Partida Rol por web

-Espera... -dije, deteniéndome en seco.

Un nuevo recuerdo había acudido a mi mente justo en ese momento. Apenas podía creerlo. Anna había mencionado a su marido varias veces y había reconocido a Edward como un amigo suyo, pero ningún momento había llegado a reconocer mi voz, pese a que parecía no hallarse amnésica como nosotros dos.

-Anna... -musité, con la voz entrecortada-. Yo... Soy tu esposo... Estamos casados...

Sin embargo, apenas pronunciado esas palabras cuando divisé que, en la siguiente sala, había una bañera con una mujer muerta en su interior y un perro de color negro sacudiéndose y llenando las paredes de sangre. La imagen resulta de lo más impactante.

-Edward, ¿crees que podrías acertar al perro? -le pregunte a nuestro compañero, en tono bajo. Acababa de recordar que era policía y podría alcanzar fácilmente al can. Sin embargo, no sabía si Edward tendría la misma pericia con las armas de fuego-. Creo... que yo podría hacerlo... Soy policía...

Al ver la habitación me quedo sorprendido por un segundo, cada habitación era más macabra que la anterior pero eso pierde algo de importancia cuando escucho a Simon, parece que ha recordado su relación con Anna y su trabajo. Lamentablemente aún no conseguía aclarar los míos sobre ellos dos en su totalidad.

- ¿No estas algo verde para ser policía, Castle?- le contesto mientras sonrío algo irónico hasta que me doy cuenta lo que he dicho, esa fue la frase que le dije el primer día que coincidimos en el trabajo. Intentando pasar rápido el momento le cedo la pistola.- Toma, solo tiene 8 balas y va haber peores situaciones, así que cúbreme y dispara solo sino hay más remedio.

Una vez acabo de cuchichear con él me empiezo acercar lentamente al perro en un intento de calmarlo y demostrar que no somos una amenza, dejando siempre ángulo para que Simón tenga un disparo limpio.

Sus pies agradecieron la suavidad de aquel suelo seco. El ambiente cálido hizo que su cuerpo se relajara ligeramente aunque seguía aferrada a aquel cristal como si le fuera la vida en ello.

- ¿Parece un hotel, no? - era una pregunta tonta, pero hablar con él le hacía sentirlo más cercano. Necesitaba confiar en aquel desconocido porque no hacerlo significaba sentirse sola e indefensa. Se colocó a su lado algo más segura de si misma mientras miraba a todos lados. Intentó acomodarse la camiseta de forma incosciente y se quedó mirando sus manos y piernas en carne viva. Por primera vez se sintió avergonzada ante el pensamiento de que su imagen debería ser desagradable. Con disimulo buscó un espejo o algo que reflejara su imagen.

Empiezo a apartarme para que los hombres disparen cuando el susurro de Simon llega claro hasta mi.Me giro lentamente hacia él y le miro con los ojos muy abiertos.Frunzo el ceño y miro de reojo a Edward,si lo que Castle dice es cierto mi amigo ha de saberlo

-"¿Qué dices,Simon?Eso no puede ser,mi marido es...es..."-aprieta los dientes y mira a Edward-"¿Edi?"-pregunta desconcertada,olvidada la escena que tiene lugar dentro del cuarto

La mujer viste una falda negra y una blusa blanca ahora totalmente ensangrentada, a pocos pasos de ella un bolso negro y uno de sus zapatos.El otro lo lleva puesto aunque parece un poco grande para su pie,lo mismo que la ropa que no es de su talla.Un poco más alejado hay un táser

El perro retrocede enseñando los dientes a Edward que ve que efectivamente no hay nada que hacer con la mujer,está muerta y la sangre de la bañera es seguramente de ella aunque no ve cortes en sus muñecas ni nada parecido.Unos guantes de fregar están tirados en el suelo y una banqueta de madera al otro lado de la bañera es el único mobiliario de la estancia

- Shh, tranquilo chico tu te vas a tu esquina y yo no te molesto,¿vale?- le voy diciendo al perro intentando que mi tono de voz sea el más tranquilo cuando de repente escucho a como Anna me llama la atención con una duda.- Anna... un poco ocupado ahora mismo...- le contesto sin parar de mirar al perro por si cambia de idea y se abalanzaba sobre mí. Cuando parece que este se mantiene en el sitio miro a la mujer de la bañera y mis temores se cumplen. Esta completamente muerta pero hay algo que no cuadra. No hay cortes en las muñecas ni por su cuerpo, así que si la sangre es suya la herida debería estar en su espalda. Había sido asesinada, era lo único que tenía sentido. Movido por la curiosidad decido mover el cuerpo para comprobar la teoría, aunque siempre atento al perro. Si este parecía ponerse más fiero al acercarme a ella retrocedería sin más hacia la puerta.

Sea como sea una vez fuera puedo comprobar el como los otros dos se miran entre si, aparte de lanzarme alguna mirada a mí, por lo que suspiro mientras contesto a la duda que les carcomía.

- Creo que sí... aun tengo todo demasiado borroso. He trabajado contigo Simón, por ti Anna y yo nos conocemos. Pero se que hay algo más y es importante, lamentablemente no consigo recordarlo.- Cállate no digas más, vete a saber como van a reaccionar y ahora no tienes el arma. Acallo esos pensamientos encerrándolos en un rincón de mi mente como llevo haciendo todo el rato.- Preferí no decir nada hasta tener todo seguro para evitar mal entendidos, pero si vosotros también lo recordáis no voy a ser el que os haga sentir inseguros de vuestros propios pensamientos...

Mientras Edward examina a la mujer muerta, permanezco apuntando al frente con la pistola, en la dirección en la que se encuentra el perro, por si en algún momento pretendiera atacar a mi compañero, aunque por ahora no se haya mostrado tan agresivo como esperaba.

-Ed, dices que trabajamos juntos... -dije, pensativo, intentando hacer memoria sobre de dónde podía conocer a aquel hombre-. ¿Eres policía o forense o algo así? -La segunda opción era en aquellos momentos la que me parecía la más lógica, aunque, dado que estaba totalmente desmemoriado, era difícil saber a qué podía dedicarse Colt.

Observo a Simon cruzándome de brazos y una sonrisa irónica se dibuja en mis labios

-"Vaya,para ser mi esposo eres un poco frío.Imagino que nuestro matrimonio no iba muy bien"-dice antes de darle la espalda y mirar lo que hacía Edward 

¿Cómo es posible que diga que es mi esposo y se comporte como si aún no me recordara?Bueno...yo tampoco es que lo recuerde pero si se comporta así quizás estábamos en trámites de separación o algo así y por eso no me acuerdo de él.QUizás es un capullo y mi mente prefiere olvidarlo pero...

Miro de reojo a Simon mientras noto cómo mi corazón se acelera y mi piel siente unas invisibles manos acariciándome,unas manos amorosas dispuestas a darme todo el calor y el cariño que mi cuerpo necesitaba

Con un gesto agradezco a Edward sus palabras pero me mantengo fuera del cuarto,no quiero entrar con aquella mujer muerta allí

El perro retrocede todo lo que puede enseñando los dientes a Edward pero no le ataca ni hace intención en ningún momento aunque gimotea un poco cuando él se acerca al cadáver.El animal se sienta y observa los movimientos del hombre alrededor de la bañera.

Si Edward quiere ver de qué murió la mujer deberá meter el brazo en la bañera llena de sangre y mover a la mujer pues de otro modo no se aprecia la causa de la muerte

No entendía a qué venía el comentario de Anna. ¿Acaso esperaba que la abrazara o le diera un beso cuando teníamos a un perro que posiblemente nos atacara justo delante? No era precisamente el momento para ponerse románticos.

Por fortuna, el perro no sólo no resulta agresivo, sino que además gimotea cuando Edward se acerca al cadáver. Todo apunta a que la fallecida debía de ser su dueña. Considerando que no iba a necesitar mi pistola, decidí guardar el arma y me acerqué despacio en dirección al perro y a la bañera, agachado para no parecerle intimidante.

-No pasa nada, chico, no pasa nada... -dije, en tono suave y mostrándose mi mano, baja, por si quería acercarse-. Edward, una mujer en la bañera llena de sangre, un perro... Yo diría que esto está representando la escena de un crimen. Nuestro captor nos está enviando un mensaje, quiere que recordemos. Quizá relacionado con un caso en el que trabajamos justo. ¿Se te viene algo a la cabeza?

Al parecer había bastante tensión entre ellos, pero ahora mismo estaba bastante ocupado con lo que tenía delante y sinceramente puede que no recordarse casi nada pero estaba seguro que no era de las personas que se inmiscuía en una discusión de pareja.

- Es una posibilidad, pero no estoy tan seguro que todas las salas sean para nosotros. Esta en particular no me recuerda nada, quizás porque parece la típica escena de suicidio. Aunque me escama un detalle. Siendo lo "detallista" que ha sido hasta ahora nuestro anfitrión,-casi parece que escupa la palabra- me sorprende que la mujer no tenga cortes en las muñecas.- termino por contestarle a Simon sobre su planteamiento mientras me arremango las mangas de la camisa y chaqueta hasta la altura de los codos.

Lo siento, chico.- le digo en voz baja al perro antes de disponerme a sacar el cuerpo de la mujer.

Os miro y una chispa de reconocimiento ilumina mi cara

-"¡Vo-vosotras!"-logro decir entre estertores-"Ivi..."-los labios me tiemblan mientras las lágrimas caen por mis mejillas-"Ivi,Adeline decidme que la habéis encontrado,decidme que habéis acabado con él!"-casi grito mientras durante un momento mi rostro parece recuperar fuerzas e incluso me incorporo un poco dejando ver que bajo mi cuerpo parte de mis intestinos se escapan por un tajo abierto en mi carne

La ropa que lleva la mujer es tuya,lo mismo que aquel táser tirado en mitad del pasillo.Petra Zázvorková es la mujer que tenéis ante vosotras y que tras un fuerte trauma la tuviste como paciente en tu consulta

Al acercarte a la bañera ves el rostro de la mujer y con un sobresalto ves que su cara es la de Anna.Un dolor intenso de un recuerdo que no logras alcanzar te atraviesa mientras escuchas que Edward,tu amigo,tu compañero,tu apoyo, te dice algo

Sin saber por qué la imagen de esa mujer hace que comience a temblar y a llorar nuevamente mientras veo cómo los dos hombres más importantes de mi vida se acercan a ella.Simon mirándola con fijeza y Edward metiendo un brazo para sacarla o buscar algo en esa horrible bañera

Un miedo intenso me recorre ante la escena y comienzo a retroceder lentamente hasta que mi espalda choca contra la pared y me dejo caer al suelo hasta quedar sentada y con las rodillas dobladas contra mi pecho,incapaz de articular una sola palabra.No tengo la menor idea de por qué esa sala y la escena que veo en ella me impresionan tanto pero así es

-Joder, las tripas. Aguantó una arcada al ver los intestinos de aquella chica, y encíma parecía saber como se llamaba, había pronunciado dos nombres Adeline era la pelirroja así que ella debería ser Ivi y ¿teníamos que matar a alguien?, a quien, el pánico volvió a empezar a controlarla pero se centró rápidamente, no podía dejar que aquella chica muriera.

-No se quien eres, pero tu parece que si sabes quien soy yo, no recuerdo nada de mi ahora, pero por dios no te muevas ni hagas nada que se salen. Se la notaba por la voz angustiada por la vida de la chica que tenía delante. 

-¿Adeline sabes que hacer?

Cuando Edward se inclina hacia el cadáver de la mujer el perro gime y se tumba en el suelo sin apartar sus ojos de ellos.Sin hacer caso a la sangre el hombre mete el brazo en la bañera para palpar el cuerpo de la mujer,notando enseguida la depresión en la zona abdominal

Apenas meto la mano puedo comprobar la profunda herida en su abdomen. Teniendo ya claro la causa de la muerte me parece que sacar el cuerpo era un esfuerzo innecesario por lo que me retiro y me giro a la pareja.

- Parece que fue apuñ...- en ese momento me fijo en estado de Anna y me freno por no acercarme al darme cuenta de mi brazo totalmente empapado de sangre, no precisamente lo mejor para calmar a alguien.- ¿Que ha pasado Simon?-le pregunto mientras le hago un gesto para que se encargue de ella y paso a buscar algo para limpiarme la mano quizás entre la ropa de mujer que Anna había dejado caer cuando vio esta sala.

Cuando tengo a la chica más cerca me doy cuenta de que esa ropa que lleva es de mi propiedad, lo siento así. Lo mismo con el táser. Pero esa familiaridad no se queda únicamente en esas dos cosas pues soy capaz de reconocerla a ella.

- Petra... Fuiste una de mis pacientes - Murmuro en voz baja. De pronto, cuando veo que la herida es tan grave que parte de sus intestinos salen fuera de su cuerpo, siento un pequeño mareo. Me obligo a apartar la mirada antes de que vaya a más. No tengo la sangre tan fría como la pudiera tener un médico. No sé qué hacer y se lo transmito a Ivette respondiendo a su pregunta negando con la cabeza.

- No...No te muevas, Petra. Dinos de quién nos hablas. ¿Quién te ha hecho esto? ¿Puedes describirnoslo? No sabemos a quien más debemos encontrar.

Saco unas vendas. - Ivette, necesito tu ayuda... Presionar esa herida y... volver todo a su sitio. Necesito estar atenta por si él se acerca. - Me levanto y atiendo a lo que hay mi alrededor con el arma de fuego en mis manos. Desde mi posición busco alguna puerta abierta, de aquella donde haya salido Petra.