Partida Rol por web

Teebo asiente ante la parrafada de la cría.

-¡Y me encuentro bien!-

Escucho la narración de Mizaa acerca de esas personas misteriosas que nos ayudaron sin pedir nada a cambio ni robarnos (cosa rara) y vuelvo a achuchar de nuevo a Mizaa y a Teebo, que le estrujo aún más. Sólo de pensar en que podría haber muerto, se me ponen los pelos de punta.

-Ven aquí mi gordete...- sonrío cariñosamente a Teebo y le acerco a mi regazo, para que se siente y así poder seguir abrazándole como si fuera un peluche.

-Un mensaje?- miro de reojo a Achaikos, en un intento de cruzar mi mirada con él. Es muy sospechoso, será acaso el precio que nos piden por salvarnos la vida? "Pero si fuera así, porque no se llevaron el cubo como pago? Quiero decir, es lo único de valor que hemos tenido nunca y sólo con venderla en el mercado negro seguro que se pueden sacar unos cuantos Hutts de oro..."

-Está bien, veamos ese mensaje grabado qué dice...- suspiro con resignación, cuanto antes salgamos de dudas, mejor, antes podremos huir de este infierno de planeta invadido -Y luego comeremos y te peinaré, Mizaa, que llevas el pelo muy revuelto- le sonrío afablemente, como una madre. Eso es algo que suele relajarme, cepillarle el pelo a mis niños o a mi misma, me ayuda a pensar con más... claridad.

El holograma de un humano de mediana edad y rostro afable aparece en el comunicador.

-¡Hola! Me llamo Jael,espero que cuando veáis esto os encontréis mejor. No puedo quedarme con vosotros porque hay mucha más gente que ayudar en el planeta.-

-Fue... simplemente increible lo que hicisteis-tiene cara de asombro.- y sí, lo sentimos desde media ciudad de distancia, afortunadamente es algo tan luminoso que dudo que alguien más lo sintiera.-

-Os habréis dado cuenta que tenéis capacidades especiales, en definitiva, sois sensibles a la Fuerza, que es un campo de energía...-

Una voz musical de mujer le interrumpe amablemente desde fuera de cámara.-Tenemos priiiisaaaa.-

Mira sonriendo hacia su lado por un momento y os dice:-Tened cuidado, hay cazadores de recompensas en el planeta buscando gente como vosotros, aunque no especialmente a vosotros.... en ese comunicador podéis contactar con nosotros, es de uso militar y tiene un radio de alcance muy elevado... aparte de que transmite en código.-

-Si queréis aceptar nuestra oferta de ayuda... y de poder enseñaros a controlar ese poder que tenéis dentro de vosotros sólo tenéis que llamarnos, si no, yo os recomendaría que tratárais de llegar a una de las naves de refugiados, tened cuidado porque los mismos que atacaron el planeta han soltado criaturas bastante mortíferas por el placer de hacerlo... He dejado un bláster en las ropas de la chica mayor.-

Dandose cuenta que ha sonado como "unete a nosotros o salvaros por vuestra cuenta" continua:-Otra opción es que nos llaméis para escoltaros simplemente a la nave de Refugiados, no queremos decidir por vosotros.-

-Espero que nos veamos pronto, Que la Fuerza os acompañe.-

Inquieto ante tanto abrazo (¡Los abrazos son para los niños!), me aparto de los tres sin dejar de prestarles atención, comiendo de las raciones hasta sentirme con la energía suficiente como para volver a tener ganas de saber cuál es el estado del exterior. "Han dicho que un par de días...". ¿Quedarían cosas para robar, aún? Algo que nos pudiese ser de utilidad o se pudiese vender. "Tal vez va siendo hora de ir a la Zona Alta a explorar". Bostezo sonoramente, tapándome la boca inútilmente.

- ¿Han dicho quiénes eran? -Pregunto, con la boca aún llena del último bocado de la ración, tragando con rapidez para poder reformular la pregunta-. ¿Quiénes eran y a dónde han ido, lo sabéis?

Sin embargo, antes de que nadie me conteste alguien acciona el holograma que recita el mensaje grabado. Pongo cara de "¿qué hicimos?" cuando nos felicita y, olvidando que tan sólo era un mensaje grabado, me rasco la cabeza con vergüenza y le quito importancia con un gesto de mano.

- ¿Sensibles a la Fuerza? ¿Campo de energía? -Enarco una ceja. ¿A quién se refiere? ¿Lis y yo? Escucho intentando no volver a interrumpir, emocionándome ante la perspectiva de ver cazarrecompensas de cerca. Hasta que mencionan la Blaster, que voy corriendo hasta Lis y casi le arrollo con la intención de ser el primero en cogerlo: - ¡Uau! ¡Una Bláster de verdad! ¡Lis, déjame dispararla! ¡Por favooooor!

Y, como no podía ser de otra manera, apunto a Teebo y finjo que disparo, haciendo un ruido con la boca. Después apunto a Mizaa y hago lo propio. Acaba el holograma y aún sigo jugando con la Bláster:

- Podríamos llamarlos, ver sus intenciones y decidir -Comento, mientras miro el arma fascinado-. Han tenido la oportunidad de matarnos y no lo han hecho. Nos han dado comida, un arma, un refugio temporal y varias opciones... -Levanto la vista para mirar a mi hermana-. Es éso o ir a darnos una vuelta por la Zona Alta, ¿qué piensas?

Recojo el comunicador y se lo paso.

- ¿Hablas tú? -Mirada de cachorro abandonado.

Doy un pequeño saltito al ponerse en marcha el mensaje holografiado, tan de repente, sin previo aviso. Escucho en silencio el mensaje, demasiado información en poco rato. Y eso sólo supone una cosa, tomar demasiadas decisiones de una sola atacada.

"Hicimos algo muy luminoso? sensibles a la Fuerza? Eso suena a peligroso... Cazadores buscando gente como nosotros? Qué, pobres como ratas? Desde cuando eso es un delito?". Me quedo ensimismada, tratando de repasar el mensaje.

-Bueno, al menos pueden ayudarnos a salir del planeta y alejarnos de la invasión... eso es bueno- murmuro para mi misma, en un intento de aclararme las ideas. Me arrastro hasta donde está Achaikos y le doy un abrazo fuerte, para luego quitarle el arma de sus manos.

-Deja el bláster, Ach- levanto la mano y ofrezco mi palma, bocarriba, para que me entregue el arma -No hagas el idiota con esa arma y menos aún, apuntes a Mizaa o a Teebo con ella!- le riño, sólo faltaría que ahora por error se le disparara y diera a algunos de los niños...

-Sí, será lo mejor, hablar es gratis y si podemos convencerles de que nos saquen a los cuatro de aquí sin que nos maten, mejor que mejor- respondo a la propuesta de mi hermano pequeño. Con la otra mano cojo el comunicador que me pasa Achaikos y lo pongo en marcha, siguiendo las instrucciones dadas.

-Hola?- es lo primero que digo, como intento de iniciar el contacto. "Como dijo que se llamaba el tipo?" me quedo pensativa, tratando de recoerdar el mensajito. "Uhm... ah sí!" -Jael?

-Urrggggg-Teebo se arroja hacia atrás y finge una muerte atroz al disparo de pega de Achaikos, Mizaa por su parte le mira enfadada, demostrando que es una niña mayor y ya no le gusta jugar a los disparos. Mucho menos con todo lo que ha pasado.

El comunicador se enciende, aunque no transmite imagen y lo primero que podéis escuchar es un atroz rugido al otro lado, seguido de un extraño sonido zumbón que se repite unas cuantas veces

Pero enseguida la voz de Jael se oye, solo la voz, que está entrecortada, como si estuviera haciendo ejercicio.

-En estos momentos estoy muy ocupado y ni si quiera se quien eres, pero... ¡hola!-

Otra voz llega desde mas lejos, es la voz de un hombre joven.-¡Jael! ¿Quieres dejar el comunicador en estos momentos?.-

-Jamás, ¡Estos bichos no arruinaran mi vida social!.- Dice con tono bromista, escucháis dos zumbidos más y de repente la imagen de la cara de Jael aparece en un holograma, el sudor perla su frente pero os sonríe. El comunicador transmite las caras de los conferenciantes con una microcámara incorporada.

-¡Hola! Ya si se quien eres, y me alegro de que estes despierta, bella durmiente, ¿Qué tal estás? ¿Qué tal el otro chaval?.-

Me quedo algo parada y sin saber qué decir, tras las primeras frases y sonidos que salen del comunicador. El tal Jael no parece mala persona.

-Ehm... sí, gracias, estamos bien. Todos- subrayo. La verdad es que no sé muy bien qué decir o si es el momento adecuado, parece... ocupado -La verdad es que nos gustaría agradeceros en persona lo que habeis hecho por nosotros, sería eso posible?- es lo que se me pasa por la cabeza, no tengo mi momento más brillante, pero acabo de salir de un pseudo-coma extraño, es pedirme demasiado, sólo soy una cría!

-Imagino que estais ocupados- pero queremos salir de aquí cagando leches? Me hubiera gustado ser capaz de decirlo más claramente, pero a mis pocos años de edad he aprendido que una no puede ir diciendo todo lo que piensa ni del modo en que lo piensa, es mejor... matizarlo y suavizarlo -Pero sería eso posible?

-¡No tenéis que agradecer nada, fueron unas simples galletas o raciones o esas cosas que saben fatal.-No sabe manejarse muy bien con los halagos y se pone algo colorado.

-Ahora mismo vamos, dadnos unos minutos que subamos al repulsor... no os mováis del sitio. Ahora nos vemos.-

Aprovechando que Lis se pone a hablar por el intercomunicador, recupero la bláster y le saco la lengua a Mizaa, de mal humor. ¡Qué tontas son las niñas! No saben divertirse, lo único que les gusta es poner malas caras y decir que todo es peligroso. Vuelvo a apuntar a Teebo con el arma, mientras me acerco a él paso a paso y fingiendo voz de malo:

- JA JA JA! Prepárate para convertirte en Rana-sideral asada! PIAUM! -Tras fingir que disparo, soplo el cañón, como si saliese humo. Mientras, Lis sigue hablando con nuestro "salvador". Parece una conversación de mayores en las que no debo participar, así que he de buscar algo para mantenerme activo.

He perdido todo el interés en jugar con el arma y no me parece adecuado dejarlo en manos de Teebo, siempre ha sido un manazas inconsciente e infantil. Un arma en manos de un niño inmaduro... uy, no. Así que ignoro sus peticiones de que se lo deje y comienzo a caminar intentando no llamar la atención de mi hermana, con el arma en mi mano. Idea.

- ...Teebo... ¿salimos? -Propongo, sonriendo entusiasmado. De hecho, poco me importa su opinión pues ya me estoy dirigiendo afuera con rapidez.

-No salgas Achaikos ¡Hay monstruos!.- dice Teebo ahora asustado mientras Mizaa te mira con los ojos muy abiertos.

- ¿Mo... monstruos? -Repito, a medio salir. Dudo, intentando imaginar cómo podían ser los monstruos. ¿Monstruos tipo fantasmas o monstruos monstruosos?-. ¡Sólo una miradita! Quiero ver a los monstruos! -Declaro alegremente.

Y me asomo con mucho cuidado, intentando ver a uno de ésos monstruos de los que hablan. Por si acaso, Bláster en mano y el dedo en el gatillo. Me pregunto cómo será disparar una de verdad. El arma pesa más de lo que imaginaba...

- Monstruos... monstruos... -Susurro, buscándolos con la mirada desde la puerta, sobresaliendo medio cuerpo.

"Unas simples galletas dice... este mucha hambre no ha pasado no? Para nosotros supone un banquete comparado con muchas de las cosas que hemos llegado a comer..." pienso para mis adentros, muy cínicamente. Carraspeo un poco para aclarar mi voz un poco más.

-Sea como sea os lo agradecemos...- respondo, iba, quería decir algo más coherente e interesante pero no se me ocurre, así que simplemente me callo -Vale- entonces oigo a Teebo gritando algo y aparto la mirada del comunicador para ver como Achaikos intenta salir de nuestro refugio improvisado y que no me ha hecho caso y no me ha dado la bláster.

-Ach!! Vuelve aquí de inmediato y dame la maldita bláster o te juro que te arrepentirás durante días!!- le grito muy enfadada y amenazadoramente.

"Monstruos? Se referirá a los cazadores de recompensas lagartos? Vale que son feos pero tanto como monstruos...". Sacudo la cabeza, algo aturdida todavía por la situación de intentar controlar a tres niños y mantener una conversación coherente a través del comunicador, que no he apagado, por cierto.

-Ups. Roger that!- y lo apago de golpe, esperando que nuestros salvadores no se ofendan por el corte repentino de la comunicación. Me levanto y dando zancadas me planto al lado de Achaikos e intento agarrarle para darle un tirón y meterle dentro antes de que la lie más.

-No dices que ya eres mayor? Pues empieza a comportarte como tal y dejar de hacer el tonto!

Desde donde está, Achaikos puede ver un pasillo mal iluminado con luces de emergencia

-La verdad es que hemos salido un poco... nos aburríamos, pero desde que vimos esa oruga gigante que mataba gente no hemos vuelto a salir. Y siempre estabamos vigilando.-

Enfurruñado, devuelvo la blaster a Lis y vuelvo otra vez "a las minas", sentándome en el centro exacto de la habitación para cruzarme de piernas y brazos, visiblemente enfadado. Mi eterno silencio será mi método de protesta ante tanta tiranía.

Pasan unos veinte minutos, en los que recogéis vuestras magras posesiones y permanecéis en una tensa espera, Achaikos jurando que nunca volverá a hablar...

Y no ha pasado más tiempo que ese cuando escucháis unos pasos por el pasillo y unas voces que se acercan.

-Creo que era por aqui.-

-¿Crees? Puedes sentir a los chavales detrás de esa puerta igual que yo.-

Unos golpes suenan en la puerta y a continuación se abre dejándoos ver a dos personas, un hombre, Jael, y una hembra de Twi'lek, que os contemplan. Van vestidos ambos con monos de vuelo azul y blanco respectivamente, y llevan mochilas a la espalda, junto con cinturones de herramientas y armas.

-Aquí estáis.-dice el hombre.- yo ya me he presentado antes, pero lo haré otra vez, me llamo Jael, y mi compañera es Nara, estamos encantados de veros sanos y bien.-

-Saludos a todos.  Encantada de veros otra vez, niños.-dice a Teebo y a Mizza-¿Cómo os llamáis?.-Pregunta a Liss y a Achaikos.