Partida Rol por web

9 DÍAS DESPUÉS

Estado: Nueva York · Nublado y posibilidades de lluvia, 12º · 16:40

Ya habían pasado suficientes días juntos como para poder confirmar que eran buenos compañeros de viaje, sobretodo considerando que realmente no se conocían. Así era, no indagaban mucho sobre sus pensamientos o sentimientos pero se ayudaban y cubrían las espaldas mutuamente de forma lo suficientemente acertada como para haber llegado cerca de Ithaca con tan solo unos pocos rasguños y sin intentar matarse mutuamente. A esas alturas ambos se habían salvado el pellejo en un par de ocasiones pero hasta la fecha no habían tenido demasiados problemas con los humanos "organizados", solo con infectados relativamente fáciles de esquivar o despistar. Se podría decir que habían llegado a tener suerte.

Hacía un par de días que caminaban entre senderos, bosques y algunas carreteras secundarias destartaladas, guiándose principalmente con la brújula de Elim. Aquel día hubo una pequeña variación en el húmedo ambiente y era un robusto puente metálico que atravesaba un pequeño río y por el que parecía transitar una vieja vía ferroviaria.

Valk se detuvo entonces -Reconozco este sitio, ya estamos cerca -al ser consciente de aquello miró alrededor con mayor desconfianza -Ahora vendrá la parte difícil, tal vez sería mejor que me adelantara -el primer día le había advertido de la presencia de bandidos por la zona y se lo había recordado aquella misma mañana.

Los bosques son una zona agradable...dan comida de manera relativamente sencilla por lo que podemos ahorrar las provisiones. Protegen del sol y de la lluvia y, sencillamente, son bonitos de ver. Pero no todo es bueno...la presencia de infectados será, seguramente, menor, pero crecerá la de humanos. Algunos serán buena gente...otros, la mayoría, no.

Si uno de esos grupos nos caza, a mi probablemente me maten al momento. Salvo que tengan en mente algún juego macabro. A ella...a ella no. Si son como la mayoría, la follarán hasta que se aburran o encuentren otra más joven.

La miro unos instantes y suspiro.

-Ese puente...estará vigilado, seguramente. Así que será mejor si nos separamos. Sí. Por si uno cae en una trampa que el otro pueda echar un cable. No te arriesgues mucho...pero de acuerdo, ve delante.- le asiento.

Iré entre cincuenta y cien metros detrás de ella. Todo lo oculto que pueda...para serle de apoyo.

Valk observa unos segundos más de lo habitual a Elim. Es una mirada significativa porque sabe que en ese momento su vida puede estar en manos del hombre pero no dice nada en voz alta. La ventaja de que se parezcan es que pueden entenderse simplemente con ese tipo de gestos, al menos la mayoría de veces.

-Más te vale que salga entera de ahí -dice a modo de despedida antes de colocarse la capucha del abrigo para seguir caminando en dirección al puente, seguida a una buena distancia prudencial por Elim.

Contra todo pronóstico no sucede nada de manera inmediata, no al menos debajo de ese puente, pero pueden verse algunas pintadas y restos de hogueras que no auguran nada precisamente bueno. Para entonces la mano de Valk ya está asegurando su subfusil. Es una arma que no utiliza con los infectados pero en caso de emboscada puede que tenga que hacer la excepción.

Y así es. Como en realidad ya esperaban dos tipos armados salen de entre unos matorrales cercanos a su posición. La ventaja es que solo llevan armas de corto alcance, un bate con clavos y una hacha corta, la obvia desventaja es que podría haber más de ellos escondidos por las inmediaciones -No quiero problemas, solo seguir con mi camino -a pesar de las circunstancias Valk conserva la sangre fría mientras esos dos desconocidos la analizan de arriba a abajo. El resultado podría ser peor si su aspecto fuera más atrayente y en ese momento Elim se percata de que incluso ese detalle puede ser intencionado.

-La mochila y la ropa, para empezar -exige el tipo del hacha muy convencido de tener la situación controlada.

Veo sin problemas a esos dos tipos. Pero ellos son lo que "menos" me preocupa. Escaneo la zona todo lo rápido que puedo, pero sin perder detalle. Todo el tiempo que me pueda comprar Valk lo aprovecharé al máximo. Al mismo tiempo que busco más amenazas, trato de encontrar una manera de acercarme sin que me vean hasta que sea demasiado tarde.

Quizá por esa mediana de cemento, agachado...me pondría en su lateral, muy cerca...una carrera, y no podrán reaccionar.

Es una suerte que sea un mito eso de que los hombres no son capaces de hacer dos cosas a la vez. Pues mientras pienso, no dejo de buscar ese "algo" que hace estar tan confiados a esos dos tipos.

Gracias al excepcional ojo avizor de Elim éste consigue ver un cepo para osos que había cerca de su posición y rodearlo sin problemas. Sin duda alguna es una trampa y es posible que haya otras más por el perímetro así que ahora además de vigilar lo que le rodea deberá prestar atención a sus propios pies y empiezan a faltarle ojos para tantos focos de problemas.

-Os puedo dar algunas latas pero nada más -propone Valk mientras retrocede un par de pasos con cautela, intentando ganar un poco de tiempo mientras Elim busca una posición mejor pero no hay tiempo para más porque los bandidos no tienen fama de ser muy diplomáticos y ahí está la prueba de ello.

El tipo del hacha se lanza a por Valk sin más preámbulos pero ella le esquiva tirándose por el suelo con una especie de voltereta con la que también evita que el tipo del bate la agarre a traición aunque las intenciones de sujetarla han sido claras. Desde esa posición desenfunda la daga y con un rápido gesto sin titubeos lo hunde en la pierna del que lleva el hacha, provocando que caiga al suelo con un alarido sonoro.

La acción es muy rápida pero en ese momento Elim aprecia un movimiento entre unos arbustos. Es otro tipo armado con un rifle de largo alcance, dispuesto a cubrir a sus compañeros en cuanto tenga un buen blanco.

No hay tiempo para sutilezas, ni siquiera para alegrarme de haber visto a tiempo ese cepo. Salgo en una rápida carrera tras agarrar una piedra, no es lo bastante grande para hacer verdadero daño pero sí la puedo lanzar desde varios metros. Corro hacia el de los arbustos con un ojo puesto en Valk y sus atacantes, otro en el del rifle, y otro en los posibles cepos. Es un don eso de tener "tres ojos".

El tipo acabará escuchándome pero, con suerte, estaré demasiado cerca para cuando lo haga, pues tiene la atención en otra parte. En cuanto se percate, grito.

-¡Valk! ¡Retrocede!- es lista, me hará caso cuando me escuche, si puede claro.

Y lanzo la piedra al tipo en cuanto haga el amago de apuntarme. No lo matará pero lo retrasará lo bastante, espero, como para que 90 kilos de tío cabreado a toda carrera le den un buen placaje.*

Elim corre hacia el francotirador y cuando éste le detecta se gira para cambiar de objetivo. La piedra de Elim no impacta en él pero es suficiente para despistarle y que el disparo roce su brazo en lugar de impactar de pleno, pues lo contrario a tan poca distancia podría haber sido fatal -Mierda -masculla mientras procura recargar rápidamente pero se trata de uno de esos fusiles de largo alcance con una sola carga y eso le da un tiempo valioso al ex-Luciérnaga que no se puede permitir volver a malgastar.

Mientras eso ocurre Valk sigue enfrascada en su propio combate. El tipo que sujetaba el hacha todavía se encuentra tan dolorido que no es capaz de suponer un peligro pero lo será en breve, cuando consiga extraer la daga de su propia pierna.

Mientras eso ocurre el tipo del bate levanta su arma con intención de machacar el cráneo de la mujer pero se nota que tiene experiencia con ese tipo de refriegas porque incluso en desventaja es capaz de moverse con agilidad, recogiendo el hacha del suelo para hundirla brutalmente en el vientre de su enemigo, cuyos intestinos se desparraman por el suelo junto a una gran cantidad de sangre. Definitivamente ese bandido ya no dará problemas.

Mierda...demasiado cerca...¡Demasiado cerca!

No pierdo un instante y cierro lo que queda de distancia entre ambos, que es muy poca, para descargar un golpe con el machete de arriba abajo. El hecho de colocármelo en el hombro para facilitar el acceso al mismo es precisamente por este tipo de cosas. Cuando lo coges, ya tienes el brazo armado para golpear y aplicar el peso al golpe. No ocurre lo mismo si lo guardas en la cintura o la pierna.

Por el rabillo del ojo veo lo bien que se desenvuelve Valk. Es una superviviente...solo espero que no se le acabe la suerte antes de que pueda ayudarla.

Gruño mientras golpeo.

El machete se hunde en la carne y el hueso del hombro del bandido, que grita de dolor y quizá también con ira. Su cuerpo tiembla debido a la terrible herida que provoca que no pueda seguir usando ese brazo y por tanto la recarga o utilización de su rifle ya es imposible. Al verse acorralado su mejor opción es la huida y por eso se limita a tirar un puñado de tierra en la cara de Elim y salir corriendo, aunque tambaleándose (*).

Mientras tanto, el tipo con la daga en la pierna ya ha conseguido sustraela y ha cogido el relevo del bate de su compañero, impactándolo con rabia en el cuerpo de Valk y consiguiendo arrojarla del todo al suelo. Ell bandido por fin puede sonreír satisfecho. El dolor del golpe no es tan terrible como el de algunos de los clavos que desgarran la piel de la mujer pero su chaqueta de cuero ha frenado parte del daño.

Valk intenta devolver el golpe a su enemigo lanzándole el hacha pero está tan aturdida que falla por poco.

No lo he matado por poco...pero sigue vivo. Puede ser un problema si lo dejo suelto pero...solo si tiene alguna pistola. Dudo que uno tenga dos armas de fuego, estas bandas no funcionan así...de haber tenido una pistola la tendría uno de sus compañeros de abajo. Lo cazaré más tarde.

Y es que Valk, al no hacerme caso, está en problemas ahora. Desarmada salvo su subfusil contra un tipo más fuerte y con un bate. Herido, sí, pero no de gravedad.

Avanzo hacia la pelea, rápido, apuntando al tipo del bate.

-¡Tú! ¡Suelta el arma y estate quieto!

En cuanto me mira me aseguro de que vea como "cargo una bala" pasando el cerrojo. Aunque realmente no tenga, el movimiento y el ruido, además de la expulsión de un casquillo, es exactamente igual. No dejo de avanzar en ningún momento.

-Puedes vivir, o puedo gastar munición. Tú sabrás.

Es un farol, claro...pero espero que Valk lo aproveche y retroceda. O que recoja el bate si el tipo decide soltarlo.

El único bandido que queda se detiene en seco tras la amenaza de Elim pero tampoco suelta su bate. Se produce un intercambio de miradas tenso, dubitativo en el caso del atacante. Se podría decir que está acorralado, se ha tragado el farol de El y por eso está más pendiente de él y a Valk le resulta muy fácil desenfundar su subfusil y volarle la cabeza con un solo disparo prácticamente a bocajarro.

-Hay que largarse de aquí cagando hostias -apremia la mujer mientras recupera su daga del suelo pero no pierde tiempo en conseguir ninguna otra a pesar de que el hacha sea muy tentadora. Han hecho mucho ruido y uno de ellos ha conseguido escapar así que pronto tendrán al resto pisándoles los talones y probablemente serán muchos más que en este primer ataque improvisado.

-No te han agujereado nada, ¿verdad? -pregunta agitadamente, intentando limpiar la sangre de su cara con la manga de su chaqueta y llegando a la conclusión de que si Elim puede caminar bien es que no debe de tener nad agrave.

Idiota...

-Viviré, no es grave. Pero vamos a tener una charla en cuanto paremos.- y estemos a salvo, se entiende.

Me paso el rifle a la espalda, la correa que tiene viene muy bien para eso, y yo sí que recojo el hacha. No tenemos tiempo que perder como para ir a buscar esa bala que se le cayó al que herí, pero no dejaré algo tan útil como un hacha. Lo arranco sin miramientos y sigo a Valk.

-Cuidado donde pisas. Hay cepos para osos ahí detrás. Puede haber más.

Tsk. Me gustaría haber cogido uno.

Intento que no nos movamos a ciegas sino que avancemos en la dirección que queremos...o lo más próximo posible. Pero la prioridad es ir todo lo a cubierto que podamos. No sabemos si disponen de más armas.

-Por cierto, el rifle no tiene munición.

-Joder -es lo único que llega a protestar ante la idea de una "charla" posterior, entrecerrando los ojos al oír lo de los cepos. Como todavía está más mareada y cansada de lo que admitiría jamás opta por seguir los pasos de Elim muy de cerca, a menos de un metro de distancia.

-Qué puta genialidad -masculla cuando se entera de la carencia de balas, probablemente incentivada por la tensión de la situación -Pero la mirilla nos servirá de todas formas -añade en un intento de verle la parte positiva ya que encontrar balas del calibre de un rifle francotirador no será precisamente fácil pero ahora esa es la menor de sus preocupaciones.

Ambos corren por el bosque, alejándose del puente, y cada vez encuentran más senderos que conducen hasta la ciudad, Ithaca, que no tarda en dibujar sus edificios en el horizonte, entre algunas montañas. Está tan destartalada como todas aquellas que fueron abandonadas, la naturaleza se ha abierto paso llenando edificios y calles de plantas de dimensiones gigantescas debido a las mutaciones del Cordyceps.

-Vale, bien... -se detiene un momento, suspirando para recobrar un poco el aliento mientras observa las calles más cercanas, procurando hacer memoria -La última vez John estaba en la biblioteca, si no sigue ahí será un sitio parecido. Es como un devorador de libros solitario, ya sabes -explica como si Elim fuera a entender pefectamente a qué se refiere, girándose de repente y agarrando uno de los brazos de su acompañante por puro acto reflejo pero soltándole de inmediato al comprobar que solo ha sido una ardilla saltando entre unos árboles.

-Sin balas...sirve de palo al menos. Y para marcarse faroles. No había tiempo para recoger la bala que se le cayó al tipo ese...lástima que no le acertase en el cuello.

Tras el incidente de la ardilla, la sujeto. No con fuerza pero sí para retenerla.

-A ver esa herida.

Quiero cerciorarme de que no es seria. Ella no indica tal cosa...pero si es como yo. Es imbécil de puro terco. Y hasta ahora ha sido como yo en casi todo. Muevo su ropa, toco y miro con cuidado. Mientras lo hago, le hablo. Lo hago muy serio, pero a la vez amable. Ello queda acentuado por el hecho de que no la miro a la cara sino que sigo atento a la herida, por lo que si sintiese vergüenza u otra cosa por mis palabras, no lo veré. Le dejo esa intimidad.

-En el puente no me hiciste caso. Estabas en desventaja pero, en lugar de retroceder como te grité, seguiste peleando. Lo hiciste muy bien, no me malinterpretes. Eres buena. Pero en las ocasiones en que cuentas con un observador externo que está para cubrirte las espaldas...haz caso a lo que se te diga. Sin duda, si te digo algo es por que veo algo más que tú no. Yo en tu lugar habría contado con que vinieses a ayudarme ¿No? Pero tú no sabías de la presencia del tipo del rifle y yo no podía ignorarlo e ir a ayudarte de inmediato. Si te hubieses alejado no te habría dado ese golpe y habríamos hecho lo mismo, encañonarlo con el rifle y eliminarlo. Todo ha salido bien, esta vez. Pero no lo hará siempre, no si no confías en mi.

Me pongo en pie, concluida la charla y la inspección.

-No soy un experto pero no parece muy grave...aún así no vendría mal limpiarla y vendarla cuando tengamos agua de sobra.- le doy un toque con el puño en el hombro -Me caes bien, Valk. Te quiero entera.

Doy unos pasos para observar la ciudad.

-Empecemos por la biblioteca entonces. Si no está allí...tal vez haya algo que indique donde está.

Cuando Elim empieza a inspeccionar las heridas de Valk las manos de la mujer se mueven por instinto, sujetándole momentáneamente los antebrazos para impedírselo pero suavizando la fuerza inmediatamente con un chasquido de lengua. Le deja seguir con ello pero se nota que no se siente entusiasmada al respecto, le hace sentir como una niña pequeña y de eso hace ya demasiado tiempo.

-Lo siento, papi -responde con voz burlona y aguda antes de ponerse un poco más seria -En un momento como ese era demasiado difícil estar pendiente de otra cosa que no fuera la pelea. Sinceramente, no te escuché, sé que dijiste algo pero... Intentaré prestar más atención la próxima vez -parte del error residió en el hecho de no estar acostumbrada a estar acompañada de alguien que la apoye en cuanto a lucha se refiere pues generalmente ella es la que toma las decisiones en ese terreno.

La herida efectivamente es más aparatosa que otra cosa. Está inflamada y enrojecida por el golpe reciente, eso provoca que los pequeños cortes sangren un poco más pero nada de qué preocuparse, en pocos días empezará a cicatrizar aunque ahora probablemente arde lo suyo -Si he durado entera hasta ahora, ¿qué te hace pensar que voy a dejarme matar de aquí hasta Nebraska? Ni hablar, no voy a dejar que te lleves el mérito tú solo -le sonríe de manera cómplice, después de eso ambos caminan entre las calles todo lo escondidos que pueden. 

Esquivan a un grupo de bandidos y a otro de infectados en su recorrido, teniendo que matar y derribar a algún que otro Corredor solitario de camino a la biblioteca, usando de vez en cuando algunos comercios a modo de "pasillo" para no quedarse al descubierto hasta que finalmente llegan a su objetivo. Por desgracia para entonces ya ha anochecido y no les queda más remedio que iluminar sus pasos con las linternas.

El interior del lugar parece haber sido utilizado hasta hace poco debido a algunos muebles esporádicos en buen estado y más tarde la teoría se confirma al encontrar algunos restos de embalajes y latas de comida. Justo desde esa sala ambos escuchan sin problemas unos golpes y ruidos metálicos reiterativos. No se fían así que avanzan en esa dirección pero con cuidado.

Llegan hasta una sala muy amplia pero sobretodo alta, de unos 3 pisos repletos de libros y pasarelas para alcanzarlos. El techo está repleto de agujeros provocados por varios árboles y plantas que salen y entran del edificio pero todo eso carece de importancia en ese momento. Tanto Valk como Elim centran sus linternas en la procedencia del sonido que ahora se mezcla con gruñidos, manteniéndose a metros de distancia prudencial.

Entonces la puerta por la que han entrado se cierra repentinamente y una especie de jaula cae desde uno de los árboles más robustos de la sala, deformándose lo suficiente como para que los 2 Chasqueadores que había en su interior puedan salir.

Silencio absoluto al momento.

Hijo de puta....no es una mala defensa y cualquiera está en su derecho de usarla pero...hijo de puta.

Sin duda esa trampa es obra de su "amigo". O conocido. Pues se va a quedar sin ella. Con movimientos muy lentos, pongo el hacha en la mano de Valk. Será mejor eso que su daga. Y de manera igualmente lenta saco mi machete por si se acercan demasiado. Lo ideal es enfrentarlos uno a uno entre los dos, si es posible, pero quizá no lo sea. Por lo que es primordial distraerlos.

Tomo uno de los libros tirados por el suelo y lo lanzo contra la jaula, para que haga ruido. Indico a Valk que se mueva hacia la derecha.* Hasta que tengamos la mesa entre ellos y nosotros. Una vez allí, la miro y asiento. Doy unos golpes en la mesa.

-Aquí. Eh, seta.

En cuanto trate de cogernos por encima de la mesa será el momento de golpear. Si no acabo con él, que ella lo remate. Lo tendrá sencillo mientras lo mantenga sujeto con el machete. La mesa debería darnos tiempo suficiente para que el otro no se nos eche encima al momento.

Valk acepta el hacha sin apenas moverse del sitio, incluso conteniendo el aliento. Esa es la mejor arma de distracción para los Chasqueadores pero considerando que la puerta se cerró detrás de ellos los infectados de fase avanzada tienen una idea muy clara de a dónde dirigirse.

Antes de que lleguen a alcanzarles ambos se mueven, usando algunos libros como distracción intermedia. La estrategia de Elim es buena y se nota que tiene experiencia con esas criaturas como para no ir de frente.

El primero de ellos queda ensartado en su machete, emitiendo un alarido agudo bastante extraño y desconcertante pero aun así moviéndose para intentar alcanzar a su atacante, estirando y agitando los brazos. Mantenerlo a ralla es difícil pero todavía más cuando Valk no consigue rematarlo a pesar de intentarlo. No es tan buena como Elim en el manejo de las armas.

La mujer se plantea si sería mejor opción disparar, a pesar de que ello suponga hacer ruido, y por eso desenfunda su uzi en cuanto el segundo Chasqueador ya está rodeando la mesa. Deja que Elim se encargue del primer Chasqueador y salta por encima de la mesa, lanzando una silla contra el segundo para atraerlo en su dirección. Incluso aunque se limite a distraerlo y mantenerlo ocupado puede ser una buena oportunidad para que Elim termine lo que ha empezado.

Saco el machete de un tirón, permitiendo que la criatura avance sobre la mesa...colocándose en un ángulo perfecto para destrozarlo del todo. Al momento me muevo hacia mi derecha, todavía al lado contrario de la mesa del chasqueador que queda. Golpeo con la parte plana de mi arma en la superficie de la mesa...para hacer ruido y que se acerque y así repetimos la operación.

No estamos siendo muy silenciosos pero...sin demasiado espacio ni haberlo planeado, es lo mejor que podemos hacer. Además, confío en que las paredes de la biblioteca mantengan el ruido dentro. Algo que no pasaría con un disparo.

Si se acerca a mi por el ruido, repetimos la operación. En cambio, si sigue a por Valk...habrá que improvisar...

El primer Chasqueador muere cuando el machete atraviesa del todo su cráneo pero el segundo ya no se deja distraer por más ruidos y golpes, continúa en dirección a Valk. Ella duda unos segundos, se nota que está a punto de disparar, pero finalmente en lugar de eso corre unos metros y salta hasta uno de los gigantescos árboles de la sala que salen hasta el techo. Si quisiera incluso podría escapar trepando hasta allí pero no lo hace, sólo asciende unas pocas ramas, las suficientes para que el Chasqueador no la alcance.

El monstruo se queda entonces dubitativo, girando sobre si mismo intentando encontrar a su próxima presa. Valk se coloca, erguida, y prepara el hacha. Su intención parece ser saltar encima del Chasqueador con todo su peso para derribarlo y directamente matarlo pero primero asegura una buena posición.