Partida Rol por web

-Eso es, muy bien.-te va explicando Jael mientras activas las palanquitas.-Las naves tienen tres tipos de motores, primero los repulsores que anulan la gravedad y hacen que nos elevemos, son iguales a los de las motos deslizadoras pero más potentes.-

-Luego los motores sub-luz, que son para cuando estamos en la atmósfera y en el espacio, son ese enorme motor de atrás que encenderás cuando te diga. Porque si lo haces antes incinerarás lo que tengas debajo.-

-Y por último está los motores de hiperimpulsión, que son para ir de planeta en planeta.-

Mientras Jael habla la nave se va elevando. Pulsa un botón y el tren de aterrizaje se introduce en la nave, Achaikos tiene una ligera sensación de vértigo ¡Está volando! (a poca altura pero volando). Pero el Jedi a su lado le va guiando.

-Nos vamos del planeta así que eleva el morro poco a poco hasta los sesenta grados... mira la pantalla que te lo va diciendo y ahora activa los motores sub-luz ¡Que tenemos que salir de la atmósfera!-

-Con un poco de suerte si pilota el chaval en vez de Jael no nos estrellaremos.- dice Nara a Liss, en lo que esperáis sea una broma. Jael hace un gesto como si le hubieran clavado un cuchillo en el corazón pero sigue atento a los mandos.

-A tu lado hay una estación de comunicaciones o de sensores, si quieres puedes dar un vistazo.- comenta ya con gesto más serio a Lissandra.-En cuanto salgamos a la atmósfera deberíamos ver la flotilla de la República y el primer convoy de refugiados.-

Ayudo a Teebo a ponerse el cinturón de seguridad y que se esté quieto, mientras dejo que la otra mujer Jedi ayude a Mizaa del mismo modo. Me siento y yo también me ato con el cinturón, respirando con calma y profundamente.

-No estaría tan segura...- sonrío levemente, ante la broma de la mujer. No conoce a Achaikos y su larga lista de desastres que luego me toca a mi arreglar y como estrelle la nave me va a tocar pasarme el resto de mi vida prostituyéndome dia sí y día también para poder pagar los destrozos de la nave, maldita sea! No debería haberle dejado pilotar, sigh!

Me giro para mirar hacia donde señala la Jedi pero me quedo dubitativa.

-Bueno, no sé utilizarlos, mejor no, tampoco sabría distinguir nada en esas pantallas raras...-me encojo de hombros e iba a añadir algo acerca de lo que había visto en los recuerdos de aquel piloto pero me muerdo la lengua y me callo.

-No nos volarán por los aires verdad?- le susurro a Nara, algo incómoda e intranquila, al acordarme de la amenaza del tipo loco invasor de disparar a todo lo que se moviera o intentara salir del planeta.

-Puedo enseñarte.-dice amablemente.-Mira, los controles son bastante intuitivos, yo tampoco controlo mucho pero visto unos vistos todos. Eso es el convoy-

Una serie de naves salen del planeta.

Lisandra puede comprobar que sí, el modelo es bastante sencillo, y con solo pulsar en el contacto de la pantalla le empieza a escupir los datos.

Al parecer son transportes, según lo que dice su transmisor cada uno lleva varios miles de personas.

-Y eso de ahí es la escolta, un destructor de la República, clase Defensor. Es lo que va a evitar que nos vuelen por los aires, en cuanto aparecimos, los que estaban bombardeando el planeta se largaron.-

En ese momento Nara mira a Jael que le devuelve la mirada.

-¿Tú también lo has notado?-

-Sí, es como...-

En ese momento una nave de tamaño bastante considerable aparece, surgiendo del Hyperespacio cerca del convoy y suelta varias lanzaderas en dirección a los transportes.

-...como si los esclavistas Zygerranos estuvieran al lado y con ganas de quedarse con un buen botin.- En su voz hay furia y odio contenido.

En ese momento una voz, transmitiendo en abierto, sale del comunicador que tiene abierto Lisandra. No habéis sentido tanta malicia en una voz, tanto disfrute, desde hace mucho tiempo. Evidentemente se dirige al destructor.

-¡Saludos, amables proveedores de la República!, el Gremio de Esclavistas de Zygerra les saluda... vamos a tomar unos cuantos cientos de ejemplares que llevan esas naves tan bonitas... y si al destructor se le ocurre hacer el más mínimo movimiento... ¡las volaremos en pedazos! Unos cuantos ciudadanos menos se pueden justificar, general o almirante o lo que sea... pero la pérdida del Convoy... creo que no- Unas horriblas carcajadas terminan la frase.

-No deberían ir en cursos tan básicos e interceptables, nos estaban diciendo "venid y serviros".-

Ante vuestros ojos se empieza a desarrollar una tragedia bastante seria... pero a vosotros no os afecta porque os ignoran, sois una nave pequeña y no estáis muy cerca, aunque tampoco lejos.

Me concentro en hacer lo que Jael me dice: 60 grados. ¡Es una suerte que hace un año aprendiese a contar hasta cien!, nunca se me ha dado muy bien contar y los números, por algo yo soy el que robo y los demás quien lo administra. Al fin, llego a 60 y mantengo a la espera de salir por fin del planeta ¡y surcar el espacio!

Olvido de inmediato los controles de la nave al escuchar la voz del esclavista. Zygerria. Como un loco, comienzo a intentar quitarme los cinturones de seguridad, incómodo por no ser capaz de moverme como desearía. Al escucharle, lo único que soy capaz de comprender es que lo único que son los esclavos para ellos es algo que han cogido por puro azar para que trabajen. "No les importa nada mientras trabajen". ¿Así fue cómo capturaron a mamá y a papá? Busco la mirada de Lisandra antes de volver mi vista al horrible espectáculo.

Me levanto de mi asiento y me acerco a Jael, ya que él tiene los mandos de la nave al completo. Le pregunto directamente:

- ¿No vais a hacer nada? ¡Sois ratas Jedis! -Exclamo furioso, a punto del llanto-. ¡Tenemos que hacer algo! ¿No se supone que los Jedis luchaban contra los malos?

"Si nunca ayuda nadie a ésta pobre gente, siempre habrá esclavos y esclavistas" pienso con amargor, .

Miro donde indica Nara e intento entender lo que me explica acerca del panel. No parece muy complicado, tiene razón.

"Bueno, un poco tarde no?" pienso cínicamente acerca del destructor de la República, cuando la mujer Jedi comenta lo de su presencia para proteger a las naves que intentan sacar a la población. Me quedo de piedra en cuanto oigo el comentario de Jael. Reconozco en seguida sus naves, las recuerdo muy bien, es una imagen que tengo grabada a fuego desde muy niña, las naves de Ellos. Me tiemblan las manos de miedo y de ira con sólo recordar una milésima parte de lo pasado entre sus manos. Cierro los ojos, tratando de calmarme, no quiero que Nara y Jael piensen que hay algo más, no quiero que vean nada.

-La República va a dejar que hagan eso? Que se aprovechen de una invasión ilegal para conseguir más esclavos? En serio?- respondo entre dientes, el corazón me va a mil por hora y noto en mi pecho como un puño que me agarra por dentro y me presiona.

"No. Debo pensar en los niños y en salir huyendo de aquí intactos. No es nuestro problema. Achaikos, Teebo y Mizaa sí." Trato de acallar mi ira y frustración con ese pensamiento pero me cuesta. Ni siquiera soy capaz de reprender a Achaikos por su comentario incendiario. Es muy duro ser la adulta responsable cuando se es sólo una cría.

-Ach, sólo son dos y nosotros simplemente niños, acaso tienes un cañón láser debajo debajo de tus ropas?- le lanzo una mirada congelante, intentando que se calme y no provoque a nuestros salvadores más aún.

-Achaikos no tiene uno, pero en esta nave tiene unos cuantos, y no pienso...-

Jael, con una mueca, toma el control de la nave, y cambia el rumbo para enfocar el morro a las lanzaderas, mientras sus manos vuelan sobre el tablero de instrumentos, cargando las armas.

Instantes después de que cambiéis el rumbo, en la pantalla de comunicaciones aparece la imagen de un oficial de la República.

-Nara, Jael, apartense, ahí no pueden hacer nada. Confíen en mí.-

Lisandra se da cuenta que al estar en la pantalla de comunicaciones, el general tiene que estar viendola a ella, pero no se ha sorprendido, Nara aparece a su lado. -Pero General, podemos ayudar contra esos esclavistas, no sería la primera vez...-

El general parece que tiene prisa.

-Lo se, pero esta vez lo tengo todo controlado, ¿O pensáis que he dejado ese convoy en esa ruta tan tonta e interceptable por incompetencia?. Volved a rumbo normal y observar la función.- El general y los jedi se tratan de tú, como si se conocieran y hubieran trabajado juntos varias veces.

Se vuelve hacia un lateral y dice a un tripulante. -Vale teniente, ahora deme un canal no-codificado en abierto. Continúen con el plan previsto.-

La imagen del General se borra, para aparecer por otro canal, Lisandra puede ver que el que estaban hablando estaba codificado, pero el actual es en abierto.

-Aquí el general Koff a las naves esclavistas, he pensado que sería mejor que se llevaran todo el cargamento, no solo un poco.-

La voz del Zygerrano sigue llena de malicia mientras responde, pero algo confundida:-¿Todo, es... es usted demasiado generoso, General...? Pero... en el fondo nos lo pensábamos llevar todo.-

Mientras escucháis esto las lanzaderas ya se encuentran al lado de los transportes y empiezan maniobras de aproximación... ¡Sin embargo en ese momento en las pantallas podéis ver como iconos rojos se desprenden de los transportes y se acercan a las lanzaderas! Su vuelo dura menos de un segundo y al impactar transforman a los atacantes en polvo estelar.

-Sí, todo el cargamento de torpedos de protones que llevabamos, en los lanzadores instalados en los transportes, todito para ustedes, son algo difíciles de digerir pero creo que a sus lanzaderas les han sentado bien.-

Algo os deslumbra y miráis a través del cristal de transpariacero de la cabina, para ver como el destructor dispara con cañones iónicos contra la nave nodriza esclavista, chispas azules recorren su superestructura y deja de moverse.

-Y ahora permitame presentarle a Rolworrr y su equipo de liberación de esclavos wookie, son de las mejores unidades que tenemos, y ya saben lo que se dice de los wookies con la gente que les gana... pues a los esclavistas les hacen cosas muchos peores.-

Del destructor salen ahora varias lanzaderas de asalto, que protegidas con un escuadron de cazas, se acercan a la nave nodriza de los esclavistas, con la intención evidente de asaltarla.

El general vuelve a aparecer en vuestra pantalla por el canal codificado.

-¿Lo ve, maestra Nara? Todo solucionado, por cierto, ¿quiénes son sus jóvenes amigos?.- Es evidente que al ver la cabina, os está viendo a vosotros, y probablemente a los niños.-

Acuso la mirada de Lisandra, bajando la vista al suelo y dejando estar a Jael que, aunque intenta hacerme caso y defender a los transportes, decide hacernos a un lado para dejar vía libre a quien sea que va a defender a los demás habitantes de Raxus. Corro, con rapidez, hacia Lisandra para poder observar el monitor y ver quién era el dueño de la voz que nos invitaba a esperar y observar.

Y éso hago: observo en silencio el ataque-respuesta hacia los esclavistas, notando cómo todo mi cuerpo vibra de alegría al ver su nave destellar con colores vivos e intensos y pararse en el espacio infinito, atrapados, mientras unas naves se dirigen allí para asaltarla y, muy probablemente, atrapar a esos indeseables e inhumanos esclavistas. ¡GENIAL! Ahora es cuando ellos deberían ser esclavizados de por vida y, así, aprenderían lo que es bueno y dejarían de tratar a todos los demás como meros objetos para el trabajo forzado.

- ¡Yo soy Achaikos Orrein -Exclamo, ante la pregunta de aquél hombre, abrazado al cuello de Lis por la emoción- y ella es mi hermana Lisandra! Él es Teebo -Le señalo con el dedo, aunque no tengo muy claro que el tipo pueda ver el gesto- y ella es Mizaa. ¡Somos habitantes de Raxus! -Soltándome del cuello de mi hermanita, hago una pequeña reverencia hacia el tipo a modo de agradecimiento en nombre de todos los que no acabarían siendo esclavos-. ¡Gracias por impedir que ésos monstruos hiciesen de las suyas! ¿Quién eres tú? -Pregunto, con inocencia. Ni sé qué es un General, ni sé qué es un Koff. ¿Tal vez sea una variedad de rata jedi?

Vale, igual he gritado más de la cuenta. Pero no tengo muy claro que pueda escucharme bien. 

El general abre un poco los ojos cuando te ve tan emocionado. Pero fuera de eso no le ves más reacción que una sonrisa.

-De nada muchacho, encantado de conocierte a tí, a la señorita Lisandra y a tus amigos, yo soy el General Etan Koff, represento a la Nueva República y ésta es una nave de su Armada. Uno de los principios fundamentales de nuestro Gobierno es que nadie sea esclavo de nadie, todavía no podemos dedicar fuerza suficiente para encargarnos de todos los Zygerranos, pero lo vamos haciendo poco a poco. Ya hemos liberado a más de medio millón de sus esclavos, y eso sin contar sus planetas vasallos, donde incontables millones ya se ven libres de su tiranía y abrazan la República.-

-Ahora el Comandante Rolworrr y su equipo de asalto wookie, arrancará los brazos y las piernas de los esclavistas que no se rindan...-

Una voz dice desde más atrás:-Y de los que se rindan también.-

Koff, inmutable, prosigue...-el comandante siempre deja unos cuantos que se rinden para interrogarles y descubrir donde hay más esclavos capturados, es cuestión de no dejarselos luego, cuando hayan hablado.-

-No hemos destruido esa nave enorme porque seguro que ahí también hay cientos de esclavos de incursiones anteriores, esclavas de placer, pilotos esclavos y técnicos... ahora la venderemos y repartiremos los créditos entre los esclavos liberados, eso les ayudará a establecerse en algún planeta.-

-Por cierto ¿Qué haces en la nave con mis amigos Jedi Jael y Nara?.-

-Le dejamos pilotar.- dice Nara divertida.

-Bien, así Jael no estrellará la nave.- dice sin poder contener la sonrisa.