Partida Rol por web

-jejeje, la verdad es que después de este viaje igual me dedico a otra cosa que no sea la herrería, podría trabajar de espía -bromee yo también mientras ataba las manos y amordazaba a los que habíamos abatido.

Cuando por fin me asegure de que no iban a ser capaces de soltarse busque entre sus pertenencias alguna cosa que nos fuese a ser de utilidad. También me lleve la llave inglesa que portaba uno de los 2, puede ser que la necesitásemos mas adelante para forzar algo, nunca se sabe.

-Bueno, sigamos adelante, tenéis alguna idea de donde podría estar El?

Despues de ver como el chiquitín tumba a los dos orcos de un golpe voy tranquilamente hacia el con una sonrisa. Mientras miro a todos lados, intentando ver o escuchar algo.

Registrando los cuerpos inconscientes de los orcos no encontráis nada más que herramientas de reparación y hogazas de pan. No hay ni llaves ni métodos de 

No parece haberse levantado ninguna sospecha. Mirando por las escaleras dan a una especie de habitación oscura con unas cuantas tablas de madera y serrín por el suelo.

Tranquilamente me acerco a la sala, intentando no hacer ruido por si acaso, mientras miro dentro si hay algo que pueda servirnos o alguien que vaya a atacarnos.

-Voy bajando chicos, voy a asegurarme de que no hay nadie!-dije mientras bajaba las escaleras.

El elfo sigue en silencio a Salomon, mientras este se choca contra todas las paredes....

Al llegar al cuarto lo inspecciona rapidamente por si ve alguna pista en el.

"¿Como demonios les habrán convencido de trabajar para esta extraña causa?" musito

El cuarto es chiquitin y aparte de las tablas de madera solo hay unos trastos de limpieza y ningún útil para vosotros. Una puerta entreabierta os da una ligera vista hacia un pasillo de suelo metálico y sin paredes que cuelga sobre algún tipo de maquinaria.

Lo más silenciosamente que puede el elfo, cimitarra en mano echa un vistazo a ver si hay algun ser en el cuarto de la maquinaria. Si ve via libre, avanza hasta el siguiente lugar donde pueda ponerse a cubierto

Thar intenta sigilosamente salir de la habitación sin embargo su cimitarra va haciendo "clonk clonk" a cada paso haciendo un ruido increible por toda la sala. Por suerte el ruido de la maquinaria mitiga el sonido y no sale fuera de esta que está vacía.

"¿Alguno tiene idea de cómo puede funcionar esta maquinaria?"

"Y lo más importante... ¿Que tal si la DESTROZAMOS?"

Camino tranquilamente hacia ningun lado, buscando una puerta o algo.

-No creo que sea buena idea. Seguramente tardariamos demasiado en romperlo todo, y seguramente atraeriamos la atención. Ademas, no hemos venido hasta aqui para que esa ratita se nos escape en medio de una explosión.

"Me referia a dañar los controles, lo bastante como para que no puedan hacer nada con esto"

"Y ahora somos mucho mas fuertes que antes. Quizá tengamos una posibilidad contra el Larguidor"

Le lance una sonrisa divertida a Razar.

-Si, somos mas fuertes. Pero estamos hablando de alguien que mató a una hechicera muy poderosa. Y que tiene en jaque a alguien que casi consigue matarme de un solo conjuro. No creo que sea tan facil. Ademas, incluso si hacemos caer este dirigible, es mas que probable que el se marche volando y simplemente consiga otro. O directamente venga montado en el dragon.

La sala de máquinas tiene varias puertas y un pasillo hacia el este. Las máquinas no parecen tener controles sino que mas bien son herramientas de auto-producción o algún otro tipo de trabajo automatizado.

Por el suelo se aprecia una leve capa de vapor y un ruido continuo como de un martillo acompaña a la melodia de un susurro constante de un ventilador. No parece haber ni un solo alma.

Me acerco a las puertas, observando los marcos a la búsqueda de alguna señal que indique a donde dan.

Haz una tirada de sigilo y otra de trepar. Os recuerdo que estáis en terreno enemigo y que no podéis andar a vuestras anchas y estáis en lo alto de la sala en un puente, así que no puedes ir a lo superman a por ellas.

Salomon intentando bajar por el puente saltando a una máquina resbala y cae comiéndose el suelo con los dientes. Por suerte al ser ligero se salva los dientes pero se deja una buena herida en forma de rejilla en la cara. De nuevo el ruido queda mitigado por todo el ruido ambiental de la sala.

Una vez se recupera mira hacia las puertas pero no parecen indicar a donde van. Algunas además están cerradas con llave.

Después de buscar y no ver nada especial, durante un rato, Jainas avanza con cuidado por la sala de máquinas procurando no hacer ruido. Afortunadamente el ruido de las máquinas amortigua sus pasos. Se acerca al pasillo Este. Es ahí cuando extrema su sigilo: no sabe que hay al otro lado del mismo.