Partida Rol por web

Dialo rio un poco cuando escucho tu respuesta en cuanto a lo de Lopez. No es como que si hubieses dicho algo gracioso, es que simplemente se estaba riendo de el hecho de que había dado en el clavo con su deducción. El era un hombre orgulloso, así que disfrutaba de esos momentos en los que sus habilidades quedaban mas que claro.

- ¿Tan temprano de vas a casa? -Pregunto el- Bueno, la verdad no te puedo culpar, no con ese royo del Asirio muerto... -Dijo mientras servía un ultimo baso que puso frente a ti- Ten, este te lo regalo... Uno ultimo para cerrar la noche.

Después de despedirte de Dialo y pagarle lo de la noche de hoy, te dirigiste de regreso a tu departamento. Otra vez tomaste el transporte publico. Hoy tuviste suerte y terminaste a eso de las 8. A estas horas había poca gente en la calle, así que el bus estaba prácticamente solo cuando te subiste, pero mas tarde, cuando se hagan eso de las 10 pm, el transporte se llenaría hasta el techo por todo el montón de trabajadores que por fin terminan sus esclavizantes turnos del día de hoy. Varias veces te a tocado a ti regresar a tu apartamento a esas horas, así que tienes mas que razones suficientes como para querer evitar hacerlo de nuevo.

El camino a tu Apartamento fue el mismo de siempre. Las calles oscuras y sucias se extendían hasta donde tus ojos podían ver. Las luces blancas y azules iluminaban los caminos principales, pero los callejones y esquinas que no querían ser vistas eran devorados por la oscuridad. ¿Quien sabe que estaría pasando en esos lugares a los que el ojo no podía llegar? Ya habías vivido aquí el tiempo suficiente como para tener claro que, por tu propio bien, no querías saber.

Antes de que te dieras cuenta, ya estabas frente a la puerta de tu apartamento. Ni el casero ni su hija estaban por ningún lado, así que nadie te saludó al llegar. Abriste la puerta y lo único que te recibió en casa fue el frio. Valla vida llevabas en este agujero.

Inmediatamente al llegar te tiraste en tu cama. Hoy había sido un día difícil. Y por como pintaba el panorama, los días difíciles estaban apenas comenzando a llegar.

Te despertaste a eso de las 5 am. La noche anterior te costo mucho pegar el ojo, así que hoy te despertaste un poco mas temprano de lo usual. La falta de sueño aun no te había afectado, pero mas tarde tendrías que tomarte una pastilla energética para mantenerte despierto por el resto de la jornada.

Revisaste tu teléfono, y algo dentro de tu cabeza quería que cuando lo encendieses no hubiese ninguna notificación ni nada por el estilo, pero muy a tu pesar, si había. Era de un mensaje de un numero desconocido, pero eso no impidió que te hicieses una idea muy clara de quien podría ser. Al fin y al cabo, Madame Bernux dijo que te enviaría la información que le pediste.

Apenas habías abierto los ojos, y el trabajo ya estaba encontrando una forma de atraparte. Eso, no era una buena señal para el día de hoy.

Fue todo un detalle que Dialo le invitase a la última,  aunque a Arian no le hacía ni pizca de gracia que el barman "leyera" sus pensamientos e intenciones. Cuanta menos gente supiera lo que realmente pasaba por la cabeza de Arian,  más tiempo podría sobrevivir en aquella jungla de metal.

Al entrar a su apartamento,  Arian no pudo sentir otra cosa que soledad. Era la vida que había escogido, y sabía que para no acabar degollado era mejor no tener debilidades públicas como una familia e incluso como una mascota, pero a veces le gustaría romper sus propias reglas y buscar una buena mujer para sentar la cabeza.

La noche fue horrible para el detective, y después de apenas pegar ojo se levantó de la cama para empezar un nuevo día. Al coger el móvil,  Arian observó que había un mensaje en él,  y con toda la pereza del mundo lo abrió para leer No podía tener una mañana tranquila, por lo que parece.

Abrir los ojos era cada vez mas difícil cada mañana. ¿Que te mantenía haciendo esto una y otra vez? Vives solo en este agujero abandonado, tu trabajo parece odiarte, eres el chismoso que le de información a la escoria del mundo, no tienes nadie en quien confiar de verdad. ¿Que era lo que te mantenía abriendo los ojos cada mañana? ¿Que era lo que valía tanto la pena?

Una vez despierto, tomaste tu teléfono y te dispusiste a revisar ese mensaje que te había llegado. El trabajo te estaba atormentando aun mas temprano de lo normal este día.

Revisaste el mensaje y, en efecto, era de Madame Bernux.

Buenos días detective.

Después de nuestra conversación ayer, me tome un tiempo para recopilar toda la información que me comprometí a enviarle, comenzando por las grabaciones de las cámaras de seguridad que vendrán adjuntas a este mensaje y también la lista de nombres de posibles sospechosos.

[Grabaciones de seguridad]

Lista de nombres

Lucius Fawlty

Stefan Schmidt

Viktoriya "Smiley" Petrova

Como le dije, en este momento no son muchas las personas que tienen razones, o que podrían atreverse a hacer algo como el hecho en cuestión. De todas formas, esas son las únicas tres personas que se me podrían ocurrir en esta situación.

Como puede imaginarse, todos en esa lista son personas peligrosas. Así que si llegase a requerir ayuda para tratar con alguna de las personas en esta lista, puedo despachar a uno de mis activos para asistirlo.

Por el bien de ambos, detective, espero que encuentre respuestas satisfactorias pronto.

A.B

Por ahora, las grabaciones de las cámaras de seguridad se estaban descargando en tu teléfono así que revisaste un poco sobre esos tres nombres, y en efecto, encontraste rastros de los tres nombres tanto en la base de datos de la policía como en la del CIC.

Definitivamente no estabas tratando con gente cualquiera aquí. Y eso no puede significar nada bueno.

Arian encendió un cigarro mientras leía sobre los sospechosos que Madame Bernux le había enviado. No pudo evitar pensar que quizá esa gente ni siquiera estuviese cerca de ser sospechosa en el caso del asirio y que Bernux le estuviera usando para su beneficio, pero a esas alturas de su vida ¿Quién no se aprovechaba de él? Es más, ¿Quién no se aprovecha de cualquiera en esa cloaca en la que vivían?

Daba igual por quién empezar a investigar, ya que todos los de la lista parecían peligrosos, así que el detective escogió uno de los tres nombres al azar. Empezaría aquella investigación por Stefan Schmidt, por lo que descargó la información que tenían sobre él en la policía y se acercaría hasta su posible ubicación. 

Con el cigarro terminado, y esperando que se descargaran las imágenes de las cámaras de seguridad, Arian se metió en la ducha para terminar de despertarse. Puede que su apartamento fuese una mierda, y que no usase trajes caros, pero Arian siempre iba bien aseado. Quizá, al lavarse y arreglarse tanto, intentase inconscientemente lavar su consciencia, aunque al final del día ni el alcohol ayudaba a eso.

El detective ya estaba bien aseado, peinado y con la perilla perfectamente perfilada cuando volvió a consultar su móvil, esperando que la grabación se hubiera descargado. Aún así, siguió moviéndose y salió del apartamento en dirección a encontrarse con Stefan Schmidt.

Mientras disfrutabas de el primer cigarro del día, te pusiste a leer sobre los nombres que te envió Madame Bernux.

El primero de la lista, Lucius Fawlty, era un hombre de negocios. Fue dueño de una estable empresa de seguridad privada hasta que hace 6 años esa misma empresa cerró inexplicablemente de la noche a la mañana después de un atentado que hubo contra el edificio principal de su negocio. En el ataque no murió mucha gente, solo guardias de seguridad y personal de ese tipo y tampoco hubo mucho daño a la propiedad, pero por alguna razón, ese pequeño ataque fue suficiente como para acabar con toda la empresa.

La verdad era que ni siquera ustedes en el CIC saben que ocurrió con exactitud esa noche, pero parte de la investigación que se hizo sobre el incidente sugiere que Lucius Fawlty estaba profundamente relacionado con el sindicato criminal que se hacia llamar “Millenium” incluso habían rumores que afirmaban que ese hombre era el jefe de ese sindicato que, por mera casualidad de la vida, desapareció por completo de la Dusk Reserve la misma noche en que el atentado a la empresa de Lucius ocurrió. Y como si las casualidades de la vida estuviesen lloviendo del techo, la desaparacisión del sindicato Milenium se le atribuye a una supuesta jefa criminal llamada Amelia Bernux.

La verdad no era para nada difícil deducir que era lo que habia ocurrido, pero la falta de pruebas hacia que fuese imposible probar la culpabilidad de cualquiera de los personajes implicados en ese asunto de hace 6 años. De todas formas, saber todo eso te servia para saber porque Madame Bernux incluyo ese nombre en la lista.

Hoy en día, Lucius Fawlty no es mas que el dueño de un club llamdo Devils Pit. Nada del otro mundo.

El segundo nombre, esa tal “Viktoria”, si fue uno que tuviste que buscar en la base de datos de la policía, pues nunca lo habías escuchado antes, y lo que encontraste te dejo un poco confundido.

Viktoria Petrova, aka Smiley, es una pandillera líder de una banda criminal que se hacen llamar los “Red Creepers” Ellos son mas nada que una banda de poca monta que hacen trabajos sin importancia para cualquiera que les pague. Definitivamente no pertenecen a las grandes ligas donde Madame Bernux esta establecida… Tal vez pueda ser una buena idea preguntar porque un nombre tan irrelevante como el de esa chica estaba en la lista.

El tercer nombre era un tanto diferente a los otros dos. Stefan Schmidt era un asesino a sueldo, y uno de los famosos. Trabajaba para clientes importantes, empresarios, criminales, y demas gente con cantidades importantes de dinero, pero sin duda, de entre todos los clientes con los que se le ha visto trabajar, la persona que mas llama la atención es Melina Diviasky, la cabeza de Los Rusos. Por suerte, el no era un activo de la mafia como tal, pues hoy en día se le considera como Free-lancer, así que no tiene lazos directos con ninguna mafia en particular. De todas formas, tratar a alguien que ha llegado a ese nivel no es algo que se debería tomar a la ligera.

Tal vez ir solo a hablar con ese hombre no sea tan buena idea… Aunque quien sabe, si sabias como usar bien la lengua, tal vez ir solo tenga sus ventajas.

Arian leyó el informe de Schimdt cuando iba caminando por la calle y no pudo evitar detenerse de golpe ¡Hostia Puta! Este tipo es muy chungo, será mejor empezar con otro. El detective cambió de rumbo y se puso en dirección al club "Devils Pit" para hablar con Lucius Fawlty. Siempre era mejor investigar en un club que ir a por un asesino a sueldo. 

Quizá el club estaría cerrado a esas horas, pero siempre podría estudiar el terreno y observar si la zona disponía de cámaras de seguridad. De ser así, podría investigar las grabaciones hasta que aquel lugar abriese o a qué alguien llegase a comenzar a prepararlo. También tendría que investigar a la tal Viktoria, pero prefería preguntar antes por su banda, no fuese que la más inofensiva en apariencia acabase siendo las más jodida de todos.

Al llegar a la puerta del club, Arian comprobó la puerta para ver si estaba abierta podía pasar al interior, llamando antes con los nudillos para avisar de que iba a entrar.

Otro día mas da comienzo.

Ya completamente preparado y con el rumbo definido, saliste de tu apartamento en dirección al Devil’s Pit. El trabajo no se iba a hacer solo, así que si querías salir de esta cuestión lo mas rápido posible, no habia tiempo ni para pasar por la comisaria a reportarte.

Otra vez tomaste el transporte publico, y por alguna razón, esta mañana habia mucha mas gente de la normal en el bus, tanta que no pudiste encontrar ningún asiento disponible para sentarte. Hoy la gente tenia expresiones de stress y ansiedad, hoy debía haber algún evento por algún lado o algo por el estilo para que tanta gente este moviéndose a esta hora. Pero bueno, no te quedó otra opción mas que aceptarlo y quedarte de pie por media hora hasta llegar a la parada mas cercana a tu destino.

Después de bajarte junto a otras 5 personas, te encaminaste hacia el Devil’s Pit. Con ayuda de tu sistema de ubicación remoto no fue problema encontrar el camino correcto para llegar al club en cuestión, así que llegar frente a la puerta solo te tardó unos 5 minutos después de bajarte del bus.

Entonces, llamaste a la puerta y trataste de abrirla, pero no la puerta tenia seguro y no pudiste moverla. Tampoco hubo respuesta desde el otro lado, así que comenzaste a considerar que el aviso que colgaba de la puerta y decía “Cerrado” iba en serio. Pero fue cuando estabas comenzando a darte la vuelta para inspeccionar la zona un poco, la puerta se abrió un poco, dejando ver a un hombre de avanzada edad del otro lado.

- ¿Quien es usted? ¿Que quiere? -Preguntó el hombre con tono gruñón.

Arian estaba convencido de que tendría que ir a comisaría después de haber perdido el tiempo intentando acceder al Devil’s Pit mientras estaba cerrado, pero finalmente resultó que si había alguien dentro. El tipo parecía enfadado, o quizá simplemente era su tono de voz, pero Arian no se acobardó y le habló con calma.
 

- Busco a Lucius Fawlty. Dijo a la vez que mostraba su identificación de detective. - Necesito hacerle unas preguntas relacionadas con Madame Bernux. Ahora sólo quedaba observar la reacción del tipo de la puerta. Por si acaso, Arian ya estaba preparándose para una posible acción hostil, y echó un vistazo a su alrededor para buscar posibles atacantes y zonas dónde parapetarse.

Al ver tu placa, el hombre te miro de arriba a abajo por unos instantes mientras tu le explicabas quien eras y porque estabas allí, pero entonces, en el instante en que el nombre “Amelia Bernux” salió de tu boca, el hombre inmediatamente te miró directamente a los ojos con el ceño fruncido y se quedo en silencio por un instante antes de volver a hablar.

- Deme un segundo -Dijo el hombre.

El viejo entonces cerro de nuevo la puerta y te dejo afuera nuevamente por un par de minutos. No pudiste escuchar ningún ruido o voz que provenía desde adentro durante el poco tiempo que estuviste esperando, excepto al final cuando escuchaste como la puerta se volvía a abrir, esta vez mas ampliamente para invitarte a pasar adentro. La figura del viejo que te habia abierto fue lo primero que viste al entrar.

- El jefe lo atenderá en un instante. -Dijo el tipo mientras cerraba la puerta una vez entraste- Si quiere se puede sentar por allá. -Señaló la barra.

El lugar era oscuro y silencioso. Bueno, la verdad, no era para nada sorprendente considerando que era de mañana. Los lugares como estos siempre están activos de noche, no de día. Pero aun así, te sorprendiste un poco al darte cuenta que aparte de el viejo que te abrió, habia mas gente en el lugar.

Desde donde estabas no podías ver quienes eran, pero tampoco tenias la necesidad de saber quienes eran. En un lugar como este, mientras menos gente conozcas, mejor.

Arian entró en el bar con algo de recelo, esperando ser atacado en cualquier segundo Debe de ser un After. Hace años que no entro a uno para disfrutar como dios manda. Finalmente se acercó a la barra y pidió una copa - En alguna parte del mundo será la hora feliz, así que habrá que disfrutarla Dijo a modo de chiste malo al barman. 

Mientras esperaba su copa y al jefe, el detective se fijó en toda la clientela que había presente, para ver si su aparición había llamado la atención o si cada uno estaba a lo suyo - ¿Esto siempre está así por las mañanas? No está nada mal el garito, ojalá estuviera más cerca de mi apartamento. En ese momento Arian estaba siendo totalmente sincero, ya que le encantaban los locales que habrían 24/7. Siempre pensaba que había algo acogedor en un local al que podías ir en cualquier momento y no encontrarte la puerta cerrada. 

El barman no reaccionó en absoluto a tu mal chiste, si no que en vez de eso, se limito a simplemente buscar entre las botellas que tenia la indicada para servirte el trago que le habia pedido. El tipo no parecía ser tan amigable a primera vista, pero lo que si te llamó un poco la atención fue que pudiste escuchar como un hombre que estaba sentado en una mesa un poco cercana a donde tu estabas si contesto a tu broma.

- Salud hermano. -Dijo el tipo con una voz ronca y que parecía bastante gastada.

Por otro lado, al cabo de un rato, el Barman te puso un baso de cristal con tequila frente a ti. Y por suerte, esta vez si pareció estar de humor como para contestar a tus preguntas.

- Normalmente abrimos todo el día. -Dijo el hombre- Pero hay días en que cerramos en las mañanas por ordenes del jefe... Así como hoy.

So tono de voz implicaba que no estaba del todo conforme con tu presencia en ese lugar. Incluso se podría decir que habia un poco de acidez en sus palabras. Y bueno, la verdad no lo podías culpar. Se supone que esta mañana estaban cerrados y justamente vino un cliente quien, de paso, es policía, a ordenar un trago. Pero bueno, ni el ni las demas personas de el lugar parecían tener intenciones de atacarte o algo por el estilo, así que no tenias razones para preocuparte… O por lo menos no aun.

Una vez con el vaso de tequila en su mano, Arian levantó la copa en dirección al hombre que había brindado ante su chiste 

- ¡Salud! Dijo para devolver el brindis. Acto seguido dió un pequeño sorbo, para comprobar si realmente era tequila lo que le habían servido. Aunque a decir verdad, si lo querían muerto no tendrían necesidad de envenenarle sino que les sería más simple pegarle un tiro... A no ser que no quisieran manchar el garito de sangre. 

La suerte estaba echada, y si le habían envenenado no tardaría mucho en caer muerto. Mientras esperaba si el tequila era nocivo o no, Arian volvió a echar un vistazo al garito, esperando ver pronto al jefe de aquel local

- ¿Tardará mucho tu jefe en aparecer? Preguntó el detective al barman, antes de vaciar el tequila del vaso que el habían servido.

Tal vez estabas siendo un poco muy paranoico pensando en que el Tequila podía estar envenenado. Pero, de nuevo, esto es el nivel 3. Incluso la locura mas estúpida que te puedas imaginar puede pasar en este lugar. De hecho, si te están envenenado en este lugar, no seria la primera vez en las noticias en las que aparezca un detective muerto de esa forma… De todas formas, tu conoces a este tipo de gente. Si trabajan para un hombre como Lucius Fawlty, esta gente no son matones de esquina. A diferencia de algunos locos en la calle, para matar necesitan una buena razón y ademas, si de verdad quisieran matarte, en vez de usar veneno simplemente te pegarían un tiro en la cabeza y ya. En estos mundos, usar cosas como el veneno seria simplemente ponerle mas formalidades a algo que podría resolverse con literalmente mover un solo dedo.

Como sea. Mientras esperabas a que el posible veneno hiciera algo, le preguntaste al barman por su jefe, y el hombre, como todo buen barman con cara de pocos amigos, no te contesto y simplemente te miro a la cara. Lo máximo que llego a hacer fue pestañear una vez mientras te trataba de matar con la mirada o algo por el estilo.

De todas formas, no tuviste que esperar por mucho tiempo para obtener una respuesta, pues apenas pasaron unos cuantos segundos hasta que pudiste escuchar como alguien llegaba caminando hacia la barra. El barman también volteó a ver a dicha persona e inmediatamente la expresión en su cara cambio a una mas relajada. Solo ver eso te fue suficiente como para saber de quien se trataba esta persona.

- Buenos días detective. -Sonó la voz de un hombre a tus espaldas- Me han dicho que estaba buscando hablar conmigo.

Arian tuvo que reconocer que aquel hombre era elegante,  más de lo que hubiera imaginado al ver el bar que poseía - El señor Fawlty, supongo. Soy el detective Sadeghi. Estoy investigando unos asesinatos ocurridos estos días,  y una de mis fuentes me ha indicado que quizá usted sabría algo del tema. ¿Le suena el asesinato ocurrido en el Club  "Le passion"? Arian esperaba algún tipo de reacción al mencionar el club de Madame Bernux, aunque a decir verdad, tenía pocas esperanzas de acertar a la primera, si es que algunos de los sospechosos de Bernux era realmente el culpable.

El señor Fawlty te miraba con cierta curiosidad. Al fin y al cabo, no era una normal ver como un detective del CIC revelaba su identidad tan abiertamente en un lugar como ese, y mucho menos ante una persona como el.

Fawlty era un conocido criminal que en el pasado fue líder de una organización que controló una buena parte del contrabando de armas y drogas en este sector del nivel 3. Llegó a tener bastante poder en las calles y sus negocios iban cuesta arriba de forma tal, que incluso se rumoraba que el estaba comenzando a hacer negocios importantes con “Los Rusos” antes de que cierta mujer apareciera de la nada y destruyese toda su operación.

A pesar de que este hombre nunca llego a ser uno de los peses gordos, estuvo cerca de ser uno. Así que no habían muchos detectives que se atreviesen a si quiera acercarse a el, y mucho menos uno que llegase hablando abiertamente de algo que estuviese relacionado con Madame Bernux. Sin duda tu en este momento debes ser algo así como una anomalía para este hombre.

- Conozco bien el nombre del club del que me esta hablando detective. -contestó el hombre con calma- Pero no se nada de ningún asesinato que halla ocurrido allí. Verá, a pesar de ser un establecimiento rival, no le he prestado mucha atención en particular.

El hombre hablaba con calma total. Parecía como que si simplemente no le importase en absoluto que hallas mencionado el nombre del club de Madame Bernux. Quien sabe, tal vez después de haber sido derrotado por ella hace años no quiere tener nada que ver con esa mujer. Lo cual seria entendible a decir verdad.

Muy rápidamente, la idea de que este hombre no tenga nada que ver con el caso se te cruzo por la mente. Pero justo antes de que pudieses seguir analizando la situación, el señor Fawlty volvió a hablar.

- Extraño... Creí que la seguridad de ese establecimiento era particularmente buena… Podría -si me lo permite claro- ¿preguntar por lo sucedido? -Dijo el con la misma calma de antes- Unicamente por curiosidad por supuesto. Si hubo un asesinato en un club como ese, quien niega que el mio no podría estar en riesgo también.

Tu venias preparado para lidiar con un profesional pero, quien lo diría… Tal vez mencionar a Bernux halla sido el movimiento correcto en esta situación para aflojar su lengua.

Arian actuaba últimamente de forma un poco suicida, podría decirse, quizá por que pensaba que ir de cara hacia que la gente se confiese o quizá por que no temía morir, ya que a veces pensaba que ya estaba muerto al vivir en ese agujero que era el nivel 3. 

Cualquier agente ocultarla información sobre un caso a cualquier persona ajena al mismo,  pero Arian pensaba que si ofrecía algo sustancioso,  recibiría algo similar, un poco de "Quid pro quo". - Hubo una carnicería. Comenzó el persa mientras encendía un cigarro a la vez que ofrecia uno al su interlocutor. - Se cargaron a un asirio en un reservado, pero como imaginarás,  nadie sabe nada. Todo el mundo hecha balones fuera, y con razón,  ya que los Asirios no tardarán en demandar sangre,  y no se conformarán con unas migajas, sino que querrán un jodido buffet libre. Si se enteran de que algún miembro de una banda ha estado involucrado, imagino que irán a por la banda entera y a por los familiares de estos, sean o no culpables. Mi misión,  como honrado miembro de la ley Dijo sin evitar sonreír al no creerse su propia mentira Es encontrar al culpable lo más rápido posible para evitar masacres innecesarias. Puede que lo más inteligente para él fuese dejar que los Asirios matasen a todos los pandilleros y gangsters que pudiesen, pero Arian no quería que se iniciase una guerra que salpicase a inocentes,  además de que si cerraba el caso nadie dudaría de que era un detective limpio. Quizá, resolver el caso podría llevarle al sector 2.

Antes de continuar hablando, Arian quería estudiar la respuesta del señor Fawlty, para ver si podía averiguar si lo que le contaba era realmente nuevo para él o sólo le estaba poniendo a prueba.

Fawlty escucho tus palabras con una atención remarcable. Era fácil ver como sus ojos le brillaban al escuchar tal historia sobre la desgracia que habia caído sobre Madame Bernux. Hace un par de años, cuando toda la historia entre esos dos lideres criminales se estaba desarrollando, llego a tus oídos historias de que la confrontación que se dio en aquel entonces fue bastante violenta. Pero como tu, por fortuna, no tuviste nada que ver con ese caso, no te llegaste a enterar de el espectro completo de la situación, pero, a juzgar por la reacción de Fawlty, era fácil deducir que tuvo que haber sido peor de lo que te imaginaste en un principio.

Este hombre odia a Madame Bernux, podías saberlo con solo mirarlo a los ojos en este momento y ver esa mirada llena de furia cada vez que mencionabas algo que tuviese que ver con aquella mujer. Y si sabes algo de las personas que guardan tanto odio dentro de ellas, es que son capaces de cometer las locuras mas insensatas que se te pudieran ocurrir.

Sin duda, Lucius Fawlty era un muy buen candidato a ser responsable detrás de todo esto… Pero aun es muy temprano para llegar a conclusiones.

- ¿Un Asirio? -Dijo el con cierta sorpresa en su voz- Increíble. No creí que quedara gente lo suficientemente estúpida en este lugar como para hacer eso… -Fawlty hizo una pausa un tanto prolongada. Su mente le estaba dando vueltas al asunto- Lamentablemente, Detective Sadeghi, no creo poseer ninguna información que le pueda ser de ayuda en este caso. Un hombre como yo, dueño de un bar club como este no tiene muchas razones para mezclarse en asuntos de bandas y esas cosas. Lamento mucho que no pueda ser de ayuda en este momento...

Como era de esperar, el hombre no estaba dispuesto a dar ninguna clase de señal que pudiese implicar nada todavía. Era cierto que tu mención de Madame Bernux le habia movido uno que otro cable, pero al parecer, eso no era suficiente como para hacerlo hablar… O eso era lo que te estaba pasando por la cabeza cuando:

- Sin embargo, -Habló Fawlty repentinamente.- Soy un fiel creyente de que un, honrado ciudadano, como yo, -Dijo repitiendo tu “broma” de antes- tiene la obligación de prestar apoyo a un miembro de la ley como usted, ¿No cree?.

Bingo.

Arian levantó una ceja ante las últimas palabras de Lucius, ya que pensaba que al final se iría de allí con las manos vacías. - Tiene toda la razón, Señor Fawlty. Y créame que su apoyo se podrá ver “recompensado” de forma equitativa. El detective estaba jugando a un juego peligroso al intentar asociarse con enemigos acérrimos, pero necesitaba resolver el caso.

También se le pasó por la cabeza que aquel tipo sólo quería aprovecharse de él, de su delicada situación, pero si no lo intentaba sería mucho peor a la larga. Seguro que el resto de la lista de Madame Bernux intentara manejarme y a la larga usarme contra ella. Quizá lo mejor sea sincerarme con ella después de hablar con los sospechosos. Si se entera por terceras personas que voy a colaborar con sus enemigos, acabaré muerto antes de darme cuenta.