Partida Rol por web

"The Last of Us: Un nuevo comienzo" (+18)

[CAPÍTULO 2] - Please, Hold to My Hand

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04/06/2023, 16:09
Barry "Fortuna" MacLeod

En ocasiones, Vika tenía ideas que resultaban de lo más sugerentes. En otro tiempo me resultaban la mar de divertidas, debía reconocerlo, y aún ahora, al escucharlas, podía dejar volar mi imaginación no sin disfrutar del espectáculo. La posibilidad de anclar un alambre a un vehículo, ya fuera un coche o un camión, y el otro extremo a otro vehículo para llevarnos por delante a un montón de infectados -en el mejor de los casos- y limpiar una calle con ello, resultaba estimulante. Aunque no era demasiado realista, a priori. Quizás con algunos ajustes.

- No se yo si una moto aguantaría el primer impacto. -Razoné, pensativo- Demasiado inestable. Quizás con dos coches. Y para eso no hace falta cargar con alambre de espino, el normal es suficiente. Cortaría como cuchillo en manteca. -Sugerí, desdeñando igualmente el cargar con un rollo de alambre de espino que resultaba tremendamente engorroso de transportar.

Casi como si tuviera capacidades premonitorias, la hermana de Gina me confió en voz baja lo que ya debería ser una realidad para mí, por más que me resistiera a ello. Mi hermana era ya toda una mujer, una lo suficientemente resolutiva y que había ya vivido muchas cosas. Había demostrado saber apañárselas, aunque no por ello sería yo capaz de dejar de preocuparme por ella. Era lo que me quedaba, el preocuparme por mis seres queridos, cuando cada vez eran menos. Pero debía evitar que mi necesidad de cuidar de los míos me llevase a estar demasiado encima de ellos, algo que no me sería fácil. Y llevaba también razón en otra cosa: no era el único que velaba por ella.

- Se que llevas razón... -Respondí con resignación a Vika, suspirando. Saberlo no lo hacía más sencillo.

A Elliot pareció caerle bien lo que le dije acerca de las armas, mi propia experiencia con ellas y cómo afrontar lo que teníamos por delante. Además, parecía lo bastante prudente para darle la importancia debida a lo que acabar con la vida de alguien representaba, lo que estaba bien, y sensato para saber que no descubriría de lo que era capaz hasta que no se viera obligado a ello sobre el terreno. Por experiencia sabía que la primera vez era la más complicada, de modo que anoté mentalmente que habría que echarle un ojo cuando sufriéramos nuestro primer tiroteo allá afuera. Por desgracia, mucho me temía que no sería únicamente uno. El exterior estaba lleno de peligros. Habría ocasiones de sobra para saber de qué pasta estamos hechos. Incluso yo, que llevaba demasiado tiempo sin demostrarlo.

Mi ceño se frunció cuando el informante bajó la voz, confesándome cómo había sido su primer encuentro con Michelle. Una redada de FEDRA, un cuchillo en el cuello de un militar... El relato me causó gran inquietud, a pesar de saber que todo había terminado de manera satisfactoria. Pero algo se me había quedado clavado como un puñal en la espalda, de esos que quedan fuera del alcance de las manos y no logras sacarte de ninguna manera. Hacía dos años. Dos. Yo estaba allí, en la Zona de Cuarentena, pero no había estado ahí para cuidar de Michelle. Se había metido en problemas sin que yo ni siquiera me enterase. Si todo hubiera acabado de otra manera...

La llegada de Michelle y cómo Elliot puso un dedo en sus labios para pedirle que no dijera nada al respecto me hizo parpadear, observando aquel dedo con las cejas en alto. Elliot acabó marchándose con evidente nerviosismo, haciéndose más que evidente lo que no había dejado de serlo desde un principio, motivo por el que, una vez Elliot se alejó lo suficiente, volví a mirar a mi hermana a los ojos.

- No parece mal tío. -Le confié a mi hermana, en confianza- Supongo que sabes que siente algo por ti... -Puse sobre la mesa con seriedad, y por qué no decirlo, con incomodidad. La suficiente para apartar la mirada a un lado, pues hablar de ese tipo de cosas no me resultaba sencillo. Pero tenía que preguntarlo- ¿Es... recíproco?

Si lo era, no era algo a lo que yo fuera a oponerme. Y eso, siendo consciente de que nadie ib a pedirme mi opinión al respecto. No era como si fueran a pedirme mi bendición, o algo así. Eso era algo que padre habría esperado, sin duda. Él estaba chapado a la antigua. Mucho más que yo. Pero si Michelle no correspondía a Elliot, lo justo era que se lo dejase claro cuanto antes. No era justo dejar que las esperanzas echasen raíces en aquel tío.

- Un préstamo... Lo pensaré, pero me interesa más que seas tú quien vaya equipada lo mejor posible. -Confesé a Michelle cambiando de tema a cosas menos sensibles. Quizás, sólo quizás, aceptase alguna ayudita para redondear una cifra si me quedaba cerca de ella, pero si no podría apañármelas. A ella le vendría mejor que sus armas estuvieran en las mejores condiciones posible.

Nos despedimos y acudimos directamente al puesto convenido del mercado negro. Mientras que para Elliot y Vika parecía que recorrer el mercado parecía moverse por un entorno habitual, a mí no dejaban de cruzárseme miradas llenas de lo que entendí como suspicacia. En cualquier caso, hacía mucho que lo que otros pensasen de mí me la traía al pairo, mientras no llegase más lejos que las meras miradas. Y mucho dudaba que nadie buscase problemas con nosotros simplemente por recorrer el mercado. Menos aún cuando se hacía evidente que íbamos armados. Aunque siempre existía la posibilidad de que estuvieran buscando a Elliot. Podía seguir con un precio por su cabeza, si Donovan había corrido la voz.

No tardamos en alcanzar el puesto de Sully, aunque antes habíamos oído algo sobre él al pasar cerca de algunos grupos que charlaban demasiado amigable y abiertamente. Parecía rumorearse que alguien había extorsionado al contrabandista de armas, o algo así, y que había padecido cuantiosas pérdidas. ¿Podía tener algo que ver con Donovan? El mal humor que Sully demostró cuando entramos en su tienda parecía confirmar que algo había pasado, prácticamente mandándonos a paseo antes de reconocernos. Siempre me sorprendía que nadie viera a mi hermana y en mí a nuestro padre, al menos físicamente, pues yo no veía ese parecido que otros sí cuando me miraba al espejo. Sin embargo, algo veían de él en nosotros, y Sully cambió de actitud al reconocernos.

- No queremos "un par de armas para salir del paso", eso ya lo tenemos. -Indiqué al vendedor, con un gesto de camaradería, agradeciendo sus palabras acerca de nuestro padre. De hecho, me acerqué a ofrecerle mi mano. Padre siempre decía que era un gesto necesario- En efecto, somos los hijos de Conner: Barry y Michelle. -Nos presenté, dejando que hablase también a Vika, a quien parecía ya conocer, y Elliot, de quien nos confesó que pendía sobre él una recompensa, por lo que debía andarse con cuidado- Cuando salgamos, podrías cubrirte el rostro con un pañuelo, o algo así. -Sugerí a Elliot, mientras acudíamos a las sillas que Sully nos ofrecía- Hace tiempo que dejé lo de las incursiones. Pero las cosas se están poniendo serias dentro de la Zona de Cuarentena, así que, como te decía, no busco chatarra para salir del paso, sino calidad. Estaba pensando en hacer alguna mejora a esta pistola. -Indiqué mientras desenfundaba la pistola automática, liberando el cargador y tirando de la corredera para asegurar que no quedaba ninguna bala en la recámara- Pensaba en un silenciador y en un ampliador de cañón, si es que tienes algo de eso. Se comenta por ahí que has sufrido un palo últimamente... -Dejé caer, esperando que Sully dejase ver qué era lo que había pasado y qué había de cierto en los rumores que corrían por ahí. Bien podía jugar en nuestro favor de cara a la negociación de los precios, o servirnos para obtener información de los movimientos de Donovan si tenía alguna relación.

Sin embargo, interrumpiendo ese momento Elliot nos avisó desde la entrada de que estaba viendo fuera algunos movimientos que nos implicarían seguramente. Crucé una mirada con Michelle cuando nombró a Veron, pues mi hermana necesitaba hablar con él antes de realizar sus propias compras, aunque lo que realmente llamó mi atención era que la esposa de Strickland estuviera con él, viniendo hacia nosotros. Tan sólo había visto a aquella mujer una vez, de lejos, pero me había bastado para darme cuenta de que era joven incluso para mí, no digamos para alguien como Jeff Strickland. Tal como yo lo veía, eso significaba que el amor y la afinidad no tenían nada que ver en esa relación. Poder. Había mujeres que buscaban eso en una relación: arrimarse a alguien con suficiente poder, que les facilitase una vida llena de comodidades y todos sus caprichos. Y a mí, ese tipo de mujeres me parecían demasiado peligrosas.

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05/06/2023, 18:40
Liam Young

Aclarado el asunto de cómo se iba a gestar la extracción del pesado motor y posterior montaje en el camión, Liam se concentró en su tarea. Notaba la presión encima. Sabía que debía hacer un buen trabajo o toda la operación se caería. No quería dar una mala impresión sobre sus capacidades a Strickland y viendo los trabajos en marcha que dejó el anterior falsificador, el listón estaba alto.

Aislándose del continuo ruido de carracas, piezas de metal golpeando y el tarareo de Walker enfrascado en la reparación, Young puso todo su buen hacer en marcha. Al cabo de un rato y gracias al buen material disponible en aquella mesa, nuestros muchachos eran dos perfectos soldados bien acreditados.

Con un resoplido y parpadeando sus cansados ojos, Liam se recostó sobre el respaldo de su silla para decir con una sonrisa de satisfacción: - Caballeros, pueden pasar a recoger sus documentos. Son válidos al menos para un mes -

El silencio de Arthur al parecer escondía una herida que comprometía su continuidad en la misión. Quizá la joven Sunny pudiera atenderle, al menos para estabilizarle. King por lo visto, era alguien muy peligroso, incluso con un cuchillo en el cuello.

Una vez acabada su labor y Arthur atendido, Liam se llevó algo de alimento al estómago y se recostó en un viejo sofá para dar una cabezada, aún con sonido de la llave de carraca de fondo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lamento la salida de Arthur. Puede quedar en stand by fruto de sus heridas y si vuelve retomar el personaje.

Te ha faltado marcar a Strickland como destinatario del post.

Un 3, pasarán sin problemas XD

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05/06/2023, 20:49
Michelle MacLeod

Como me di cuenta que también le sucedió a Vika, pronto me vi en situación de tener que replantearme qué llevar conmigo y qué no, y es que una vez cargado todo en la mochila y en las distintas fundas o incluso mi hombro, me percaté de que llevaba demasiado peso encima. Además, la mochila estaba completamente llena, e iba a necesitar sitio para al menos poder cargar con un botiquín o algunas raciones.

Me afané en preparar las armas mientras los demás parecían seguir charlando, tomando una pistola con el cargador lleno y completando el del rifle con una de las cajas de munición que encontré. Ello me obligaba a dejar tres balas en aquel lugar, pero supuse que sería preferible eso a renunciar a otros objetos que me habían recomendado llevar o que yo creía importantes. Junto a ellas, en uno de aquellos estantes, dejé también el saco de dormir; algo sin duda útil, pero que ocupaba demasiado espacio. Acabé de prepararme con un corto suspiro, terminando por volver a colgarme el fusil francotirador al hombre antes de regresar junto al resto con una cansada sonrisa. Aquel estaba siendo un día largo, muy largo, pero al menos parecíamos bien encaminados a nuestro objetivo y me sentía lista para enfrentarlo.

Cerca ya de Barry y Elliot, escuché cómo este contaba a mi hermano aquella historia acerca de cómo nos habíamos conocido, un relato por el que habíamos discutido más de una vez de manera amistosa, afirmando cada uno de nosotros haberle salvado el pescuezo al otro. Aquello se había convertido en una especie de broma interna, siendo frecuente que cuando uno hablaba de lo sucedido el otro replicara. Sin embargo, en aquella ocasión ni siquiera tuve tiempo de plantearme si decir algo, y es que antes de darme cuenta tenía a Hudson tratando de impedirme hablar posando su dedo índice en mis labios. Igualmente rápido lo retiró, llenándome aún más de confusión, y es que si su gesto ya me había sorprendido, lo hizo aún más la vergüenza y nerviosismo con los que actuó después; terminando casi por salir corriendo.

Mirando ligeramente hacia abajo, a nada en particular y con mi ceño fruncido, me preguntaba qué acababa de pasar. Una sospecha surgió en mi cabeza, pero negándomela, trataba de buscar otra explicación. Fue la voz de mi hermano la que me hizo levantar la mirada, diciéndome que Elliot no parecía mal tío.

- No, no lo es… - respondí con cierto aire ausente, aún algo inmersa en mis pensamientos, hasta que las siguientes palabras de mi hermano hicieron que regresara por completo. Me quedé estupefacta ante lo que oía, sin ser capaz de ofrecer una respuesta en un primer momento. ¿Es eso de lo que han estado hablando? Notaba incómodo a mi hermano, algo que no me extrañó, sobre todo al escuchar aquella última pregunta que formuló sin ser capaz de mirarme siquiera. Tragué saliva con incomodidad mientras negaba con la cabeza, pronunciando tras ello unas pocas palabras. – No sabía nada, yo… - dije sin ser capaz de acabar la frase, buscando a Elliot en la lejanía mientras mi ceño se fruncía lleno de preocupación.

¿Cuándo ha pasado eso?

Traté de dejar el asunto a un lado por el momento, pero me resultó difícil. Si mi hermano estaba en lo cierto, que Elliot nos acompañara no me parecía justo para él. Había tomado ya demasiados riesgos por mí, y quién sabía qué otros sería capaz de tomar. Tendría que hablar con él en cuanto fuera posible, antes de partir al exterior.

Llegó el momento de regresar al mercado negro, antes de lo cual mi hermano respondió a mis palabras acerca de hacerle un préstamo. No se negó a aceptar mis balas, pero quiso dejar claro que era prioritario para él que yo fuera equipada lo mejor posible.

- Lo mío es tuyo, hermanito. – le respondí con una pequeña sonrisa. – Además, piensa que cuanto mejor equipado vayas, más seguro estarás tú, y más difícil será que algo o alguien llegue hasta mí. Todo son ventajas. – añadí a modo de broma, y es que si bien aquello era cierto en gran parte, no completamente; pues desconocíamos con qué tipo de situaciones podíamos llegar a encontrarnos, aunque podía sospechar que de lo más variopintas por las historias que había llegado a oír.

El Oso terminó ofreciéndome una respuesta en lo referido a Veron, deseándonos además suerte en el mercado y dándonos instrucciones acerca de cómo actuar. Asentí ante todo ello, sonriendo al temible hombre cuando antes de marcharse acompañado de uno de sus hombres nos pidió que nos cuidáramos. No cabía duda de que el mafioso era un tipo peligroso, pero contaba con sus puntos débiles, entre los que quizás se encontrara un corazoncito.

Nuevamente regresamos al escandaloso mercado negro, que parecía estar más concurrido aún. En aquella ocasión, no lo recorrí de tan buen humor, avanzando a la cola del grupo con un sentimiento de incomodidad del que trataba de olvidarme escuchando lo que unos y otros decían. Los rumores corrían y se dejaban oír, haciendo que tomara nota de ellos, algo que se había convertido en costumbre desde que la información se había convertido para mí en una manera de ayudar a mi familia a salir adelante. Me di cuenta de cómo en alguna ocasión nos miraban a mi hermano y a mí de un modo peculiar, algo que no supe cómo interpretar, pero que tampoco relacioné con ningún peligro; y es que de tratarse de algún tipo de informante, ya fuera de FEDRA o de Donovan, hubieran actuado con mayor discreción.

Al alcanzar el puesto de Vane Sully, su actitud inicial pareció indicar que no nos ayudaría con lo referido a las armas, no pareciendo tampoco muy aconsejable acudir donde el mencionado Thomas; pero finalmente la actitud del hombre cambió radicalmente al darse cuenta de que Barry y yo éramos los hijos de Conner MacLeod. No pude más que sonreír cuando el hombre nos reconoció, recordándome lo querido y respetado que era mi padre por casi todos los que le conocían. Cuando vi que mi hermano le ofrecía la mano para saludarle, hice lo mismo, presentándonos Barry a ambos. Mientras Sully hablaba con los demás, echaba un vistazo a los accesorios que había en una mesa auxiliar, pero mi mirada regresó en seguida al grupo ante la advertencia que el hombre le hizo a Hudson, terminando por mirarle con preocupación.

Me acerqué a las banquetas junto a los demás, pero no me senté, escuchando cómo mi hermano no tardaba en ir al grano al parecer haber vía libre para negociar, aunque también parecía tratar de obtener algo de información. Me interesaba lo que Sully tuviera que decir, pero al ver que Elliot se acercaba a la cortina para mirar por ella, supuse que inquieto por lo que le había dicho el tendero, pensé en acercarme a él para decirle algo. Sin embargo, mi amigo no tardó en informarnos de lo que había visto en el exterior, cruzando una mirada con mi hermano. Veron parecía venir, con lo que podríamos tener noticias de nuestra madre y yo podría obtener mis cosas. No entendía que había de sorprendente en que la mujer de Strickland estuviera con él, pero supuse que pronto lo descubriría.

- Hudson. – llamé a mi amigo en voz baja, esperando que se apartara de la cortina y se acercara para dirigirle algunas palabras más. – Creo que hay algo de lo que deberíamos hablar. – comencé a decirle tratando de no mostrarme incómoda. – A ver si encontramos el momento. – añadí, terminando por teñirse mi rostro nuevamente de cierta preocupación. – No te preocupes por lo de Donovan, ¿vale? No dejaremos que te haga nada. – le dije en un tono que trataba de ser tranquilizador, convencida de que podía hablar por Barry y Vika a aquel respecto.

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06/06/2023, 20:36
Sunny

La pelirroja sonrió con afecto a Liam cuando le dio los suministros médicos básicos, antes de tomar el contenido de la caja que Chad había tenido la gentileza de alcanzarle. También sonrió al chico de color, reafirmando que todo estaba bien entre ambos, luego se dispuso a comprobar que el escáner estaba operativo.

Tiene sentido lo de las máscar...— iba a responder a Liam cuando escuchó lo que el hombretón le soltaba a Chad, quedándose de piedra.

Decir que Sunny se ruborizó ante lo que Beltrán le dijo a su amigo es quedarse corto: las mejillas se le pusieron tan rojas que era difícil distinguir dónde acaba su piel salpicada de pecas y dónde comenzaban sus cabellos de fuego. Y, aunque al principio su expresión fue de sorpresa, abriendo mucho sus ojos claros, pronto bajó la mirada mientras una sonrisa tonta luchaba por curvar sus labios. 

Por fortuna -según se mire- Walter reclamó su ayuda y la chica no lo dudó, sintiéndose un poco "salvada por la campana", aunque le gustaría tener esa charla con Chad en cuanto pudieran —¡Voooy!— exclamó con bastante jovialidad, ayudando al mercenario en lo que precisara.

Distraída con lo de Walker y con la mente en otro lado, Sunny tardó en percatarse de la actitud de Arthur hasta que aquel se desplomó súbitamente —¿Qué...?— dejó lo que estaba haciendo y se acercó a Miller mientras Tony le abría la camisa al mismo —No, no, no...— murmuró la joven a ver tanta cantidad de sangre, cubriéndose la boca con la mano mientras sus ojos se llenaban de lágrimas —Arthur...— lo conocía, había aprendido algunas cosas de él —¿por qué? ¿Por qué no dijo nada?— musitó afectada. 

Sabía lo suficiente como para comprender que además de tratar la herida, no sobreviviría sin una trasfusión de sangre con toda la que había perdido, y eso la destrozaba.

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06/06/2023, 23:06
Vika

Salimos del arsenal de Oso en dirección al mercado negro para cubrir necesidades a base de munición y algunas modificaciones que había que acometer a las armas, apaños de última hora, así como revisar si podíamos incorporar alguna novedad al equipo. Por supuesto, antes de abandonar aquel escondite, el propio Oso nos hizo recomendaciones y advertencias como si fuéramos novatos.

Por eso de saber cuándo guardar la ropa, oculté de la mejor manera la pistola que había heredado tras la trágica muerte de King Raül. Y es que su pistola, era el tipo de armas que llamaría la atención y podía meternos en problemas.

Fue poner un pie en aquel mercado para sentirme nuevamente como un niño en una juguetería. Se me iban los ojos mirando aquí y allá. De tener un camión para mí sola, muy probablemente habría saqueado más de un tenderete pero, las circunstancias condicionaban la selección del armamento.

Caminando entre los puestos pude advertir fácilmente tanto el número como la forma en que los MacLeod llamaban la atención - ni que debierais dinero - sin duda, su presencia, estaba levantando mucha pasión. Por suerte llegamos al puesto de Vane Sully y tal y como nos habían contado, su mal humor seguro que se correspondía con el saqueo que había recibido su establecimiento horas antes. 

Tal y como había ocurrido cuando accedimos al mercado, la presencia de los hermanos no le pasó desapercibida a Sully. Amigo de su padre, aludió a éste para rememorar con nostalgia otros tiempos. Dejé que hablasen mientras iba mirando la colección de armas cortas y largas que Sully tenía colocadas en el expositor. Las balas con diferentes puntas fueron lo que me llamaron más la atención, así como otras armas bastante exóticas que destacaban por sí solas - esta ballesta que tienes aquí ¿por cuánto? - desde que había salido del arsenal de Oso había empezado a cuestionarme la utilidad de las armas de fuego, su principal problema era que cada disparo llamaba demasiado la atención, de ahí que, cuando vi aquella ballesta, valoré en adquirirla.

Elliot que se había mantenido bastante callado tras las advertencias de Barry y Oso, nos alerto de la proximidad de la mujer de Strickland y de Veron. En ese momento, pensé en salir del puesto de Sully. Por discreción. Si no queríamos llamar la atención, pretender que juntarnos tantos en un mismo lugar, desde luego que no era la mejor opción. Pero acabé descartandola porque precisamente mi presencia en un puesto de armas, era una excusa bastante realista, algo habitual. Aparte que estaba viendo cosas interesantes y no me iba a marchar de allí con las manos vacías. En el arsenal de Oso me había escogido un poncho viejo, una especie de chubasquero con capucha, era de plástico oscuro. Antes de meterlo en la mochila había comprobado que no fuera muy grueso y que el tejido no se desgarrara con facilidad. Mi idea era añadirle textura, bien hierba o harapos para utilizarlo como camuflaje. Y allí en el local de Sully estaba buscando algo con lo que darle forma a mis planes.

- ¿Te queda alguna de esas bombonas de camping gas? - provocaban una explosiones espectaculares y a diferencia de las granadas, eran más fáciles de acertarlas de un disparo a cierta distancia. A través de mímica le mostré el tamaño que pretendía, algo no demasiado grande, fácilmente transportable.

Mirando y rebuscando, me fui concentrando en el tipo de munición que necesitaba para no pasar necesidad allí fuera.

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07/06/2023, 05:37
El Oso

 El capo había dejado ir al grupo de nuevos reclutas para que hagan su búsqueda de provisiciones, y quizá dar con el paradero del malnacido de Ted. El Oso creyó que para esa altura del día Ted estaría muerto como había enunciado Gary Locke. Pero se ve que aquella serpiente era más escurridiza de lo que inicialmente habían pensado. De una forma u otra, esa alimaña rastrera era la menor de las preocupaciones del orondo hombre. Se lo veía acomplejado, y con buenas razones.

 Pablo lo notó rápidamente; tantos años a su lado lo habían vuelto perspicaz en cuanto a los cambios de humor del criminal. Seguramente había estado esperando el momento indicado para consultarle a su jefe qué le sucedía. No había problemas de hablarlo frente a Peter; el chico estaba aterrado de su propia sombra en ese momento. Pero fue inteligente de parte de Pablo no decir nada frente a Barry y companía.

Ya me conoces, hijo... yo vivo preocupado. Pero no me preocupan Barry, Elliot, Vika, o David... bueno, en realidad, me preocupa algo relacionado con David... verás.

 El Oso había mantenido el asunto en secreto hasta el momento, pero no porque no confiara en su mano derecha. Simplemente no había tenido tiempo de platicar con él a solas. Pero la verdad era que estaba a punto de revelarle algo que, incluso al más leal de sus hombres, podía resultarle un poco chocante. Puesto que era algo relacionado directamente con el hermano del mismo.

- Hoy en el bar me crucé con los hermanos Tammer... son mercenarios de poca monta, pero creo que serían una buena adición a la misión; por lo menos como ayuda extra... ¡como sea, eso no es lo importante! Lo que les encargué para ver si estaban a la altura, es que siguieran al muchacho con el que estaba hablando David en el bar. Ese tal Jeremy Law... ya lo sé, ya sé que estoy siendo paranoico, pero... no me gusta que haya relaciones entre mis chicos y los chicos de Donovan.

 El capo habla con un tono ofuscado y casi quejoso. Él mismo admitió que no estaba siendo racional con esta búsqueda de aquel chico. Que seguramente no era algo importante, pero El Oso no era conocido por soltar asuntos o dejar pasar pormenores. Era un hombre minucioso y detallista; y por ello era una mente criminal superior. Pero esas mismas características le volvían un tanto... quisquilloso.

- Convoqué a Jeremy para que venga a hablar conmigo y... bueno, si los Tammer hicieron bien su trabajo, debería estar esperándome en la bodega. Para una charla en donde se dejen las cosas claras. Te comento todo esto, Pablo, porque supongo que entenderás que David no debe saber de esto. Pero confío en que tú si puedes guardar esta información.

 El Oso no guardaba información a Pablo nunca. Necesitaba que su número dos supiese todo, más que nada para protegerle y para resguardar las operaciones. Mientras esperaba la reacción del mayor de los García, El Oso se acercó a Peter Turner. Agarrándole de la cara y acercándolo a la suya. El miedo y la sorpresa se palpaban en su rostro. Así como un potente, potente, olor a orina.

Peter, oye... ¿tú conoces a Jeremy Law? Trabaja para Donovan... ¿has oído hablar de él?

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09/06/2023, 00:41
Jefferson Strickland

Sentado un poco al margen, como quien lee un periódico a la sombra de los álamos en una agradable mañana de primavera, tranquilo, observando como su gente se ponía manos a la obra, con buen talante y motivación. Si. No hay nada como ver que la maquinaria funciona.

Incluso me permití sonreír ante la brusquedad con que Dave Beltrán obsequió a los tortolitos. Solo le faltó darles un par de condones y la llave de su alcoba.

En fin... gente sencilla. Problemas sencillos... soluciones igualmente sencillas.

Cuando Young terminó los documentos si que me levanté.

A trabajar, Strickland...

Murmuré, notando como las horas de tensión acumuladas hacían mella en mi espalda. Necesitaba un buen masaje. Me acerqué al joven Liam Young y tomé las falsificaciones. Las estudié en profundidad y no fui capaz de ver ningún defecto, ninguna señal de manipulación. Nada. Un trabajo excepcional, sin duda.

Las devolví a Liam - espléndido, chico... tienes buena mano con eso.

No era de los que se prodigaba en cumplidos, por eso Liam debería sentirse satisfecho. Estaba claro que me había impresionado, y esas cosas se tenían en cuenta a la larga.

Entonces Miller cayó al suelo, inconsciente. Me giré y vi la fea herida que nos había ocultado. Sentí un desprecio absoluto. ¿A qué carajo esperaba para decirlo? Mierda. Esas cosas son las que me sacaban de quicio. Su insensatez había puesto en peligro toda la operación. Si hubiera aguantado diez horas y cae en ese estado en el peor momento... todo se hubiera ido al carajo.

¡¡Joder!!

Sunny, ¿puedes hacer algo por él? Si es así, estabilízalo y luego... Beltrán, ya sabes, le pones un tapón en la boca y lo metes en algún agujero hasta que terminemos. Para él la misión ha terminado. Si sobrevive, tendrá su parte, soy hombre de palabra. Y si no lo hace... asegúrate de que nadie lo encuentre... nunca. Ni siquiera un puto arqueólogo dentro de mil años. Que desaparezca.

Me cago en... idiota - continué, más para mi que para nadie. 

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09/06/2023, 01:41
Ambientación

Vane Sully asintió complacido y respondió de igual forma al saludo, tendiéndoles la mano a ambos hermanos cuando Barry hizo las respectivas presentaciones. Durante años Vane mantuvo muy buena amistad con el padre de ambos, incluso en más de una ocasión acompañando al exterior de la QZ al grupo habitual que solía acompañar a Conner, antes de lograr abrir su propio negocio de armas y dejar atrás las tan temerarias y arriesgadas salidas. El sueño de muchos que incursionaban era precisamente aquello, lograr con el tiempo las suficientes ganancias con las que permitirse un "retiro" decente. Vane Sully lo había logrado con sudor y esfuerzo, no siendo muchos los que podían alardear de lo mismo. En cambio, y para lamento y pesar de muchos, Conner MacLeod se quedó a las puertas del suyo propio. 

- Entiendo que si finalmente vais a salir, muy probablemente sea porque no os queda de otra... ¿me equivoco? - mencionó con cierto pesar y preocupación, quizá tratando de hacer reflexionar a Barry de sus intenciones, deseando en todo caso que nada malo les sucediese - Es una buena pistola. Dudo que te vaya a causar ningún problema ahí afuera, siempre que la mantengas en buenas condiciones. - confirmaría momentos después, tras tomar entre sus dedos el arma que el mayor de los MacLeod depositó sobre la mesa y analizarla de forma exhaustiva -  Mmm, un silenciador y un cañón ampliado has dicho, ¿cierto? - quiso confirmar el pedido, levantándose de su asiento tras volver a depositar el arma en la mesa -  Eso está hecho. Aguardad un momento.

El hombre no tardaría en avanzar tras el mostrador, para al poco sacar una bandeja con múltiples accesorios para armas de fuego. Con calma y buen criterio eligió un silenciador y cañón ampliado que se complementasen a la perfección con el arma, para de inmediato ajustarlos limpiarlos y ajustarlos. Vika había posado su mirada en una ballesta del fondo, la cual no estaba a la venta al ser el arma predilecta del hombre y la única en todo el recinto.

- Me temo joven que esa ballesta y sus virotes hechos a mano no estarían a la venta(*), pero si buscas algo que te garantice discreción y sigilo en la media/larga distancia... Mmm, déjame ver... - comentaría un Vane dubitativo, meciéndose la espesa barba con una mano, antes de asentir e iluminársele los ojos al recordar algo - Oh, cierto. Tengo por aquí al fondo un par de arcos de muy buena factura, alguno de los cuales quizá cumpla con tus expectativas, Vika. En su momento ambos formaron parte de un conjunto de tres, siendo precisamente vuestro padre el que se llevó el que resta. - se dirigió entonces a Barry y Michelle, recordando con nostalgia el momento de la venta, no sabiendo lo que habría acontecido con aquella preciosidad. ¿Qué habrá sido de este? Recuerdo que mencionó en su día iba a ser un regalo...

Tampoco la botella de camping gas estaba puesta a la venta, ni había más de estas en aquel tenderete que únicamente proveía armas, accesorios para armas y algún que otro explosivo de fabricación casera. Eso sí, el comerciante fue realmente amable con Vika, facilitándole el emplazamiento de otro tenderete en el cual quizá sí hubiese algo por el estilo, el de los hermanos Vázquez.

El rumbo de la conversación rápidamente viraría hacia lo sucedido aquella misma mañana, cuando a Vane Sully le dieron un buen palo económicamente hablando. Si bien el hombre fue reacio a hablar del asunto en los compases iniciales, dando largas al tema en cuestión, una extraña sensación mezcla de nostalgia y confianza a partes iguales, puede que fruto de estar tratando por primera vez con los hijos de un gran camarada caído, lo animaron a revelar de más.

- Al igual que vuestro padre en su día, soy de los únicos dentro de la QZ que dispone de un camión de grandes dimensiones para transportar mercancía. - mencionó en un momento dado, apretando de inmediato los puños al recordar lo sucedido aquella misma mañana - Pues veréis. Esta misma mañana vino a mi tenderete alguien ampliamente conocido en la QZ, el mismísimo Donovan Peak en persona, a saldar por las malas una vieja deuda que le debía, y vaya que se la ha cobrado bien el muy... - y aunque deseando lanzar toda rastra de improperios, Vane se contuvo por prudencia - Todos saben que con mi Mack no hay negocios que valgan, ni está disponible para nadie desde hace años. ¿Pues sabéis qué? Pues que hasta el perro más viejo del lugar, un verdadero hueso duro de roer como es el viejo Sully, - se señaló a sí mismo - agacha la cabeza y coloca el rabo entre las piernas cuando amenazan a su familia. Peak vino preparado de antemano esta mañana, y amenazó con hacerle daño a mi mujer si no le entregaba de inmediato el camión...

Pero ahí no terminó todo, vaya que no. Aún relamiéndome las heridas, jodido y abatido como me encontraba después de perder mi Mack, me visitó otro malnacido para terminar de joderme el día... - y esta vez sí se dejó llevar, fruto de la frustración, maldiciendo por lo bajo - Robert Downes vino negociando abiertamente un pago generoso a cambio de armas de mi tienda. Me mostró una bolsa repleta de balas de calibre militar y cartillas, y tras eso me pidió que accediésemos al almacén para ver que tengo allí... precisaba muchas armas de fuego de todo tipo de calibres, y estaba dispuesto a pagar generosamente por todas ellas... - pero por el gesto en el rostro, ensombreciéndose de súbito, quedó patente que se la había jugado pero bien - El muy hijo de puta se llevó cuatro fusiles de asalto, dos fusiles de francotirador, ocho pistolas y tres escopetas, dejándome prácticamente en pelotas. ¡Hasta se llevó una ametralladora Gatling  de seis cañones rotativos, capaz de efectuar hasta 6000 disparos por minuto! ¿Es que a caso va a declararle la guerra a todos los militares FE.D.R.A? Estuve trabajando con esa preciosidad durante años y... - las lágrimas amenazaban con derramarse por su rostro - y ahora... ese malnacido me ha robado. ¡Me ha robado!

Por su parte, relativamente apartado y al margen de la conversación principal, Elliot se mantuvo expectante y en alerta después de quedar convencido de que muy probablemente Donovan habría puesto precio a su cabeza. Habiendo asentido previamente ante el consejo de Barry de ocultar el rostro en cuanto saliesen de allí, solo deseaba alejarse del mercado negro nada más finalizasen las negociaciones, descartando la posibilidad de ir a ver las peleas clandestinas. 

Solo cuando Michelle se le acercó, tratando de calmarlo e infundirle ánimos, el chico respondió visiblemente nervioso.

- ¿Eh? sí, claro. Hablaremos más tarde Mich... - se apresuró a responder, todavía la mente en otra parte y vislumbrado el exterior del lugar a través de la cortina. Sin embargo, la mención de su apellido y no de su nombre de pila hirió en parte a Elliot, sintiendo por momentos que Michelle estaba poniendo distancia entre ambos. ¿Cuánto tiempo haría desde la última vez que la joven lo llamó "Hudson"? ¿Era simplemente por el hecho de estar Barry presente o quizá estaba marcando límites tras ser consciente de sus sentimientos? ...ejem, señorita MacLeod. - finalizó abruptamente, torciendo el gesto y negando con la cabeza, mirando por primera vez a los ojos a la joven un tanto dolido. Descuida. No tienes que preocuparte por nada. Que hayan puesto precio a mi cabeza es problema mío.

- Vaya, ¿soy yo o aquí se respira cierta tensión no resuelta en el ambiente, Veron? -  bromeó divertida la misma Scherezade, tras haber captado el final de la conversación que mantenían ambos jóvenes, rompiendo el silencio incómodo que se había generado tras la última frase de Elliot, al tiempo que ingresaba en el tenderete con pasos gráciles - Parece que alguien de los presentes teme por su integridad física... - le sonrió coqueta a Elliot, posando su mano en el pecho del joven y acercándose peligrosamente hacia su rostro, hasta el punto que logró provocar que se ruborizase y tragase saliva - Tranquilo bombón, nadie va a rozarte un pelo salvo que yo lo permita, ¿mejor?. - le susurró al oído, para al poco alejarse de él como si nada hubiese ocurrido - Veron, ¿es esta la joven que mencionaste con anterioridad y a la que Jeff te pidió que le entregases sus cosas? - y ante el asentimiento del mafioso, la propia Scherezade tomó la caja que sostenía el hobre y se la entregó a Michelle con cuidado. No obstante, cuando Veron le entregó el hermoso arco y el carcaj que le acompañaba a "Queen", la pelirroja no se lo tendió a Michelle de inmediato, si no que lanzó una oferta - Me gusta tu arco. Te doy el doble de lo que pagaste por él. ¿Trato?

 

Notas de juego

(*) Vika, me estás solicitando armas y suministros que no están contempladas en la lista que viene en la escena de "Lugares Importantes - mercado Negro" xDD.

Supongo que podría hacer una excepción, permitiéndote persuadir y/o regatear por la ballesta a Sully (aún cuando no contemplé ese arma en partida), siempre y cuando superes una tirada de Comercio o Persuasión a dificultad 10. Los stats y precio base del arma serían equivalentes al arco largo en la lista, en caso de lograr la tirada y hacerte con ella.

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09/06/2023, 09:16
Barry "Fortuna" MacLeod

Me gustaba la idea de ir cerrando pasos, de poder concentrarme en lo que tenía por delante por haber finiquitado ya asuntos pendientes. En ese sentido, había terminado siendo metódico como mi padre, aunque en ocasiones dudaba de si era algo que hacía por propia naturaleza o por haberlo aprendido de él. Como tantas y tantas otras cosas.

Michelle merecía saber lo que pasaba con su amigo, enterarse si no se había percatado ya por sí misma, o concederle la importancia que tenía si es que lo que hacía era restarle esa importancia que yo sí le veía. Decidiera lo que decidiera mi hermana al respecto, el tío no merecía quedarse esperando de aquella forma, sobre todo dado cómo lo estaba llevando. Cuanto antes se resolviera ese asunto, mejor para todos, sobre todo para ellos dos, y así se lo quise hacer saber. Aunque, a la postre, era asunto suyo.

Muy distinto era el asunto económico. No me hacía gracia que Michelle tuviera que prestarme dinero, con lo que le habría costado ahorrarlo. Con la falta de oportunidades con que me había encontrado desde que dejase de salir de la Zona de Cuarentena, sumido en trabajos de medio pelo con los que apenas subsistir, no es que tuviera mucho capital que invertir, pero ella insistió en que invertir sus balas en mí era también bueno para ella. Era un buen punto a priori, pero yo sabía bastante bien que las cosas no resultaban tan sencillas allá afuera. No siempre, para mi desgracia, estaría ahí para cubrirla. Aún así, no le negué esa posibilidad, aunque traté de hacer cálculos de hasta dónde podría alcanzarme mi propio presupuesto, esperando que ella misma buscase en qué invertir su dinero.

Dinero, aún pensaba en esos términos del viejo mundo.

Movernos por el mercado negro resultaría finalmente algo incómodo, como apostilló Vika, quien no tardó en darse cuenta de cómo muchos nos miraban. Torcí el gesto con una mezcla de sonrisa incómoda y molestia, cuando afirmó que parecía que debiéramos pasta. No era el caso, por fortuna, o eso esperaba. No recordaba tener deudas, aunque Michelle las tenía con Donovan. Sin embargo, dudaba que ninguna de esas miradas se debiera a eso.

- Imagínate si lo debiera. -Respondí a Vika, con negro humor, antes de adentrarnos en el puesto de Sully.

El viejo Sully era más espabilado de lo que pudiera parecer. No en vano era alguien que había pasado por mucho y sobrevivido para contarlo y disfrutar de un bien merecido retiro, algo que nuestro padre no había logrado. Le bastaron unas pocas palabras para sacar sus propias conclusiones, y es que yo había evitado comentar nuestra intención de salir de la Zona de Cuarentena, dejando el asunto en que las cosas estaban turbias dentro de sus muros para justificar una mejora de mi arma. Sin embargo, él dio por sentado desde un primer momento que, efectivamente, nuestra intención con aquella compra era salir.

- No te equivocas, no. -Le respondí escuetamente.

Realizó una comprobación del estado de la pistola, que por lo visto estaba en buenas condiciones, y me mostró las piezas que le había pedido. Una era un cañón ampliado, una serie de piezas que reemplazaban a la corredera y el cañón que venían de serie con el arma, que hacían que el cañón fuera algo más largo y con ello el disparo fuera más efectivo. La mayoría de pistolas no traían un cañón así por cuestiones de comodidad, pues una pistola de mano acostumbraba a esconderse, y con un cañón más largo era más difícil. Se perdía manejabilidad y discreción, cosas que no me importaban tanto, dado a dónde nos dirigíamos. El silenciador que me mostró y montó también era fijo, pues iba anclado con tornillería de precisión. Aún así, dado que la funda muslera que tenía para la pistola era abierta y permitía enfundar y desenfundar con el silenciador puesto, no me planteé la necesidad de retirarlo. Tomé la pistola, con el cargador retirado y asegurándome de que no hubiera proyectil en la recámara, y comprobé el peso y equilibrio de la pistola con aquellos acoples instalados. El resultado no podía ser más prometedor.

- Perfecto. -Sentencié, posando el arma en la mesa de nuevo- Tampoco esperaba otra cosa. -Alabé al vendedor, cuyo material tenía fama de ser de lo mejor que podía encontrarse en la Zona de Cuarentena. Dado el estado en que parecía encontrarse, le vendría bien una palmada en la espalda. A todos nos venía bien, de vez en cuándo. Saqué mis balas y comencé a contarlas poniéndolas sobre la mesa, junto al arma- Serían... ¿Veinticinco de éstas? -Quise confirmar, mientras las iba depositando en tandas de cinco. Los asuntos de pagar, cuanto más claro mejor.

Mientras contaba claramente las balas con que pagar aquellas piezas, y con Sully negociando con Vika la posibilidad de que se llevase un arco en lugar de la ballesta que a la hermana de Gina había llamado la atención, me giré para mirar a Michelle. Los dos arcos con que contaba Sully eran parte de un conjunto en que faltaba precisamente el que tenía mi hermana, lo que significaba que era nuestro padre quien lo había adquirido allí. Suspiré, y seguí contando las balas, hasta alcanzar el precio acordado. Sólo entonces tomé mi mejorada arma y, poniéndole el cargador y accionando el seguro, la enfundé.

Finalmente, entre negocios y recuerdos, al bueno de Sully terminó por soltársele la lengua al ir ganando confianza. Nos contó que Donovan le había amenazado para arrebatarle su camión. Mi gesto demostró rápidamente lo que pasaba por mi mente al oír cómo había usado a su familia para extorsionarlo, un acto del todo despreciable que me habría echo escupir al suelo de no estar en casa ajena.

- Maldito hijo de puta sin escrúpulos... -Mascullé antes de darme cuenta de que la historia no había acabado ahí.

Como si se hubieran organizado para ello, cosa que no descartaba, Downes había acudido después para rematar la situación. Había hecho creer a Sully que le pagaría generosamente por un buen arsenal, pero finalmente se había limitado a robarlo. Ya cabreado como estaba por lo de Donovan, saber que su socio era igual de despreciable, unido al modo en que el recuerdo de lo sucedido estaba haciendo a Sully mostrarse tan batido y frágil, me descompuso del todo. Apreté la mandíbula en un principio, pero ver aquellas lágrimas en el rostro de tan adusto individuo, que bien podía haber sido mi padre si la suerte le hubiera acompañado un poco más, me hizo suspirar profundamente.

- Vale que este mundo se ha convertido en supervivencia pura y dura, pero aún deberían conservarse unos mínimos escrúpulos. -Lamenté, no sin rabia, acercándome al viejo Sully y posando ambas manos en sus hombros con firmeza- Ánimo, Sully, no dejes que esto de supere. Si nos caemos, nos levantamos, no hay más. -Le recordé, pues aquella era una frase recurrente entre quienes salían fuera de los muros seguros. No había tiempo para lamentaciones, tan sólo para seguir actuando. Era algo que padre decía a menudo, y no sólo él. A buen seguro, Sully lo habría oído muchas veces, si no lo había dicho él personalmente- Supongo que sabes que esos dos cabrones son socios, y que seguramente estaba más que orquestado. No te han dado dos palos así en el mismo día por casualidad. -Consideré que era justo que lo supiera, con el tiro que se había llevado en la línea de flotación de su negocio. Puede que eso jugase en nuestro favor. Miré a mis compañeros un instante y me acerqué más a Sully para susurrarle algo- Lo que has perdido será difícil que lo recuperes, pero espero que te consuele saber que hay muchas posibilidades de que esos dos se lleven su merecido. -Le indiqué, volviendo a apartarme y, tras apretar sus hombros un instante, le solté y di un paso atrás. Si creía que de ello dependía que Donovan y Downes cayeran, puede que fuera más proclive a echarnos una mano- Entonces, ¿te han dejado sin material, más allá de piezas sueltas y arcos? ¿No te queda potencia de fuego?

Mientras seguía hablando con Sully, me fijé en que Michelle conversaba con Elliot. Era un asunto privado que tendrían que resolver entre ellos, por lo que no quise sino dejarles su espacio, estando además ocupado como estaba. Sin embargo, en ese momento entró la esposa de Strickland junto a Veron, mostrándose tan superficial y provocadora como cabía esperar de una mujer que vivía demasiado bien sin más mérito que el de tirarse a alguien a quien no quería. Sin lugar a dudas, no me gustó su actitud, pero también era una víbora de la que había que cuidarse, así que me mantuve al margen confiando en que Michelle supiera manejar el asunto.

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09/06/2023, 14:36
Jhon Walker

Otro trabajo bien hecho. - pienso mientras me limpio las manos y le dedico una mirada seria a Beltran

Eso puede esperar, no hay nada peor que ir a una misión con la cabeza caliente. - digo con total naturalidad.

Acto seguido me acerco al depósito de armas y busco un rifle de franco ligero y cualquier otra arma a la que le pudiera sacar provecho.

Sin embargo, mientras revisaba las armas, Miller se derrumbo. - ¡Mierda Miller!  - exclamo al tiempo que me acerco hacia donde se encontraba el conductor.

La destreza de este hombre me había salvado el culo un par de veces en el pasado. - ¡Vamos hombre! No vas a dejar que un jamaiquino hijo de puta ponga el punto final a tu historia.

Acto seguido me aparto del hombre y dejo a Sunny actuar con soltura para que intente salvar a Miller.

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09/06/2023, 16:46
Sunny

La chica miró a Strickland con los ojos humedecidos —Lo intentaré, p-pero va a necesitar una trasfusión de sangre o... o no sobrevivirá— comentó con voz temblorosa. Corrió entonces hacia los suministros médicos para no sacar los que ya había guardado en la mochila y se dispuso a tratar a Arthur, buscando la herida oculta entre tanta sangre para limpiarla y examinar la gravedad de la misma —. Que alguien presione con este trapo sobre la herida. Luego necesito que vaya secando la sangre mientras intento ver si hay algún vaso sanguíneo dañado— esperaba que hubiera pinzas hemostáticas para cortar la hemorragia, aunque nunca había cosido arterias ni venas, así que sólo tenía la teoría de su lado. De no haber material, tendría que cauterizar la hemorragia con cuidado, calentando algo de metal no demasiado grande para no dañar el resto del tejido y empeorarlo.

- Tiradas (1)
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10/06/2023, 00:46
Ambientación

El mayor de los García siempre sabía escuchar y se mostraba predispuesto a hacer cualquier cosa por su jefe, razón por la que el Oso le tenía en muy alta estima. Su posición de liderazgo dentro del grupo como segundo se la había ganado a pulso a lo largo de los años, no solo por ser confiable y leal, si no porque como en ocasiones como la que tenían entre manos, lograba apaciguar los ánimos exacerbados de su líder, y le aportaba otro punto de vista cuando el Oso terminaba obcecándose en una idea.

- ¿Algo relacionado con David? - se sorprendió ante la revelación, prestando aún más si cabe atención a lo que tuviese que decir el capo contrabandista - Oh, Entiendo. El problema de fondo es la relación que se llevan entre manos Jeremy y David... - terminó por entender el meollo del asunto, valorando con seriedad los pros y contras de dicha amistad - Por lo que se, David se acercó en un inicio al chaval para sonsacarle información, cuando el alijo de mercancía que llegó a los muelles hará unos seis meses... sí, aquella vez en que King Raül trató de jodernos sobornando a la mitad de los trabajadores del astillero que cargaban y descargaban nuestro género, para que estos lo llevasen a uno de sus almacenes. Fue gracias a David, quién le sonsacó información a ese tal Jeremy Law que conseguimos actuar antes de que todo el material desapareciese de nuestra vista, por lo que considero que hasta la fecha nos ha sido provechoso que mi hermano y ese zagal hagan buenas migas, ¿no crees jefe?

Sin duda lo dicho por Pablo era cierto, pero como en todo, también estaba la contraparte negativa del asunto. Nadie podía asegurar que el tal Jeremy Law no hubiese hecho lo mismo por su lado, dando soplos e información a Donovan de las actividades de Jeff y el Oso. ¿Cómo si no siempre había terminado King metiendo las narices a cada oportunidad que se presentaba? ¿Y quién no aseguraba que la razón por la que el afroamericano había enviado hombres al Giocomo's con antelación, para tratar de dar caza a Elliot antes de que se fuese de la lengua, no habría sido por culpa de David? Si estuviese allí presente Konrad, que en paz descanse, en este preciso instante hubiese sido oportuno preguntarle al respecto en cuanto a si había visto a David juntándose con Jeremy aquella misma mañana, pero desgraciadamente ya no contaban con tan valioso camarada entre sus filas.

- Bueno, tampoco voy a ser un iluso y autoconvencerme de que todo ha sido favorable para nuestros intereses. Si Donovan o King no le rebanaron el pescuezo al joven Law hasta la fecha, aún sabiendo la relación que tienen ambos... - mencionó Pablo torciendo el gesto, suspirando quedamente ante la evidencia - ...es simple y llanamente porque también ellos valoraron que les merecía la pena. ¿Quieres que hablemos con mi hermano y zanjemos el asunto? Si decides que esa relación debe terminar abruptamente, se termina y punto.

En cuanto a hacernos con los servicios de los hermanos Tammer, me parece un buen negocio. Ese par tengo entendido que son eficientes a la hora de realizar los encargos, no temblándoles la mano cuando hay que finiquitar a alguien. - aseguró el brazo derecho del Oso, quién raramente solía alabar el buen hacer de otros. Si estaba dándoles crédito, era porque en alguna ocasión el propio Pablo habría visto como se desenvolvían aquel par - Supongo que ahora mismo los hermanos Tammer estarán yendo a ver las peleas clandestinas de esta noche, con un ojo puesto en el tal Jeremy Law. No me extrañaría encontrárnoslos allí mismo a los tres. ¿Qué te parece si vamos para allá por el acceso de atrás del casino y observamos todo el tinglado desde el palco VIP? Si los detectamos, no estaría de más el hacerlos llamar y hablar en privado con todos ellos...

Francamente aquella era una opción a valorar, que bien podía darles iniciativa ante lo que estuviese por venir. Llegar al reservado de la planta superior, lugar desde el cual disponían de una especie de tribuna desde la cual observar todas las peleas y las gradas repletas de gente sin llamar la atención no era mala idea. ¿Qué decidiría el orondo capo contrabandista?

Finalmente, el Oso quiso sonsacarle algo de información al bueno de Turner, quién no se había atrevido a mover ni un músculo en todo el tiempo en que el Oso y Pablo conversaron un tanto apartados. El joven dio la impresión de reconocer aquel nombre sin dificultad, expresando de inmediato todo lo que sabía del tipo.

- Jeremy Law es quizá el más joven del grupo de King después de mí... - aseguró el otrora prisionero, tratando de ganarse la confianza del Oso - Suele encargarse de recados simples dentro de la QZ, como hacer de mensajero, recabar información o controlar desde la distancia los movimientos de otras bandas locales... - y respondiendo lo que seguramente habrían intuido sus dos interlocutores, asintió sin titubeos - Exacto, también suele controlar vuestros movimientos... Me suena que mencionó tener amistad con alguien de vuestro grupo, con el cual suele verse a menudo y obtener información para Donovan. No sabría que más decirte de él... Jeremy es muy fanfarrón, incluso solemos llamarle "fantasma" porque exagera mucho sus logros, cuando en realidad no sabe a penas sujetar una pistola entre los dedos... Ah, por cierto... Hoy estuvo presente en el Giocomo's, ¿lo visteis? Tuvo que regresar junto a Donovan antes de que iniciase todo el tiroteo... el muy cabrón tuvo suerte...

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10/06/2023, 20:43
Michelle MacLeod

La apreciación de Vika ante las miradas que se dirigían a mi hermano y a mí en el mercado negro consiguió turbarme un poco, recordándome que efectivamente así era en mi caso, aunque no era a aquella gente a la que le debía nada; lo que me llevó a pensar en que el que hubiéramos acabado allí rumbo a un destino peor, era en gran parte por mi causa.

Por suerte pude apartar aquellos pensamientos pronto de mi mente, no tardando en encontrarnos frente a aquel hombre que conocía a mi padre, y que como la mayoría de personas, le creía muerto. Tanto Barry como Vika habían terminado formulando ya sus intereses con respecto al equipo que necesitaban, y Sully les atendió mientras yo continuaba pensando en qué me sería de mayor utilidad. Dirigía la mirada hacia el mostrador de cuando en cuando, pudiendo comprobar que Barry parecía tener dinero suficiente, y deteniendo mi mirada unos instantes más en aquel tendero cuando habló del juego de arcos. Una triste sonrisa se dibujó en mis labios, terminando por mirar hacia la entrada, deseando recuperar el mío cuanto antes.

Lamenté tener que alejarme para tratar de hablar con Hudson cuando Sully aún no había terminado su relato acerca de lo acontecido, sobre todo por el duro desenlace de este. Me habría gustado poder consolarle, pero mi hermano no parecía hacerlo mal. De hecho, tenía la impresión de que se le daba mejor hablar de ese tipo de cosas cuando no era él, o mamá o yo, quienes estábamos directamente implicados. Al menos así me explicaba la actitud que había tenido conmigo en la azotea, aunque también suponía que aquella era la forma en la que había aprendido a hacer las cosas; como papá le había enseñado a ser.

No pude prestar atención por entero a la conversación, pues al llamar la atención de Elliot, este no tardó tanto en responderme, accediendo a hablar conmigo después en un principio. Sin embargo, la que era una incómoda situación se torno todavía más incómoda aún de manera inesperada, diría que incluso extraña.

¿En serio?

No podría creerme su reacción, enarcando una ceja cuando me llamó Señorita MacLeod, haciendo aquellos gestos y mirándome de un modo que nada me gustó; como si le hubiera hecho algo malo. Quizás ya no le llamaba Hudson tanto como antes, pero no me parecía algo como para ponerse así. Pero la cosa no acabó ahí, resultando incluso peor lo que vino después, afirmando que no debía preocuparme de que Donovan le buscara. ¿Cómo no iba a preocuparme algo así?

Abrí mis labios dispuesta a replicar, con evidente molestia en mi rostro, pero me vi obligada a cerrar el pico y cambiar mi semblante al aparecer por allí con Veron la que supuse sería la mujer de Strickland; algo que no habría imaginado de verla sola, y es que tendría una edad similar a la mía. Aquella mujer no se cortó un pelo, tomándose a risa lo que ella creía que pasaba y poniéndose a coquetear con Elliot aun pensando que podía haber algo entre él y yo. Si ya la diferencia de edad que había entre el mafioso y ella daba qué pensar acerca del tipo de mujer que podía ser, acababa de terminar de dejarlo claro.

Me cuidé de no hacer ningún gesto que denotase que la mujer no me agradaba, y tomé mi caja de sus manos cuando me la ofreció tras confirmar con Veron que era yo la destinataria del objeto. Desafortunadamente, no pasó lo mismo con mi arco y su carcaj, pareciendo haberle gustado mi arma.

- Tienes buen gusto. – le respondí en referencia al arco cuando terminó de hablar, mostrándole una pequeña sonrisa. – Pero lo siento, no está en venta. Ni por el doble, ni por el triple. Es un regalo. – afirmé antes de girar mi rostro buscando a Sully, a quien dediqué una mirada con cierta complicidad antes de volver a voltearlo hacia la tal Sherezade. – Puedes echarle un ojo a otros arcos que tienen aquí, son mejores incluso que este. Si quieres puedo ayudarte a escoger. – le ofrecí con amabilidad, y con la esperanza de que aquella mujer quizás no fuera tan mala como aparentaba en un principio. - Tenemos que ayudarnos, ¿no? – concluí por el momento, guiñándole un ojo.

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11/06/2023, 00:03
Ambientación

Chad quedaría sin palabras ante la abrupta intervención de Dave Beltrán, no sabiendo de primeras a donde dirigir la mirada y avergonzándose sobremanera, siendo por completo presa de los nervios. Aunque valoró de inicio el replicar y negar aquellas afirmaciones, quizá con el fin de no incomodar a Sunny y restarle importancia al asunto, lo cierto es que algo en su interior se lo impidió, haciendo del momento más incómodo de lo que hubiese podido ser. ¿Estaba con su silencio corroborando las palabras del fornido mafioso? ¿Qué iba a responder la joven pelirroja de todo aquello? ¿Y él mismo? 

¡Maldición Chad, no te quedes callado en este momento! ¿No ves lo roja que se ha puesto Sunny ante el comentario? ¿Seguro que está tremendamente avergonzada! ¿Debería negarlo para que no se sienta incómoda? Joder, no. No puedo mentirme a mi mismo... llevo tiempo queriendo confesarme y decirle realmente lo que siento por ella... Pero por otro lado, dudo que ahora mismo sea un buen momento para declararme, con toda esta gente viéndonos y sonriendo por la situación. ¿¿Qué demonios hago!?

La mente de Chad era un completo caos, generándose de forma inconsciente imágenes ficticias en las que Sunny se abalanzaba hacia él, posaba sus manos en su pecho y le susurraba que ella también estaba enamorada de él. Su deseo de ver cumplido aquel sueño persistía, por irreal que pudiese parecerle, pero su inacción y el prolongar aquel silencio solo ocasionó que todos observasen a alguien allí plantado, con la mirada perdida en la nada y con una sonrisa bobalicona. ¿Cómo no podía ser aquel instante incómodo para la joven Sunny?

Por suerte, Walker rompería aquel incómodo silencio al reclamarles para ayudar con los últimos detalles de la puesta a apunto del motor, lo cual logró sacar a Chad de su ensoñación.

- ¿Qué...? Sí, voy. - asentiría al reclamo del mercenario, tensando las cadenas para facilitarle la labor a John Walker de cambiar de posición el motor. ¿Así está bien, señor Walker? ¿Quiere que vuelva a tirar del contrapeso para desplazarlo más a su derecha? - sin embargo, y a pesar de dirigirse al hombre que faenaba incansable en el ensamblaje de las últimas piezas, su mirada no podía apartarse de la joven recluta, quién todavía debía estar pasando un momento incómodo - Oye Sunny... Yo... Creo que tengo algo que decirt...

El desvanecimiento repentino de Arthur Miller tomó desprevenidos y con la guardia baja a todos, cada cual reaccionando de distinta forma pero no siéndole indiferente a nadie el hecho de que la vida del mercenario pendía de un hilo. Jeff Strickland y Sunny serían de los primeros en acudir raudos hasta el cuerpo inerte del superviviente, apreciando de cerca la fea herida en el lateral del vientre, fruto de una puñalada a traición. Saint Andrés se demoró un poco más que el resto, por el simple hecho de estar revisando las dos acreditaciones que con gran habilidad y pericia había logrado falsificar el señor Young.

- Realmente es un trabajo bien hecho. Dudo mucho que los guardias de FE.D.R.A apostados en la entrada vayan a sospechar que... - mencionaría Saint Andrés complacido, observando al detalle aquella falsificación que bien podía pasar por real. Joder. - concluiría sus palabras, depositando con cuidado los documentos en la mesa, para unirse a la expectación generalizada. ¿Está muy mal? Dios, ¿cómo coño se hizo eso? 

Aún sin que Strickland hubiese dicho nada, era una obviedad que la joven recluta se devanaría los sesos para dar con una solución improvisada al enorme problema que se le presentaba. Si bien sería capaz de contener la hemorragia y remendar la herida, francamente la intensa pérdida de sangre iba a suponer un serio problema. ¿Cómo iban a proporcionarle el suministro de sangre que con tanta urgencia precisaba el mercenario? ¿De veras si no lograba salir de esa, Jeff haría desaparecer el cadáver de la faz de la tierra?

Tony, quién se había hecho cargo de abrir la camisa de un tirón, revelando la laceración, terminaría hallando en su registro no solo la pistola y el cuchillo táctico de Arthur, si no una chapa identificativa en la que venía, entre otros, el grupo sanguíneo del hombre. B positivo.

- Aquí en la chapa viene indicado que Arthur Miller es del grupo B+. ¿Alguno de los presentes comparte el mismo tipo de sangre? - mencionaría con un deje de preocupación, tratando de hacer lo posible para salvaguardar la vida del hombre que yacía frente a si. Yo soy A -, mi sangre no es compatible. Dave, ¿no había una especie de gotero o similar en una de las cajas de allí?

Dave Beltrán se encogió de hombros, mostrando con su mueca de desagrado que no le hacía especial gracia remover una vez más aquellas cajas repletas de suministros médicos. Sin duda alguna el colosal hombre debía de tener alguna especie de trauma en su niñez.

- Puta madre. Odio remover estas cosas... - maldijo en susurros, más para si mismo que en referencia al resto, leyendo en voz alta la etiqueta de una de las cajas - Eh, muchacha. Tú que entiendes de estas cosas... ¿Qué es esto de venoclisis o cateterismo intravenoso? ¿Te sirve alguna de estas cosas o las hago quemar?

Notas de juego

Bueno, habida cuenta de la buena tirada de primeros auxilios de Sunny, pues vamos a darle una leve chance a sobrevivir a Arthur...

Si alguno de vosotros saca por azar la tirada correspondiente y decide cederle algo de sangre, dejaré en "stand by" a Miller por si en un futuro, previa explicación de su ausencia injustificada, hiciese regresar a su personaje. Si nadie obtiene la tirada, simplemente morirá sin que nada pueda hacerse por él.

Tirada 1D4 para coincidir con el grupo sanguíneo.

1 = A+ o A-

2 = B+ o B-

3 = 0+ o 0-

4 = AB+ o AB -

Solo quién saque un 2 en la tirada puede elegir si cederle o no sangre a Arthur Miller. Si alguno logra el resultado, perderá 3 puntos de HP, los cuales podrán ser recuperados más adelante con el aporte adecuado de agua y electrolitos xD

Siento haberme retrasado un poco al postear! Ya queda menos para que acaben las evaluaciones de los alumnos a los que quedaron asignaturas pedientes!

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11/06/2023, 06:00
Sunny

Sunny miraba de vez en cuando a su amigo, ruborizándose aún más cuando sus ojos se cruzaban con los de él. ¿Sería verdad lo que había dicho Béltran? Una parte de ella sentía -quería sentir- que era cierto, además de que tendría cierta lógica volviendo la vista atrás si analizaba cada momento desde que el chico llegara a su vida. Era irónico que alguien con tanta capacidad de observación y atención al detalle fuera incapaz de verlo antes.

Cuando terminaron de ayudar a Walter, y Chad se dirigió a ella, sintió un cosquilleo en el vientre. Sunny sonrió con calidez, aún sin perder la rojez de sus mejillas, pero entonces sucedió lo de Arthur y toda su atención se centró en él, no dudando en atenderlo ni un segundo.

La chica examinó las cosas que había encontrado Béltran para ver si servirían para realizar una trasfusión de sangre —S-sí... esto es una vía. Aunque nunca he puesto una— reconoció, algo nerviosa y preocupada.

Al descubrir el grupo sanguíneo de Arthur, Sunny palideció —Yo... soy donante universal, O negativo— musitó —pero apenas peso cuarenta y tres kilos... no puedo hacerlo sin ponerme yo misma en riesgo. Arthur necesitaría como mínimo cuatrocientos cincuenta centímetros cúbicos y sólo alguien con más de cincuenta kilos de peso podría hacerlo sin peligro para su propia salud— sus ojos se humedecieron aún más y miró a Miller con impotencia —. Lo siento...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Jefe, O+ también podría donarle.

Edito: olvidé responderle a Béltran sobre la venoclisis.

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12/06/2023, 17:56
Liam Young

Recostado sobre el sofá, Liam escuchaba cómo la joven Sunny trataba de estabilizar a Miller. El falsificador le tenía aversión a la sangre. No miraría a no ser que su ayuda fuera imprescindible. Pero además de una atención digna de un cirujano, era necesaria una transfusión.

Se incorporó al oír a la chica ofrecerse voluntaria para la cesión de su sangre. Liam intervino. - Te necesitan para atenderle. También tengo el mismo grupo, así que si te parece, yo le donaré. Aunque... Sé que voy a pasar un mal rato -

Regresó al sofá y tomó una postura cómoda.Después se retiró la ropa desnudando su brazo. Notó la presión sanguínea aumentar al comenzar a pensar en agujas y sangre drenada de su cuerpo. - Maldita sea.. - Masculló. - Nunca me han gustado estas cosas - Trató de calmarse controlando la respiración, pero sólo consiguió ponerse mas nervioso. - Voy a perder medio litro de sangre y aún no hemos empezado la misión - Se lamentaba con comentarios fruto de una mente alterada por la visión de la aguja y la bolsa que portaría su líquido vital.

- Tiradas (2)

Notas de juego

O-. Le copio a Sunny, también podría donar. Incluso tengo ese grupo sanguíneo en la realidad.

No, si al final le vamos a salvar XD

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12/06/2023, 18:16
Vika

Corroboré las palabras de Sully cuando pude apreciar todo su arsenal, sin duda era amplio pero había ausencias significativas. Tanto Donovan como su socio habían hecho un buen trabajo en la selección del armamento, iban a lo que iban y no se les podía discutir el acierto. Aún con todo, había armas interesantes y munición suficiente para salir de allí satisfechos.

Que la ballesta no estuviera a la venta por una especie de vínculo entre el viejo y ella, me fastidió. Sin duda habría sido una buena adquisición, pero efectivamente existían alternativas y, aunque los arcos no eran mi especialidad, por su silencio podrían resultar convenientes. Descolgué uno y cogí un carcaj con flechas. Aún así, volví a pasar por delante de la ballesta, estaba hecha a mano y era una auténtica joya; que no se la hubieran llevado ya daba muestras de la prioridad que tenían los asaltantes.

- Una pena, con lo bonita que es y que la tengas ahí colgada como si se tratara de una antigualla... las armas hay que usarlas sino pierden efectividad - siempre había sido de la idea de gastar las cosas que se tienen, no de guardarlas esperando un futuro prometedor sino de darles uso cuando fueran necesarias. De ahí que dejar atrás la ballesta me provocó un desaire, máxime cuando el viejo Sully estaba reconociendo haber sufrido un atraco en dos plazos y no haber sido capaz de hacerles frente con todo aquel arsenal a su alcance. Pero así eran las cosas, no había forma de negociar por algo que no estaba a la venta y tampoco iba a robarla.

La mejor forma de pasar página fue ir directamente a por la munición, empecé a contar balas para la escopeta y la pistola de King Raül. No me había quedado con el rifle de francotirador sino también habría aprovechado para aprovisionar munición. 

Aquella era una tienda de armas, por lo que mi pregunta por la bombona de gas fue rechazada si bien me orientó por el tenderete que podrían tenerlas - hermanos Vázquez - seguí las indicaciones para pasar por allí luego. Si ésos tenían material de acampada, habría que echar un ojo.

Volví otra vez hacia las mesas de la entrada para revisar todo lo que tenía expuesto y me di casi de bruces con los visitantes. La novia de Strickland y uno de sus hombres, supuse que venían con las medicinas o por algún asunto particular que tuvieran los MacLeod. Tras mirarlos de arriba abajo y comprobar que no había nada que atrajese mi atención, pasé de ellos.

Pero había un puto imán en aquella tienda y era la puta ballesta. Sabía apreciar las armas valiosas y aquella era como encontrarte un lingote, oro puro. Me daba rabia no poder hacerme con ella, máxime cuando ni los hombres de Donovan ni los de Robert se la habían llevado. Era como si el destino me la hubiera guardado, pero no. No había manera. Aún así, no dudé en descolgarla para tenerla entre mis manos - además pesa poco - activé el mecanismo para comprobar cómo reaccionaba, si era de gatillo frágil y conocer su revés. Lo único positivo era que saldría de allí con uno arco, el mal menor.

- Oye ¿y no te ha dado por fijar una recompensa por esos ladrones? - le habían robado muchas armas, pero sobretodo Sully estaba herido en su orgullo, aunque no fuera buena hurgando por ahí, le presenté una oportunidad de negocio - por lo que he sacado en claro, se trata de un grupo grande... los hombres de Donovan y los de Robert. Hoy día es difícil encontrar a gente de la que te puedas fiar para resolver un problema - volví a colgar de nuevo la ballesta en su lugar - y la que hay, piden mucho -de nuevo me encaminé hacia donde se encontraban las cajas con la munición - Tienes a la venta muchas cosas interesantes y otras necesarias. ¿Hay alguna oferta?

 

- Tiradas (1)
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13/06/2023, 06:07
Jhon Walker

Rápidamente Sunny toma control de la situación, y se dispone a intentar salvarle la vida a Miller, sin embargo, un nuevo problema surge cual tigre agazapado en mitad de la jungla.

Miller necesitaba con urgencia una transferencia de sangre, pero, cuando me disponía a ofrecer  mi sangre, resultó que yo no era compatible con Miller.

No soy compatible, de lo contrario encantado. - anuncio con seriedad . 

La situación era bastante grave, pero confiaba en que Sunny podría con esto.

- Tiradas (2)
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14/06/2023, 16:08
Jefferson Strickland

Negué con la cabeza cuando poco a poco se fueron sumando a la filantropía reinante en el viejo almacén. No es que me desagradara, al menos, no en parte. Siempre estaba bien que los chicos fuesen generosos, que estuviesen dispuestos a sacrificarse por el compañero. Dar sin esperar nada a cambio. Todo eso estaba muy bien...

... para los putos manuales de "buen hacer".

Bueno, ya basta. Miller, a saber por qué, decidió no decir nada y lo que en principio debería haber sido una herida sin pena ni gloria, acabó convirtiéndose en un jodido problema y poniendo en peligro la misión. Por fortuna nos dimos cuenta antes - si, era irónico decir que fue afortunado el que Arthur Miller cayera inconsciente por la pérdida de sangre, pero así era, así fue, un golpe de suerte, y así lo hice ver - y no cayó en un momento crítico. Por eso le mantendré la "soldada" si sobrevive a estos días. 

Pero no puedo permitir que os expongáis el resto por su... imprudencia.

Si entre tú - señalé a Sunny - y tú - señalé ahora a Young - podéis darle... que digo yo... mmm... medio galón, será el jodido segundo golpe de suerte que habremos visto hoy. Y siempre que no repercuta en vuestra salud, claro está. Decididlo ahora si merece la pena, y actuad en consecuencia. 

No puedo... y no voy a tolerar, más imprudencias. Miller se buscó esto él solito.

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14/06/2023, 17:58
Liam Young

Ahí estaba el verdadero Strickland. No se conseguía y ni mucho menos mantener un imperio del crimen como el suyo mostrando sonrisas y una actitud halagüeña. Para él lo importante era conseguir su objetivo y ahora Miller era prescindible. Es más, un lastre. No había lugar mostrar compasión por él. Las generosas ofrendas, daban la sensación de ser como el cebo para engordar el pavo antes de su funesto final. Habíamos caído en la tela de la araña.

Ante las palabras del Big Boss, Liam tuvo bien claro su firme decisión de mantener la ayuda al herido. No obstante, no trataría de parecer un rebelde o mostrar a Strickland cuestionar su opinión. - No es problema. Sunny sabrá la cantidad necesaria sin que suponga un problema. Por lo que dice Walker, también él es donante universal, así que el forzudo podría donar el resto necesario sin que nuestra capacidad para continuar merme - Miró al mercenario para ver si su opinión sobre compartir la transfusión era de su agrado.

- Empecemos ya. Así repondré la cantidad donada antes - Miller no tenía buen aspecto. Aunque el buen hacer de la muchacha estuviera a la altura, Arthur tendría un proceso de recuperación por delante.

Notas de juego

Strickland, si le vas a pegar un tiro a Miller, hazlo antes de que done XD.