Partida Rol por web

Lager, con su habitual sonrisa campechana, coloca los brazos en sus caderas y os mira.

-¡De acuerdo! os acompañaré, aunque primero me pongo con las flechas

Hizo un gesto divertido, fingiendo que las echa fuera.

-¡Vamos vamos! hay que darse prisa.

Al ver el gesto, pone los puños sobre la cadera y pone morritos... como si estuviera enfadada...

-Vale, vale... si no nos quieres ya nos vamos...

Antes de salir le saca la lengua y luego le guiña el ojo y ríe...

-Voy a avisar a los otros!!

Sale de allí.

-¡Esto es increíble!-exclamó la mujer ofendida-¡un simple reloj no puede costar ciento noventa rupias!

El muchacho permaneció tras el mostrador, con una amplia sonrisa en los labios. Las sombras que se cernían a su espalda le daban un aspecto bastante siniestro aunque no se sabía si era del todo intencionado o no...

-No encontrará otro de mejor calidad en toda la comarca...-dijo con voz suave y cortes.

La mujer rebuscó en su bolso con cierto fastidio y depositó un puñado de monedas de oro sobre el mostrador.

-Si no tuviese prisa por conseguirlo ibas listo-espetó al muchacho.

La mujer recogió el cambio que le tendía el joven con una cálida sonrisa y salió de allí dando grandes zancadas.

-¡Como sigáis así iré a comprar al pueblo vecino!-dijo antes de desaparecer por la puerta.

-Que tenga usted un buen día-se despidió el joven agitando la mano y sin perder la sonrisa gentil.

Pasados unos segundos la cabeza del joven se inclinó y su sonrisa se amplió aun más en una mueca ladina. De sus labios brotó lentamente una risilla siniestra.

-... ¡khuuu, khu, khu, khu, khu!...!

Después de salir de la herrería, se dirige hacia la tienda que está casi al lado. Entra en ésta.

-Hola!

Sonríe mientras saluda con la mano.

La estancia se ve completamente vacía, los focos de luz que entran por las ventanas que haya cada lado de la tienda formnan una especie de pasillo iluminado hacia el mostrador, donde un pequeño ventanuco situado en la pared trasera arroja un círculo soleado sobre este. Numerosos estantes y vitrinas cubren las paredes del local, que tiene una forma un poco alargada (más bien rectangular), exhibiendo los múltiples y muy curiosos artículos a la venta... pero todo se ve vacío...

-¡Kara!, que grata sorpresa...-exclamó una voz suave y fluída justo a su lado.

Kururu la miró con una delicada sonrisa mientras dejaba escapar una risilla.

-Khuu, khukhukhukhu...

Se queda sorprendida al ver que no hay nadie en la tienda... cosa extraña por que siempre suele haber alguien y además, la tienda está abierta...

Cuando oye a alguien detrás suyo da un respingo y casi pega a Kururu por defenderse...

-Kururu! Me has asustado!! Que haces escondiéndote en las sombras!!?

-... ¡khu, khu!, no esperaba a nadie...-contestó el chico.

Kururu avanzó unos pasos hacia el centro de la tienda y se volvió hacia la muchacha.

-Me extraña verte por aquí, creí que habías decidido no comprar nuestros artículos "ridículamente caros"... -dijo citando las palabras de la mujer de aquella mañana.

-Y no pienso compraros nada...

Pasea por la tienda mirando los articulos...

-Estamos planeando ir al bosque por que necesito madera... vendrás?

Se gira hacia él sonriendo.

La noticia lo decepcionó, pero la sonrisa retorcida no desapareció de su rostro ni un instante.

-... ¿madera?, ¿para qué necesitáis madera?, ¿quiénes...?-preguntó intrigado.

-Como tus flechas son tan caras y no las puedo comprar, tengo que hacerme las mías propias... iremos todos... vendrás verdad?

Aunque no le gusta mucho esa actitud que tiene cuando se trata de negocios y casi en general, es amigo desde siempre.

Inclina la cabeza y ríe de nuevo con aquel característico ruidito fastidioso suyo.

-Me temo que no puedo, he de vigilar la tienda ya que mis padres están fuera... -respondió el chico sin abandonar la sonrisa y mirándola fijamente.

Permaneció en el sitio, escudriñándo a la chica unos segundos antes de encaminarse hacia el mostrador.

-Espero que os vaya bien con la búsqueda...-dijo regresando junto a ella y poniéndole las manos sobre los hombros.

Dándole pequeños empujoncitos la llevó hasta la puerta de la tienda, con no demasiada elegancia.

-¡Ahora estoy bastante ocupado!, tendrás que irte...-dijo echándola fuera y entrecerrándo la puerta-buena suerte...

La puerta se cerró del todo, desapareciendo los ojos penetrantes del chico al otro lado.

El chico quedó apoyado unos instantes en la puerta, antes de regresarjunto al mostrador. Con cada paso su risilla flotaba en el ambiente. Sin que la joven se hubiera dado cuenta sus hábiles manos se habían deslizado hacia su mochilita en un descuido, mientras la sacaba de la tienda, antes de dejarla fuera.

Cuando mirase en su interior descubriría un pequeño saquito de cuero repleto de plumas de ave carmesí, un útil bastante común en la fabricación de flechas que les aportaba una mayor estabilidad a la hora de lanzarlas...

Me acerco a los chicos cuando escucho que quieren ir al bosque.

Aunque me conocen no se han fijado en mi;bueno no soy tan atractivo para ello

Escucho alguien gritando desde la tienda , parece que los precios son tan caros como habituales.

Si kururu piensa que va a bajar de precios, sería mejor que aprendiera a leer la luz del sol, con sol dia, sin sol noche; resto diversión

Me acerco a Linnet y Lager

WoaaaaaaSSS- terminando de bostezar

No querrías ir al bosque sin vuestro amigo favorito mientras golpeo a Lager en señal de complicidad

Seguro que allí podré encontrar algún cebo nuevo para pescar, sino siempre toca retocar

Y como me encuentre a ese mono ladrón de peces

Se me pone la cara rojo cabreo

-Pero... pero Kururu!! no me eches así!! - dice cuando éste ya ha cerrado la puerta...

Mira hacia allí con el ceño fruncido... después camina de nuevo hacia la herrería para esperar a los demás... cuando ya se está acercando ve a Yard... se acerca a él.

-Hola Yard! - sonríe - vienes al bosque¿?

Miro a Kara sonriendo

Buenas, será mrjor que vayamos ya, me gusta ver como despierta el bosque, y dar sustos a los que no se han despertado a tiempo JAJAJAJAJA; y como me encuentre con el mono

- Hola Yard, dices que un mono te roba los peces??? - le pregunta

Mientras preguntaba, llegó de nuevo Kara.

- Siempre puede ayudarte Kara con sus flechas..  para evitar a ese mono claro.. - dijo refiriendose de acabar con el molesto mono.

-Entonces... quedamos en una hora frente a mi casa? Así acabamos todo lo que tengamos pendiente.

Sonríe y espera a que los demás asientan... irse tan precipitadamente como quiere Yard no estaría bien por que hay que preparar las cosas para pasar allí el día.

Lager sopló para retirar la impurezas del acero de la flecha, la observó con detenimiento, siempre había sido perfeccionista. Luego sintió un golpe en la espalda que casi hizo que se lo clavara en el ojo.

-IIgggggggg!!

Proclamó, con los dientes apretados, al girarse, vio a su compañero Yard junto con Linnet.

Resopló y luego le dio una palmada en el hombro.

-Pues claro que no, hombre, faltaría más. Estaba acabando con estas últimas flechas.

Lager escuchó a Yard y miró a Linnet con una sonrisilla.

-Estos monos...siempre fastidiando. ¡¡Ehh!! no le hagais nada al pobrecillo, yo creo que con atraparlo y llevarlo lejos basta, no seais barbaros.

Se quejó, mientras guardaba las últimas flechas en un carcaj de tela, los de cuero salían mas caros y daban mas trabajo.

Cuando regresó Kara, le dio las flechas.

-Listo.

Lager se remangó la camisa hasta el codo y miró al resto cruzado de brazos.

-¿Nos vamos ya?

Sino siempre podemos encontrar cosas por ahi, el bosque tiene ricas semillas, y nueces deku que estallan su sabor en la boca

Digo de coger al mono que me devuelva todo mi pescado, y de paso que me pesque todos lo que no me pueda devolver, sino......

Rie por lo que dice Lager de no hacer daño al mono.

- Nos vemos alli en un rato, hasta ahora!!

Se despidió del grupo y se fue hacia su casa.

Justamente cuando llegó, lo que había metido en el horno estaba listo para sacarlo. Se recogió el pelo y se puso de nuevo su delantal, con unos guantes y una espatula enorme, sacó del horno el jarrón que había preparado. Ahora solo faltaba que se enfriara. Por suerte no tenía nada más que hacerle, asi que tenía todo el día libre.. ya había trabajado bastante el día anterior.

Una vez terminó, lo dejó todo recogido y se arregló. Tambien le gustaba mucho cocinar, así que cogió galletas que había preparado días antes en una pequeña cesta.

Fue al lugar acordado.

Ha pasado una hora desde que decidieran ir al bosque...

Frente a la casa de Kara, la última del pueblo, están todos que llegan después de haber dejado listos sus trabajos y haberse tomado el resto del día libre...

Cuando ya están todos reunidos comienzan a caminar hacia el bosque de Farone.

El camino está despejado y no hay nadie que os impida el paso... desde hace muchos años la puerta del puente que conecta el pequeño bosque de Ordon, en Latoan, y el gran bosque de Farone y las praderas de hyrule está abierto y no se le impide el paso a nadie.

Después de un paseo de 20 minutos llegan a la entrada del bosque de Farone... un tunel cavado en la montaña que desde hace años está iluminado para que los viajeros puedan entrar en el...