Partida Rol por web

Me despierto confuso, no reconozco el lugar donde me encuentro. Tras unos segundos parpadeando e intentando recordar, empiezo a reconocer la habitación donde me encuentro.
Una celda.
Es entonces cuando los recuerdos afloran a mi mente, la pelea con los soldados, los sonidos lastimeros de los animales heridos. Lentamente me incorporo, observando con cautela a mis compañeros de celda mientras hablan entre ellos.

Bueno, al menos parece que no soy el único que ha sido capturado últimamente.

-La crueldad de estos hombres no tiene igual. Se atrevieron a torturar y matar a una familia de inocentes jabalíes a la puerta de mi casa. Sin dudarlo me enfrente a ellos y tras una, por desgracia, corta pelea, me superaron. -Apoyándome en la pared, me levanto del suelo y observo la celda. -Parece que sera difícil conseguir salir de aquí. -Me vuelvo hacia mis dos compañeros de celda. -Por que no creo que queráis quedaros aquí...

Que smeagol se acerque en silencio, le amordace y le ate, pero corremos el riesgo de que no tenga suficiente fuerza para ello. También que Smeagol se acerque en silencio y le ponga un cuchillo al cuello y el resto nos acercamos. Si se despierta, Smeagol hará que no se mueva (intimidando, no hay que pasarse) y si no se despierta, pues ya le sujeto para que le ateis y amordazeis. susurra el giganto.

-no creo que sea capaz de reducirle yo solo, pero puedo tratar de hacer lo otro..-escucho la estrategia del giganto y me intento acercar sigilosamente al guardia que permanece dormido para colocarme a su espalda

Desenvaino silenciosamente mi espada y la pongo en el cuello del guardia. Le hago una señal al resto para que se acerquen uno a uno

Escuchais un poco de jaleo entre los guardias. Se habla de una chica que han capturado en Seles pero que no podrían divertirse con ella.

En cuanto escuchó a los guardias se aferró a las rejas para ver si podía observar algo, sin mucha suerte al parecer.

-¿Entonces no fueron aquel grupo los que atacaron a Seles?... ¿Que ocurre aquí?...hm...-

Miró a su alrededor y le asintió a uno de sus compañeros, pues tenía razón, tenían que salir de aquí. Mientras miraba cuidadosamente cada detalle de la celda, empezó a hablar.

-Mi nombre es Max, trabajador de Seles, me gustaría decir que encantado de conoceros pero en la situación en la que estamos no da mucho gusto, preferiría encontrarme en la taberna...-

Siguió buscando cualquier falla en la celda que le indicase esperanzas para salir de allí.

Asiento con la cabeza ante el comentario del humano.

-Mi nombre es Leoster, solia vivir en una cabaño en el bosque, cerca de Seles. Puede que me vieses alguna vez cuando mi padre y yo nos acercábamos al pueblo a vender algo de madera... -Mi mirada se pierde un poco en la lejanía rememorando tiempos pasados y mas placenteros que el actual. -Pero basta de recuerdos. Ahora lo importante es salir de aquí.

Me sitúo cerca a los barrotes, buscando cualquier indicio en estos y en la puerta, que pueda significar una oportunidad para escapar.

Miro a mis dos compañeros y cuando escucho la palabra salir sonrio, me vuelvo a levantar, me acerco a los barrotes y me dispongo a vigilar por si algun guardia se acerca hacia nuestra celdas, mientra hablo en voz baja a mis compañeros...

Mi Nombre es Teigar, y si podeis encontrar una salida, os ayudare en lo que pueda

Cuanto mas tiempo pasa, mas se frustraba, hasta que terminó por sentarse en un rincón.

-Paso, no sirvo para esto.... Oid, ¿No os extraña que nos hayan encerrado con las armas y todo encima? Algo decuidados sí que son..¿No creeis?...-

Se levantó con resignación y se dirigió hacia los barrotes, donde se encontraban los otros dos.

-Quizá... quizá pueda... engañar a algún guardia.-

Suspiró.

-Tanto secreto para nada...-

Empezó a quitarse la armadura, sabía que le llevaría unos minutos, pero total, no tenía ni alternativa ni prisa.

Poco a poco, se iba descubriendo la ropa que llevaba debajo, una simple camisa de hombre holgada y unos pantalones viejos desgastados debajo de los de cuero, sin pudor alguno se fue quitando toda la ropa, dejando su espada en el suelo así como las ropas de cuero.

-¿Me las guardaréis verdad?...vendré a buscaros en cuanto tenga la mínima oportunidad, no me agrada dejar a nadie atrás.-

Su voz, se había suavizado y parecía femenina.

Empezó a quitarse primero los pantalones y...¿No tenía bulto? ¿Estaría castrado?...Luego siguió por la camisa, la cual al quitarse dejó ver unas vendas bien apretadas alrededor del pecho, las cuales empezó a quitarse lentamente y sin prisa, para descubrir unos pechos bien formados de mujer. No parecía tener pudor alguno en mostrarse tal y como vino al mundo.

Se apretó contra la rejilla desbaratándose un poco el pelo y entonces empezó a gritar con voz fémina y preocupada así como asustada.

-Guardias, Guardias!-

Uno de los guardias viene pitando y se sorprende al ver a una mujer en esa celda con dos hombres.

- Se puede saber como has acabado ahi? (algo furioso) Estos novatos.... (se fija bien) Pero donde esta el otro tio, que yo sepa aqui habia tres hombres, y solo veo a dos.

-No señor aquí nunca ha habido tres hombres y tengo miedo.. mucho miedo... ¿Qué le harán a una pobre mujer como yo?...-

Mira al guardia preocupada y con ojos miedosos.

-¿Pu...puede sacarme?.... Tengo miedo...No sé como he terminado aquí..-

- Smeagol... Creo  que  eres el mejor para acercarse a él sin hacer ruido.

La verdad es que a mi no se me da nada bien hacer este tipo de cosas...

- Yo no me veo capaz de ninguna de las maneras...

Voy yo, veamos si soy capaz de que no se despierte. El giganto, pese a su tamaño, empieza a moverse y no se escucha apenas su movimiento. Su mente intenta percatarse de todos los ruidos que hace, de la espada, de la armadura. Sabe que si consigue llegar hasta el guardia, podrá fácilmente reducirle.

Pero de pronto, la espada golpea la pierna del giganto. Este se queda momentáneamente quieto, para cuando ve que el guardia se está despertando apresurar el paso para intentar apresarlo antes que de la alarma.

El ruido producido hace que el guardia pegue un brinco. Mira a todos lados pero por suerte para vosotros no mira en dirección al puente.