Partida Rol por web

The Legend of Zelda: The Land of Goddesses

Celestia, la ciudad del viento

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16/05/2013, 23:45
Hadita Zelda

El camino baja por la ladera de la montaña, abriéndose paso por las cumbres nevadas y dejando a cada lado un muro de 2 metros de nueve que para aquellos que son pequeños puede parecer agobiante. La tranquila nevada que cae sobre ellos no parece molestar mucho y tampoco podría cubrir el camino y hacer que se pierdan.

Poco a poco, la nieve va desapareciendo, dejando paso a unos pastos más verdes y al cabo de una media hora más se encuentran ya en las llanuras de hyrule. El hadita de zelda se pone delante de ellos.

-Yo seré vuestra guía hacia Celestia. Debemos llegar al desierto y allí encontraremos un cañón que nos permitirá llegar hasta el cielo... no se que nos encontraremos en esa antigua tierra sagrada.

La pequeña hada comienza a flotar delante de ellos.

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17/05/2013, 11:31
Falare

A pesar del precioso paisaje y la calmada forma en que la nieve caía cuando partimos desde casa de Aura, nada había que pudiera alegrarme tras todo lo acontecido el día anterior. Habíamos perdido ya mucho y a mucha gente, aunque esperaba volverles a ver a todos y todas sanos y salvos... algún día.

Una vez llegados a los pastos verdes de las llanuras de Hyrule, pareció que el camino iba a ser más sencillo, al menos hasta llegar al desierto. La pequeña hadita Zelda nos indicó que deberíamos usar un cañón para llegar hasta Celestia y no le dí más vueltas, ella era nuestra guía ahora y no pensaba perderla de vista ni un momento.

- No nos demoremos demasiado entonces. Hay mucho en juego... - comenté con tono melancólico.

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18/05/2013, 17:14
Kururu

A regañadientes Kururu había hecho caso de Aura y había aceptado la realidad. Él solo no conseguiría gran cosa. Tomó sus escasas pertenencias y el arco de Kara. Él, por supuesto, no era ningún cazador. No sabría utilizar aquella arma ni la mitad de bien de lo que la hylian sabía hacer, pero siempre era mejor que no hacer nada.

Siguió la travesía junto a Falare y a Yard, agradeciendo que dejasen atrás el páramo helado que era aquella cordillera de regreso a la calidez de la llanura. Incluso su humor pareció mejorar, siempre en los parámetros propios de su temperamento.

-¿A nadie más le preocupa ser disparado como una bola de hierro?, ¡khu, khu! -comentó con la mirada perdida en el cielo del horizonte y una mueca sonriente en la boca- creo que os esperaré en tierra firme. Puedo vigilar vuestras cosas mientras andáis por allá arriba, ¡khu, khu, khuu!

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20/06/2013, 21:20
Hadita Zelda

Vuela hasta quedar delante de Kururu con una cara que muestra reproche hacia Kururu.

-Siempre tratas de escaquearte en lugar de ser útil para los demás. Por tu culpa se ha perdido una de las llaves para llegar al Reino de las Diosas, creo que deberías implicarte un poco e ir el primero. Y ahora, dejémonos de tanta charla sin importancia y vayamos al Desierto.

Se vuelve a poner delante del grupo para guiarles desde los pies de las montañas hacia el desierto que se extiende al oeste.

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22/06/2013, 23:55
Kururu

Mira perplejo al hada que revolotea a menos de un palmo de sus narices, lo que lo obliga a echar la cabeza hacia atrás pero ella insiste, reprochante.

Kururu la miró molesto cuando regresó a la cabeza del grupo.

-Luciérnaga enervante... -masculló para si.

Sin embargo las palabras de la criaturilla le habían afectado bastante. Haber perdido la llave lo enfurecía y avergonzaba por igual. Por aquella razón se limitó a seguir al grupo sin rechistar, con el ceño fruncido.

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26/06/2013, 21:38
Falare

Aunque estaba cansada ya de andar y, sobre todo, de perder a todos sus compañeros por el camino sin saber de sus paraderos, salí en defensa de Kururu. Todos parecían no creerle digno de estar allí, en aquel grupo destinado a algo tan importante, pero había dado su ayuda en todo momento a pesar de todo lo que les había sucedido.

- Bueno, no seas dura con el muchacho. - le dije a Zeldita muy seria, con mi rostro de niña tras el que se escondía una mente de mujer en realidad.- No está siendo fácil para ninguno y a cualquiera nos habría arrebatado la llave aquella niña demoniaca. Nuestros enemigos son más rápidos y fuertes que nosotros, al menos de momento, pero no debemos acobardarnos por ello y saldremos adelante. Todos. Sin excepción. Ya se han quedado muchos por el camino y no pienso permitir que vuelva a suceder.

Un silencio algo incómodo siguió a mi intervención. Concluí mirando a ambas hadas, Zeldita y Nyx, esta última volaba cerca de mi oído como siempre:
- Y ahora sigamos hasta ese cañón.

Notas de juego

Jojojo +10 a la moral de todos :P

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30/06/2013, 00:36
Kururu

Aquello sí que sorprendió por sorpresa a Kururu. Ya conocían bien todos la bondad de la kokiri... pero aún así incluso él quedó ligeramente aturdido. No es que hubiera echo muchos méritos para ganarse la amistad de sus compañeros.

El hylian siguio caminando en silencio, con un ligero rubor en el rostro. Si bien su expresión permaneció inmutable.

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02/07/2013, 19:47
Director

Notas de juego

Espero a mañana que el señor Drawnin habrá acabado de su largo OUT y supongo que se podrá unir a nosotros... por otra parte, pasaremos directamente a Celestia (Altárea) que la cosa se está alargando mucho y creo que la partida ya comienza a perder fuelle

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04/07/2013, 01:04
Kururu

Notas de juego

Casi mejor XD

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04/07/2013, 10:04
Yard DeLuclin

Yard miró con una sonrisa a Falare. No le sorprendió que intercediese por Kururu, seguro que lo habría hecho por cualquier compañero del grupo. Luego miró a la hadita y asintió.

- Venga, será mejor que nos pongamos en marcha rápidamente -dijo-. Cuanto antes salgamos, antes llegaremos.

Después de todo lo que había visto, sentía curiosidad por aquella Ciudad del Viento.

Notas de juego

Ea, pues vamos p'allá... xD

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06/07/2013, 20:10
Director

Zeldita guía al grupo hacia el Este, lugar donde se encuentra el gran desierto Gerudo. Las Gerudo era una antigua raza de ladronas formada solo por mujeres y de la que cada 1000 años nacía un varón que se convertía en rey de los ladrones, pero las gerudo desaparecieron hace cientos de años* dejando tras esa sociedad las ruinas encontradas en el desierto y que muchos arqueólogos estudian en ese momento.

Tras dos día de viaje, consiguen llegar a las puertas del desierto. Todo lo que hay frente a ellos en ese momento son las dunas de arena que se mueven sutilmente con la brisa árida que las mece. No se ve ni un rastro de vida en ese lugar y lo único que puede vivir ahí serán, seguramente, seres peligrosos pues los que habitaban esas tierras hace mucho que ya no están.

En el horizonte se puede ver una estructura que parece bastante grande pues parece estar lejos del inicio de las dunas.

Notas de juego

Al paso que van los otros dos, me parece que tendréis que esperaros para que coincidan los tiempos y tal XD además, si ellos no acaban su parte, muy lejos no podréis ir XD

*hay gente que dice que las gerudo son los habitantes de twillight y que fueron exiliadas al reino del crepúsculo por la traición... lo suponen por el color y los símbolos de las ropas y por el color de los cabellos y esas cosas.

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06/07/2013, 20:38
Kururu

Kururu avanzaba arrastrando los pies sobre la arena. Llevaban horas caminando y el calor allí era sofocante, al menos para él. Tan solo arena y un cielo sin nubes que empezaba a odiar con verdadero sentimiento.

De súbito una de sus piernas falló llevándolo a esmorrarse contra el suelo, con la cara undida en la arena y el culo apuntando hacia lo alto. El hylian bufó levantando una polvareda para dejar su cara al descubierto por encima de la arena.

-Como odio el desierto... Kuuhhuu... huu... -empezó a decir, pero tenía la garganta tan seca que ni siquiera terminó con su risilla.

Sin embargo, algo llamó su atención en la lejanía. Una especie de estructura. Kururu se removió en el suelo, quedando sentado, y se restregó los ojos antes de volver a mirar para constatar que no era una ilusión... al menos no lo parecía.

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16/07/2013, 11:11
Director
Sólo para el director

Tras un viaje duro por el desierto y llegar al cañón que les lanzara al Cielo, los aventureros llegaron a las deshabitadas islas flotantes de Celestia. Nada hay allí, salvo las ruinas de lo que parecía una civilización antigua. ¿En que momento se había extinguido? ¿Habían, quizá, descendido al Reino de Hyrule abandonando sus casas para siempre? Seguramente no encontrarían respuestas en ese lugar pues no había nadie.

Según las instrucciones de la Princesa, en ese lugar se encontraba la última llave, la que impediría que el mal pudiese llegar a la Tierra Sagrada, al Reino de las Diosas. Pero ¿dónde buscar? Zeldita les comunico que quizá era mejor mirar en el edificio central. Hacía tiempo que ahí había habido un templo, pero el templo descendió para enterrar a un mal ancestral, así que ahí no podía estar la llave.

En el centro de Celestia no quedaban más que las ruinas de lo que antaño fue un edificio grande rodeado de casas, quizá un mercado o el ayuntamiento. En el centro mismo de esa edificación, de la que solo quedaba parte de las paredes, se encontraba una pequeña luz. No parecía un hada, como Nyx, quizá era un pequeño espíritu luminoso que había sobrevivido durante años.

No hablaba con palabras, hablaba con pequeñas notas, con la música que les llevaba el corazón de esperanza. Zeldita les llevó hasta ella y se hizo a un lado para mostrarles a la pequeña luz. Desde más cerca, parecía una niña diminuta. Con su melodiosa voz, a través de la música, les contó que era la forma que había tomado la luz de los corazones de aquellos que en la antigüedad habían vivido en ese mundo flotante, protegiendo los regalos de la Diosa. Al morir ellos, ella había surgido para guardar una última cosa, una pequeña llave que podía abrir el camino hacia el reino divino. Pero la oscuridad surgió de pronto y la condenó a desaparecer y se llevó la pequeña llave. Ahora, resistiendo a duras penas, les había estado esperando para contarles lo sucedido.

Aquello era una noticia trágica. La Oscuridad se habían hecho con las tras llaves y ahora solo hacía falta abrir el camino, encontrar el punto de inicio, la puerta hacia el reino divino. Quizá si se daban prisa, pudiesen detener el aciago destino que le deparaba a ese mundo.

La pequeña luz se fue disipando en el silencio de la ciudad abandonada hace mucho tiempo dejando a los aventureros, a los nuevos héroes, solos en el inmenso cielo. Ahora lo único que podían hacer era regresar al reino de Hyrule para enfrentar a la Oscuridad y evitar que se abriese el camino hacia los Cielos. Con pesar en el corazón, Zeldita les guió de nuevo hacia su mundo y ahora todo parecía más oscuro, parecía todo perdido.

-Nos os desaniméis, encontraremos la forma - dijo Zeldita, tratando de animar a los allí presentes.

Sin saber por donde comenzar, decidieron descansar esa noche el lago Hylian, lejos de los feroces monstruos que poblaban el desierto que habían dejado atrás. La noche dio paso al día, con lentitud, como si no quisiese irse y justo al amaneces, cuando las luces aun no habían cambiado de todo, un haz de luz surgió del cielo para tomar tierra.

El camino se había abierto.