Partida Rol por web

Conduzco en dirección a la rotonda mirando a ver quien hay —mierda, tenemos compañía —indico por el micro agarrando fuerte el volante.

—Finito ¿Puedes dispararles con la M60? Puedo acercarme algo —después miro hacia Ángel —quizá puedas hacer un disparo de advertencia hacia los de atrás... la gasolinera queda lejos —nuestro objetivo era llamar la atención y parece que nos iba a ser muy fácil.

Aceleré mientras metía otra marcha.

Durante el trayecto al polígono me encargué de remendar lo mejor posible a Francisco, aunque lo cierto es que tampoco se podía hacer mucho más, pues lo que en verdad necesitaba era unos días de descanso para recuperarse del todo. Por desgracia, el descanso tendría que esperar, pero al menos estaba lo suficientemente bien como para poder acompañarnos aquella noche… más o menos.

Ahí está- pensé cuando vi que nos acercábamos a la rotonda.

Mejor déjame a mí los del coche- dije mientras cargaba una de las granadas* en el M203 de mi fusil -Si queremos llamar la atención, será mejor empezar por todo lo alto- añadí mientras me asomaba por la ventanilla hasta sacar buena parte del torso por ella y así poder apuntar fácilmente coche de los chinos.

Acelera y acercate para que pueda saludarles -le dije a Marc mientras apuntaba al todoterreno de los chinos a la espera de tener un tiro seguro y preparado para hacerlo en cuanto lo tuviese.

Francisco, estaba aún bien dolorido por las contusiones que había recibido durante el anterior tiroteo con los chinos. El sabor metálico de la sangre no terminaba de írsele de la boca, pero se iba a tener que joder y tirar para adelante.

Así que tras una parada en boxes para que Ángel le hiciera una revisión, algo de descanso mientras Katia y los demás perfilaban un plan apurado, un cambio de chaleco antibalas y muchas armas de equipaje, estaba preparado y listo para ir a ir a visitar a sus amigos de ojos rasgados. Joder, y le sobraba el cabreo para repartir hostias a diestro y siniestro.

Ese Fu Manchu se había metido con los Ases equivocados y el empresario se iba a asegurar que le escociera cuando le metiese la granada por el culo.

Por fin giraron la rotonda, y se sorprendió de ver que Marc frenaba un poco la marcha como indeciso y preguntaba que hacer a continuación. No era propio del mecánico pensarse las cosas dos veces.

   - No te preocupes por la gasolinera Mario Bros.- Replicó a su compañero.- Tu acelera hacia ellos y ponnos de manera que los tengamos a tiro. Si Albatros no termina con ellos, yo y esta preciosidad nos encargamos del resto.- Prosiguió con los ánimos encendidos mientras acariciaba su M60.

Bien agarrado para no caerse con los movimientos de la camioneta, se aproximó agachado hacia la puerta lateral, preparado para abrirla y disparar en cuanto su compañero le avisase de que estaba en posición.

Xavier se agazapó en su nido de tirador, cerca de la autopista. Desde allí podía ver a Tecno y Lázaro, algo más adelantados, acercándose al objetivo.

Observó mediante el visor del rifle los guardias, tomando nota del número y equipamiento de los objetivos visibles.  El Barrett hacía casi redundante apuntar a la cabeza de los objetivos, ya que incluso el golpe de la bala contra el chaleco podía dejar inconsciente a la mayoría de los objetivos. En su oído llevaba el comunicador para estar en contacto con el resto del equipo y periódicamente comprobaba la frecuencia de la policía buscando indicios de actividad.

-Esperemos a que el equipo de la furgo y la rubia agiten el avispero susurró. Demasiados hostiles entre nosotros y el objetivo por ahora.

Tecnovirus asiente ante las palabras de Xavier y se acomoda el fusil en el hueco del hombro. El peso del arma es tranquilizador, le habla de un cargador lleno de proyectiles preparados para ser disparados de una forma muy democratica. 

-Listo y a la espera

El furgón se dirige hacia el todoterreno de los chinos mientras uno de ellos sale del coche despavorido

En la rotonda, el furgón de los Ases se dirige hacia el todoterreno de los chinos mientras uno de ellos sale del coche despavorido. Al mismo tiempo, alguien en algún edificio amartilla una ametralladora pesada y empieza a disparar contra el furgón. 

Severos balazos, que obviamente no son de ametralladoras de mano como las que llevan Francisco o el furgón de los Ases comienzan a hacer importantes agujeros en el cajón del furgón, atravesando el blindaje que otro tipo de munición no lograría. El estruendo de la potente ametralladora puede oírse por todo el polígono y bastante más allá. 

Del restaurante salen varios soldados más, parapetándose detrás de coches, mientras una persona desarmada huye despavorida hacia el gran centro comercial de la construcción que hay hacia el norte.

En la parte de Katia, la tiradora puede ver que los guardas se sobresaltan al escuchar la ametralladora y se ponen alertas, mientras el coche cambia de marcha y comienza a acelerar hacia la rotonda.

Por el lado de infiltración, Xavier puede ver cómo un grupo de los que estaban apostados junto al arsenal corre a apoyar en dirección al autolavado, mientras el resto se parapeta entre los coches, quizá esperando instrucciones, o siguiéndolas.

La voz de Xavier chasqueó en el comunicador del resto de los Ases.

La mitad de los hostiles delante del almacén se dirigen hacia vosotros, Foxtrot. Todos llevan chalecos y quiero llamar vuestra atención sobre algunos de ellos, que veo portan M16 con lanzagranadas M203¹. Consideradlos objetivos de alta prioridad.

Equipo de infiltración, creo que lo mejor es intentar rodear el almacén hacia el oeste, cruzar la calle lo más rápido posible y seguir por detrás del almacén hacia el objetivo. Si os descubren, al menos tendremos fuego cruzado sobre los que se esconden tras los coches.

Por desgracia, antes siquiera de que pudiésemos empezar a saludar a los chinos, ellos mismos hicieron su propio saludo en forma de disparos de una ametralladora pesada cuyas balas empezaron a perforar el blindaje de la furgoneta como si fuese papel.

¡Acelera!- le grité a Marc -¡Usa el Mac para cubrirnos!- añadí mientras, esta vez sin pensármelo, apuntaba y disparaba con el M203 contra el coche, esperando acabar con todos los chinos que iban en él de un solo tiro.

Ases, ametralladora pesada en la esquina de la primera nave a la izquierda del Mac Donald- informé al resto del grupo por el pinganillo, mientras de fondo se oía la explosión de la granada que acababa de disparar -Si alguno la tiene a tiro, encargaos de ella- les dije.

Lázaro introduce un cartucho en la recámara de su Astra Constable, esperando que ese sea el ruido más potente que produzca en los próximos minutos. Se queda un segundo mirando a Tecno y le dice:

- ¿Qué te parece si lo intentamos rodeando la nave grande que tenemos directamente hacia el oeste y luego hacia el norte por el callejón? Podríamos intentar entrar desde la nave más cercana, a ver si es cierto que están interconectadas o, si encontramos la manera, entrar directamente haciendo un agujero en la pared.

Mantengo al conductor en el punto de mira hasta que empieza a tomar la curva. El hijoputa lleva casco, pero de poco le va a servir contra el rifle trucado de Phoenix. Igual no lo mato de un tiro, pero el impacto le va a dejar más tonto de lo que ya es si no ha cambiado de trabajo con la que les está cayendo a su gente.

Rápidamente, bajo ligeramente el cañón para apuntar al neumático delantero del coche. Con el conductor KO y un neumático menos, es probable que acaben estampándose al otro lado de la calle. Aprieto nuevamente el gatillo y, sin esperar a ver el resultado, vuelvo a alzarlo. Para provocar un accidente, prefiero asegurarme de que el copiloto no tiene tiempo de reacción para agarrar el volante. Esta vez no tengo tiempo para apuntar a la cabeza, así que me centro únicamente en impactarle, da igual donde. Veo cómo tiembla con el impacto y sonrío bajando el rifle finalmente.

Los disparos habrán llamado la atención sobre mi posición, pero antes de que me localicen del todo tengo un poco de tiempo, así que espero las reacciones del los chinos para ver qué hacen cuando se acerque Marc y al ver que están siendo atacados por los dos flancos.

No veía del todo claro como iban a dispara pero qué demonios, necesitábamos atraer la atención y el movimiento del furgón a buen seguro lo haría.

—¡Joder! —grito por el comunicador mientras una tormenta de plomo se nos viene encima —¡Nos están dejando como un colador! —.

Parecía que había localizado de donde venían los tiros, lo más fácil sería situar algún edificio entre la ametralladora y nosotros, como también pensó Ángel. Aceleré en dirección hacia la hamburguesería primero y luego la calle de la gasolinera para que abriendo la portezuela Francisco los pudiera freir.

Tecnovirus se coloca el fusil, reservandolo para el futuro tiroteo que les espera. Sus fieles hk.45 con sendos silenciadores ocupan ahora sus manos.

-No es mala idea, parece que el equipo de distracción está haciendo bien su trabajo-Asiente a las palabras de Lázaro-Quiza demasiado bien.-Puntualiza preocupado al oir la ametralladora pesada.

La bienvenida de los chinos no se había hecho esperar, y el ruido de los disparos de ametralladora fueron un aviso tardío de las balas que sorpresivamente comenzaron a atravesar el blindaje de la furgoneta.

Como había imaginado los jodidos ojos rasgados estaban preparados para su llegada y los Ases se estaban metiendo en la boca del lobo. Lo que el lobo no sabía es que se le iban a atragantar los Ases.

Sonriendo ferozmente bajo la máscara de guerra, abrió la puerta de la furgoneta, se asomó manteniendo la cobertura y apuntando contra los chinos que se estaban apostando en los coches de la esquina, disparó una buena ráfaga contra los brazos de los dos que parecían estar mejor equipados.

   - ¡¡¡Es mi turno hijos de puta!!!!- Gritó con voz de trueno.