Partida Rol por web

The Strange: Ruido Blanco

Un piso más abajo

Cargando editor
02/02/2018, 22:29
The Strange

Tres de las criaturas deciden subir con Charles, y otras tres os acompañan escaleras abajo. Las tres se entretienen un momento al pasar por la planta en la que despertásteis para observarla con gesto triste, y segundos después, bajáis un piso más.

Al llegar al rellano de éste, no os cuesta abrir la puerta, y lo que en una planta eran cubículos de hospital y en otra peceras, en esta son grandes jaulas.

La sala está vacía y huele extrañamente a químicos que vuestra adaptación al lugar os dice que son productos de limpieza.

Cargando editor
04/02/2018, 14:27
Edmond D'ardey

Edmond miró el pasillo con cubículos relativamente sorprendido. No se esperaba aquello. No era lo que él había "presentido" de manera fehaciente.

¿Productos de limpieza?, se preguntó mientras su nariz le indicaba los olores antisépticos. Habrá que mirar a fondo antes de llegar a ninguna conclusión.

- Vamos a ir mirando las jaulas - dijo el hombre poniéndose a ello, con cierto cuidado de no encontrar más de lo que aparentaba.

Cargando editor
04/02/2018, 16:42
Pedro Mondragón

Jaulas, peceras, cubículos... La nueva sala era una demostración de que por aquellas instalaciones habían pasado todo tipo de seres, de procedenecias diversas y con un objetivo aún por dilucidar.

-¿Para qué? -respondió Pedro-. Diría que esta no es la sala en la que hallaremos lo que estamos buscando, su equipo. Lo más que puedo afirmar viendo esto es que antes fueron ocupadas por quienes nos precedieron, posiblemente peligrosos en apariencia. No son peceras, no son salas de enfermería y en apariencia no queda ya nada de quienes las ocuparon. Solo este olor antiséptico a posteriori destinado a eliminar todo resto de su presencia. Si queréis, un vistazo superficial pero no perdería demasiado tiempo cuando quizá nuestra presencia arriba es fundamental.

Cargando editor
05/02/2018, 13:59
Archibald T. Crawford

No le gustaba aquel olor. No le gustaba nada. Le recordaba demasiado a los hospitales, pero no como el hospital falso en el que se había despertado sino como uno de verdad, de esos con enfermos tosiendo  y niños ruidosos. De esos con familiares que visitaban al compañero de habitación sin guardar el debido respeto al solitario caballero que refugiado bajo las sábanas con el membrete del hospital, esperaba solo y en silencio a que se largaran para poder ver la televisión que engullía monedas, como un gordo engulle dulces y panceta, con la deseada tranquilidad e intimidad. Familiares inmunes a la sutileza del carraspeo que pretende amonestar y al volumen de la tele que cada vez aumenta más, y al que no dudan en responder gritando para hacerse escuchar.

- Sí, sí- coincidió con Pedro.- Además poco creo que vayamos a encontrar cuando parece que han eliminado todo rastro a conciencia. Con este grado de limpieza dudo que podamos ver nada, incluso con el reactivo adecuado y haciendo uso de luz negra. Pe… pero antes de subir, mejor seguir bajando, ¿no? Hasta que no podamos bajar más. Con cuidado, eso sí.

No creía que fuera el caso, pero si se habían visto obligados a usar jaulas como aquellas, significaba que lo que había habido allí eran poco más que bestias. Esas bestias podían haber escapado, como habían escapado los anfibios y ellos, y aunque hubieran limpiado el lugar cuando creyeron todo solucionado, alguna podía haber quedado suelta.

Cargando editor
10/02/2018, 21:23
The Strange

Un vistazo rápido no os dice nada. Todo está limpio, no hay lugares donde esconder nada pues las jaulas dejan ver con claridad el interior de éstas, e igual que en las anteriores estancias, no hay ventanas.

Notas de juego

Decidme si seguimos bajando o hacéis algo más.

Cargando editor
11/02/2018, 03:49
Edmond D'ardey

Tras ver que no existía nada de interés en ese piso Edmond envió una mirada significativa a sus compañeros en dirección a la salida.

- Sigamos descendiendo - afirmó de manera concisa. El hombre no sabía exactamente que encontrarían en los niveles inferiores pero su intuición le decía que allí abajo había ALGO. En mayúsculas.

Cargando editor
13/02/2018, 16:14
Pedro Mondragón

No era cuestión de perder el tiempo en cada planta que pudieran hallar, máxime cuando arriba las cosas podían estar poniéndose feas. Quizá su precipitación les hiciera perder al oportunidad de encontrar algo, de dar con una pista o detalle que explicara mejor lo que les estaba pasando, pero lo cierto era que debían priorizar.

-Sí, siempre podremos regresar aquí llegado el caso para investigar más en profundidad.

Cargando editor
13/02/2018, 18:14
Archibald T. Crawford

Archibald no asintió, no dio la razón a sus compañeros de ningún modo. No al menos de forma consciente o voluntaria, porque involuntariamente sí lo hizo al encontrarse ya, mientras ellos hablaban, bien agarrado a la barandilla que, en el tramo en el que se encontraba engarruchado por miedo a caer y sufrir una fractura de cadera, descendía a las entrañas de aquel edificio del que ni siquiera sabían con certeza que fuera un edificio y no cualquier otro tipo de construcción. Y es que en los últimos tiempos la frontera entre lo imposible y posible se había desdibujado un poco.

Cargando editor
14/02/2018, 04:36
Criatura

- No es aquí, no.

Dice una de las criaturas.

- No, no. La puerta estará protegida. Eso decían.

Añade otra antes de que todas asintieran casi al unísono y se dispusieran a seguir bajando.

Cargando editor
14/02/2018, 20:05
Pedro Mondragón

Las últimas declaraciones no suspendieron el descenso de Pedro, quien pese a los interrogantes que las palabras de sus nuevos y potenciales aliados generaban, seguía bajando peldaño a peldaño hacia los niveles inferiores.

-¿Puerta? ¿Protegida? ¿Por quiénes? ¿Y quiénes lo decían? -no era cuestión de lanzarse de cabeza a alguna forma de incursión destinada a recuperar el equipo de aquellos seres sin saber a qué se enfrentaban. Y desde luego, no tenía sentido hacerlo con las manos limpias. Quizá fuera hora de buscar unas armas, siquiera improvisadas.

Cargando editor
14/02/2018, 20:35
Edmond D'ardey

Edmond se detuvo cuando las criaturas comenzaron a parlotear negativas sobre que aquel no era el lugar indicado de su equipo y que el acceso a él estaría protegido.

Escuchó la pregunta de Pedro y esperó la respuesta de los anfibios.

Cargando editor
20/02/2018, 14:31
Criatura

- Lo decían ellos. Los que creían que no podíamos escuchar. Ellos temían que alguien escapara y recuperase las cosas, y decían "no importa, la puerta está protegida".

Las criaturas se miran unas a otras, dudando. Parece que no entienden bien qué importancia tiene que haya algún tipo de protección, como si fuera lógico, y no fuese un problema, si no una señal de ir por buen camino.

Cargando editor
20/02/2018, 19:00
Archibald T. Crawford

- ¿Pero protegida por quién? ¡O por qué!- exclamó en un arrebato de lucidez.- Podrían ser muchas cosas. Desde otros humanos, como nosotros, armados hasta los dientes y con entrenamiento militar o similar; a sistemas automatizados de torretas con una cadencia de fuego capaz de volatilizarnos en el acto. Eso sin olvidar que también podría ser alguna criatura extraña de otra recursión especialmente adaptada para matar. Vamos, algo como vosotros pero en poco apacible, más violento y con un sangriento instinto depredador.- Había más posibilidades, claro, y todas y cada una de ellas eran malas.- O minas. También podrían ser minas...

Oh no, aquello no pintaba bien. Nada bien...

- Parece que tenéis buen oído. ¿Podríais escuchar qué hay abajo? Ya sabéis, solo por si acaso. Para estar preparados. Más vale prevenir que curar.

El problema era que entre las opciones que se le ocurrían no había cura alguna, salvo que la resurrección fuera una posibilidad.

Cargando editor
24/02/2018, 21:17
Pedro Mondragón

-Archi, sea lo que sea ya no podemos volver atrás. Sigamos adelante, seamos cautos, veamos a qué nos enfrentamos y entonces y solo entonces, tomemos las decisiones pertinentes. Imaginar lo peor solo servirá para minar nuestra confianza. Que la puerta esté protegida solo quiere decir eso, pero lo que no sabemos es el cómo. Averiguémoslo y procedamos. ¿De acuerdo? Pensar en minas, armas o piscinas de ácido no conduce a nada. Así que señores, adelante y con cautela que no está el horno para bollos.

Cargando editor
27/02/2018, 12:55
Edmond D'ardey

Pedro tenía razón y cuando este habló Edmond asintió. Ya habían llegado hasta allí y no podían volverse atrás... a no ser que la custodia evidenciara imposibilidad total. Aun así deberían descender y comprobarlo.

- Sigamos pues, solo que extrememos la cautela. Hasta que no estemos abajo no sabremos si podemos encarar lo que nos espera - afirmó mientras continuaba el descenso -. Pero como dice Archibald no estará de más tener precaución ante posibles minas, piscinas con ácido y... ¡ah! fosa con cocodrilos - añadió con una sonrisa sardónica.

Independientemente su paso se hizo más amortiguado. Si alguien vigilaba abajo, mejor no avisarle del momento exacto de su llegada.

Cargando editor
08/03/2018, 16:58
The Strange

No es la primera vez que te pasa. De hecho, un sentimiento como aquel no es extraño en ti. Una idea, una deducción irrefutable, tan lógica, tan sencilla que no sabes cómo no se te ha ocurrido antes... Pero, ¡espera! ¡Sí que se te ha ocurrido!

Jaulas vacías, y la perspectiva de "algo" protegiendo una puerta. Una sala. ¿Y si las criaturas para las que habían sido concevidas aquellas jaulas eran para criaturas con el propósito de entrenarlas como guardianes o incluso protectores? ¿Iban a intentar lo mismo con vuestros nuevos amigos anfibios, o lo intentaron y no lo consiguieron y por eso estaban mantenidos en aquella semi inconsciencia en las piscinas?

Notas de juego

Recuerda a los demás que aunque estáis en otra recursión, habéis recuperado la memoria y seguís siendo "despiertos", con ciertas habilidades y conocimientos.

Cargando editor
16/03/2018, 09:31
Archibald T. Crawford

En el trascurso de los discursos de sus compañeros, Archibald tuvo una epifanía. No se le apareció una Virgen, más que nada porque por dolorosa experiencia - ¡¡Mortimer!!- no creía en ese concepto. No eran tanto engaños como desengaños ante expectativas demasiado altas por una exagerada imaginación que podía llegar a convertir signos tan claros como un solitario y enhiesto dedo corazón en una señal para que mirara al cielo.

- Pe... pero...- balbució ante las palabras de Pedro.- Es que... Es que yo si lo sé. Lo sé. Es lógico cómo lo sé, pero solo es lógico para mí. Se podría decir que es una lógica subjetiva en base a habilidades únicas y personales. Un sexto sentido, quizá, pero racional y en base a capacidades sensitivas diferentes pero existentes y no como una intuición mal entendida. Una línea lateral.

En ese momento cayó en la cuenta que había algunos anfibios que tenían línea lateral e irremediablemente continuó hablando mientras daba vueltas alrededor de uno de sus compañeros no humanos buscando en ellos signos de la existencia de ese órgano sensitivo.

- Lo que está protegiendo  lo que quiera que hay más adelante, estaba antes en estas jaulas. Esas criaturas, que aun no sé qué son pero seguro que tienen muchos dientes o estructuras morfológica y funcionalmente similares, fueron entrenadas aquí. Adoctrinadas. Como perros de presa. Ellos- dijo señalando al anfibio que tenía delante- formaban parte de un programa parecido. También deberían haber sido guardianes y protectores de este complejo, como las criaturas de estas jaulas, pero no funcionó. Lo intentaron, pero fracasaron. Por eso estaban aletargados en sus piscinas, aguardando a que se deshicieran de ellos o esperando a usarlos en más estudios o experimentos. Por cierto...- añadió dirigiéndose a uno de los hombres-pez- ¿tenéis línea lateral?

Cargando editor
19/03/2018, 15:23
Pedro Mondragón

Pedro suspiró ante el balbuceo de Archibald y su abstrusa forma de exponer lo shechos.

-Calma, por favor. Has hablado de torretas, humanos armados, seres de otras recursiones... y ahora afirmas de forma fehaciente que lo que tenemos ante nosotros son los seres que tenían encerrados en estas jaulas, seres que han conseguido adoctrinar o entrenar o digámoslo como queramos, para actuar como una fuerza operativa que protege las plantas inferiores. Comprenderás que es difícil seguirte cuando en escasos minutos eres capaz de desdecirte de lo anteriormente dicho -manifestó Pedro-. Pero aun así, te creo. Y presumiendo que estás en lo cierto, ¿qué propones? ¿Dar media vuelta o qué?

En ese punto se volvió hacia las criaturas que los acompañaban y que acababan de liberar.

-Al margen de su pregunta. ¿Conocíais la existencia de otros seres en estas dependencias, seres que han sido adoctrinados como Archibald dice que intentaron con vosotros? Y sabiéndolo o no, ¿por qué fracasaron en sus intentos para con vosotros? -preguntó. En su respuesta quizá estuviera el quid de cómo solucionar aquel nuevo obstáculo.

Cargando editor
26/03/2018, 20:17
Criatura

Las criaturas se miran unas a otras, confusas.

- ¿Línea lateral? Sí, línea lateral. Sí.

Siguen mirándose, como si les confundiera la pregunta de tan obvia que era la respuesta, aunque al final parecen comprender que no todo el mundo tiene por qué saber de qué órganos disponen, y de cuáles no.

- Otros seres. Sí. Muchos otros experimentos. A nosotros al principio nos explicaron, nos intentaron convencer. Dijimos que no. - Las otras criaturas niegan con la cabeza. - Y ellos entendieron que necesitaban seres menos inteligentes. Más como niños. Más como mascotas. - Las demás, asienten. - Cuando no les sale bien, encierran para siempre, o esperan a que se les ocurra otro experimento. O destruyen. Nosotros sólo queremos volver a casa.

Cargando editor
29/03/2018, 18:04
The Strange

Bajáis las escaleras todo lo rápido que podéis en busca de los demás. Por el camino, no parece haber ningún cambio. Allí está la planta en la que encontrásteis a las criaturas, y la planta en la que despertáisteis. En esa, los cuerpos siguen donde los habéis dejado y el caos formado por la rotura de cristales también sigue allí.

Y las escaleras siguen teniendo un camino hacia abajo.

Un tramo más, y os encontráis la puerta del rellano abierta. Allí están los demás, en una sala donde en lugar de peceras o cubículos de hospital, hay jaulas.

Sin embargo, están vacías, y todo está limpio. En el aire se respira un regusto a productos de limpieza.

Vuestros compañeros parecen estar decidiendo qué hacer.