Partida Rol por web

La hora de tu computadora marcaba las 5 am. Habías pasado otra noche sin dormir ni una sola hora por estar navegando en la red. El ultimo trabajo que habían tenido tu y tus colegas habia sido demasiado fácil. Hackear una biblioteca para robarle el registro de los libros que tienen nunca habia sido, ni será jamas, algo divertido. Habías quedado con ganas de hacer algo mas interesante, algo que podrías llamar trabajo de verdad y que deje una buena remuneración para ti y tus chicos, pero, por desgracia, no ha habido nada en las ultimas dos semanas. Aun tenían dinero suficiente como para vivir por un rato, pero a este paso caerían en números peligros en poco tiempo. Si no les llegaba algún trabajo, tendrían que buscarlo.

Hablando de trabajo y de tus compañeros, esta mañana no estabas solo en el garaje en que tienen establecida su base. Antonio y Marisa estaban contigo. Antonio, el mas joven del grupo, se habia quedado a jugar en la red. Aun tenia el casco VR puesto, no se habia desconectado todavía. Marisa por su parte, estaba navegando en la red como tu. Ella era una persona curiosa, era difícil saber que clase de cosas le pasaban por la cabeza. Hablaba poco, pero era una de las mejores hackers que has conocido en tu vida, hasta ahora no ha habido Fire Wall o contra-programa que halla podido proteger a cualquier aparato digital de ella. Los hermanos Jhonn y Connor no deberían tardar mucho en llegar, con ellos el grupo estaría casi completo, el único que hace falta es Henrich, quien lleva desaparecido un par de días. No era nada del otro mundo, no han sido pocas las veces que alguno de ustedes desaparecía por un par de días y luego regresaba, sobre todo en el caso de Henrich, al tipo le gustaba apostar demasiado, y aveces se metía en problemas, nunca se ha metido en nada muy serio, pero por mas problemático que resulte ser, Henrich es alguien cuidadoso, no habia por que preocuparse mucho por el.

Ya llevabas allí sentado frente a tu computadora por una buena cantidad de tiempo, y tal vez no seria una mala idea salir a la calle un segundo. Al fin y al cabo, aun tenían dinero, pero la comida estaba comenzando a faltar en el refrigerador. Habia una tienda de 24 horas cerca, siempre comprabas algo para comer allí en esta clase de casos, tal vez por el camino podría comprarle algo a los demas si te sentías con ánimos.

 Mientras tecleaba algo, en las páginas de noticias locales independientes, ya que no me fiaba ni un pelo de los informativos a sueldo de las corporaciones, para echar un vistazo rápido, por si hubiera por casualidad algo que me pudiera interesar, pregunté a los presentes de mi panda:

 - Voy a comprar algo para comer. ¿Alguien le apetece que le traiga algo?. Si no lo dice ahora, luego no me vengáis con quejas de que no pienso en vosotros. - Anuncié de buen humor, mientras miraba la pantalla.

 Luego, cuando volviera, tal vez localizase a Ruby y la espiase un poco... ¿De que sirve ser un Hacker desocupado, si no puedes dedicar tu tiempo libre a espiar a tu mecánica stripper favorita?.

Antonio no contesto a tu propuesta de comprarle algo para comer, debía de estar bien concentrado en lo que sea que esté jugando para que te ignore de esa forma. Por su parte, Marisa si contesto. Alzo un poco la cabeza desde su monitor de forma tal que solo se le veía de los ojos para arriba y dijo una sola palabra con su tono de voz débil y suave de siempre.

- Ramen. -Dijo con calma desde su puesto.

Ella era una adicta a esas cosas, parecía que eso era lo único que comía, es mas, gracias a ella, habían veces en las que te preguntabas si era que los japoneses como ella se alimentaban de otra cosa que no fuera Ramen instantáneo, nunca la has visto comer otra cosa. Sea cual sea el caso, ya tenias sus ordenes, era hora de salir a comprar.

Al abrir la puerta del “refugio” (así como Henrich llamaba al garaje) el frio de la mañana te azoto en la cara sin compasión alguna hasta que se te helaran hasta los huesos. Todos los días eran fríos en este mundo sin sol, pero una mañana así de fría solo significaba que este día seria aun mas frio. Caminar por la calle así era desagradable, podías sentir las ráfagas de aire frio tan fuertes que te producían escalofríos con solo pasar. Querías volver al garaje lo mas rápido posible, allí por lo menos no baja tanto la temperatura gracias a el calor que generan las computadoras y los monitores. Por suerte, una compra como esta no requeriría de mucho tiempo, la tienda solo estaba un par de cuadras del refugio.

Por fortuna esta tienda siempre tenia todo lo que ustedes comían. Hamburguesas de paquete, panes de distintos sabores, dulces sencillos, embutidos, bebidas de varios tipos y por supuesto, el Ramen de Marisa. Pero esta vez habia un pequeño problema, la marca favorita de Marisa no estaba. A ella le gustaba el Hanagatari noodles, pero solo habían de otras marcas menos populares. Para la mayoría de las personas eso no seria un problema, pero para una persona tan excéntrica como ella si que lo era. Era posible que ni siquiera se los comiese por no ser de su marca preferida, aunque tal vez, si se sentía de buen humor, se los terminaría por comer a regañadientes. Tal vez, con un poco de suerte, si le preguntabas a la chica que estaba de turno en la caja si tenían alguno serias capaz de hacer que te den uno de las reservas o algo por el estilo.

 Me acerqué con una amable sonrisa, aunque no esperaba que se apreciara con mi máscara, y le pregunté, con tono amable y agradable:

 - Hola, disculpa que te moleste. ¿Os queda en el almacén algo de Ramen de la marca Hanagatari noodles, por favor?.

Cuando te acercaste a la chica del mostrador, esta reacciono un tanto preocupada, pudiste notar que cuando le hablaste se estremeció un poco. Lo mas probable era que se halla asustado por tu mascara. No era el chico que normalmente atendía, tal vez el estaba de descanso o algo por el estilo. En un principio la chica no supo como responder, pero cuando terminaste de indicarle lo que querías, fue capaz de contestarte un tanto nerviosa.

- ¿R-ramen? -Dijo nerviosa- ¡Ah! C-creo que si tenemos algo atrás. Deme un segundo por favor.

Así, la chica se levanto de su puesto y se dirigió hacia el almacén. Mientras esperabas solo en el mostrador a que la chica regresase en silenció, pudiste escuchar como la puerta de la tienda se abría y tambien escuchaste la voz de las dos personas que entraron, y para tu sorpresa esas dos eran voces que conocías bastante bien.

- Oh, Gabriel -Te saludo Jhonn al verte- ¿Que haces por acá a esas horas?

Eran los hermanos Jhonn y Conor quienes por alguna razón se habían detenido por la tienda antes de llegar al refugio. ¿Coincidencias del universo tal vez? Jhonn fue el que te saludo desde la puerta mientras entraba, mientras que Conor simplemente alzo la mano y te hizo un gesto de saludo.

 - He venido a por provisiones. La chica a ido al almacén a por el ramen de Marisa, aunque por la cara que ha puesto, no se si ha ido a llamar a la policía en su lugar. - Les informé. - Y eso que fui amable y educado.

-jajajaja, Me imagino que a veces pasa. -Dijo Jhon sonriendo- Deberías probar quitandote la mascara un día de estos, tal vez así no espantes a todas las chicas y te logres echar una novia.

Jhon camino hasta ti mientras hablaba y una vez se paró frente a ti alzo su puño para chocarlo con el tuyo para saludarte.

- ¿Dormiste esta noche o te quedaste despierto de nuevo? Mas te vale tener energías suficientes porque Conor y yo tenemos algo interesante que decirles a todos.

Jhonn y Conor eran los únicos dos miembros de tu pandilla que salían regularmente a la calle, tenían conocidos y contactos no solo en virtual si no también en fisico, así ellos eran los que se encargaban de la propaganda de tu grupo en las calles, y por ende, los que encontraban la mayoría de los trabajos que les llegaban. Por la red siempre se encuentra gente que los contrate por supuesto, pero la ventaja de tener nombre en la calle es que le permite a cualquiera que no sepa como encontrarlos por la red contratar sus servicios solo con hablar con un par de chicos en un bar o donde sea que Jhon y Conor se la pasen metidos.

Después de un rato que te pareció mas largo de lo que tuvo que haber sido, la chica de la tienda regreso con una caja de ramen instantáneo en la mano.

- S-si logré encontrar uno -dijo la chica poniendo el ramen sobre el mostrador- Serian 200 creditos ¿paga con código o chips?

Antes de que si quiera pudieses decirla a la chica con que querías pagar, Jhon puso sobre el mostrador un puñado de chips y agarro el ramen del mostrador.

- Eso es suficiente. -dijo mirando a la chica de la tienda, para luego voltear a verte nuevamente- desdeun principio quería comprarle uno de estos a Marisa. Dejame llevárselo yo.

No era secreto para ti que Jhon tenia el ojo puesto sobre Marisa desde hace ya bastante tiempo.

 Asentí ante la petición de mi colega, antes de coger el resto de la compra y pagarla también con chips, mientras le decía a la chica, con tono divertido:

 - Aquí tienes preciosa, perdona si mi careto te ha espantado. Te aseguro que soy buena gente. Nos vemos.

 A continuación me dispuse a acompañar a mis colegas de vuelta a la guarida, preguntándome que sería lo que querrían decirnos. Estaba seguro que fuera lo que fuera sería algo bueno, a juzgad por lo que habían dicho.

La chica de la tienda no pareció relajarse ni por un segundo hasta que salieron de nuevo a la calle. La pobre chica no estaba acostumbrada a tratar gente como tu y tus amigos.

Después de recoger todo lo que acababan de comprar, salieron a la calle. Connor se mantuvo mirando por allí y por allá durante el camino mientras que Jhonn estaba mas activo que su hermano. Iba caminando a paso mas rápido de lo usual, tenia una sonrisa de oreja a oreja en la cara y hasta tarareaba alguna canción de cuando en cuando. No era normal verlo con una actitud como esta, pero de cierta forma era alentador verlo expulsar tanta energía.

De un momento a otro, terminaron de llegar a su preciada guarida. Jhonn se adelanto a abrir la puerta y entrar primero para reunirse con los demas seguido de ti y por ultimo Connor quien fue el que se encargo de cerrar la puerta. Al entrar lo primero que viste fue a Antonio quitarse los lentes de VR de la cabeza y saludarlos mientras estiraba los brazos en el aire como si estuviese haciendo Yoga.

- Buenos días Jhonn, Connor. ¿Donde estaban metidos?

- Estábamos en un lugar interesante -Contesto Jhonn con una sonrisa.

Marisa por su parte, volvió a alzar los ojos por encima de su monitor y se les quedo mirando intentando encontrar su ramen por alguna parte.

- Gabriel -Te llamo en voz baja después de un rato sin que Jhonn la pudiese oir- ¿Donde esta el Ramen?

 Señalé a John mientras le respondía a Marisa:

 - Lo lleva John...

 Me dispuse a coger mi comida y a dar una buena cuenta de ella, mientras esperaba a que los demás hicieran lo mismo, al mismo tiempo que confiaba en que nos rebelasen esa información misteriosa.

Marisa no contestó cuando le indicaste que Jhonn era el que tenia su comida y simplemente volteo a mirar a el compañero que le indicaste mientras este y su hermano saludaban a Antonio con una expresión conflictiva. Ella tenia un par de quejas con respecto a Jhonn, sobre todo era porque el buscaba formas de acercarse a ella, y a ella simplemente no le gusta que la gente se le acerque demasiado.

- ¿Un lugar interesante? -Preguntó Antonio con una sonrisa cuando escucho el comentario de Jhonn- ¿En donde se metieron esta vez?

- Ah, veras mi estimado. -Dijo Jhonn medio en broma para contestar la pregunta- Sabes lo que es el 14K ¿Verdad?

- ¿Esos no son los mafiosos chinos? -Contesto Antonio un poco dudoso de lo que estaba diciendo Jhonn.

- Se le llama triada, no mafia… -Corrigió Jhonn- Como sea. Lo que pasa es que ayer nos reunimos con uno de los miembros del 14K con el que habia estado hablando por la red desde hace un rato, y ahora resulta que el tipo quiere contratarnos para buscar información sobre un trabajo en el que el esta involucrado. Es algo fácil, quiere que nos metamos en los registros de un café, sacar unos archivos y que también pongamos un par de puertas traseras en las cámaras. Nada del otro mundo, y no tienes ni idea de la cantidad de dinero que nos ofreció por hacerlo.

Jhonn hablaba con demasiada confianza, tanta que hacia parecer como que si no se hubiese percatado de que literalmente acaba de decirles a ustedes que hizo tratos con integrante de una de las mafias mas grandes de todo el jodido nivel 3. Era fácil darse cuenta de lo desquiciado que sonaba eso que acababa de decir, era tan evidente que hasta Connor torció los ojos al escuchar a su hermano hablar de esa forma. Ni siquiera Antonio, que era el mas pendejo de todos ustedes pudo responder a lo que acababa de decir Jhonn por tamaña locura que era.

¡Esta era la mejor oportunidad que jamas se les habia presentado en sus vidas! ¡Un negocio como este podía abrirles las puertas hacia las grandes ligas si lo hacían bien! Eso significaba dinero, mucho dinero, conexiones y también poder. Un grupo de Netrruner como ustedes respaldados por una organización como la 14K los haría ser relevantes. Nunca les faltarían los trabajos grandes y jamas se quedarían sin dinero. Podrían comprar nuevo equipo, alquilar un espacio mas grande, ¡Lo que quisiesen! Todo estaría literalmente a un click de distancia para ustedes.

Esta no era una oportunidad para ignorar.

 Mientras trabajaba en mi ordenador, pregunté al listillo de John, que me parecía que no se había parado a pensar antes de coger el trabajo:

 - Cuando algo es demasiado bonito para ser verdad, es que suele ser así. ¿Y a quien pertenece ese café y por qué quieren pincharlo?. Por que me imagino que antes de aceptar el trabajo te habrás informado de los detalles y no nos vas a meter en una guerra de bandas o lograr convertirnos en enemigos de alguien chungo, si lo que quieren los chinos es eliminar a alguien de la competencia y la gente de ese alguien descubre que nosotros ayudamos en el golpe.

 Lo último que me apetece es que de repente pongan precio a nuestras cabezas por habernos metido en este trabajo sin conocer los detalles. Parte del éxito de nuestra supervivencia era el anonimato y el pasar desapercibido. Si eso cambiaba, podríamos durar menos que una papelina en un barrio de yonkis.

Jhonn dejo salir una sonrisilla que parecía como si estuviese diciendo “Pero mira que listo soy” al escuchar tu comentario. El tipo era bastante arrogante, así que una reacción como esa era de esperar viniendo de el, de todas formas no era algo malo, pues dejaba bastante claro que tenia buenas respuestas para tus preguntas.

- ¿Quien te crees que soy? ¡Pues claro que hice mi tarea! -Contestó Jhonn de inmediato con la misma confianza con la que estaba hablando antes- El café le pertenece a un tipo llamado Francisco o algo así. Investigue un poco sobre el tanto en la calle como en la red y la verdad no encontré mucho. Solo llegue a encontrar un par de rumores sobre que de alguna forma estaba mezclado con un negocio de drogas o algo así. No encontré a nadie que me pudiese dar una respuesta en concreto, pero viendo que la gente del 14k quieren tener un ojo en el, lo mas probable es que los rumores tengan algo de cierto.

Tenia sentido lo que decía Jhonn. Una mafia como el 14k no se involucra con cualquiera solo por que si. Debian tener una razón por la cual les estaban pidiendo a ustedes poner la puerta trasera, y si habían rumores como esos sobre este tal Francisco, lo único que tiene sentido es que sea justo porque esos rumores son verdad que los chinos quieren espiarlo.

- Por otra parte, -Siguió Jhonn- Tranquilo amigo, nosotros no seremos mas que unos transeúntes en lo que sea que esté pasando entre los chinos y este tal Francisco. Vamos, hacemos el trabajo, y ellos verán que hacen con la información que les demos. Nadie fuera de los chinos sabrá que nosotros siquiera tuvimos algo que ver con todo esto. Ahora, después de este trabajo lo que nos corresponde a nosotros es preguntar si necesitan que hagamos algo mas e irnos haciendo amigos de ellos.

- Jhonn, ¡eres un genio! -Le dijo Antonio emocionado desde su silla.

- Lo se. -Contestó Jhonn medio en broma.

Era un plan solido. Poner una puerta trasera en un café era bastante fácil,y si todo salia bien y no los atrapaban durante el Hack, lo cual era lo mas probable considerando sus habilidades, la única forma de que alguien se enterase de que ustedes participaron en todo esto, es que ustedes mismos se lo digan a alguien. Esta es una situación perfecta, una en un millón. Dejarla pasar seria un crimen.

 Después de pensarlo unos instantes, respondí, con un suspiro de resignación, ya que parecía que todos estaban de acuerdo con aceptar el trabajo:

 - Vale, está bien, si todos quieren aceptar, yo no seré el aguafiestas. Pero tengo una condición, que haremos nuestro propio reconocimientos. No me fio de los chinos y no vamos a meter la pata por culpa de información inexacta proporcionada por algún aficionado que no conozco.

 Luego miré al resto del equipo y añadí:

 - Si alguien tiene que decir sobre el trabajo o si no deberíamos de aceptarlo, puede hablar ahora. No quiero malos rollos ni que se piense que su opinión no es tenida en cuenta.

 Lo último que quería era que hubiera ficciones en la panda. Ya había hecho bastante John con aceptar el trabajo sin consultarnos a los demás, como para añadir más sal a la herida.

Jhonn hizo un gesto de victoria cuando terminaste por aceptar participar en el trabajo. Tu eras el líder del grupo, así que, aunque tu palabra no era lo que dictaba absolutamente todo lo que se hacia en el grupo, todos le daban bastante importancia a lo que tu tenias que decir. Así que saber que contaban contigo para este trabajo era muy importante para el grupo.

Antonio y Connor chocaron sus manos cuando aceptaste a participar. Todos parecían estar bastante emocionados con este trabajo, todos excepto Marisa. Bueno, la verdad ella es el tipo de persona que no se emociona por nada. Lo único que hace es comer, y pasar todo el día frente a su computadora, ya sea trabajando o haciendo quien sabe que en la red. De todas formas justo ahora si estaba interesada en algo. No era en el trabajo si no en el Ramen que Jhonn tenia en las manos en ese momento. Era casi imposible saber que era lo que se le pasaba por la cabeza a una persona como ella, pero en este momento tenia una expresión tal, que hasta tu eras capaz de saber que no le estaba gustando mucho la idea de que sea justamente Jhonn la persona que tenia su comida.

Jhonn tenia intenciones claras de hacerse mas que simplemente cercano con Marisa, pero a ella no le gustaba para nada de estar cerca de Jhonn, o cerca de cualquiera, por mas de cinco minutos. De todas formas, la actitud de la chica no parecía ser algo capaz de detener al intenso de tu compañero, quien, hablando justamente del tema, en este momento estaba acercándose a Marisa para entregarle la comida.

- Oye. -Le dijo Jhonn a Marisa con una sonrisa cuando estuvo parado frente a ella- Te traje el desayuno.

Al decir eso, Jhonn le ofreció el Ramen a Marisa. Ella no le contestó, y mas bien lo miro con una mala cara, pero de todas formas termino por tomar la comida de sus manos y después se levantó para ir a la cocina para preparar su comida en silencio.

- Te juro que un día de estos voy a lograr que me hable. -Dijo Jhonn orgulloso de si mismo- Por cierto, hablando del trabajo. ¿Como quieres hacer esa investigación que mencionaste? La verdad yo no veo necesidad de hacerlo, pero si tu insistes pues...

 Miré fijamente a John y le respondí, con gesto serio, mientras cruzaba mis brazos y adoptaba una actitud propia de un líder responsable:

 - No vamos a correr riesgos, en esta ciudad si cometes errores mueres. Trataremos de acceder al sistema de seguridad del establecimiento y a la red y espiar mediante las cámaras, tanto las de seguridad como las webcams de los ordenadores, de manera remota. De paso accederemos al sistema y al sistema de datos, para echar un vistazo y saber todo lo que hay que saber sobre los dueños y la gente que trabaja ahí. ¿Alguien quiere sugerir algo más?.

 No pensaba permitir que en el ansia de destacar de nuestro compañero nos metiera a ciegas en una situación en la que terminase por caernos un puro de alivio.

Con solo ver su expresión notaste que Jhonn no estaba tomando muy enserio tus especificaciones para tomar precauciones sobre el trabajo. El definitivamente estaba completamente confiado de que simplemente nada podría salir mal con este trabajo, lo cual podría significar algo bueno si se lo ve desde cierto punto de vista. Ese chico, a pesar de ser bastante arrogante, es bastante bueno en lo que hace y tiene experiencia suficiente como para identificar cuando un trabajo se sale de sus manos, así que verlo con esta cara de confianza significaba que el creía que esto se podía hacer sin problema.

- Vale, vale. Calmate un poco jefe. -Te dijo- Te lo digo, tampoco hace falta ponernos paranoicos. De todas formas, si quieres te puedo llevar a revisar el lugar antes de la reunión con el cliente, allí podemos ponernos manos a la obra con eso de las cámaras mientras Mari y los demas se encargan de infiltrarse en la red. ¿Que dices? Es una buena idea ¿no?

La emoción estaba alta en el ambiente, Antonio y Connor estaban hablando por su lado y se notaba que estaban mas que simplemente emocionados con todo esto, mientras que Marisa seguía en la cocina encargándose de su comida. Parecía que el único que estaba razonando bien en este momento eras tu, pero la verdad, que todos estuviesen disfrutándose su emoción tampoco eso era algo malo. Si tenían un momento para hacerlo era ahora antes de que el negocio se pusiese serio de verdad.

 Después de escuchar la propuesta, no vi nada malo en ello, de modo que asentí conforme a lo que había dicho mi compañero de equipo:

 - Me parece bien. Preparemos el equipo que vayamos a necesitar y pongámonos en camino. Tendrás que guiar tú, al conocer el camino a nuestro destino mejor que nadie.

 Me fui a preparar mi equipo y armas, porque nunca se sabe si las cosas se pueden torcer en cualquier momento en un curro. En cuando terminé de hacer lo preparativos, me situé junto donde estaban los preparativos y me puse a esperar a que John terminara y se reuniera conmigo.

Jhonn se sorprendió un poco al escuchar que querías ir de inmediato al café donde iban a verse con el cliente. El de seguro creía estabas actuando un tanto apresurado queriendo ir de una vez así sin mas, y mucho mas si se tomaba en consideración lo relajado que no solo el, si no todos los demas también se están tomando esta situación. En sus cabezas simplemente no habia razón para tomar tantas precauciones como tu estabas sugiriendo. De todas formas, nadie puso ni una sola queja ni nada por el estilo.

- Wow, ¿Ir así? ¿de una? -Dijo Jhonn- La verdad no me importaría pero, tomatelo con calma amigo.

Después de decir eso, Jhonn se dio la vuelta y fue a recoger su bolso. Como aun acababa de llegar no le habia dado chance de sacar sus cosas, así que la verdad no tuvo la necesidad de arreglar nada. Simplemente agarro su bolso y ya estaba listo. Tu por tu parte si tuviste que dar mas vueltas para prepararte.

Guardar tu portátil, algunos cables multi-uso y algún otro dispositivo o Gadget que podría resultar útil mas adelante te tardo un poco de tiempo. Por ultimo guardaste el arma. Antonio te llamaba paranoico solamente porque tenias una cosa de esas contigo casi todo el tiempo. Es verdad que en una ciudad como esta, para algunas personas el tener un arma es tan importante como llevar condones a todos lados, pero aun así, ustedes no son el tipo de gente que necesita una cosa de esas de forma regular. Así que varios de tus compañeros no entienden cual es tu necesidad de cargar con un arma para arriba y para abajo. De todas formas, tienes la sensación de que si un día la llegasen a necesitar, todos ellos te agradecieran por tenerla.

Sea cual sea el caso. Después de guardar todo, volviste con Jhonn quien estaba calmadamente hablando con Antonio y su hermano. Marisa ya habia regresado de la cocina y estaba comiendo su ramen instantáneo caliente en silencio mientras hacia cosas en su computadora.

- ¿Listo para ir jefe? -Dijo Jhonn en cuanto te vio- La verdad yo sigo diciendo que no hay necesidad de esto. Simplemente te podría mostrar fotos de el café desde la red o algo así, pero bueno, tu decides.

 Miré a John antes de responder, exasperado, por su actitud despreocupada, rozando lo temeraria, con tono neutro, tratando de no sonar enfadado:

 - Prefiero pecar de precavido que de temerario. Mientras viajamos, los demás examinarán virtualmente el lugar y nos informarán de todo lo que han averiguado antes de decidir si entraremos o no para hacer un reconocimiento físico del lugar. Lo último que quiero es meterme en la guarida de alguna banda chunga a ciegas.

 A continuación le hice un gesto para que subiera a mi vehículo en el asiento del copiloto, mientras yo hacía lo mismo a continuación, en el asiento del conductor, para dirigirnos a nuestro destino.