Partida Rol por web

Te acuestas sin problemas a esperar a la noche siguiente.

A la noche siguiente, el hambre me despierta. Controlándolo, me cambio la ropa (ya que me acuesto sin ella), cojo mi bastón, un poco de dinero, lo suficiente para pagarle a los vengativos jóvenes, y un extra por las dudas (viendo que tengo poco en reserva). Luego, salgo a la calle, dispuesto a alimentarme.

Acechas en la noche buscando una victima fácil y apetecible. Observas al ganado mientras te relames de gusto pensando en la sabrosa y jugosa cena que en breves tendrás entre tus colmillos.

Repite la tirada hasta lograr un éxito(si quieres papear claro xD). Cada tirada son 15 minutos de tiempo.

A lo lejos ves a un chico bastante despistado; no será dificil acecharlo durante unas calles y "cazarlo" en el momento más idóneo para alimentarte.

Lo sigues por las oscuras calles de la ciudad esperando el momento justo que llega a los pocos metros de lo que parece ser su destino...un final poético sin duda...muerto desangrado a pocos metros de su casa...

La sed de sangre pulsa en mis venas no muertas, latiendo como un corazón sombrío que sólo desea muerte.

Acecho al joven, que parece estar despistado, y que encontro un despiste mayor, y lo atrapo entre mis brazos depredadores, haciendolo mío con una mordida. Su sangre, preciosa para mi, fluye hacia mi interior, robándole poco a poco la vida. Y late dentro mío, su latido diciendo palabras mudas, palabras que dicen: "más, más".

Con esfuerzo combato esa petición de mi cuerpo, la esquivo, la evito. Es difícil, pero más dificil será mantener mi conciencia tranquila si quito una vida.

Tras haber bebido de su fuente de vida, lo dejas débil pero vivo en el suelo de un callejón oscuro. Al parecer nadie te ha visto aunque tienes la extraña sensación de que estás siendo vigilado.

Sientes como escalofríos que recorren tu espalda. Pero estás muerto y no deberías sentir nada.

Un sexto sentido me avisa de la presencia de algo observándome, vigilándome. ¿Será el mago al que le doy caza? ¿O algo mas? Mis sentidos de repente se han puesto alerta, y buscan a quien pueda estar acechando, mientras mi cerebro intenta halalr la respuesta a quién puede ser...

Tus sentidos no te revelan nada; no escuchas ni ves nada raro pero algo dentro de ti lo detecta.

Es una sensación extraña pero sabes que hay alguien mas ahi. Un impulso te dice que mires hacia arriba y entonces puedes ver a un hombre vestido de oscuro que te observa desde la escalera de incendios del edificio que hay enfrente del portal donde bebiste de aquel chico.

No puedes ver sus ojos pero está mirándote. No se mueve, está totalmente quieto como si de una estatua se tratase. Pero está ahí y es real.

Alguien observa, sobre mi. Quieto, como una estatua.

Me arropo en los poderes de la sangre, antes de dirigirme hacia la escalera de incendios del edificio en el cual se encuentra esta criatura. ¿Un humano? Es dudoso. Demasiado quieto. Pero puede ser alguien muy bien entrenado.

Intento subirme a la escalera de incendios. Mientras tanto, vigilo a mi vigilador, para que no se escape. También quiero ver si es inmune a mis habilidades para combar las sombras a mi alrededor y hacerme menos visible para las mentes débiles.

Te ofuscas perfectamente. No te verá pero puede que te escuche. El se mantiene inmóvil acechandote en la distancia.

Tirada de Destreza + Sigilo + 2 dados por que se escucha ruido en la calle.Dificultad 8.

Tirada de Destreza + Atletismo. Dificultad 8. para ver si subes rápido las escaleras.

Te mueves con mucho sigilo pero lentamente. Tardas mas tiempo del que habias supuesto en una primera instancia.

Cuando te acercas a donde esta puedes verlo inmovil acechando la calle; vagamente te recuerda al ser hueco con el que te enfrentaste anoche.

Te parece que esto es cosa del mago la verdad.

No puedo permitirme entonces el desechar esta oportunidad. Es mejor si hago como que no lo he visto, como que no se quien es. Eliminarlo...

Vuelvo sobre mis pasos, y aparezco cerca del lugar de donde desapareci de la vista. Cada tanto, observo disimuladamente mientras me dirijo al punto de encuentro con los jóvenes vándalos, para asegurarme que la criatura, sea quien sea, me siga.

Mejor que piense el mago o la criatura, si es que tiene volición propia, que ignoro que va tras de mi.

Asi que voy hacia donde quede en encontrarme con los vándalos, y los espero.

Bajas las escaleras evitando al desconocido pero cuando echas un vistazo hacia donde estaba ves que ha desaparecido.

Puede que te esten siguiendo de nuevo o puede que fuera un simple mortal saliendo a tomar el aire, la paranoia podría ir en aumento.

Llegas temprano al punto de reunión con los pandilleros seguramente te toque esperar un buen rato. Tras media hora esperando ves como un viejo ford con las ventanillas tintadas aparece en escena; escuchas la letra de un tal Eminem que has escuchado en algunos locales de moda mortal.

El coche para enfrente tuya y se baja una de las ventanillas un poco; un humo blanco y un olor peculiar salen del interior del coche.

- Ei...- escuchas como una voz te llama desde el interior.

Estos deben de ser los vándalos...

Me acerco al auto, sin demasiadas precauciones, ya que ningún arma moderna podría dañarme seriamente, y estos jóvenes ignoraban mi verdadero estatus.

-Señores...-digo, mientras me acerco.

Ves que la cara del pandillero que ayer te metió una paliza aparece tras la ventanilla y te pide amablemente que subas al coche. Uno de sus amigos se baja y te abre amablemente la puerta.

- Entra amigo...los negocios mejor tratarlos dentro...las calles tienen oidos y la policía los brazos demasiado largos...

Cuando abres la puerta ves el interior del coche. Es bastante amplio y ha sido remodelado por dentro ya que uno de los asientos de delante ahora está girado hacia atrás dandole un aire de limusina cutre pero bastante cómoda. Puedes ver que hay tres pandilleros en total además de el jefe. No llevan armas a la vista, lo cual te reconforta pensando en que no te la van a jugar.

Ingreso al auto sin mas. No convendría que me demorase, y con ello les demostrase que no confiaba en ellos.

Al instalarme en el auto, con cuidado meto la mano en el bolsillo interno del saco (cuidando que no se imaginen que tengo un arma) y extraigo un sobre, que extiendo al jefe de la pandilla.

-Esto te pertenece. Es sólo un adelanto de lo que podrías llegar a ganar, si nos asociamos. -le digo, mientras lo miro a los ojos, y lo voy estudiando.