Partida Rol por web

(La noche era muy oscura, la luna se habia ocultado tras las nubes y la lluvia caía sin control, golpeando el gran ventanal de la habitación de Zelda en la torre del castillo, esto la desperto, era una chica de sueño ligero, miro en la oscuridad hacia el ventanal, apenas apreciaba su cómoda, el armario y dos o tres sombras más que habia, oiste un sonido como de unos pasos, algo mojados, como si alguien hubiese entrado en la torre, con la que estaba cayendo, no era usual que los guardias que se hallarian en la puerta entrasen sin que la princesa dijiese nada, por lo cual se preocupo).

Estaba soñando cuando era niña, y estaba jugando con  Laucian, más bien, empujándolo a jugar con ella, pero ese sueño se diluyó cuando un sonido sacó a la princesa de su ensueño, sentándose en la cama, sosteniendo las mantas de su cama. ¿qué era ese sonido?, ¿quién venia?, El corazón de la princesa se puso en alerta, saltó de hecho en su pecho, y bajó de la cama cogiendo la bata que estaba a los pies de su cama, y se la colocó, atándola. 

Zelda mordió sus labios, y sacó de atrás de su bata su larga trenza, que sujetaba sus cabellos casi blancos de lo rubios que eran, estos eran tan largos que llegaban casi abajo de sus muslos.

La princesa guardó silencio, y fue hacia la chimenea, para tomar uno de los tizadores, y esperó a ver quién era el que se acercaba.

(Una voz casi etérea comenzó a hablar por la habitación)-Hola...Zelda...te veo nerviosa...¿de que tienes miedo?...(derepente un trueno, y al ventana abriendose por el viento te asustan, el agua de lluvia entra en la habitación y la voz se silencia).

La joven pegó un respingón y se pegó a la pared de su habitación, con el tizón en sus manos, balbuceo un poco, y luego recobró el valor.

- salid ahora de donde está oculto, ahora! - gritó - mis soldados pronto llegaran, sale ahora o vete! - grita con fuerza. 

(La voz no se silencio más que un instante)-¿Oculto?...no...yo soy la oscuridad...soy aquello que ahora te rodea, pero puedes verla, aunque en ella nada ves...¿tus soldados?...nadie acudirá...nadie puede oirte...tus gritos no pueden salvarte...(de pronto viste unos ojos rojos en medio de la penumbra de la habitación)...¿sientes eso?...como se agita tu respiración, como un sudor frío te recorre, es el miedo, eres débil...

Apretó los dientes, pero no se sintió mal por tener miedo, no era malo tenerlo, lo malo era paralizarse, por eso la chica sin saber donde estaba quién la amenazaba, corrió hacia la puerta para abrirla con fuerza, sin soltar el atinozador,- auxilio! - gritó golpeando la puerta con la palma abierta, y volvió a gritar pidiendo socorro.

-Nadie...puede oirte...princesa...(notas como la puerta comienza a desaparecer y la habitación esta siendo invadida por sombras que proceden de la criatura)...no te resistas...es inútil...ven...¡acercate ami!...

la princesa no iba a dejarse llevar fácilmente, la joven que sabía mucho sobre artes blancas,   concentró su poder, y un círculo dorado apareció en el piso, y comenzó a brillar, era una luz en medio de las sombras - escudo blanco - castea la princesa.

(Las sombras se proliferan por la estancia y hacen desaparecer el escudo blanco)-No tengas prisa Princesa, ya te tengo en mis manos...(notas como la oscuridad comienza a agarrarte de tus tobillos, no podias mover los pies y notabas como los ojos se acercaban con la expasión de la nube oscura).

Lucha hasta el último momento, pero no puede hacer nada, ni su magia, ni sis gritos logran ayudarla, pero aún así, siguió luchando.

- Laucian!- gritó con todas sus fuerzas el nombre de su guardián y amigo, pero ya las sombras se la llevaban...

(Zelda durmio durante largas horas, realmente estaba bajo un oscuro letargo del que no sabia cuando despertaria).

(Tras un largo sueño, que no parecía un sueño, era más bien como flotar en la nada sin destino alguno, todo era un sueño en nebulosa, por así decirlo, de pronto tu cabeza dejo de dar vueltas, al abrir los ojos, te viste en un jardín que nunca antes habias visto, era lugubre, la naturaleza estaba casi toda muerta, las plantas marchitas, en forma de cuadrado se disponia un seto, el cual no tenía aperturas, mirando hacia arriba sólo veías un cielo similar al del ocaso).

Mareada y confundida comenzó a levantarse, no sabe donde está ni mucho menos como ha llegado a ahí, de hecho le cuesta recordar que había pasado antes de despertar en ese sitio. Tosió un poco, estaba demasiado mareada aun, pero se puso de pie, lentamente, y observó aquel lugar, tan extraño, lúgubre, tosió de nuevo, y se tambaleo.

- alo?..- levanta la voz y da unos pasos, intentando levantarse y ver donde estaba.

(Comenzaste a oir una fina y casi impercetible voz)-Hola...querida princesa...espero...que esas bestias no te hallan hecho nada...¿te encuentras bien?...
 

La princesa sintió que se murmullo le helaba la piel, y se giró buscando al artífice de aquella voz, miró en todas direcciones.

- da la cara!, ¿en dónde estoy?- pregunta con la voz dos tonos más agudos que su voz normal.

-Princesa, no soy su captor, sino otro prisionero, pero yo no tengo cuerpo, sólo alma, por eso no puede verme, lo siento...ahora mismo se halla en una prisión por asi decirlo, no tiene forma de escapar se lo aseguro...pero al menos sigue con vida en alguna parte.

Sentía un hormigueo constante por el cuerpo, aún parecía estar adormecida,pero aún así sus sentidos estaban en alerta, y más con esa voz fantasmagórica, que le revelaba que estaba en una prisión e insinuaba que no estaba del todo viva, aunque no entendió del todo esto último.

-¿un fantasma? - preguntó con sus manos en su cabeza - ¿sabe quién nos ha capturado en este lugar o porqué razón? - preguntó aún con sus manos en su cabeza, le dolía.

-No soy un fantasma, pero prefiriria serlo...se que la criatura que nos encerro es la misma, pero no tengo información de su nombre, en cuanto al porque, en mi caso evitar que te capturasen y en cuanto a ti es para suarte como a una pieza o moneda de cambio...