Partida Rol por web

De buenas a primeras, Madame Bernux pareció apreciar tu sinceridad directa bastante bien. Asintió cuando admitiste tu mismo ser un detective e incluso sonrió un poco mas de lo que ya estaba. La mujer en el sofá también pareció reaccionar a tu comentario dejando salir un ligero bufo que apenas alcanzaste a oír. Eso era una buena señal, saber que dejaste una buena primera impresión en ellas era un tanto relajante. Aunque seria un grave error bajar la guardia solo por eso, ademas, estabas seguro de que personas como ellas tampoco lo harán. Aun estabas caminando por el filo de la navaja.

- Eso facilita las cosas -Dijo ella en respuesta a tu revelación.

Bernux escucho lo que tenias que decir atentamente, prestando atención a cada palabra de forma tal, que incluso tu te sentiste un poco acosado por su mirada. Su expresión de amabilidad se mantuvo sin cambio alguno mientras que hablabas, hasta que la palabra Asirio salio de tus labios. El cambio en la expresión de la mujer no fue para nada sutil. Su sonrisa desapareció por completo, y ya no quedaba ni el mas mínimo rastro de amabilidad en ella, y paso a verse completamente seria.

De ese momento en adelante, la tensión que su comportamiento amigable había dispersado reapareció inmediatamente. La parte interesante esta a punto de comenzar.

Bernux hizo silencio mientras hablabas y no hizo ni el mas mínimo esfuerzo por volver a poner su expresión anterior. La mujer en el sofá también pareció reaccionar ante todo esto. Puso su vaso de cristal sobre la mesa y no siguió bebiendo. El silencio de ambas mujeres llegaba a ser amenazante, pero un detective experimentado como tu tiene habilidad suficiente como para desenvolverse en una situación como esta sin morderse la lengua. Elegiste bien tus palabras. No revelaste nada mas de lo necesario pero tampoco fuiste tan vago como para que lo que querías decir no se entendiese. Directo al grano y eficiente. Así era como querías hablar cuando estabas arriesgando tu vida.

- Me alaga que respete tanto de mis logros del pasado detective, -Dijo ella- pero ambos sabemos que no duraría mucho tiempo en una confrontación contra los Asirios.

Lo que decía Barnux era cierto. Puede que ella tenga una organización grande y con bastante influencia, pero su nivel no se acercaba si quiera al de una de las 6 grandes. Si los asirios quisiesen, Madame Bernux y sus clubes serian reducidos a nada en un abrir y cerrar de ojos. Esa era la clase de monstruos con los que estaban lidiando aquí.

- Como usted dice, esta es una situación que preferiría manejar con discreción, -Afirmó- y lo ultimo que quiero es tener a uno de esos árabes metiendo las narices en mi club, pero creo que hay un malentendido aquí. Nosotras no somos responsables de la muerte del señor Dahaakad. Es cierto que el fue atacado aquí, pero eso no tiene nada que ver ni conmigo ni con ninguna de mis chicas, ni con el resto de mi personal. -La forma en que dijo eso te dejo claro que no estaba mintiendo ni tratando de ocultar nada. Es mas, incluso había un poco de frustración en su voz, como que si no le hubiese gustado el hecho de que hallas considerado esa posibilidad- Ahora, dejando eso de lado, si quiere un chivo expiatorio, le puedo proporcionar cuantos quiera, pero aun así, dudo que eso sea suficiente como para calmar a los Asirios. La persona que murió tenia rango, no era un cualquiera, así que si la persona que es encontrada culpable resulta ser un cualquiera, nadie se lo va a creer. Todos sabrán que sera una jugada de la policía para esconder algo y eso hasta motivara a los Asirios a buscar con mas empeño que antes. Si se revela un culpable tiene que ser el verdadero, nada mas que eso calmara a los árabes. Dígame detective, ¿Tiene alguna idea de quien fue? O aun cree que fui yo la que dio la orden.

Cuándo las cosas parecían que empezaban a ir bien para el detective, una revelación torció la situación dejándole en un escenario peligroso. Hasta ahora, Arian había estado convencido de que el asesinato lo había ordenado Madame Bernux para, tal vez, comenzar a debilitar a los Asirios, aunque ella misma negó estar involucrada. Según más lo pensaba, más sentido tenía que ella no quisiera atacar a los Asirios, así que ahora tendría que adivinar quién lo hizo para salir de aquella situación peligrosa Joder, ahora tendré que lidiar con los Asirios, con Madame Bernux y con mi jefe. Si no encuentro al culpable,  acabaré con asesinado,  despedido y con la reputación por el suelo, aunque esto último poco importa si me arrancan las extremidades.

- Mierda Dijo finalmente el detective al darse cuenta de que había fallado en su suposición. - Entonces, si no ha sido usted ¿Quién ha tenido los huevos de cargarse a un Asirio en su local? Eso parecía ser lo único que Arian tenía claro en ese momento, que el asesinato se había realizado allí. - Alguien que quiera joderla. Dijo respondiéndose a si mismo. - Si usted no ha sido, alguien está tratando de incriminarla. Ahora quedaría saber quién se arriesgaría tanto. ¿Alguien que quiera su puesto? ¿Un asunto de venganza?  Para Arian, esas dos posibilidades se habían colocado en primera posición en su cabeza. Podría ser que Madame Bernux tuviera a alguien en sus filas lo suficientemente ambicioso para realizar una táctica tan arriesgada, o alguien a quién hubiera jodido tanto que no tuviera nada que perder. - Estaría bien que hiciese una lista con los principales sospechosos para que pueda investigarles. Y, si a usted no le importa, me gustaría ver las cámaras de seguridad de aquel día. Quisiera ver con quién entró el Asirio, con quién habló, que bebió, que se metió, con quién bailó... Cualquier cosa que pueda darnos una pista.

Tanto Arian como Madame Bernux estaban en una situación delicada, y quizá colaborando podrían salvar el pellejo. - ¿Qué me dice? ¿Cree que una colaboración entre usted y yo sería beneficiosa?

Juzgando por la actitud que Madame Bernux adapto ante ti, fue fácil entender que a ella no le habia gustado para nada la forma en que insinuaste que ella era la culpable. Su sonrisa desapareció y cruzo los brazos donde estaba mientras te escuchaba hablar. Justo así como se veía ahora, si parecía emanar el aura de jefa criminal que esperarías que una persona como ella tuviese, lo cual tampoco era algo bueno a decir verdad. Eso solo indicaba que la cosa se estaba poniendo tensa.

- Tengo una buena lista de enemigos que me quieren muerta, -Dijo ella cuando comenzaste a preguntar sobre si tenia posibles sospechosos- Pero pocos de ellos se atreverían a hacer algo como esto, la mayoría tienen demasiado miedo de lo que les podría pasar si fallan como para intentar algo. Lo se porque conozco bien a mis rivales. Sea quien sea que esta haciendo esto, dudo mucho que sea algún personaje con el que ya tenga historia… Aunque esa posibilidad siempre existe.

Bernux parecía estar tan perdida como tu en este asunto, y por como la cosa se estaba moviendo, tu no tenias ninguna carta sobre la mesa que ofrecer para ganarte su apoyo, pero, para tu suerte, tu tenias un haz bajo la manga que ofrecerle a ella como para por lo menos tener una posibilidad de que Madame Bernux no mandase a la mujer de la gabardina a reventarte la cabeza después de que salieras de su club. Los servicios de un detective eran bastante útiles para gente como ella, y si se los ofrecías de forma tan directa y simple, ella tendría pocas razones para no aceptar tu propuesta.

- Pues si usted hace bien su trabajo creo que una colaboración si seria beneficiosa. -Contestó ella- Yo ya tenia a gente miá trabajando en este asunto, pero ninguno de ellos a logrado conseguir nada. Tal vez una persona con acceso a la base de datos de la policía tenga mas posibilidades de encontrar algo que ellos…

Madame Bernux se quedó en silencio donde estaba. Parecía estar considerando tu oferta con cuidado. De todas formas tu estabas seguro que aceptaría. Una oferta como esta les convenía bastante a los dos y seria mas bien un desperdicio para ella negarse a aceptarla.

- Muy bien detective. -Siguió hablando ella a la vez que volvia a poner su amable sonrisa- Creo que tenemos un trato.

Al decir eso, Bernux se acerco a ti con una mano estirada hacia ti, ofreciendotela para que la estrecharas para cerrar la etapa de negociaciones.

Al final habías logrado sobrevivir a esta conversación. Pero eso no significaba que pudieses bajar la guardia. No cuando estabas tratando con una mujer como esta.

No te preocupes hermano.

Tomate tu tiempo y curate, que una enfermedad como esa requiere descanso. Yo aquí puedo esperar cuanto sea necesario.

Arian respiró aliviado cuando Madame Bernux accedió a ser su socia, ya que por lo menos saldría de allí con vida y con la poside trabajar con una mujer inteligente Esta tipa, si juega bien sus cartas, podría llegará a ser un pez muy gordo. Tengo que hacerlo bien para que me recompense en el futuro.

Después de que ambos se estrechasen la mano para sellar el pacto, Arian le dio su número privado - Avíseme a este número siempre que pueda ayudarte. Mi nombre en clave es ED, por si algún le escribo que sepa que soy yo. Puede enviarme todo lo que sus hombres hayan conseguido hasta ahora para que pueda echarle un vistazo, a ver si encuentro alguna pista ahí.  Y no dude en enviarme la lista de los que cree que podrían estar tan locos como para intentar joderla. Aunque Arian trataba de ser educado con Madame Bernux,  las palabrotas siempre acacaban escapandose de su boca.

- A sido un gran honor conocerla, Madame Bernux.  Seguiré con mi investigación y le informaré de cualquier novedad. Que pasen una buena tarde. ​Dijo el detective antes de salir del despacho de la mujer y bajar a buscar a su "compañera" para ver que había descubierto.

Madame Bernux simplemente escaneo tu numero telefónico pasando su pulsera multo uso sobre este por un instante para registrar tu contacto. Entonces, volvió a cursarse de brazos para terminar de despedirse de ti.

- Le estaré enviando la lista y los videos de las cámaras de seguridad en breve. -Dijo ella- Aunque tengo que avisarle que no tenemos ninguna grabación de lo que ocurrió dentro de la habitación donde estaba el Asirio. Aquí tenemos una política de respeto de la privacidad de nuestros clientes.

Al terminar de explicar la situación, Bernux se dio la vuelta y volvió a sentarse en su escritorio mientras tu comenzabas a encaminarte hacia la salida. La mujer de la gabardina azul en el sofá te dedico una mirada fría y amenazadora mientras ibas saliendo de forma tal que sentiste como que se te erizaba la piel. ¿Quien demonios era esa tipa? Si estaba allí, no podía ser una cualquiera. Investigar un poco sobre estas dos podría ser una buena idea.

Ya estabas con un pie fuera de la oficina de Bernux cuando escuchaste como la mujer alzo la voz una vez mas.

- Ah, por cierto detective. -Dijo ella de improvisto- Por favor dígale a su compañera que si no va a hacer nada con alguna de mis chicas, que deje de acapararlas. Hay otros clientes esperando por ellas.

Incluso sabia que De Soto esta contigo. Esta era definitivamente una mujer de temer.

Arian pensó que no grabar a sus clientes era una mala idea, ya que si lo hacía,  podría chantajearles en el futuro, pero decidió no decir nada a su anfitriona para no insultarla.

Antes de que saliera por la puerta, el detective sonrió cuando Madame Bernux mencionó a su compañera Por supuesto que lo sabía. Desde que entramos por la puerta nos habrá tenido controlados. - No se preocupe,  ahora me la llevo y no molestaremos más. Que pase una buena tarde. Acto seguido,  se tocó el ala del sombrero para despedirse y bajó hasta el bar, pensando todo el rato sobre la mala espina que le daba la mujer de la gabardina azul. Tenía claro que buscaría su imagen en el archivo de la policía,  ya que era mejor saberlo todo sobre los aliados y sus secuaces.

Cuando llegó al bar, Arian buscó con la mirada a su compañera, esperando encontrarla rápido para salir de allí cuanto antes. Una vez localizada, el detective se acercó a ella y le hizo un gesto para que le siguiera - Espero que hayas conseguido algo de información,  o de que te hayas divertido por lo menos. Yo sólo he encontrado un callejón sin salida.

Ya habías terminado con la negociación con Madame Bernux, ahora era cuestión de encargarte de la otra mujer mezclada junto a ti en todo este drama.

El guardia que te habia escoltado hasta la oficina de Bernux estaba junto tras la puerta, esperando a que salieses para guiarte de nuevo hacia el espacio del club. El camino de regreso fue igual de silencioso que el de ida, pero esta vez, ya habiendo hablado con la jefa del lugar, no se sintió ni por asomo tan tenso como si se sintió el de ida. Así que esta vez pudiste relajarte y simplemente caminar de forma normal.

Una vez regresado a la zona del club, ahora era cuestión de buscar a De Soto y hablar con ella para que te reporte sus descubrimientos con las chicas. Esta vez fue aun mas fácil de encontrarla que la vez anterior, solo fue cuestión de acercarte a la misma zona en la que la dejaste para encontrarla. Estaba sentada en el mismo puesto que antes, pero esta vez, en vez de esta rodeada por 3 o 4 chicas, tenia junto a ella como a 10. Era una escena de lo mas curiosa, los hombres que estaban fuera de el área del mini-cabaret estaban todos mirando hacia el grupo de mujeres reunidas allí. Todas las chicas del club parecían estar pasando un buen rato hablando con tu compañera, mientras que los hombres miraban a De Soto con celos y envidia en la mirada. Esa sin duda era una escena mas que simplemente peculiar.

De todas formas, el show tenia que terminar, y ustedes tenían trabajo que hacer. Meterte en medio de esa multitud de mujeres y sacar a De Soto directamente de allí no seria para nada prudente, así que optaste por nada mas enviarle un mensaje por IMS indicándole que se levantara y se reuniese contigo fuera del club.

Tu te adelantaste, y saliste por tu cuenta para esperar a tui compañera en una equina de la calle frente al club. Al cabo de unos 5 minutos, viste como De Soto salia por la puerta a la vez que se despedía de una chica que la acompaño hasta la salida. Ella ya sabia donde estabas gracias a el sistema de localización, así que fue directamente hacia donde estabas y se reunió contigo.

- No estoy aquí para divertirme Detective. -Dijo ella con expresión severa cuando le hablaste, a pesar de que esa marca de pintalabios que tenia en el cuello indicaba lo contrario- Las empleadas del club no parecen estar muy informadas de la situación con el Asirio. -Comenzó a explicar ella- La mayoría no saben absolutamente nada, pero logre que una de ellas me dijera algo. Al parecer ésta chica estuvo en el piso del área VIP cuando ocurrió el ataque, justo en la habitación vecina de la del Asirio en cuestión. Ella dijo que no vio nada de lo que ocurrió por el pasillo, pero que escuchó ruidos que provenían de la habitación vecina y el de una ventana rompiéndose, así que se asomó por la ventana de la habitación en que ella estaba y vio hacia el callejón y vio a una sombra grande alejarse corriendo por el callejón y lo que le pareció una silueta de alguien mas sobre el techo de el edificio vecino al del club que al ver a la otra sobra alejarse salto desde el techo hasta el callejón para seguir a la sobre grande… -Al terminar de explicar eso, hizo una pausa- No se que creer de todo esto. Es posible que ella halla estado bajo influencia de narcóticos o algo por el estilo en el momento. Así que yo no tomaría todo esto por sentado de inmediato.

Arian miró el pintalabios en el cuello de su compañera, pero no hizo ningún comentario al respecto. A él no le importaba lo que hiciera ella, con tal de que no le salpicase, ya que bastantes malabares tenía que hacer para aparentar ser legales.

- En ese caso, probaremos las cámaras de seguridad de la zona, a ver si ha captado algo. Aunque la última vez que las comprobé no hallé nada interesante. Quizá en esta zona tengamos más suerte. Tras eso, Arian bostezó sin poder evitarlo. Hacía bastante que no trabajaba tanto, y después de la tensión debido a la reunión con Madame Bernux notó cómo ahora le venía un bajonazo de cansancio. - Bueno, creo que por hoy ha estado bien la investigación. Veremos si conseguimos más pistas con el resto de víctimas para seguir avanzando. ¿Quieres ir a la comisaría para realizar el papeleo o lo hago yo?

Cuando mencionaste lo de revisar las cámaras de seguridad, inmediatamente De Soto llevó su mano derecha a su muñeca izquierda para presionar un botón de su pulsera. A la vez que hacia eso, pudiste notar como su ojo derecho comenzaba a emitir una ligera luz azul. De seguro estaba pidiendo a la central que les diesen permiso para revisar las grabaciones de las cámaras de la zona. No todos tenían implantes cerebrales como tu, así que la mayoría de personas usaban artículos como las pulseras inteligentes o anillos para operar los sistemas como IMS o cosas por el estilo.

- Tengo un conocido en sistemas que nos puede ayudar a agilizar el proceso de obtener los videos -Dijo ella mientras hacia sus cosas.

Cada vez que un detective pedía acceso a información de este tipo la computadora de la central lo revisaba y juzgaba si era de verdad necesario o no atender la solicitud de inmediato. A veces, que te den información puede ser cuestión de minutos, como ocurrió al medio día cuando pediste los videos de las cámaras del callejón, o puede durar horas dependiendo de lo que decida la computadora. La parte buena era que los operadores de la central podían meter mano allí y autorizar el despacho de información de inmediato, así que si De Soto tenia a alguien allí, eso facilitaba el proceso en caso de que la computadora decidiese no despachar la información solicitada de inmediato.

Después de encargarse de la logística, decidiste que por hoy ya habían trabajado lo suficiente. Tu en especifico llevabas todo el día de acá para allá en morgues y edificios haciendo preguntas e investigando, incluso acabas de pasar un rato bastante tenso con Madame Bernux. Ya era una buena hora para detenerse.

- Pues si, ya por hoy no creo que podamos sacar nada mas. -Dijo De Soto- Hacen falta los videos y revisar los otros dos cadáveres. -Después de decir eso, tu compañera hizo una pequeña pausa para estirar los brazos hacia arriba- Bueno, tampoco fue un día sin avances, así que tenemos cosas que reportar. Por demoslo por terminado.

De Soto terminó de estirarse y entonces comenzó a caminar hacia la derecha, aparentemente en dirección hacia la estación de bus que habia en la esquina.

- Yo me voy a mi casa. -Habló mientras comenzaba a caminar- Te encargo el papeleo, compañero. -Dijo mirando hacia atrás para dedicarte una sonrisa un tanto burlona- Mañana a eso de las 11 te llamo para ir a la morgue.

La muy… No tuviste que haberle preguntado si ella quería hacer el papeleo. Puede que sea una detective ejemplar y todo lo que tu quieras, pero es mucho mas astuta y “flexible” de lo que parece... Aunque bueno, la pare buena de que no te valla a acompañar a hacer el reporte es que vas a poder "omitir" el detalle de tu conversación con Madame Bernux sin ningún problema.

Arian se sorprendió gratamente cuando De Soto consiguió acelerar el proceso al acceso de las imágenes de seguridad ¡Lástima que la chica sea legal! Que bien me vendría alguien con sus contactos y habilidades. 

Sólo de pensar en tener que revisar dos cadáveres más y los vídeos de seguridad del día siguiente,  agotó al detective mentalmente y lo único que deseaba era acercarse a algún garito de mala muerte a tomarse una copa y escuchar una bonita voz cantar algo de Jazz. Por desgracia,  De Soto fue más astuta que él en ese momento y le empaquetó el tener que realizar el informe del día.

- Me la jugó la muy cabrona. Dijo para si mismo el detective mientras se dirigía a la parada del bus para desplazarse a comisaría. Para no coincidir con su compañera, Arian esperó antes de acercarse a la parada del bus mientras disfrutaba de un cigarro.

Una vez que llegó a la comisaría,  Arian se sentó en su escritorio y redactó el informe sin mencionar nada de Madame Bernux. En su lugar,  el detective escribió que, según su experiencia y la falta de pruebas, descartaba que la agresión se hubiera realizado o iniciado en el bar que habían inspeccionado Así saldrá el garito del radar de la policía en aquel caso.

Con el informe terminado, nada debería impedir a Arian tomarse una copa.

Después de caer de lleno en la trampa que tu mismo pusiste, De Soto quedó libre de ir a descansar, pero tu quedaste con varias cosas mas que hacer antes de dar la jornada policial de hoy por terminada, y era la parte que menos te gustaba: El papeleo. Era algo que se tenia que hacer, si, pero era algo que detestabas por completo. Ademas, con las cosas que ocurrieron hoy, y el tipo de caso en el que estabas mezclado, esta vez el reporte seria particularmente complicado.

Primero tuviste que regresar a la central, lo cual también era bastante malo, pues allí debía estar el desgraciado de Donald con su actitud de mierda dispuesto a joderte como mejor pudiese sin razón alguna. Por suerte, cuando llegaste, el gordo no estaba. Según lo que te dijeron tus colegas, al parecer el tipo tuvo que salir a una reunión con el capitán de división. De seguro lo llamaron para que hiciera un reporte de tu división o algo por el estilo. Al fin y al cabo ya era jueves, así que este era uno de los días en los que esas cosas tendían a hacerse.

Como sea. El hecho era que el gordo no estaba, así que no hubo nadie quien te molestara mientras hacías al papeleo. Llegaste a tu cubículo, te sentaste frente a tu computadora personal y comenzaste a escribir todo lo que ocurrió hoy a excepción de el pequeño detalle de que tuviste esa conversación con Madame Bernux. No creías que a tus superiores les importara mucho no enterarse de algo por el estilo, así que te pareció prudente omitir esa parte en el informe.

Te tardo alrededor de 2 horas y media, pero pudiste terminar de escribir esa cosa antes de que te dieran ganas de cortarte tu mano buena de tanto escribir. Después de eso, archivaste la cosa y se la enviaste al capitán de la división para que el lo revisara. ¿cuando? Eso era problema de el. Tu ya habías cumplido con tu parte Ahora podías ir calmadamente a tomarte un par de copas para por fin dar por terminada la jornada laboral de hoy. Te lo merecías después de un día tan ocupado como este… O por lo menos eso era lo que querías pensar.

Saliste de tu cubículo y antes de que alguien pudiese decirte algo, te fuiste de la central con un solo objetivo en mente y te concentraste en cumplirlo lo mas rápido que te fue posible, lo cual significo ir a un bar cercano a la central llamado Bloodye.

Era un lugar normal. Frecuentado por policías regulares y gente de los tuyos ya que estaba tan cerca de la central, recién entraste identificaste algunas caras amistosas, pero no tan amistosas como para plantearte ir a tomar una copa con ellos.

La que si te saludó al verte fue Dialo, el bartender del lugar.

- ¡Eh! Arian -Te llamó el tipo desde la barra- ¿Vienes por una copa o dos?

Arian se alegró al no encontrarse con el cabrón de Donald, aunque no tanto como el día que el puto gordo la palmara ¡Ojalá llegue el dia en que algún yonki puesto hasta arriba se lo cargue de un navajazo! Pero como se suele decir, "Bicho malo nunca muere".

El papeleo fue un auténtico corazón, pero por lo menos pudo evitar que constasen datos delicados para la reputación del detective, así que fue una de cal y una de arena.

Ya en el bar, todo el estrés del trabajo desapareció,  y Arian por fin pudo disfrutar de aquel día. - ¡Dos Diablo! Dos para empezar la noche. ​No era el mejor sitio para emborracharse, pero estaba tan hastiado de aquel día y del puto caso que le habían empaquetado, que poco le importaba ya que sus compañeros le vieran bebiendo más de la cuenta. - ¿Cómo va la noche? ¿Estos capullos se están comportando? Dijo señalando con la cabeza a sus compañeros de trabajo.

Dialo dejo salir una risilla cuando le contestaste de esa forma. El tipo siempre se alegraba bastante cuando un cliente llegaba con ánimos de bajarse unas cuantas copas, y mucho mas se traía esa actitud tuya que gritaba a leguas que te querías beber una botella completa de ser posible para hacer que el estrés salga de tu cuerpo de una vez por todas. Hoy habías tenido un día pesado, así que sin duda alguna te merecías un buen descanso por lo menos durante la noche de hoy.

- Parece que necesitas unas buenas copas. -Dijo el con su voz profunda que de cierta forma te calmaba al oírla.

Mientras terminabas de acercarte a la barra, Dialo no perdió el tiempo y saco una botella de Red Grass sin abrir que puso sobre la barra. Luego, cuando te sentaste, abrió la botella en un abrir y cerrar de ojos con un solo movimiento de su navaja que hizo saltar el corcho y por ultimo virtio el liquido rojo escarlata en dos vasos de cristal frente a ti. Ese tipo era un artista como bartender. No desperdiciaba ni un solo movimiento al abrir una nueva botella, ni una sola gota de licor al servirlo.

- Esto es justo lo que necesitas hermano. -Dijo el empujando el primer vaso de cristal hacia ti.

El Red Grass era un licor fino. Tenia fuerza, no tanta como el Hydro o el clásico tequila, pero era suficiente como para que un trago de eso hiciese que todo tu sistema nervioso reaccionase al metertelo a la boca. Era una sensación placentera acompañada de un sabor sofisticado y un olor a fruta que resultaba atractivo para tu nariz. Este licor era sin duda un paquete completo y que ademas tenia el precio de medio paquete. Claro, no era de lo mejor que hallas probado, el Golden Glow era de otra liga en comparación a este, pero sin duda, el Grass era uno de los que preferías siempre que podías permitírtelo.

- Calladitos y tranquilitos. -Contesto Dialo medio en broma a tu pregunta- Aun no se han olvidado de que sin mi no son nada jejeje... ¿Y a ti como te va? Te ves como la mierda hoy...

Arian agradeció al bartender, con un gesto de cabeza, cuando le sirvió la copa, y no tardó mucho en probar ese delicioso licor. 

- Estoy en la mierda. Dijo mientras cogía el segundo vaso. El primero lo había bebido casi de un trago, pero este segundo prefería saborearlo más y disfrutralo poco a poco. - Me han adjudicado un caso chungo, de esos que tienen una alta probabilidad de acabar conmigo en la morgue. Y además me han empaquetado a una novata,  así que tengo el pack completo. Quien sabe, quizá esta sea el último buen licor que disfrute en esta puta vida. Arian se desahogó con Diablo, que siempre era algo que ayudaba como terapia. 

- ¿Que se habla por aquí? ¿Alguna novedad interesante? Sin darse cuenta, Arian había puesto el piloto automático de detective,  y comenzó a intentar recopilar información. El muy gilipollas no sabía desconectar del trabajo.

Dialo hizo una mueca cuando escucho la situación en la que te encontrabas. Cualquiera podría saber lo jodido que estabas con solo escuchar esa explicación tuya a pesar de que dejaste por fuera los detalles. Sin duda este era uno de esos casos que, como mínimo, te van a dar muchos dolores de cabeza si o si, y eso si es que directamente no te daba una bala en la cabeza y adiós.

Tenias mucho que digerir esta vez, y eso que apenas y estabas en el primer día de investigación. Era de ahora en adelante que esto se iba a poner complicado, y fijate que, solo pensar en eso, ya te estaba dando un dolor de cabeza.

- Uff, eso suena horrible... -Dijo Dialo- Vas a necesitar mas tragos de los que pensé.

Al decir eso, Dialo volvió a llenar por completo el baso que te acababas de beber.

- Ahh, pues ya sabes. Nada nuevo por estos lares. -Explico el- Solo lo normal. Los detectives borrachos sueltan la lengua con mucha facilidad así que nunca estoy corto de historias para entretenerme. ¿Sabias que hay un rumor que dice que Lopez desertó del cuerpo usando el nacimiento de su hija como excusa? Jeh, ese desgraciado siempre se creyó mas inteligente que los demás... Nunca me calló bien para ser sincero.

Cuándo escuchó el rumor sobre López,  Arian tuvo que reprimir una reacción de odio para no levantar sospechas. Para su condición,  era mejor fingir que era un policía aburrido que nada le importaba demasiado sobre chismes de otros policías, aunque en ese momento su sangre estaba hirviendo ¿Cómo? ¿El cabrón de López usó el nacimiento de su hija como excusa para dimitir? Y por su culpa, ahora tengo este puto caso que me va a explotar en la cara si no ando con cuidado. ¡Voy a matar a ese desgraciado!

Arian tardó un rato en volver a hablar, y sólo lo hizo después de darle un par de sorbos a su licor. - ¡Vaya con López! ¿Y se dice algo más sobre él? ¿Va a desertar para siempre o volverá al cuerpo más adelante? ¿No se ha pasado por aquí a saludar?

Dialo sonrió al ver tu reacción frente al rumor de Lopez.

- Jeje, ¿Que te hizo Lopez para que te pusieses así? Pareciera como que si tuvieses asuntos con el...

Tal vez, todos estos años sirviendole alcohol a detectives agudizo los sentidos de Dialo de forma tal, que ahora el es sin duda una de las pocas personas capaces de ver a través de tus intentos de interrogación tan fácilmente, y fijate que de esos no hay muchos.

Este hombre de verdad era de temer. Era todo un maestro en cuanto a trata con detectives como tu. Había que tener mucho cuidado de no soltar mucho la lengua cuando estabas junto a el, o quien sabe que podría pasar con la información que le des por accidente. Bueno, por lo menos estas seguro de que el no trabaja para mafias, ya muchos han hecho esa investigación y siempre llegan a la conclusión de que Diale no tiene ningún lazo con organizaciones de ese tipo. Ni siquiera los deja entrar al bar, y básicamente eso es lo que convierte a el Bloodye en el lugar perfecto para los policías y detectives como tu.

- No te preocupes. No le diré nada de a quien quieres pegarle un tiro. -Dijo el en broma

Arian se sorprendió cuando Dialo descubrió sus intenciones hacia Lopez,  pero volvió a relajarse cuando habló en broma. - Matarlo no, que sería mucho lío,  pero quizá darle una hostia por empaquetarme el peor caso del mundo. 

El detective pidió una ronda más para el camino y, después de pagar, se despidió de Dialo - Es hora de que me acueste un rato. Mañana será un día largo de cojones, así que mejor estar descansado. Gracias por el licor y por la charla.

Aunque no quería irse a casa, Arian sabía que necesitaría estar concentrado lo máximo posible para que aquel caso no le costase el pescuezo, por eso fue directo a su casa a intentar dormir.