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The Hoard of the Dragon Queen Episodio 1

Capítulo 1 - Verdosísima en llamas

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28/09/2018, 12:21
Samtharas Lothinian

Me duelen todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo, agarrotados por la tensión constante. No podré resistir mucho más. Justo cuando creo que mis dedos van a ceder finalmente, el dragón hace un movimiento extraño. Casi no soy consciente de lo que ocurre a mi alrededor, pero parece que alguien ha disparado un proyectil que ha obligado al monstruo a defenderse. Su cola se balancea, acercándose a su cuerpo, y aprovecho justo ese instante para valerme de la inercia del movimiento y soltarme, aterrizando en el centro del lomo de la bestia. Planto los pies en la espalda del animal y me aferro con la mano izquierda en la cresta escamosa que discurre a lo largo de su espina dorsal, gratamente sorprendido por el buen asidero que ofrece.

Parece que al fin la suerte está de mi lado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lo reconozco, estaba temiendo fallar otra vez...

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01/10/2018, 02:02
Keth

Notas de juego

Al fin se dejo domar! Jaja.

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13/10/2018, 13:21
Director
Sólo para el director
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14/10/2018, 21:16
Johcet

Animado por el enano, el mercenario tomó una jabalina más, la ató a la cuerda y se preparó para disparar una segunda vez. Dado que ya había ajustado la balista, esta vez no se tomó tanto tiempo para apuntar y disparó como siempre lo había hecho a lo largo de su carrera, guiándose más por el instinto que por el cálculo. Y funcionó.

El mérito, en realidad, fue de Samtharas, puesto que el clérigo había conseguido, gracias al primer disparo, asirse al dragón en el lomo. Libre del intento de, Samtharas no perdió ni un instante y se deslizó en tirolina por la cuerda, aterrizando junto a un aliviado Fornund y el sorprendido ex-cultista. "¡Hahaaaa!" exclamó en júbilo, señalando con las dos manos a Samtharas. "¡Lo he hecho! ¡He salvado al puto héroe! Con esto ya me he ganado la libertad, ¿no?!"  miró a Fornund como si necesitara que se lo confirmase. "¿¡No!?"

- Tiradas (1)
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15/10/2018, 01:33
Le'nnithönn

El dragón soltó un monstruoso alarido hacia el cielo cuando la balista impactó, escupiendo rayos eléctricos a través de sus fauces. Había sido humillado enormemente en su orgullo, pero, acorralado, su único pensamiento en aquel momento era la huida. La puesta a salvo de Samtharas fue tan alivio para los defensores de Verdosísima como para el propio dragón, quien libre de la fuente de su terror, no tardó en destrozar la segunda jabalina y emprender en vuelo la huida.

Sí. Los Defensores de Verdosísima, y los Elegidos de Bahamut acababan de hacer lo que acababan de hacer. Habían expulsado con el rabo entre las patas a un mismísimo dragón.

Los griteríos de los defensores en regocijo por la victoria no tardaron en oirse.

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16/10/2018, 02:02
Langdedrosa Cólera del Clan

"¿Dejarlos entrar sin más? Qué idea tan ridícula." rió la dracónida. "¿Y perder así la única moneda que podría usar contra vosotros? ¿Y qué me asegurará entonces que vuestros arqueros no me vuelen la cabeza? Sois vosotros los que deberíais actuar con un poco más de honor en la batalla." añadió, haciendo una mueca de amplio disgusto. Para ella, tomar rehenes y prisioneros, y amenazar con matarlos delante de sus familias era completamente normal y legítimo. "¡Decid a vuestros arqueros que depongan las flechas y no les pasará nada a estos idiotas!"

Fue entonces cuando Le'nnithönn, dragón que de manera tan espléndida e incontestable atacaba Verdosísima, emprendió el vuelo en retirada. Para Langdedrossa, fue como ver a un héroe legendario huyendo de una batalla con el rabo entre las piernas. Era evidente que a sus hombres y kobolds también les había cambiado la expresión de la cada, empalideciéndose por completo mientras que los defensores de Verdosísima aclamaban vítores de victoria.

Y entonces, la segunda flecha de Durzo cayó a los pies de la guerrera. Como una advertencia. Una advertencia de que dispararían igualmente. Ya fuera porque no les importaban los prisioneros, o porque tenían algún tipo de plan para detenerlos. 

Langdedrossa dio un paso atrás. Subió la mirada de la flecha al imponente Keth, que con ojos determinados alternaba a su vez la vista entre los presos y ella. No había miedo en su rostro sino determinación absoluta. Y por si fuera poco, detrás de él, otro dracónido apareció. Langdedrossa abrió los ojos en sorpresa tras verlo, y fijó su vista en él. Este dracónido tenía orejas de elfo como ella, y estaba del lado de los defensores. Eso solo podía significar que servía a Bahamut, y no a Tiamat... Y solo conocía de un clan de elfos que hubiera comulgado así su sangre con el dios Dragón. "Creí... que vuestro clan había sido eliminado..." fue todo lo que dijo, antes de dar un paso más atrás, y otro y otro, hasta emprender carrera en vergonzosa retirada sin dar orden alguna, y con ella los demás cultistas. Frulam Mondath se había ido hacía rato. Hasta Le'nnithönn se había ido. Ella no tendría ninguna posibilidad contra esta gente, no si contaban con esos... esos Elegidos de Bahamut.

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17/10/2018, 00:15
Director

Los primeros rayos de luz llegan con la huída de la última jefa de los cultistas. El asedio a la fortaleza ha terminado, con la victoria de los defensores. Elegidos de Bahamut, habéis triunfado. Verdosísima, y su gente están a salvo.

Notas de juego

//Cada uno de vosotros obtiene 601 puntos de experiencia.//

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17/10/2018, 12:21
Fornund Thornod

La segunda jabalina disparada por Johcet vuela casi imposiblemente certera, hincándose profundamente entre las escamas del furibundo dragón. «Vamos, zoquete», aliento mentalmente a Samtharas, conteniendo la respiración. Aun inmaduro, el dragón es inmensamente fuerte, y podría romper la cuerda o incluso arrancar la balista de un tirón en cuestión de instantes; el clérigo solo tiene unos segundos para reaccionar. Y por Moradin, no pierde el tiempo. Con el corazón en un puño, veo cómo Samtharas utiliza su arma para agarrarse a la cuerda y deslizarse a toda velocidad hasta tierra firme. Situándome justo en el lugar donde el humano cae, lo sujeto en el último momento para evitar que se estrelle contra la balista o que la inercia lo haga tropezar y caer fuera de la almena. Samtharas me golpea con fuerza en su descenso, casi haciéndome perder el equilibrio, pero logro estabilizarnos a ambos antes de que la situación se vuelva embarazosa.

¡Por Moradin, sois…! —exclamo, con los ojos desorbitados. No consigo encontrar las palabras correctas, así que me limito a negar con la cabeza, incrédulo. Finalmente, tiro del insensato sacerdote con un gesto abrupto y lo estrecho en un abrazo breve e impulsivo. Me separo de Samtharas casi de inmediato, con una sonrisa perpleja—. Lo habéis conseguido, Samtharas. Os mentiría si os dijera que no ha sido la cosa más estúpida que he visto hacer a nadie, pero… Vaya si no ha sido algo digno de ver.

Las primeras luces del alba despuntan en el horizonte, y el bramido del dragón cuando emprende su patética huida se ve ahogado por el clamor que se extiende a lo largo y ancho de todo el campo de batalla, inundando la fortaleza y resonando entre sus vetustos muros. Hemos vencido. Verdosísima ha permanecido invicta, y el enemigo sabe que no puede hacernos frente. La alegría me desborda.

Vamos, nos están esperando —indico a Samtharas y a Johcet, instándolos a bajar a la plaza de la fortaleza, y le doy una palmada amistosa en el hombro al último.

La plaza de armas se ha convertido en un hormiguero. Incontables soldados están vociferando y vitoreando, arracimándose a nuestro alrededor y contagiándonos su entusiasmo. Busco con la mirada a cada uno de mis amigos, dedicándoles una sonrisa de agradecimiento y de reconocimiento. Levanto la mano, tratando de aplacar momentáneamente el vocerío para hacerme oír entre todo el barullo.

¡Esto es lo que habéis conseguido, gente de Verdosísima! —declamo con franca euforia—. Paz para vuestros hijos, y miedo para los corazones de vuestros enemigos. ¿Los habéis visto huir como animales asustados? Han sufrido la derrota más importante de todas: la moral. Hoy se han dado cuenta de que no pueden haceros frente. ¡Ni siquiera se han acercado a rozar la victoria! No son rival para Verdosísima, y lo saben. —Abro los brazos en un gesto que abarca a toda la multitud que nos rodea—. Descansad tranquilos sabiendo esto, pero no olvidéis que la vigilancia y la hermandad es lo que os guardará de todo mal. Pero ahora —hago una pausa, esbozando una sonrisa pícara—, ¡toca celebrarlo!

Satisfecho, me vuelvo para mirar a mis camaradas de armas, compartiendo con ellos la alegría de la victoria. Hoy ha sido un día importante. Lo siento en mi interior. Esta batalla ha marcado el comienzo de algo, un hito en la senda que en su día me comprometí a seguir. Y ahora, con más certeza que nunca, sé que Moradin me está esperando al final del camino.

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18/10/2018, 02:17
Keth

Todo era confusión. El dragón huyendo, la guerrera apuntándome con la flecha y lanzando acusaciones, para luego sorprenderse al ver al muchacho. Deseaba decile algo. Pero antes de que encontrara las palabras se unió a la retirada.

-Me hubiera gustado garantizarle una pelea justa -dije finalmente a los presentes- Pero bueno, así son las batallas. No siempre es posible un duelo uno contra uno. Lo importante ahora es que vencimos. ¡A festejar!

Notas de juego

parece que subi de nivel. 

luego actualizo la ficha

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18/10/2018, 06:57
Tharkael Hendril

¿Quien sois?

Pregunta susurrando para si mismo, sin reparar en los estruendos del dragón azul que ha sido impactado por la jabalina negra nuevamente y que tal proeza ha colocado a salvo al clérigo del  Señor del Alba. Por unos segundos, cayo en la cuenta que los Kobolds han perdido por completo su moralidad hasta que sus ojos se encuentran con los de ella sin evitar experimentar fuertes latidos en su corazón y sequedad en sus labios.

Es...es como yo...como Nederoth...

Pensando en su tío, y en cierto modo muchas emociones comenzaron a agolparse en sus pensamientos al recordar la historia relatada por Netheroth sobre la caída de su familia  y que a pesar de ser dragonidos, ambos no pertenecieron nunca a Tezir o a algún lugar. Pero de todos aparece aquella elfa de escamas rojas y cabello rojo, como si fuera el despertar del verano mientras él representa el más frío de los inviernos.

¿Pensé que tu clan había sido eliminado?

Ese comentario resulta ser una pregunta que lo deja más confundido, porque en esas palabras ella da a entender saber quien es él y su apellido que en lengua común significa "estrella de hielo". Sintiendo un nudo en la garganta al ver como ella retrocede paso a paso y sin evitarlo, el empieza a avanzar sin emitir palabra alguna con esa sensación de desear correr a buscarla hasta ver como desaparece del campo de batalla. Quedando a medio metro de distancia sin reparar que había dado varios pasos mientras sigue memorizando las facciones de la guerrera hasta contemplar como se desvanece por completo.

Frunce el ceño en gesto pensativo, dejando caer sus hombros completamente quieto sin reparar en la victoria que todos los aldeanos empiezan a celebrar. Con una expresión de inquietud en sus ojos dorado que poseen destellos de frío.

-¿Quien sois?-.

Vuelve a musitar mientras las dudas lo agolpan, su deseo de correr por ella son frenados por la sensatez. Decidiendo quedarse inmóvil en aquel campo de batalla sumergido en sus pensamientos.

Necesito estar solo.

Notas de juego

¿Cuantos puntos necesitamos para subir a nivel tres?

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19/10/2018, 07:54
Durzo

Esperaba desde mi escondite una buena pelea entre la dracónida y Keth, pero un desgarrador grito en el cielo atrajo mi atención. El dragón gritaba de dolor a causa del acierto de la guarnición que defendía la fortaleza. Con un aleteo descomunal que incluso noté desde mi posición, vi como el dragón emprendía la huida.

El desconcierto se instaló en las tropas enemigas y poco a poco, por grupos, los asaltantes emprendían la retirada, alentados aún para que siguieran por sus líderes, a los que no hacían caso. Langdedrosa, miraba estupefacta a uno y otro lado mientras veía como incluso aquellos que llevaban a los prisioneros, los tiraban al suelo y salían corriendo.

Un impulso me decía que aprovechara para atacar a la dracónida por la espalda, pero recordando el escaso efecto que le hizo mi flecha anteriormente, dudé de salir de aquella bien parado y me quedé agazapado mientras la veía pasar cerca de mi.

Una vez estuvo todo despejado salí, observando la fortaleza en su esplendor. Los gritos y vítores de los que había dentro, llegaban hasta allí. Una buena victoria.

Sólo me quedaba averiguar el porqué de aquel ataque a la ciudad. Es posible que si el Dragón Blanco perseguía las máscaras, el nuevo Dragón también las buscaba. ¿Podría haber una en la ciudad? Tendría que buscar información o colarme en lo alto de la torre a ver que oculta Nighthill por allí. Si no encontrara ninguna máscara, siempre habría algo que pudiera llevarme que me fuera de utilidad.

Con paso tranquilo, pero sin descuidar mi espalda, me acerqué a los prisioneros y los desaté. Sin preocuparme más por ellos y sin escuchar las palabras de agradecimiento, emprendí camino de vuelta. Me había ganado un merecido descanso.

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23/10/2018, 22:32
Keth

Mientras los demás festejaban me distraje con una extraña figura que apareció a lo lejos en el campo de batalla. Al observarla mejor me di cuenta de que era el espíritu de un lobo. De alguna forma supe que me estaba llamando. Me dirigí hacia él y comenzó a alejarse, pero siempre atento para asegurarse de que lo seguía. Me llevó hasta un matorral y se sentó junto a lo que parecía ser su propio cadáver. Entonces habló en mi mente:

mi raza ha protegido estas tierras, pero esa horda fue demasiado para mi. Sinembargo, he visto tus habilidades como guerrero y te he elegido para que continúes mi tarea. Corta un mechón de mi pelaje y un colmillo de mi boca. Te harán más fuerte y podrás utilizar mis poderes místicos cuando lo necesites. 

Entonces lo comprendí. El espíritu del lobo me había elegido para guiarme como mi totem espiritual.

-Gracias, noble lobo. No te defraudaré.

Entonces, tomé mi hacha de mano, corté un mechón del cuerpo, arranqué un colmillo y con la ayuda de una pequeña rama que encontré a un lado confeccioné un amuleto. Satisfecho con mi tarea, el espíritu se alejó. Entonces guardé el amuleto y regresé al pueblo.

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30/10/2018, 22:15
Director
Sólo para el director
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07/11/2018, 00:18
Director
Sólo para el director