Partida Rol por web

Quien iba a decir, años más tarde, que la paz y la tranquilidad de vivir en un reino sin guerras ni maléficos seres iba a acarrear también quebraderos de cabeza a personas que pensaban que ya iban a pasar los años que restasen de su vida en armonía.

Tener un hijo, o en este caso una hija siempre implicaba una doble cara: alegría, felicidad, orgullo... sin embargo también tenía una cara oscura repleta de inseguridades, miedos e incertidumbre: estos sentimientos son lo que asolaron a los reyes de Hyrule una mañana como cualquier otra cuando quisieron entrar a visitar a su hija Zelda.

La pequeña había cumplido hace poco 12 años, era intrépida y fuerte como su padre pero a la vez hermosa y con astucia como su madre. Ambas cualidades habían convertido en la primogénita de los reyes en el ojo derecho de todo el reino, sin embargo su fuerte carácter provocó que en las últimas semanas muchas disputas se convirtiesen en el pan de cada día.

Cuando Link y Zelda giraron el pomo de los aposentos de su hija, comprobaron de manera terrible que allí no estaba. En su lugar estaba todo patas arriba, como si alguien hubiese entrado y de manera violenta se la hubiese llevado.

Fue en aquellos instantes, al ver su espada de madera en el suelo o su pequeña muñeca (un conejito rosa) rota lo que os hizo temeros lo peor.

Lo peor para unos padres no era ya saber que su hija no estaba y que alguien o algo se la podría haber llevado para hacerle daño, sino que para colmo quedaba la intranquilidad de saber que no estaban "en paz" con ella a causa de trifulcas que en esos instantes no tenían importancia.

Me sentía contento de ir a ver a mi hija junto a mi esposa amada la reina Zelda,y si bien siempre había una parte de mí que temía que algo malo le pasase a nuestra hija el ver su rostro sonriente cada mañana iluminaba mi día,mi vida se había vuelto tranquila y amena,pero aún así una parte de mí,el lado guerrero mio que había quedado en el pasado nunca se terminaba de tranquilizar diciéndome ¨tienes que estar preparado el mal,nunca descansa¨ con esa pesadumbre en mi corazón siempre avanzaba no dejándome temer por aquellos miedos.

Cuando finalmente,decido abrir la puerta para ver a nuestra hija,observo asombrado el estado de la habitación,no podía creerlo,alguien había decidido secuestrar a nuestra hija debajo de nuestras narices,lo único que pude pensar en ese momento fue ¨idiota,si hubiese prestado mas atención,si tan solo hubiese hecho caso a las corazonadas que me decían que no debía de bajar la guardia,esto no hubiese pasado ahora¨.

Mire a Zelda,pero como siempre,me mantuve callado,le deje a ella que indicase a los soldados y guardias lo que debía de hacer,en cambio yo,me dirigí a cierta habitación dentro del castillo donde había guardado el escudo hyruliano,una vieja espada que no dejaba que se oxide y vivía afilando,y mi vieja ropa de antes de convertirme en rey.

A continuación volví hacia donde se encontraba la reina Zelda y deje que me observase,no era necesario decir que como el legendario héroe de Hyrule y padre de la joven princesa iría a rescatarla a toda costa.

12 largos años habían pasado desde que fui despertada de mi oscuro sueño por el héroe de Hyrule...,Link.
Mi pueblo vivia en paz, los secuaces de Ganon habían sido derrotados y la Trifuerza se encontraba de nuevo a salvo en el Reino Sagrado. El héroe y yo nos enamoramos y entonces vino ella..., mi sol, mi luna, mi pequeña Zelda.

La niña creció sin problemas jugando en los jardines del castillo, mientras unos ocupados padres mantenían la seguridad del reino. Fue por eso que adquirió un carácter deslenguado y arrogante.

!Con esa actitud nunca llegarás a ser una buena reina para nuestro pueblo!- le chilló aquella misma mañana al ver la manera en que la chiquilla trataba a un paje real por haber teñido por error uno de los vestiditos de sus muñecas-¡Ve a tus habitaciónes y medita sobre tu comportamiento, pequeña descarada!

Después fue al encuentro de su marido para contarle lo ocurrido y decidieron que ya era la hora de tener una pequeña charla de padres a hija.
Los dos subieron hacia la habitación para encontrarla echa un desastre,la niña había desaparecido.

¡Guardias!¡Cerrar todas las salidas!-Gritó la reina mientras las lágrimas afloraban en sus ojos-¡Que no salga nadie del castillo!¡La princesa a desaparecido! ¡Moveos!

De pronto, mientras estabais paralizados en la habitación de vuestra hija comprobando lo que allí quedaba intacto y lo que mostraba los claros indicios de que había sucedido algo horrible, un poderoso estruendo rompió desde el exterior.

Sin dudarlo mirasteis a través de la ventana para comprobar consternados como el cielo se había tornado oscuro, tan oscuro que tanto a Link como a Zelda le vinieron recuerdos de épocas pasadas donde el mal volvía a azotar la tierra.

Si el mal había vuelto significaba que algo había cambiado, que se había dejado de contar con la protección de algo elemental.

La puerta de la habitación comenzó a sonar, alguien estaba llamando a la puerta con firmeza pero a la vez también con presteza.

Con el debido respeto, uno de los soldados del castillo entró a la estancia y tras miraros y hacer una leve reverencia se dedicó a ustedes.

- Sus majestades, os traigo malas noticias - dijo en un tono serio, la preocupación estaba dentro de su mente.

- La Trifuerza ha desaparecido de la cámara del castillo... -

No puede ser...-dijo con una expresión de terror en su rostro.-Es terrible...,debemos actuar rapido Link si queremos salvar a nuestra pequeña. La sombra que nos a perseguido durante tanto tiempo a regresado..., Y ahora a alcanzado tambien a nuestra hija.

Se sentó en la cama de su hija,recogió su espada de madera y la miró con lagrimas en los ojos.

La muerte de toda luz...,se la a llevado...,Ganon...,el sello...,eso es ¡debemos comprobar el sello que lo mantenía encerrado Link!.

Debían ir a la cámara de la Trifuerza en busca de alguna pista.

No podía creer lo que escuchaba del soldado y a continuación mire a Zelda escuchando atentamente a sus palabras,a lo que asentí,luego,cuando ella se fue a sentar en la cama de nuestra hija me acerque a ella y con ambas manos la tome de los hombros.

Le mostraba mi cara mas seria para luego asentir,ella sabía que esto significaba ¨vamos a la habitación de la trifuerza a investigar¨,así que la acompañe a ella y al guardia.

Esperaba que en la habitación de la trifuerza pudiera haber alguna pista que nos pudiera servir para dar con este nuevo enemigo.

El soldado asintió ante todas vuestras indicaciones y comenzaron a movilizar a todo el castillo.

Otro de los soldados decidió acompañaros directamente hasta la cámara de la Trifuerza para que pudieseis sacar vuestras propias conclusiones.

Mientras caminabais por el castillo siguiendo a vuestro siervo pensasteis que el hecho de acceder hasta la cámara y robar aquella poderosa reliquia significaba que os estabais enfrentando a un enemigo bastante peligroso, alguien a quien no podíais ver o con un poderoso uso de la magia ¿Ganon quizás? es posible, pero su derrota fue definitiva supuestamente años atrás.

Tras varios minutos recorriendo pasadizos y puertas muy específicas se llegó a la cámara. El soldado os dió paso sin querer entrar él personalmente, no quería interrumpiros en vuestra reflexión.

La mujer comenzó a caminar de un lado a otro de la sala en busca de pistas mientras se enjugaba las lagrimas con un pañuelo.

Lo que me temia amor mio...,no parece haber sido forzado el sello de la camara. Y si solo los miembros de la familia real tienen aceso a esta..., ¡Diosas! quien quiera que haya sido, ¡a utilizado a nuestra pequeña para romper el sello!

Entonces se acercó a Link y le agarro de los hombros con las lagrimas brotando de sus azules ojos.

Link,¡Link!, Que vamos a hacer?, ahora que ya no la necesitan la mataran...

Tras decir esto se apretó contra el pecho del Hyliano y comenzo a sollozar amargamente

Viendo a Zelda llorar,le abrazo con todas mis fuerzas,para luego de ello besarla,ella sabia que ese no era un beso normal,era un beso de despedida,que significaba también que iría a rescatar a nuestra hija,la apreté contra mi pecho para luego separarme de ella,no tenía tiempo que perder,no podía llorar,no hasta confirmar que nuestra hija estuviese viva o muerta,solo lloraría cuando encontrase su cuerpo sin vida o la encontrase con vida para rescatarle.

Extendí mi brazo,los soldados sabían que significaba dicha señal ¨preparen mi caballo¨ y a continuación salí junto a un grupo de soldados de elite que me acompañasen a otra cámara donde había guardado durante años mis ropas de héroe de Hyrule y la espada que la mantenía afilada y en buen estado por si una nueva ocasión de combate se aproximaba,aquellas sospechas finalmente se hicieron verdad.

Al llegar a la cámara,ordene a los soldados montar guardia mientras me cambiaba.

Una vez que estaba listo,me presente nuevamente ante Zelda ya cambiado,ya no como su esposo y rey de Hyrule,sino como el Héroe de Hyrule que le había rescatado en el pasado.

Era momento de volver a combatir,así que le di un ultimo abrazo a Zelda para mostrarle mi cara de seriedad dándole a entender ¨nos volveremos a ver mi amor,ahora el campo de batalla me llama una vez mas y te encontrare allí,para que juntos rescatemos a nuestra hija,no dejare que nada malo le pase,lo prometo no solo como tu marido y rey de Hyrule,sino ademas como el Heroe que te rescato en el pasado que nada malo le pasara a nuestra hija¨.

Espere que los soldados me confirmasen que mi caballo ya estaba listo para salir del castillo hacia esta nueva aventura.

Mientras os estabais organizando, en mitad de la reunión alguien llamó a la puerta. El sonido provocado era débil. En cuanto uno de los soldados abrió pudisteis reconocer a la figura que entraba en la estancia: se trataba de Impa, una mujer que ha cuidado de ustedes dos desde el inicio de los años oscuros.

Su paso era lento, caían sobre sus espaldas muchas décadas sirviendo a Hyrule. Parecía que incluso en sus momentos de más debilidad ella seguiría ahí ayudando a los suyos.

- Ah... tiempos aciagos regresan a nuestro reino - dijo mientras seguía caminando. Uno de los soldados se ofreció a ser de apoyo para que la anciana mujer pudiese caminar de manera más fluida.

- La desaparición de la princesa y de la Trifuerza está conectado... pero muchas son las dudas que hay en nuestras mentes y en nuestros corazones - afirmó.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca de Link y Zelda les cogió de las manos, el tacto áspero y arrugado de la edad era en ella hasta reconfortante.

- ¿Qué es lo que hay ahora mismo en esas mentes y esos corazones, hijos míos? -

La rugosa caricia de la mano de la anciana calmó sus nervios. Los recuerdos de su niñez asaltarona su mente, eran tiempos mejores cuando la anciana mujer cuidaba de ella y siempre le regañaba por interrumpir las audiencias de su padre con los emisarios de las otras razas que poblaban el reino, entrando en el salón del trono y saltando al regazo del rey.

¿Qué es lo que hay ahora mismo en esas mentes y esos corazones, hijos mios?

La pregunta le sacó de su ensimismamiento.

Miedo...,oscuridad...

Tenía miedo de perder a su hija y la desaparición de la Trifuerza había colmado de oscuridad su corazón...

Al ver a la anciana mujer allí,me sorprendí,dado que no esperaba verla en estos momentos,hacia muchos años que habíamos perdido el contacto con ella, y desde que Zelda y yo eramos reyes,nunca le había escrito ni una sola carta como le había prometido.

Escuchaba con atención lo que decía la anciana,y ante su pregunte de que era lo que había en nuestros corazones y mentes,yo no podía negarlo,pero en estos momentos había ira,impotencia,oscuridad pero también una brillante luz,no es que no tuviese miedo,simplemente que no me gustaba quedarme quieto,al contrario no me había convertido en el Héroe de Hyrule por estar de brazos cruzados ante el miedo,sino todo lo contrario,aunque sintiera miedo eso era mi combustible para seguir avanzando.

Luego lance una mirada dura hacia la anciana como diciéndole ¨Oh,gran Impa,pero ¿que haces aquí?,¿como supiste de nuestras desgracias?,nadie en el pueblo lo sabe todavía¨.

Había algo en esta situación que no me gustaba para nada así que,me mantuve alerta y dispuesto a atacar si Impa intentaba hacer algo en contra de nosotros.

Mis viejos sentidos con respecto del peligro se podrían haber atrofiado por tanto tiempo estar lejos del campo de batalla y gobernando pacíficamente Hyrule,pero aún así,podía reconocer cuando una situación no era lo que aparentaba y esta es una de esas raras situaciones.

Impa asintió lentamente.

- Llevo velando por este reino toda mi vida. Mi deber es proteger este castillo y aconsejar a sus herederos -

- No sé cual ha sido la fuente del mal, pero conozco cual es el siguiente paso que debéis dar - frunció el ceño.

- Sin lugar a dudas estos hechos han dejado huella en todos nosotros... no solo sufrimos por la desaparición de la pequeña, sino que sin la protección de la Trifuerza todo Hyrule es vulnerable al regreso de los monstruos provenientes de la oscuridad - acarició con cariño vuestras manos.

- Por desgracia mi único poder son los consejos que puedo daros... pero tengo uno que en tiempos desesperados podrían resultar prácticos - se mesó el mentón mientras tosía.

- Existe una mujer... una adivina... ella también está rodeada por las artes oscuras pero dicen que solo el mal puede detectar al mal... Baba Yaga... - os miró directamente a los ojos.

- Ella puede tener alguna idea sobre lo que está sucediendo... sin embargo su hogar está en el Pantano Neblinoso... si en tiempos de paz ya era un lugar peligroso... ahora que no está la Trifuerza sería todo un desafío ir a buscarla - ambos conocíais dicho pantano. Es un lugar restringido para todos los habitantes ya que antaño fue refugio de monstruos.

- Sin embargo no hace falta más que ver vuestra mirada para comprobar que tenéis la determinación suficiente para ir allí ha hablar con ella... ¿me equivoco? -

Las palabras de la sabia anciana hicieron que un escalofrío estremeciera su cuerpo. Ella había hecho el papel de madre cuando su padre el rey enviudo tan tempranamente. Recordaba las historias que le contaba…, en las que el reino era un lugar oscuro y tétrico donde los monstruos campaban a sus anchas por las ciudades, entonces el viento verde de la esperanza que sopló desde el interior  del bosque, trajo la paz al reino y disipó la oscuridad.

¿Baba Yaga?-preguntó con la voz quebrada aun por el dolor de la perdida.- ¿Esa maldita bruja sabe donde esta mi pequeña Tetra?

Maldita seas bruja del demonio…-masculló entre dientes.

No Zelda…, no te dejes dominar por esos pensamientos…, te llevaran a la oscuridad…, y tú..., tú eres la portadora de “Sabiduría”. Tienes que imponer la seguridad del reino y sus habitantes…, Diosas espero que este viva…

 Debemos viajar a los pantanos, allí hallaremos respuestas Link, Vayamos a ver a esa mujer…-dijo sosteniendo con fuerza la mano de la anciana.

Ojala pudieras venir con nosotros Impa…- dijo besando la mano que sostenía-Tu sabiduría nos podría guiar en la búsqueda mejor que la mía…

Asentí a lo dicho por la anciana mujer,claro que conocía a aquella otra anciana,y sabía del peligro que representaba,pero en estos momentos de necesidad teníamos que trabajar con lo que tuviéramos al alcance,era una lastima que Impa no nos pudiera acompañar,pero debía de mantenerse la paz en el reino.

Saludo en forma de despedida a la anciana mostrándole mis respetos y agarro la mano de Zelda,no había tiempo que perder.

Teníamos que apurarnos porque de llegar a la noche sería mucho mas peligroso ese bosque que durante el día.

Los soldados escucharon atentamente manteniendo la formación casi sin pestañear. 

Uno de los hombres acompañó a Impa hasta sus aposentos mientras que otro se acercó hasta ustedes.

- Majestades, la sala de armas está a vuestra entera disposición. Desde la última vez que fueron usadas hemos mantenido su estado impecable por si los tiempos oscuros regresaban - tras dicha información se despidió con el saludo militar y una reverencia. 

Siguiendo sus indicaciones no tardasteis demasiado en llegar a dicha cámara. Tras abrirla comprobasteis con total majestuosidad que las palabras del soldado eran ciertas, aquel lugar estaba conservado como si no hubiesen pasado los años.

La espada de Link estaba colocada justo donde la dejó años atrás, colocada sobre su piedra

Y en una de las paredes laterales el arco mágico de Zelda, un regalo de los mejores artesanos de Hyrule para la por aquel entonces princesa.

El resto de la sala estaba adornada con herramientas más viejas u obsoletas: tirachinas, garfios... artefactos que hoy en día no eran útiles.

Al llegar a la habitación de armas,no podía salir de mi asombro como mi espada que había utilizado en el pasado no se había embotado por el tiempo,sino que estaba en perfecto estado,la saque de donde se encontraba y la probe un poco para ver si seguía tan afilada como la recordaba,hice unos movimientos en el aire,comprobe su peso,todo estaba en perfecto estado.

Ver varias de mis otras armas que usaba cuando era nomas un crió también me asombraba pero ahora no me eran útiles para la misión que tendríamos de aquí en adelante.

Los garfios tampoco servían para nada,por lo que continue buscando otras armas para encontrarme con el viejo escudo que tan bien me había servido en el pasado,el cual poseía el símbolo de la trifuerza y luego los símbolos de Hyrule,para luego buscar mis viejos ropajes cuando era el joven Héroe de Hyrule.

Cuando termine de cambiarme y tenía la espada en una mano y el escudo en la otra me sentía como si aquella parte de mi vida que había dejado atras ahora volvía a renacer como si fuese un fenix.

Mire a Zelda,esperando a que estuviese lista también,caso contrario le esperaría.