Partida Rol por web

El día termina por fin y regresas a casa con el tiempo justo para darte una buena ducha y vestirte para tu cita. Ginger ha quedado con su novio Matt en el piso y no quieres quedarte de carabina. Planeas ir al cine con Stan y luego pues... ya se verá.

En el salón, aprovechas para escuchar los mensajes que hay en el contestador. Uno es de tu madre que pide que la llames. Seguramente para alguna tontería. El otro es de Stan:

-Hola Sarah, soy Stan. Me ha surgido un imprevisto y no podré ir esta noche. No puedo evitarlo. Lo siento mucho, te lo compensaré. Te llamaré dentro de un día o dos, lo siento. Adiós.

Tu compañera te lanza una mirada de comprensión.

-Ah... cerdo ¿Y qué si tiene un Porsche? ¡No puede tratarte así, es viernes por la noche!

Cuando llego a casa, apenas me tengo en pie, ha sido un día caótico en todos los sentidos posibles, la única razón por la que he podido seguir adelante es mi cita de esta noche... apenas puede despegar mis ojos del reloj para contar los minutos que me quedan para estar con Stan.

Sin embargo, cuando escucho su mensaje en el contestador apenos puedo retener las lagrimas... No puedo quedarme en el piso... Ginger ya había hecho planes, y no me queda más remedio que pasar un horrible viernes por la noche sola, en la calle y agotada hasta la médula...

Miro a Ginger intentando mantener la compostura y pensando rápidamente qué hacer.- No te preocupes cariño... este no me volverá a ver el pelo nunca más... Voy a darme un buen baño, arreglarme y dar una vuelta por los alrededores a buscarme uno que tenga como mínimo... un ferrari... ajjajajjaa. Intento disimular mi disgusto ante mi compañera, mientras me preparo para un baño reparador.

El baño te sienta genial y te ayuda a quitarte parte del malestar físico acumulado durante el trabajo. Mientras te relajas en la bañera, oyes a Ginger ir y venir por el piso oyendo música con el walkman que siempre lleva a todas partes. Un rato más tarde ya estás con un poco más de ánimo. Te despides de Ginger y sales a la calle a por tu moto.

La zona del garaje de tu edificio está bastante solitaria a esas horas de la noche y mientras arrancas tu moto sientes como se te erizan los vellos de la nuca, como si alguien estuviera observándote. Sin embargo, allí no parece haber nadie. Sacudes la cabeza, arrancas el motor y sales a la calle.

Tienes la idea de ir a ver una película pero antes prefieres cenar algo. Hay una pizzería buenísima en Pico, así que te diriges hacia allí.

Un par de horas más tarde estás saboreando una rica pizza en el local. Estas cerca de la barra y el camarero tiene puesta la televisión. Concentrada en la comida de pronto oyes algo que te sienta como si te hubieran dejado caer un jarro de agua helada encima.

-Últimas noticias. La policía ha comunicado el nombre de la víctima del segundo asesinato parecido a una ejecución que se ha producido hoy. Increíble, el nombre de ambas víctimas es virtualmente idéntico. Hace dos horas, Sarah Ann Connor, de 35 años, fue encontrada muerta en su apartamento de Santa Mónica. Sarah Ann Connor fue asesinada por un pistolero solitario esta tarde en su casa. De momento la policía se niega a especular acerca de la aparente similitud entre estas muertes y no se ha establecido conexión alguna entre las víctimas. Les iremos informando acerca de estos hechos según vayan llegando las noticias...

Llegas a tiempo al edificio donde vive Sarah para verla salir por la puerta y dirigirse a su pequeña motocicleta. Por un instante la mujer mira alrededor como si supiera que alguien está observándola, pero encogiéndose de hombros arranca el motor y sale a la calle.

La sigues entre el tráfico para observar como se detiene cerca de una calle llena de locales. La ves entrar en una pizzeria mientras das un par de vueltas por la manzana por si no va a tardar mucho tiempo. Pero por lo visto Sarah no tienen ninguna prisa. 

Ya sabía cual era el piso de Sarah Connor. Llamo al ascensor y al poco rato de esperar a que aparezca, me montó en él. Pulso el botón 4 y el ascensor comienza a subir. Estoy quieto, esperando únicamente a llegar y cumplir con mi objetivo. 

Tras llegar al piso, el Terminator se dirige directamente hacia la puerta que marca el 4A y da un par de golpes a la puerta, llamando. 

Te abre la puerta de par en par una mujer. Mirando por encima de ella ves que el pasillo del piso termina en una amplia sala y que no parece haber nadie más. Mejor. Sin testigos era más fácil.

Sarah Ann Connor es una mujer de unos 35 años de edad y está vestida de manera informal, como si se dispusiera a salir a hacer footing o algo por el estilo.

-¿Sí, quiere algo? -su sonrisa inicial se ha esfumado al verte ahí plantado de manera inexpresiva. 

¿Es usted Sarah Connor?- le pregunta. Debía cerciorarse de su objetivo como la anterior vez, aunque no dudaba -si una máquina realmente podía dudar- de que ese era su objetivo. 

-Sí, lo soy ¿Quiere algo? Le aseguro que no pienso comprar nada, así que si me disculpa, tengo mucha prisa -Sarah Connor se dispone a cerrar la puerta.

Coloca el pie antes de que la mujer cierre la puerta y entra en la casa empujando con fuerza la puerta. Tras esto, saca su pistola y apunta directamente hacia la mujer,... y dispara: una, dos y tres veces. Dos de los disparos dan en el pecho y el otro directamente en la cabeza. 

Otro objetivo eliminado. Miro a mi alrededor, en la casa y tras comprobar que no hay nada de interés salgo de la misma, hacia la siguiente dirección. 

Ya solo quedaba una Sarah Connor.

Creía que había entrado en la pizzería solo para tomar algo, pero ya llevaba rato allí. Kyle no quería ponerse en contacto con ella rodeada de gente, quería ser discreto. Pero la rapidez en este caso era más eficaz que parecer un loco ante más gente. Debía hacerlo ya.

Entró en la pizzería como si se tratara de un cliente cualquiera, pero con la vista buscó a Sarah Connor. Debía estar allí, en alguna parte.

La ves sentada en una mesa cerca de la barra. Se ha pedido una enorme pizza para ella sola pero en estos momentos está más pendiente del televisor del local donde están dando las últimas noticias:

-...la policía ha comunicado el nombre de la víctima del segundo asesinato parecido a una ejecución que se ha producido hoy. Increíble, el nombre de ambas víctimas es virtualmente idéntico. Hace dos horas, Sarah Ann Connor, de 35 años, fue encontrada muerta en su apartamento de Santa Mónica. Sarah Ann Connor fue asesinada por un pistolero solitario esta tarde en su casa. De momento la policía se niega a especular acerca de la aparente similitud entre estas muertes y no se ha establecido conexión alguna entre las víctimas. Les iremos informando acerca de estos hechos según vayan llegando las noticias...

Conforme escucho las noticias noto cómo el vello de la nuca se me eriza y las manos comienzan a temblar... Sarah Connor...otra vez...¿Casualidad? No creo que sea una casualidad hasta tal punto. Un sudor frío recorre mi rostro y apenas soy capaz de articular alguna palabra, mis músculos están totalmente bloqueado y no puedo parar de pensar en la incomidad que sentí al salir de mi apartamento... como si alguien me estuviera vigilando...

Siento que las lágrimas están a punto de aflorar en mis ojos, y el corazón late con fuerza, poco a poco intento hacer ejercicios respiratorios para poder relajarme y cuando creo que estoy mejor llamo al camarero.-Perdona...¿disponen de un listín telefónico de Los Ángeles? Dudo mucho que los dos asesinatos de Sarah Connor sean casualidad... debo averiguar cuántas mujeres se llaman como yo en la ciudad...

La noticia es un jarro de agua fría para el visitante del futuro. Significaba que el Terminator ya había movido ficha, aunque por fortuna no había dado aún con la verdadera Sarah Connor. Pero era cuestión de tiempo, y Kyle debía tomar ventaja.

Se acercó a la chica, que estaba abstraída viendo la televisión y se limitó a decir.

-¿Eres Sarah Connor? Tenemos que hablar.

Sarah Connor se acercó al camarero que había detrás de la barra después de escuchar las últimas noticias por televisión. Estaba bastante asustada dada la similitud de los nombres con el suyo propio.

-¿Perdone...¿disponen de un listín telefónico de Los Ángeles? -le preguntó al empleado.

-Está ahí, junto al teléfono público -fue la respuesta-. Pero el teléfono no funciona.

Al darse Sarah la vuelta, casi tropieza de bruces con un hombre un poco más alto que ella. Iba vestido con una chaqueta de cuero, tejanos, zapatillas y una camisa informal. Era bastante atractivo aunque de aspecto duro. Sin embargo cuando le habló, lo que dijo le hizo olvidarse de todo:

-¿Eres Sarah Connor? Tenemos que hablar.

Los disparos resuenan fuertemente en el estrecho pasillo del edificio. Cuando regresas al ascensor, varias puertas se han abierto y los vecinos te observan mientras abandonas el lugar. Indiferente a todo, coges el coche y te diriges a la última localización. Sólo quedaba un objetivo para terminar tu misión eficientemente.

Cuando llegas a la casa de la última Sarah, ha caído ya la noche y la tranquilidad y el silencio llenan el lugar. Te acercas al edificio y un rápido vistazo te permite localizar la vivienda de Sarah, la 225. La puerta del portal está abierta y subes al segundo piso en un momento hasta llegar a la puerta del apartamento.

Con los nervios a flor de piel me dirijo hacia el teléfono público, apenas me doy cuenta de lo que ocurre a mi alrededor y solo quiero estar a salvo y tranquila después de un día tan agotador. Cuando me doy la vuelta y tropiezo con el chico que me pregunta si soy Sarah Connor me quedo en shock... ¿Cómo narices sabe mi nombre? Es más...¿Será él quien percibí que me estaba persiguiendo en mi camino hasta aquí? Las manos me tiemblan y apenas puedo articular palabra, a duras penas puedo responder a su pregunta, mientras me sujeto a la barra para no caerme de la impresión.-¿Quién e-eres? Y...¿Cómo sabes mi nombre?

-Mi nombre es Kyle Resse- pero él sabía que su nombre le iba a decir poco a aquella mujer, así que habló en voz baja para que solo ella le oyera- y va a sonar a locura, pero debemos irnos. No hace falta que mires la guía telefónica, ya te lo confirmo yo... hay alguien detrás de las Sarah Connor, y tú eres la siguiente.

Al pronunciar sus palabras se dio cuenta de que podía sonar alarmante lo que decía, incluso parecer él el sospecho. Intentó relajar su voz.

-No me conoces pero confía en mí, alguien te busca, y yo he venido ha ayudarte. Debemos irnos.

Le incomodaba que hubiera más gente allí, era mejor hablar a solas.

Ya quedaba poco para acabar con la misión. Solo faltaba una Sarah Connor para eliminar. Como las anteriores ocasiones, el Terminator da un par de golpes a la puerta y espera a que le abran.