Partida Rol por web

The Dragon Gate: El esperado encuentro

Todos los caminos llevan al hogar - Escena I

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15/01/2012, 00:45
Kromwill Rojoalbor

El guerrero no pudo contenerse más, y abrazó a su amigo fuertemente.

-Elius, soy yo, Kromwill...oh, dioses, me alegro tanto de que estés bien...

Trago saliva, separándose un poco, y dijo:

-No te lo dije antes por que no quería desconcentrarte, quería que superaras el veneno...y una distracción era lo último que te hacía falta.

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15/01/2012, 00:52
Elius Brezon

- ¿Kromwill? -pregunto anonadado. Noto como el corazón empieza a latirme aceleradamente mientras el guerrero me da un abrazo.

No, no podía ser. Al separarse, le examino detenidamente durante un par de segundos. Por los dioses, ¡sí que era él! Ha cambiado tanto... No puedo contener una carcajada mientras le vuelvo a abrazar.

- Oh, ¡has crecido tanto que ni te había reconocido! Amigo mío, ¡no sabes lo feliz que soy de verte! Deja que te vea... -digo volviéndole a mirar- ¡Estás hecho todo un hombre! Oh, óyeme hablar, parezco una madre. ¿Desde cuando me has reconocido? Dioses... Bueno, dejemos eso para más tarde, ¿cómo estás? ¿qué tal este largo tiempo fuera de casa?

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15/01/2012, 01:08
Kromwill Rojoalbor

-Más o menos desde que acabó el combate y caiste al suelo.

"Espero que no pregunte por el brazo..."

-¿Qué como estoy? Bueno, pues no me puedo quejar, supongo. ¿Y tú? ¿Qué ha sido de tu vida ultimamente?

Dijo el guerrero, intentando alejar de si mismo el tema de conversación, mientras reanudaba la marcha con Elius.

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15/01/2012, 12:03
Gloria

Una sonrisa apareció en el rostro de la sacerdotisa al notar a Illius y su voz entrando por sus oidos.

-¡Oh! Illius, sabes que siempre tengo momentos para pasear contigo.

La chica abrazó al monje apretandolo contra ella con suavidad, sintiendo su olor cerca de ella, y disfrutando de un conocido por fin.

-Llevo 3 años sin veros, los chicos pueden esperar ¿No crees? ¿El viaje? Ha estado mas productivo de lo que esperaba, en verdad, pero a la vuelta me he encontrado con una extraña criatura, sin aura ni nombre. Era extraño, casi no podía saber donde se encontraba, ni cual serían sus movimientos. Pero alguien me ayudo, pero no pude ni siquiera hablar para agradecerle la ayuda ante tal enemigo.¿Has visto ya a mis compañeros?

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15/01/2012, 15:49
Arbahin

Cuando percibió al primer ciudadano,  se detuvo un segundo, inseguro si  seguir adelante o tomar por un camino menos transitado. Le sería muy fácil pasar desapercibido si elegía la parte del bosque más peligrosa, donde nadie se atrevía a entrar. Pero esos eran pensamientos del antiguo Arbahin, el temeroso, el que prefería pasar inadvertido y dejaba que sus emociones lo controlaban.
-No pueden hacerme daño- dijo con una mueca obligando a sus pies a continuar su viaje…
Notó muchas caras de pavor, lo señalaron, pero casi al instante pasaron a la sorpresa y luego al alivio. Era mucho mejor de lo que creyó. Incluso uno levanto su mano como un saludo y el enorme licántropo le devolvió el saludo, un puro acto reflejo pues jamás pensó en una muestra como esa menos que viniera de uno de sus amigos.
No dejaba de olfatear el aire, como si este le dijera las verdaderas intenciones de todos, pero siempre con paso firme hacia su destino. Se sorprendió saludando con su cabeza a quienes se cruzaban en su camino. Sabía que su voz era algo tenebrosa y los ademanes de sus enormes zarpas podían intimidar a más de uno, así que se limito a hacer un suave movimiento de cabeza.
Muchos recuerdos lo golpearon a medida que caminaba y reconocía antiguos escondites, olores o sensaciones. Movió su brazo para recoger una hierba del suelo, por el simple acto de sentir su tierra en sus manos. Un crujido en su hombro llamó su atención. La sangre reseca se había pegado en su pelaje, dando un aspecto bastante lamentable para el licántropo.
-Debo buscar un estanque- se dijo pensativo. Sería buena idea si se arreglaba un poco, por lo menos quitar toda esa sangre de su cuerpo, no quería preocupar a sus amigos. ¡Sus amigos! En ningún momento había pensado que ellos podrían haber sido atacados al igual que él. Lo había tomado como un simple idiota que quería ganar fama matando a un ser como él. Sus pasos se volvieron más apremiantes, quería saber que estaban bien, que nada les había pasado. Tuvo que luchar consigo mismo para no echarse a correr-. Rápido, rápido…

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15/01/2012, 23:13
Elius Brezon

- Kromwill, estos tres años han estado llenos de aventuras, pero ninguna puede compararse a las que vivimos estando todos juntos. ¡Os he echado tanto de menos...! -digo invadido por el júbilo.

Mientras andamos, voy como flotando en una nube. "Quién me iba a decir a mí que iba a tener la suerte de encontrarme a Kromwill justo hoy", me digo a mí mismo mientras sonrío. "Y más aún para protegerme, como antaño..." De repente vuelvo a la realidad y me doy cuenta de nuevo de que, si no fuese por Kromwill, mi cuerpo estaría sin vida en este polvoriento camino.

- Otra vez, gracias por haberme salvado la vida... Si no fuese por ti, esas extrañas criaturas habrían acabado conmigo. ¿Conseguiste salir ileso de ellas? -le pregunto preocupado.

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15/01/2012, 23:35
Kromwill Rojoalbor

-Sí, sí, no te preocupes-dijo, con un leve rastro de tensión en la voz-ambos estamos bien y es lo importante.  Démonos prisa por llegar al pueblo, tengo ganas de ver a mis padres.

Y, con un paso ligero, pero asegurándose de que Elius podía seguirle, reanudó la marcha.

"Parece que de momento todo va bien...no va a preguntar, y no voy a verme en situaciones desagradables...al menos de momento. Seguro que padre me mata cuando vea lo que ha pasado..."

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16/01/2012, 16:35
Gruntah

En cuanto los terrenos en los alrededores de Fenwood aparecieron ante ellos, Gruntah redujo considerablemente su ritmo. Imhol sabía, por el tiempo que había compartido junto al draconiano, que los innumerables años siendo juzgado por su aspecto le habían vuelto receloso ante las poblaciones de seres humanos. Aunque su hogar había acogido a la familia de Gruntah durante mucho tiempo, esa sensación no se desvanecía de un día para otro.

Casi por instinto, el semidragón se cubrió el rostro con la capucha de su manto, y redujo el ritmo.

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16/01/2012, 17:32
Imhol

-Tranquilo Gruntah, estamos en casa - Digo mientras coloco mi mano sobre el hombro del draconiano. Realmente soy bastante alegre y me tomo diferente el hecho de pertenecer a una raza exótica que como lo hace él, yo considero una suerte que la gente preste atención a cuando llego a un lugar, pues aunque tienen más cuidado de que no les robe ni estafe, también están más abiertos a mantener conversaciones interesantes, y como no soy amigo de lo ajeno...

-Deberíamos darnos algo de prisa, puede que el resto ya hayan llegado o que también hayan sufrido el ataque de esas criaturas.

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16/01/2012, 23:46
Elius Brezon

- ¡Claro, yo también tengo ganas de llegar! De hecho, llevo varios días con un revoloteo en el estómago de la emoción, que tontería, ¿verdad? -digo mientras alcanzo a mi amigo, que ha acelerado el paso. Y se me escapa un pensamiento en alto- Por fin, tan cerca de casa...

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18/01/2012, 22:50
Illius

En cuanto lo abrazas, notas que lo acompaña el olor del incienso tan característico de tu templo, pero además de eso hueles la frescura de la tierra recién labrada, el perfume de los aceites que se usan para cuidar algunas de las estatuas y, por supuesto, un olor ocre muy característico y que cuando una vez le preguntaste, te dijo que era afín a todos los de su especie. Pero sobre todo, huele a hogar.

Y al separaros, mientras le cuentas el periplo final de tu aventura, se muestra consternado ante la posibilidad de que te hubiese podido perder estando tan cerca de casa.

-Sin lugar a dudas, debía de tratarse de un ángel, ese salvador tuyo. Pues solo una buena persona como los ángeles podría haberte ayudado de tal manera sin pedir nada a cambio. Y ahora, no perdamos el tiempo y neguemos a los hermanos el placer de tu vuelta, pues según tengo entendido no hay señal de ninguno de tus compañeros todavía. Parece que eres la primera en llegar.

Juntos, emprendeis la corta marcha hasta el templo mientras te pone al día de la monótona pero interesante vida y hechos acaecidos en tu ausencia, mientras no te deja contar ni lo más mínimo sobre tu viaje con la excusa de que no tengas que repetirlo otra vez al resto y sabiendo él ya el desenlace. Y la verdad, si no llega a las tres horas el tiempo que gastas con ellos es solo porque hay un pequeño grupo de sacerdotes de los más mayores que, a disgusto del resto, te insta a ir a renovar tus vínculos de amistad cuando llega la noticia de que una misteriosa figura de aspecto animal se acerca hacia el pueblo... y solo hay alguien así a quien conoces. El camino a la posada es sencillo, pero es más complicado ascender pues se encuentra a varios metros de altura, con una escalera para acceder hasta arriba. Y entonces, justo cuando estás llegando suena una voz familiar...

Notas de juego

Gloria

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18/01/2012, 23:53
Eleara

-¡Padre, ya empiezan a llegar! ¡¿Ves cómo te dije que hoy era el día?! -La voz es animada, y la interlocutora bien conocida para tí, aunque su voz suena ligeramente más madura por el tiempo transcurrido. Pues ya que quedasteis en ir a Gav-Kosh, la principal y habitualmente más concurrida taberna de Fenwood, solo ella y su padre podían atenderos. Antes de que puedas poner un pie en el primer escalón, se escucha el ruido de una cuerda soltando amarre y una carga desciende de las alturas hasta posarse con suavidad a un par de metros de ti. Y con ella vuelve la cantarina voz. -No, no, no. Por mucho que digas que ves, no pienso dejarte subir por las escaleras o, como te caigas, el resto me descalabra. Así que venga, conmigo a la cesta. -Se trata, como bien sabes por experiencias previas, de una cesta de madera y mimbre entrecosido que usan para subir la mayoría de la mercancía, aunque no la más buena y delicada. Por eso, cuando te conduce hasta ella, no tienes problemas en subirte y confiar en un sistema que es capaz de levantar varias veces tu peso.

Cuando llegas arriba, escuchas los pasos de los zapatos de Eleara y usa una mano para ayudarte a salir. Luego, con la confianza que dan los años de trato, te deja a tus capacidades una vez pasado el umbral diciendo: -Ya podrían todos subir con tanto mimo, espero que no rompais nada pese a la emoción. Suerte que calculé bien a que llegabais hoy y os tengo preparado el segundo reservado. -Se trata de una estancia no excesivamente grande, pero suficiente para el pequeño grupo que sois. Además, tiene una pequeña chimenea y una zona más ensombrada para que aquellos que no gustan de las miradas curiosas se oculten sin demasiados problemas. En definitiva, un buen sitio. -Si no llegais a aparecer, Padre me habría obligado a recogerlo todo yo sola. Así que disfruta mientras te preparo algo. ¿Quieres comer algo, o empezamos con cosas más ligeras, como una bebida? -Mientras habla, no puedes dejar de fijarte que su cuerpo sigue teniendo la misma energía que hace años y que ésta casi parece desprenderse por sus poros y rodear el ambiente, contagiándolo con su fervor.

No pasa demasiado rato hasta que escuchas la misma voz acercándose hacia ti, solo que dirigiéndose hacia otra persona. Su voz dice "El reservado 2. ¿Quieres tomar algo, o te llevo ya un buen filete? Ponte cómodo mientras vemos si llega alguien más". Y con una conversación así, no es que haya demasiadas dudas de a quién puede referirse, aunque aún no haya llegado a una posición desde la que puedas ver bien a esa enorme masa de carne y pelos que se acerca... ni puedas notar los muchos cambios que ha experimentado lo que ves de él.

Notas de juego

And Gloria again

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19/01/2012, 00:04
Eleara

El pueblo está más o menos tranquilo, aunque como siempre hay un poco de revolución cuando tú pasas. Y te ves obligado a pasar porque, independientemente de por dónde decidas entrar a Fenwood, tienes que recorrerlo casi en su totalidad para llegar a la posada, que está en uno de los primeros árboles grandes, casi en el centro de todo. No necesitas acercarte demasiado para darte cuenta de que hay un trajín que proviene de la Gav-Kosh, el local al que te dirijes. Elevado varios metros y colgado del árbol que rodea, el principal y más claro acceso para llegar a esas alturas es subir por una escalera de madera con su barandilla que, si bien no parece débil, tampoco la han puesto a prueba demasiadas veces con pesos como el tuyo. Cuando estás demasiado cerca como para que no queden dudas de tus intenciones, una voz conocida y que hacía tiempo que no oías se asoma por la barandilla, mientras un olor ligeramente picante y dulzón las acompaña. Se trata sin lugar a dudas de la hija del tabernero, cuyo olor viene siempre acompañado de lo poco habituales que son sus cuernos y la gema de su frente.

-Si me rompes las escaleras, os las cargaré en la cuenta de hoy. Y valen mucho más que las bebidas que tus amigos puedan pedir, criatura. -La última palabra, aunque en boca de muchos podría tratarse de un insulto, acaba sonando más bien a un apelativo cariñoso. -Vamos, sube rápido, que tienes a una jovencita ciega esperando a todos sus caballeros, y por mucho que tengas pelo hasta en el morro eso no te exhime de saludarla. Se la nota muy contenta. -Cuando llegas arriba, te topas de frente con la emisora de esas voces, que te sonríe y se cuela frente a ti señalándote una de las zonas apartadas de la taberna. -El reservado 2. ¿Quieres tomar algo, o te llevo ya un buen filete? Ponte cómodo mientras vemos si llega alguien más.

Notas de juego

Arbahin

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19/01/2012, 00:23
Director

Poco a poco, acortais el escaso camino que os separa de Fenwood. Dado que llegais del sur, las partes más claras del bosque son las primeras en recibiros, y se puede notar sin problema alguno cuándo pasais del mero camino a lo que ya entra dentro de los territorios del pueblo. Los olores varían sutilmente, Gruntah puede percibir un sabor nuevo y conocido en el aire y el camino está bastante más desbrozado y despejado, bien cuidado por los pocos trabajadores de la alcaldía que se dedican a ese menester de vez en cuando, para evitar la posible propagación de incendios.

Y no habeis recorrido ni una veintena de pasos más en dirección a la posada, que se encuentra casi en el límite del bosque con la llanura, cuando una figura azulada parecida a Imhol se acerca corriendo y hablando a toda velocidad, casi lanzándose contra su hermano y, sin lugar a dudas, parloteando tan rápido que solo un ventante podría entenderla a la perfección. Aun así, el draconiano puede comprender entre cachos que está contentísima de verle y que cuando vio a "ese gran lobo" entrando por el oeste del pueblo no pudo sino venir corriendo a recibirle, aunque por en medio han sonado un par de frases más que parecían decir que dejó sus herramientas de trabajo y fue a avisar a la familia. Pero claro, quién fuera ventante para entender el idioma a esa velocidad.

Notas de juego

Gruntah e Imhol

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19/01/2012, 00:48
Director

Felicidad, alegría y dicha es lo que inunda el corazón de los dos amigos tras su reencuentro casi fatal. Atrás quedan las dudas sobre la supervivencia, la misteriosa ayuda que había servido de salvación para el curandero y los restos de un enemigo derribado. Aunque el encuentro no había sido vacuo, pues casi sin pretenderlo Kromwill ha acabado guardando en su macuto una de las armas de las que Elius descubrió qué clase de ponzoña se trataba la que le afectaba. Ahora, caminando a paso más rápido que lento, avanzais hacia el encuentro de vuestros amigos en la posada, aunque con la constancia de haber perdido buena parte de la mañana entre lo sucedido y lo que os queda por recorrer.

Aun así, poco a poco el paisaje va cambiando y los campos de cultivo se hacen más comunes que las zonas salvajes o los terrenos de pasto. Y, si fueseis miembros de una especie con mejor visión de la que sois, probablemente a lo lejos podríais divisar las grandes arboledas que forman parte del pueblo. Pero como no es el caso, solo podeis ver en el horizonte una linea verde separando el cielo de la tierra y confiar en que vuestros amigos ya hayan llegado y no os guarden mucho rencor por la tardanza.

Notas de juego

Kromwill y Elius

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19/01/2012, 08:40
Imhol

El fuerte abrazo hacia mi hermana me hace recordar los tiempos en que viví en Fenwood, no son tiempos tan lejanos, ni siquiera mejores a los que hoy corren, pero sí los extraño.

"Ese gran lobo"... Debía referirse a Arbahin.

Contagiado por su nerviosismo respondo también con alocada velocidad, las palabras posiblemente se mezclasen en los oídos de Gruntah, "tiempo", "alegría", "historia", "lanza"...

Sin duda el motivo por el que regreso al viejo pueblo no es solo reencontrarme con mis compañeros de aventuras y amigos, también es para volver a ver a mi familia... Solo espero que les haya ido bien durante el tiempo que he estado fuera, supongo que sí, porque aunque el dinero no salía a espuertas de nuestra casa (más bien al contrario), si pudo mantenernos cuando yo no era más que un crío, ahora que hay una boca menos que alimentar, seguro que podría.

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19/01/2012, 12:49
Arbahin

Era increíble como toda la resolución que pudiera tener se fragmentaba mientras mas se internaba en el pueblo. Tanto tiempo evitando a la gente, tanto tiempo huyendo de ella parecía tirar de su piel, instándolo a regresar al bosque. Si bien había estado en muchos otros pueblos, este era diferente, pues le dolería más cualquier reacción hostil hacia su persona. Pero por suerte solo hubo las clásicas miradas incrédulas, las palabras en susurros y los dedos en alto señalándolo. Cosas que no le afectaban para nada.
Pronto divisó la taberna, ya había llegado, al fin su largo viaje terminaba. Solo esperaba no ser el primero en llegar, quería ver esas caras conocidas y escuchar sus voces una vez más.
Hablando de voces, ni bien puso una zarpa en la escalera le llego la voz de Eleara. Alzo el hocico para captar mejor su olor, una cara oscura lo miraba desde arriba mientras que una cascada oscura de hermosos cabellos se derramaba por la barandilla.
Arbahin subió primero con cautela, luego más rápidamente, rogando que nada se rompiera pues no quería hacer el ridículo a pocas horas de llegar. Su hombro apenas resultó una molestia sin importancia, por suerte no había rastro del veneno.
-Eleara- dijo cuando estuvo frente a la extraña mujer-. Nunca pensé que podías volverte aun mas hermosa con cada año…- había escuchado esa frase en sus viajes, la había memorizado, jamás había dicho algo así, pero quería demostrar todo lo que había cambiado-. Ambas cosas estarán bien. Muchas gracias.
Sin decir mas nada, se dirigió hasta donde estaba sentada Gloria. Le pareció tan pequeña y frágil, aunque estaba seguro que había crecido y sus formas eran mas redondeadas y adultas, luego se dio cuenta que en realidad era él quien estaba mas alto.

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19/01/2012, 15:40
Kromwill Rojoalbor

-Venga Elius... ya falta poco. Además, seguro que todos ya están allí, esperándonos. Al fin y al cabo, nosotros nos hemos entretenido con esas... cosas.

Kromwill caminaba alegremente, silbando una pequeña canción. De hecho, casi se había olvidado de "su brazo". Casi. De vez en cuando, lanzaba alguna fugaz mirada para asegurarse de que no había nada raro.

En un momento en que Elius se adelantó, aprovechó para reajustarse la capa encima de la extremidad, procurando que fuera lo menos visible posible.

"Prefiero no ir enseñando ésta aberración en público. Además, antes perdí el control demasiado, éso no debe volver a ocurrir".

Reajustó otra vez levemente la armadura de "su brazo", y alcanzó al sanador.

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19/01/2012, 15:48
Gruntah

Gruntah sonrió al ver a quien, asumió, era algún familiar del ventante debido a sus características comunes. También le sorprendióla velocidad y agilidad de sus movimientos, y deseó que ningún congénere de su azulado amigo se viera invulcrado en asuntos turbios, ya que enfrentarse a criaturas tán rápidas sería muy peligroso. Haciéndose a un lado, esperó pacientemente a que su apresurado discurso, aunque nada forzado al parecer, culminara. Viendo cómo hablaban los ventantes en la intimidad, el draconiano aplaudió el sobre esfuerzo que debía de hacer Imhol para hablar a su ritmo, o moverse tan lentamente como lo hacían los demás.

- Así que Arbahin ya ha llegado - pensó, mirando en dirección al poblado.

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20/01/2012, 09:59
Arbahin

Arbahin se acerca a Gloria a grandes zancadas, recorriendo los pocos metros que los separan en medio segundo. Apoya una enorme y peluda mano en sus delicados hombros, sabia muy bien que ella había captado su presencia. Pero aun así…
-Gloria- dijo con un tono de voz suave, aunque viniendo de él sonaba aun extraño-. Soy Arbahin…- y todo lo que quería decir se le olvidó, cualquier frase que hubiera pensado o ensayado había quedado en la nada-. Al fin estamos otra vez juntos- atinó a decir, aunque aun faltaban los demás.

Busco algun rastro de sangre o herida en Gloria, esperaba que lo suyo fuera solo mala suerte.