hablado con nadie que no fuera mi padre, estaba claro que no me había enterado de nada. 

- ¿Y ahora no es tranquilo? ¿Ha pasado algo? 

Sí, imaginaba que me pondría cara de "de dónde has salido tú" antes de responderme, pero verdaderamente no tenía ni idea de qué me estaba hablando. 

- Pues estaría bien ir conociendo algo o a alguien. - Respondí un poco animada, porque la verdad es que llegar a un sitio nuevo era una mierda y bueno, aún no sabía qué tal llevaban lo de la gente de fuera en un sitio tan pequeño como aquel y eso era algo que verdaderamente me llevaba preocupando desde antes de mudarnos. 

Al escuchar lo del instituto sonreí, pues eso estaba bien. 

- ¿Tenéis equipo de atletismo? 

Sí, aquello era algo que me gustaba y aunque aún no había salido a correr ya lo echaba de menos. El cabreo que tenía por la mudanza se iba disipando poco a poco, aunque bueno, a mi padre le iba a costar un poco más contentarme. 

No me pasó inadvertido el hecho de que el chico de los ojos azules me miraba de vez en cuando y claramente, yo levantaba la vista para mirarlo a veces. Era un chico demasiado guapo como para ignorarlo.