Partida Rol por web

(Se habia alcanzado el mediodía, todos los guardianes de la princesa habían sido convocados al gran salón del palacio un espacio decorado en marmol blanco, con una gran bóveda en el techo acristalada desde la cual entraba la luz al recinto, la arquitectura poseía cuatro entradas, dos hacia los lados, cada una a un ala distinta del castillo, la norte hacia la zona principal del jardín y la del sur hacia las puertas de las murallas, todos los guardianes se hallaban en silencio reunidos allí por los oficiales realistas al mando en esta etapa de crisis por la desaparición de Zelda, en ese momento sonarón las cornetas, al abrirse las puertas de las murallas y los "llamados" para ayudar en el caso de zelda llegarón al lugar los que de buena voluntad habían acudido a la llamada de auxilio poco a poco entraron en la estancia bajo la miradas de los irefutables guardianes reales los Sheika).

Un joven Hylian esbelto y saludable, da un paso, mirando con cuidado a los Sheikas; más parecía respetuoso y algo dudoso, que desconfiado; luego admira la hermosa arquitectura del lugar y finalmente ya dentro del edificio concentro su mirada al frente. Esperando, respetuosamente, se le indique como proceder; mientras espera no hace más que mantener sus manos libres y esperar pacientemente.

Un muchacho, que se parece a un Hyliano pero sin serlo, a un Gerudo pero es imposible porque solo son mujeres, las gerudo... aparece por la puerta, viste ropajes ajustados y elásticos. A ambos lados de la cintura se amarra una espada, en total dos. Lleva una venda en la cabeza, algo apretada. Sus ojos color verde aceituna observan todo el lugar y la gente que hay allí parada, su cabello fino como la seda y dorado como los rayos del sol ondean con cada paso que da, y su rostro, algo afeminado le da un aspecto algo delicado. Camina suavemente hasta donde se le deja, y queda quieto, a la espera de cualquier orden que se le de. Una sonrisa pinta su bonito rostro, lo que le hace parecer dulce y cariñoso, así como amigable. 

"Por fin una aventura"

Sus pensamientos viajan por miles de imágenes pasadas, recordando todo lo que ha tenido que pasar para llegar a ese lugar, los calvarios, los males, lo bueno, lo feliz y lo triste que ha llegado a estar.

En definitiva, no se sabe de qué raza es.

Contemplo a los recien llegados con suma atención evaluando si estos serian capaces de rescatar a Zelda, me meneo un poco del sitio haciendo un ligero moviemiento con mi extraña  armadura/tunica mientras se acercan hacia nosotros, dirijo una mirada a  mis compañeros como esperando a ver que hablase uno de ellos, puesto que él habia estado bastante alterado y seguramente no se controlaria, ya habian tenido que tranquilizarle sus compañeros para no abandonar el castillo e ir a la busqueda de la princesa desaparecida...

Estaba en la sala con el resto de guardianes Sheika, el motivo que me trajo de mi destierro era importante, la princesa fue secuestrada. Seguía en un lado apoyado en una columna, varias sombras tapaban parte de mi cuerpo, desde ese puesto observe al resto de guardianes, no conocía a ninguno. Mientras estaba en ello de repente, las puertas se abrien.

Por ellas entra en primer lugar un joven Hylial apenas llegaría a los 18 años calculo, por lo que muestra no estaba habituado a lugares como este, ya que se quedó por un instante admirando la arquitectura del lugar "A lo mejor soy yo que con el tiempo olvide lo que era bello o no". Tras el entra otro invitado u otra invitada "Vaya no tengo claro el sexo de nuestro invitado" No era corriente eso puesto que mi labor era la de percibir todo, pero los rasgos del individuo que entro no me eran realmente claros, aunque asumí que era un varón por la falta de los rasgos típicos de la feminidad, pero guardaría cuidado para no equivocarme y ofenderle.

Visto lo visto esperaba recibir las órdenes rápidamente para ponernos en marcha, cada momento de espera era dar ventaja a los secuestradores. Seguia en mi sitio con los brazos cruzados.

Una luz verde es la tercera en llegar volando aproximadamente a la altura de los hombros, tras los dos Hylianos. Se trata de Xantho, un hada, aunque no deja ver más allá de la luz verde que emite. Se mueve lentamente como si estuviera alerta por su desconfianza. Había acudido al castillo de Hyrule para devolver el favor que una vez le habían hecho a él.

Al ver que ya estaban todos los llamados en la sala, dedidi ser el primero en romper este ambiente tan gelido que habia. Saliendo de lo que parecia una viga en el techo, digo:

-Bienvenidos a palacio, queridos compañeros de aventuras-digo al grupo que se acaba de reunir- Mi nombre es Shiro, uno de los guardias de la Princesa. Supongo que ya sabeis porque estais aqui, ¿verdad? La princesa ha sido secuestrada-digo con ira, mientras golpeo con el puño una columna cercana, cualquiera diria que fue secuestrada mientras yo la vigilaba.-Ahora nos toca ir a buscarla y rescatarla, espero que podamos colaborar todos para poder traerla de vuelta lo mas pronto posible.

-Yo no lo espero- dijo otra voz desde el costado de la puerta de entrada, cruzado de brazos y observando a todos, había estado todo el tiempo detrás de las mismas, mirándolos entrar a todos y sin decir nada, no se lo había visto ni sentido hasta ese momento, sin duda los rumores de que los Sheikah eran maestros del sigilo se comprobaba con cada uno de los guardianes- lo confirmo, todos trabajarán con nosotros para poder traer a la princesa de vuelta ya que si alguno esta interesado en alguna otra cosa o buscarla en solitario bien puede irse, pero nuestras ordenes fueron actuar en grupo y traerla lo antes posible y para eso debemos de colaborar entre todos-

(La figura de un gran hombre abulta desde la puerta que lleva al castillo, iba acompañado de una mujer de cabellos oscuros, con gesto de preocupación, mirando a las esquinas, buscando en primer instancia un saludo, él era ahora el que marcaba la regencia por el secuestro de Zelda, en primera instancia miro a los Sheikas y posteriormente al resto de recien llegados)-Bienvenidos...

Miró a quienes serían sus compañeros de viaje con una leve sonrisa, algo entusiasta y gentil. Le cayó bien Shiro y su buena actitud y manera amable; también era la primera vez que veía un hada y se quedaba mirándola un poco más, al sentir la presencia del noble, baja la cabeza, solo por instinto, y saluda -muchas gracias, señora.-

Observó a los presentes y escuchó atento. Después, al ver las dos figuras entrar, no pudo si no hacer una reverencia.

-Es un honor que hayan contado con mi presencia....-

Se irguió de nuevo y profesó una sonrisa sincera.

-Bien, todos saben porque han sido convocados...pasamos, pues... a la situación actual, sólo un reducido grupo de personas conocen de la desaparición de nuestra dulce Zelda...por lo cual la discreción es primordial, tengan en cuenta que ante todo tenemos que evitar que la situación se descontrole...entiendan que si estan aqui se debe a un motivo especifico y es el que puedan cumplir con satisfactoriamente con la tarea encomendada...(asiente entonces el caballero con la testa).

Tras las presentaciones al fin comenzaba la labor.

Está bien mi señor, ¿Tenemos alguna pista sobre los secuestradores? o ¿Algo que pueda otorgarnos un punto de comienzo de nuestra búsqueda? En este tipo de situaciones solía tenerse datos sobre quienes podrían ser los captores, es más posiblemente hasta alguna pista por dónde empezar la búsqueda. Al menos eso esperaba para así encontrar a la princesa cuanto antes y tras ello volver a mi exilio.

Después de preguntar me incorporo de la columna donde estaba y me mostré entero saliendo de las sombras que en parte me cubrían el cuerpo y rostro.

Xan revoloteaba alrededor de los Sheikas según iban apareciendo para observarlos detenidamente hasta que entró el regente actual haciendo que se detuviera cerca del hombro de Laucian. Escucha atentamente las palabras del regente y luego a otro de los Sheikas.

Aún sin pronunciar palabra espera atentamente a que respondan a su pregunta.

Escuchó atentamente la pregunta de Kenshi, le parecía muy acertada, así que esperó la respuesta, mientras miraba al señor noble, con respeto.

Observó a la hada con curiosidad, era tan... interesante. Aún así puso atención a lo que decía uno de sus compañeros y asintió a la pregunta, esperando respuesta, pues le había parecido muy acertada y no tenía nada mas que añadir.

Me mantengo en silencio mientras Rulobiki pone al dia a los demas, de hecho parezco " ausente" y apenas presto atención a lo que se dice o se pregunta, mi mirada está puesta en uno de los ventanales perdida en el infinito, ni siquiera cuando el hada se acerca a curiosear parece que muestre señales de vida...

-No creo que podamos llamar pistas a lo que tenemos, en principio tenemos detalles, el sujeto es rápido, sigiloso y capaz de haber vencido a los soldados que estaban de guarida, sin ser visto, ni oido apenas... sólo tenemos un indicio...hallamos en el cuarto de Zelda, unas hojas de Lauzan, que sólo nace en una zona especifica del mundo, es el pequeño hilo del que podremos tirar...por lo pronto hemos de preparar el operativo, os proporcionaremos algo de dinero para que os pertrecheis para vuestro viaje...no podemos permitir fallos...sólo efectividad...

-Fue tan sigiloso como para poder burlar nuestra guardia- dije agregando sobre las palabras del encargado de la reunión- y lo suficientemente rápido como para irse lejos y no poder seguirlo, por mi partimos de inmediato y no habrá fallo señor- hice una leve inclinación de cabeza- de más esta decir que esta información no debe salir de aquí, no?- pregunté mirando a todos los presentes, especialmente a los que habían sido convocados.

-Por supuesto que no...es practicamente prioridad...si alguien se entera de todo esto, estamos guiados al desastre absoluto...vayan al jardin allí habrá 6 cofres, cada uno con una cantidad de dinero para su equipo...buena suerte...(tras esto el señor retorna a sus estancias y la chica guerrera se dirije al jardín).