Partida Rol por web

Observas con detenimiento la trampa y te das cuenta de que el problema está en el suelo hecho de baldosas metálicas.En cuanto las piséis la trampa se activará.Hay unas seis baldosas

Mientras Edward observa el lugar tratando de averiguar algo más de la trampa Simon lanza una de las zapatillas cedidas que cae en medio de las baldosas metálicas que conforman la estructura.En cuanto la converse toca el suelo las planchas se mueven con rapidez uniéndose de tal forma que si un cuerpo hubiera estado en medio habría quedado totalmente aplastado y ensartado por los pinchos.Con lentitud las planchas metálicas vuelven a su sitio pasados unos segundos con la zapatilla enganchada a uno de los gruesos pinchos

Cuando al fin consigo fijarme en las seis baldosas que parecen activar el mecanismo veo incrédulo como una zapatilla cae sobre una de estas. La trampa no se hace esperar y aplasta el calzado sin compasión.

- Os dije que no hacía falta nada de eso.- recrimino al resto y en particular a Simón, las prisas nos podían a todos pero precisamente esperaba de mi antiguo compañero algo más de paciencia.- El ruido de la trampa puede haberlo alertado así que vamos a continuar con mayor cuidado si cabe, quiero que os fijéis en la baldosa metálica en la que cayo la zapatilla y esas otras cinco idénticas a la anterior. Si las evitamos la trampa no debería volverse a activar.

La prueba con la zapatilla fue… de quitar el hipo. Como se activó la trampa me puso los pelos de punta. Edward pareció mosqueado con la prueba, pero yo particularmente no sé de que otro modo podríamos pasar con seguridad.

Tras haber observado como funcionaba el mecanismo se me ocurrió una idea – Propongo otra prueba. Lanzar de nuevo la zapatilla, y cuando las planchas estén volviendo al lugar de origen lanzar otra. Es posible que la trampa no esté armada hasta que las planchas estén de nuevo en su sitio, eso nos daría unos segundos para pasar, aunque sea de uno en uno o de dos en dos cada vez.

Al menos, había tratado de aportar algo, a ver que opinaban.

- Yo creo que es buena idea - dijo la doctora antes la aportación del novio de su mejor amiga

- Total,el ruido ya está hecho. O quizás no. Quizás estamos tan abajo y hay tantas trampas, que Leo no estará pendiente de los ruidos. O eso espero...- se quitó su manoletina negra y esperó a que todos confirmaran antes de pasarla a los policias para que hicieran lo mismo que con las converse.

Desde su posición observaba todo en silencio, se sorprendió mucho al ver como cumplía su función la trampa, pero algo no le cuadraba, tenía que haber algún mecanismo para desactivarla y poder pasar, si no, como había pasado él?, Tenía ganas de abrazar a Emma, pero no iba a conseguir abrazarla si terminaba como un colador por culpa de la trampa.

-¿Habéis llegado a pensar que la puerta puede estar cerrada?, tiene que haber algún sitio donde un pequeño resorte haga que se desactive, si no el tampoco podría pasar.

Por suerte para estas cosas siempre había tenido mucha sangre fría, aunque por dentro estuviera como si un volcán fuera a entrar en erupción.

 Di un brinco en cuanto las planchas se cerraron violentamente ante la presión ejercida por la zapatilla. A mi reacción solté un pequeño chillido pero éste apenas se oyó pues puse mi diestra sobre mi boca para bloquear el sonido. No quise imaginar qué hubiera pasado si alguno de nosotros hubiéramos sido presa de esa trampa, pero mi mente se ocupó de mostrármelo en una sanguinolenta imagen.

Con el corazón encogido y la respiración agitada, seguí las indicaciones de Edward y miré muy fijamente las baldosas que él les señalaba porque podía salvarles la vida.

La idea de Sebastian me pareció buena, ya daba igual el ruido tal como dijo Yvonne pues Leo ya estaría avisado de que estábamos aquí. Lo importante era llegar hasta él y poder rescatar a la hija de Ivette y Edward. — Estoy de acuerdo — Ivette también tenía razón, el problema recaía que no veían  el modo de desactivarla. Me preparé para pasar en el caso que llevaran a cabo el plan que comentó Sebastian, mientras, se dispuso a observar por si veía la consola de desactivación o lo que fuese que detuviera la trampa.

-Si Leo se encuentra en este búnker, lo más probable es que no necesite ruido para saber que estamos aquí -opiné, sorprendido de que Edward estuviese en contra de que hiciéramos más pruebas para indagar sobre la forma que teníamos de sortear la trampa-. Lo más probable es que este lugar esté lleno de cámaras que ya nos hayan detectado y Leo esté observándonos. -Dirigí una mirada a Sebastián al escuchar su idea-. Podría funcionar.

Michael contuvo la respiración cuando vio como las planchas se cerraban como si se tratase de la boca de un cocodrilo. Su zapatilla quedó con un bonito agujero para poder tener refrigeración asistida, pero daba igual.

Atendió completamente a lo que decían el resto del grupo y dijo:

-Señores, señoritas, el ruido ya está hecho. Si que agradecer que no seamos ninguno de nosotros un puto colador, así que, vamos a buscar la manera de hacer que esta cosa no nos atrape. Deberíamos saber cual es el ciclo de la trampa. Si al terminar de hacer el ciclo, tiene que rearmarse y no le dejamos, por ejemplo, poniendo otro zapato en el borde de la pared, vamos, bloqueando el mecanismo de cualquier manera, no se armará, y al no armarse, o una de dos, se queda abierta y podemos pasar, o se queda cerrada y podemos avanzar por un lateral. Por probar, no perdemos nada.

Mike se queda mirando al techo y a todos lados mientras asegura: - Si hay cámaras, yo me encargo

En general la idea fue bien acogida, además con la variante de intentar bloquear el camino de retroceso de las planchas. Por mi parte también me descalcé y mantuve mis zapatos en las manos y a la vista por si alguno de los de delante las necesitaba. Desde mi posición tenía complicado llegar hasta el mecanismo.

- Aquí tenéis si hacen falta más, podríamos probar a la vez lo del bloqueo que dice Michael – Espetaba que no hubiesen más trampas, al final alguna se nos iba a pasar y tendríamos una desgracia.

Por detrás vuestra empezáis a escuchar un fuerte ruido de algo que se abalanza hacia donde vosotros estáis pero además al giraros veis que de las paredes empiezan a salir flechas hacia un lado y hacia otro,de arriba a abajo y de forma escalonada por lo que en breve llegarán hasta vosotros y no tendréis modo de libraros de ellas

-Cuidado! Flechas! -grito, al percatarme de aquellas nuevas trampas que amenazaban con dificultar nuestro avance.

Rápidamente, arrojo el zapato que me había entregado antes Adeline, para intención de activar la trampa de las planchas y aprovechar que alguien pudiera pasar justo en unos segundos.

-Rápido! Ahora! Que alguien salte! Antes de que las planchas se replieguen del todo! -grité, indicando a Edward, Michael y Sebastián que era el momento idóneo para que uno de ellos saltase.

Me hago a un lado para que sea uno de los demás el primero en saltar, la situación era peligrosa y no podía permitir que ninguno se quedase atrás.

- ¡Que pase uno de vosotros, ya!- es lo único que digo dándole enfasis con un gesto de mis manos.

Además entre todo lo que estaba pasando justo ahora no me dio tiempo a avisar al resto de mi descubrimiento. Por lo que mientras el resto pasa me agacho para comprobar la pequeña hendidura en la pared cercana a la trampa.

Empecé a pensar que lo mejor sería pasar por allí mientras las planchas se fueran recogiendo ya que se activaban de nuevo una vez estuvieran pegadas a la pared ya que buscar una solución era demasiado complicado además de que no teníamos tiempo. De pronto múltiples de silbidos que venían de mi espalda hicieron que me girara y contemplara lo que estaba ocurriendo. Se me heló la sangre al ver todas esas flechas que se acercaban peligrosamente hacia nuestra posición. Ni si quiera tuve tiempo para pensar cómo se habían activado o cómo no nos habíamos fijado en los orificios porque antes había que salvar la vida.

Ante el grito de Simon me tensé, mi impulso era echar a correr pero me estaba conteniendo, parecía estar esperando que antes pasaran ellos. De igual modo, me posicioné cerca para cuando me tocara el turno de saltar.

Michael se queda mirando la escena hasta que el silbido de las flechas le hizo mover la cabeza repetidas veces. "flechas-trampa-flechas-trampa-flechas-trampa".Sin saber muy bien cómo ha podido pasar, Mike aprieta las correas de su mochila, da un beso a Ivonne y salta mientras el mecanismo se está rearmando.

...Puto loco....

- Mierda, mierda… - Expreso al darme cuenta de que había una trampa que se dirigía directamente hacia nosotros.

Esto precipitaba los acontecimientos, los policías decidieron poner de inmediato el plan en marcha. Echaron otro zapato, no había tiempo de más pruebas - ¡Adeline no te pares! - me quedé asombrado al ver como ella dejaba pasar a los demás, si íbamos todos esperándonos al final no cruzaría nadie. No sabía a cuentos nos daría tiempo, pero lo dicho, había que aprovechar la oportunidad, así que si dispongo de espacio para ello, cruzo.

No esperé mucho más después de ver a Michael y luego a Sebastian, pues éste último era la persona que más me importaba de allí y siendo egoístas no pensaba perderlo ni que él me perdiese a mí. — ¡Yvonne! ¡Ivette! — No me olvidaba de ellas. Las llamé por su nombre antes de aprovechar que las planchas se estaban recogiendo para saltar hacia el otro lado, siguiendo a Sebastian.