Partida Rol por web

"Si se siente en peligro o su hija está en peligro... Volverá para pedirnos ayuda, lo hizo una vez. Sería interesante que pudieseis interceptarla antes de que llegue aquí, si le arrebatásemos a la maldita cría antes... Las cosas serían más fáciles para nosotros. Pero no te preocupes, la Aguja será nuestra otra vez, mi señor"

Por fin conozco a Proctor. Ya empezaba a pensar que era un holograma de verdad. Y es el segundo que menciona lo del medallón y Michael. Esto empieza a mosquearme. Michael no se debe de haber dado cuenta. Lo que me gusta de él es su sensación de transmitir tranquilidad y calma, su carácter gentil, su sentido de la responsabilidad… No encaja con el perfil de alguien que sabotearía una misión. Además, ¿por qué? Es uno de “los nuestros”, ¿no? Ha sufrido sudor y sangre para ayudarnos en esta misión. No… No, no puede ser. Todo tiene una explicación lógica. Eso es. No voy a sacar una conclusión precipitada.

¿O sí? Adrien tampoco me encajaba con la Sombra y cuando lo confesó casi me da algo.

No comento nada al respecto para no darle importancia, pero es algo que averiguaré personalmente. Por suerte o por oportuna decisión, Wondra le interrumpe para que Proctor no haga sus propias elucubraciones y que no me vuelva loca con demasiada información.

“Michael no, joder…Se habrá despistado… Eso es todo…”

Las palabras de Wondra me sacan de mis agonizantes pensamientos y asiento:

-Como dije al principio, no me gustan los bandos. Hago lo que está correcto. En este caso, lo correcto es ayudaros a vosotros. Por el bien de mi hija y el de todos nosotros.

Y al nombrarla, de nuevo una escalofriante sensación me sube por la espalda. No me siento bien dejándola lejos de mí. Pero correrá menos peligro.

-Sin duda es una gran ayuda quedaros aquí fuera esperando a que salgan de esa trampa mortal –digo un poco mosqueada. No por ellos, sino por todo lo que en mi cabeza empieza a darle vueltas. Resoplo. He de reservar este mosqueo por si me encuentro a algún Eraser que me aniquile con la mirada o a ese capullo pútrido de Richard. Uf, como le encuentre…- Lo siento, estoy nerviosa. Volveré con ellos.

Me tomo mi tiempo para concentrarme y alejar de mi cabeza todo lo que la enturbia.

Espero no llegar tarde.

- Si ese telépata es tan poderoso como decís podrá ver que lo que le digo es verdad, que la aguja no esta aquí y que desconocemos su paradero. Guardó silencio meditando, dejando así a Betina acabar de exponer cuanto sabía.

- No  es necesario que me acompañe nadie mas, salvo una pequeña comitiva de Krisa para dejar clara mi posición como tu hijo.  Lo último que desearía es que se vieran amenazados si me ven aparecer rodeado de Mithos. Vadik no tenía claro que ese par atendieran a razones, pero no quería poner en peligro ni a sus hermanastros ni a sus amigos. Y menos a su amada de la que se alegraba que no estuviera presente, demasiado ocupada en la enfermeria en esos momentos.

Se excusó despidiendose de su madre la Reina antes de retirarse de su presencía con gesto serio. En cuanto llegó al corredor ordenó a un par de guardias que le acompañaran y que informaran al General Grimm que se iban a reunir con los enviados de la Sombra por si quería acompañarle en dicha reunión.

Tras colocar el último vendaje me acerqué a la tina de agua y me lavé las manos, quitándome cualquier resto de sangre que pudiese tener. Mi mirada estaba completamente perdida en ese líquido cobrizo que desaparecía con la mezcla del agua limpia que caía, finalmente solté un suspiro de pesar y me giré intentando sonreír, aunque me costaba hacerlo al saber cómo estaban realmente las cosas.

Con un suave movimiento alcé una palangana de agua con un paño limpio y me acerqué a Adrien.- Yen, puedes ir a descansar, yo estaré con él, no te preocupes.-Mi voz salió apagada, pero como le había dicho a él y a los demás... Adrien necesitaba pasar por quirófano sí o sí y yo no tenía los medios necesarios para hacerlo, eso me entristecía, no quería que él se fuese también. 

En mi garganta apareció un nudo que me impidió tragar durante unos minutos, una oleada de imágenes de lo ocurrido con Gabriel me golpeó de tal manera que no pude más que reprimir las lágrimas y aguantar el dolor que martillaba mi pecho con fuerza. "No debes encerrarte en el pasado, Evolet" Con la mirada bajada hundí el paño en el agua fría y después lo escurrí con lentitud hasta que la última gota cayó, tras eso se lo coloqué en la frente a Adrien. Los antibióticos tenían que hacer su efecto, pero debía mantener su temperatura estable e incluso reducírsela un poco para que no se disparase de nuevo.- Tranquilo, Adrien... Estoy aquí.-Sabía que no me respondería, pero también sabía que él me escucharía y una voz familiar estaba segura de que le ayudaría a calmarse.- Todo está bien, relájate... Debes descansar, yo me quedaré contigo, te lo prometo.-Tras dejar el paño en su frente busqué una silla y me senté junto a él, tomándole la mano con suavidad.- Yo estoy aquí...

Escucho con calma las palabras de Vadik y me planteo por unos momentos... ¿realmente quiero ir? , o mas importante , ¿realmente debo ir?. No dejo de ser parte interesada , aunque es cierto que estos últimos días no me he sentido parte del consejo precisamente , y esa afiliación es algo que tendré que analizar. Empiezo a estar harto de luchas y de perder amigos.

- Te acompañare Vadik. y esperemos que podamos acabar con esto sin que haya mas daños.

Escucho el relato de Betina incorporandome y viendo que cada hueso y cada musculo esta en su sitio. Al oir que ese Penitencia es un poderoso telepata que puede controlar la voluntad pienso en que seria delicioso poder usar mis poderes a distancia. No niego que eso de necesitar el contacto me esta resultando algo molesto ya.

Sería genial poder controlar a un controlador, manejar al marionetista y hacer que su amigo el mago solo quiera que eso de desaparecer no sea solo un juego de magia de salon.

-Tal vez sea de utilidad que yo les salude personalmente, ¿No?- de nuevo ese brillo de ojos denota que algo patina en mi mente.

Shell se despide de uno de sus hermanos y se va con el otro al encuentro de la comitiva de La Sombra junto a Michael y cuatro Krisha de guardaespaldas, aunque esos pequeños hombre-rata no parecen la mejor línea de defensa, se les ve armados y dispuestos. 

A los diez minutos de aquello, Yen y Whitney están en la entrada del Palacio de la Niña Madre cuando la ven acercarse. Viene escoltada por dos hombres-rata que nada más verla aparecer de nuevo en su habitación le dijeron que todo el mundo andaba buscándola. Le explicaron que ya no había combate pero que había habido algunas bajas. Esas palabras se clavan en la conciencia de Marcy por haberse ido así y le hacen acelerar sus pasos hasta dar con sus dos compañeros. 

Al ver a Whitney se tranquiliza. La Eraser que la ayudó y que estuvo a punto de matarla luego sigue pareciendo humana. Se le nota en sus ojos llorosos. Algo ha pasado. 

Tras un gesto que no puede ni llamarse abrazo le dice: 

- Ann Sauri ha muerto. La indígena que nos ayudó había sido transformada en un Eraser y fue destruída en la batalla final contra Richard y los suyos. 

Marcy recibe la noticia con levedad pese a lo que puede importarle, porque su mente solo clama por una persona. O por dos. 

- ¿Y Michael? ¿Y Adrien? 

Yen interviene. Se le ve cansado. Luego explicaría que lleva una hora atendiendo a los heridos

- Adrien está muy grave pero Evolett ha logrado estabilizarse. Está en la sala de curas ahí dentro. Necesita ser operado... pero sobrevivirá. Ethan está con él. 

Michael ha ido con Vadik y Shell a hablar con la comitiva que La Sombra ha enviado. Van a pedirles que se marchen pacíficamente, mediante intercesión de Betina,  ya que... ya que tú has desaparecido y La Aguja no está aquí pero, pero... si la tienes... pueden volver a intentar... 

Pero Marcy sigue andando hacia aquella primitiva enfermería tragando saliva. Whitney le coge del brazo a Yen pidiéndole que la acompañen mientras le hace notar: 

- No ha venido con Alice tampoco. Su hija no ha regresado. 

Al llegar allí se encuentra a Adrien hablando en sueños y a Evolett cuidándole con enorme afecto. Ethan está en otra camilla aburrido, esperando a que su amigo despierte. Como siempre. 

Evolett sonríe con sorpresa al verla aparecer aunque pronto entiende lo mismo que Yen y Whitney

- Marcy, ¿tienes la Aguja? La Sombra puede pensar que le hemos engañado para que se vayan y... ¿dónde está Alice? ¿dónde está tu tesorito? 

Adrien abre los ojos y empieza a despertar... 

Dos figuras se yerguen sobre un peñasco en el cráter. Parecen esperar a que vengan los negociadores. 

Una de ellas mide más de dos metros y medio y va encapuchado. El otro es hierático y parece emitir un zumbido cuando finalmente se acercan. 

Los Krisha se ponen en formación y Vadik se adelanta, com Shell y Michael a cada uno de sus lados. 

- Saludos, Vadik, hijo de Betina y del Cuco, por tu sangre fluye la Sombra que todo protege y que no juega con las vidas de los hombres. Soy Penitencia. Sabes a qué hemos venido pero tu madre ha sido bastante críptica. No queremos combate. Queremos La Aguja que tu padre nos robó en un arrebato de locura. 

- Oh, mira, mira, ha venido Michael con él... ¿Qué tal te trata la libertad, muñequito de piedra? ¿Nos echas de menos? 

Un escalofrío de terror recorre la columna de Michael al acordarse de esos años de cautiverio preso de La Sombra. Pero no puede dejar que el miedo le paralice. Cuanto antes se enfrente a su trauma, mejor. 

- PENITENCIAAAAAAAA!!!

Grito mientras abro los ojos y tras unos instantes de desubicación, suelto el brazo de Evolett que había agarrado fuertemente tras ese despertar...

Miro alrededor, y sonrío ante la presencia de Marcy...

- Que...¿qué haces aquí?, ¿o es que ya no es aquí y soy yo el que está en otro lado?...

Trato de incorporarme, pero otro latigazo me hace quedarme en seco y mirar mi torso. Esa herida es nueva...Por un momento, me doy cuenta de que estoy siendo bastante injusto con la persona que está más cerca de mí.

- Gracias Evolet...gracias - digo cerrando de nuevo los ojos con la esperanza de que al volver a abrirlos pueda focalizar un poco mejor - Ethan, LaSombra... están aquí.

Me gustaría preguntar donde están el resto, pero ahora mismo no me encuentro en condiciones siquiera para seguir hablando...

Me concentro para evitar que aquel encapuchado pueda saber mas de mi de lo que a el le gustaria. Hago esfuerzos por pensar en cosas neutras, cosas que denoten tranquilidad y nada de hostilidad. Tal vez esto haga que mi loder se vea mermado pero no quiero arriesgarme enseñando una carta de más sobre la mesa.

Dejaré que la conversacion siga su derrotero y preparada (sin apenas pensarlo) para lo que pueda torcer la balanza a nuestro lado.

-Buenos dias, señores- digo gentilmente para hacerme notar.

Por unos instantes, una sensación de ahogo me embarga , y múltiples de malos recuerdo se agolpan en mi mente , como pequeños vampiros que amenazan con socavar y llevarse por completo toda la calma que he podido reunir. pero de pronto la caverna comienza a cantar en un "creschendo" , cada vez mas alto y potente , recordándome que por muy mal que vayan las cosas , la madre tierra sigue estando conmigo y a mi alrededor y que no dejo de ser uno de sus hijos , por los que ella tanto se preocupa.

- Quizás eche de menos nuestras charlas de alcoba Moth , pero tranquilo , se que ahora mismo estais rebuscando en mi cabeza , asi que disfruta de lo que mis hermanas rocas os han preparado.- Digo justo antes de dejar que la voz de las cuevas me embargue , tratando de esconder mis pensamientos entre la canción que ellas cantan para mi

La capa del atuendo principesco de Vadik ondeo mecida por el viento al llegar a esa parte escarpada del volcán donde les esperaban las dos figuras. Nada mas verles llamó su atención la estatura de uno de ellos, propia de un gigante, pero salvo la curiosidad inicial no le impresionó demasiado.

- Saludos a ambos, por lo que veo podemos saltarnos las presentaciones. Dijo en tono neutro viendo lo bien que les conocían a los tres; sospechaba que aunque no la habían mencionado reconocerían a su hermanastra, y si no era así prefería no dar detalles por si eso jugaba a su favor si las cosas se torcían. - Me alegra escuchar eso, nosotros tampoco deseamos ningún tipo de enfrentamiento. Estaría totalmente fuera de lugar pues la aguja no se encuentra en el Reino de mi madre. Ha escapado de nuestro control volviendo a extraviarse. Vadik hizo una pausa antes de proseguir. Sabía que no es lo que querían escuchar pero así estaban las cosas y mentir no serviría con ellos. - Hemos recibido recientemente el ataque de una facción llamada los Correctores que ha desencadenado su perdida fuera de estas tierras. El kasajo se saltó los detalles de esa incursión. -Me han hablado del alcance de vuestros poderes, no me plantaría frente a vosotros manteniendo una mentira.

Sin poder evitarlo en mi rostro se marcó una leve mueca de dolor cuando Adrien me apretó de aquella manera el brazo. Su grito por otro lado me hizo sobresaltarme de tal manera que me alcé de la silla quedando en pie.- ¡Qui-quieto! Aún no debes moverte, ni debes ni puedes.-Al principio titubeé por la situación, pero cuando él me soltó y yo conseguí recuperarme del susto hablé con severidad.- Tus heridas aún están en proceso de cicatrización. No solo eso, deberás pasar por quirófano... Y quiero mantenerte estable hasta que podamos hacerlo, por lo que, compórtate o me veré obligada a atarte a la cama.-Eso último lo dije con un tono de broma para restar importancia al asunto. 

Tomé el paño húmedo que había caído cuando él se levantó de esa manera, y la palangana. Con paso calmado me acerqué al fregadero y vacié lo segundo dejándolo posado a un lado.- ¿Hm? No te preocupes, no debes darme las gracias. Aunque esto empieza a ser algo muy habitual. Y me gustaría que no fuese así.-Tras eso me giré hacia Marcy y la miré con preocupación en los ojos.- ¿Marcy? Yo creía que... ¿Dónde está la pequeña? ¿Está bien? ¿Y la aguja? Ellos están aquí... Podría ser peligroso.-Me acerqué lentamente hasta ella para asegurarme de que estaba bien y no herida.- ¿Estás bien? ¿Te hirieron? ¿La hirieron a ella? -Nuevamente estaba con un matojo de nervios en el estómago.

me alegra ver que adrien se esta despierto, pero me preocupa no saber nada de la hija de marcy y de la aguja espero que esten a buen recaudo
pero no digo nada solo solo espero a ver que nos cuenta marcy, total ya han preguntado los demás
y por otro lado tengo parte de mis pensamientos en los que se han ido a negociar con la sombra espero que este bien

Nada más llegar me informan de malas noticias: han habido bajas. Pero por suerte Whitney no ha sido. La abrazo y ella intenta devolverme el gesto en algo parecido. La hemos recuperado. Está todo lo bien que se le puede pedir. Pero la noticia de Anna Sauri me deja un poco descolocada. Soy incapaz de exteriorizar nada. No hago más que pensar en lo hijo de puta que es esa cucaracha rastrera de Richard. ¿Anna una Eraser?... Podríamos haber sido cualquiera de nosotros en vez de ella.

Pregunto por Adrien y Michael. Yen me explica que Adrien está en la enfermería y que Michael ha ido fuera de las cuevas a recibir a La Sombra. Pongo cara de póker hacia ambas noticias pero ambas me inquietan hasta límites insospechados.

Me señala la enfermería y voy directa ahí dentro. Me encuentro a Adrien malherido, Evolett atendiéndole y Ethan en otra camilla, pero no parece malherido. Me acerco despacio, observándole. Quizás midiendo la gravedad de sus heridas. Cuánta más indertidumbre más me voy diciendo a mí misma que no debí marchar.

Llego hasta la barra lateral de la camilla y me aferro, sin darme cuenta, con fuerza a ella para resistir mi intención de tocarle, acariciarle la mejilla siquiera. No puedo ni debo hacerlo.

De repente, Adrien parece despertar acompañado de un alarido y aferrando con fuerza el brazo de la pobre Evolett. Me ve y empiezan las preguntas. Preguntas que también me hace Evolett.

Miro a Evolett y una tenue sonrisa empieza a dibujarse poco a poco en mi agotado semblante hasta que resulta en una sonrisa sincera de agradecimiento:

-Gracias por cuidar de él -y tras esas palabras miro durante unos instantes a Adrien.

Hay tantas cosas que debería decir... Y de entre todas ellas, la únca que digo es:

-¿Alguien de aquí sabe quién es Proctor? -tras decir esto añado- ¿Y Géminis?

Observo a mis compañeros durante unos segundos, y sigo añadiendo una última cosa antes:

-Debería salir a recibir también a esa comitiva, ¿dónde están?

No me fío de dejarle solo después de todo lo que en mi cabeza ha ido encajando, pieza a pieza. Me gusta pensar que el ser policía me ha debido de servir de algo tras tantos años, pero veremos si es cierto o no.

Tras ello, me quedo expectante de sus respuestas. Sé que no es lo que esperaban pero el tiempo apremia.