Partida Rol por web

Continuáis caminando por el túnel, alejandoos del derrumbamiento que dejó aislado al sargento y de la sala de comunicaciones, hasta llegar a una nueva bifurcación. El túnel se abre hacia vuestra derecha y hacia vuestra izquierda, y no hay ningún rastro que os diga hacia dónde tiró Kleist.

Victoria tiene que postear antes que tú. A mí no me eches la culpa jajajaja

Lo siento, pero tendré que seguir mañana. Espero postear, responda ella o no. Examina la partida por la mañana ;)

Ohhhhhhhhhhh (sonido de coro)

Ok, hasta mañana pues!

Todo pasó muy deprisa en aquella oscuridad. Sus ojos visualizaron , acostumbrados a la escasa luz de la linterna, la silueta , a lo lejos, de un hombre; por lo que -ya fuese por instinto o miedo- no dudó en apuntar y disparar. Sin remediar palabra alguna. Este acto, le llevó a una pequeña guerrilla de balas.

Cuando la figura fue acercándose, Victoria se guardó el arma y fue en su búsqueda. Otro error que había cometido.

Perdóneme a mí, señor... No pensaba que fueses a venir tan... pronto... lo siento.

Inclinó la cabeza a modo de reverencia. 

-¿Que ha pasad?, ¿dónde está Ford? y...¿este de donde ha salido?

Veréis, sargento, Ford y yo íbamos juntos en todo momento; al parecer, habíamos enterrado nuestra hacha y decidimos cooperar. Pero , no sé si lo habrá visto usted, el camino por el que íbamos... Bueno, comenzó a derrumbarse; por lo que yo quedé en esta parte y él... No sé dónde se puede encontrar... 

El caso es que este hombre decía ser de otra ''tripulación''. Un cazatesoros que se ha perdido y no sabía dónde estaba. Al parecer, ha tenido que venir con su equipo pero... Yo no he visto ninguna huella.. -se encogió de hombros-. De todas formas, si no lo mataba usted accidentalmente... lo había hecho yo. 

Brochard se rascó la cabeza con la culata de la P38, mirando a ambos labos de la bifurcación. Aquel maldito laberinto parecía no acabar, y a cada nuevo paso una nueva elección se plantaba ante ellos. Intentó recapitular el itinerario que habían llevado... giraron a la izquierda desde el túnel de entrada, pasaron la grieta, y luego tuvieron que seguir recto...

Lo cual los situaba aproximadamente, y si sus cálculos no fallaban, en medio de ninguna jodida parte.

- Bright... ¿no habías dibujado un mapa de nuestro recorrido? - Preguntó a la arqueóloga, a la vez que iluminaba el camino de la izquierda por si había alguna señal que sirviera de referencia. - Si vamos por la izquierda... ¿Puede que podamos encontrar a Ford y Hasan? Se quedaron tras el derrumbe junto a la enfermería... creo.

¿Y dónde rayos se encuentra Kleist?

- ¡KLEIST! ¿Puedes oírnos? - Alzó la voz, oyendo cómo el eco resonaba en las paredes del túnel. Los techos se le hacían cada vez más bajos, y la salida más lejana. Tragó saliba, intentando centrarse. Casi de forma inconsciente, apretó con fuerza la empuñadura del arma. ¿En quién podía confiar?

McQueen miraba el cadáver mientras escuchaba a Hasan. No dijo nada mientras examinaba de arriba a abajo al hombre que yacía muerto

-Algo parecido me pasó a mi con nuestros compañeros, supongo que se separaron a la vez que nosotros, durante el último temblor. Espero que Ford esté bien. Scart murió aplastado durante el último temblor y antes tuvimos que dejar a Henricks atrás, había una grieta que él no podía pasar. Estoy tentando de volver a ver como está y dejarle un walkie, dado que los dos estamos juntos.

Dirigió la vista hacia Hasan

-Dice que este tipo le dijo que venía con otra expedición de la que se separó pero no encontró ninguna huella. Mmmmm....es posible, este lugar parece ser muy grande y ya ha visto lo que nos ha ocurrido. Incluso los temblores podrían hacer desaparecer algunas huellas, aún así es muy raro. ¿Le dijo por donde entró?

McQueen se agacha y comienza a registrar el cadáver, buscando algo de información

-Veamos a ver que lleva encima, tal vez haya algo que nos pueda ser útil o nos indique de quien se trata

Mira a Hasan de nuevo

-Por cierto, ¿por qué iba a matarle?

Thalassa estaba terminando de añadir algunas cosas más al mapa para enseñárselo a Brochard.

-Estamos aquí -dijo señalando a la interesección -. Si vamos hacia la izquierda, es posible que consigamos ir hacia el lado del túnel principal que estaba bloqueado. Por otra parte, nos sabemos hacia dónde se habrá dirigido Kleist.

Victoria y McQueen (ya estás más relajado, no te apures. Aunque tienes un 1 en cordura, a todos los efectos es como si estuvieses con un poco más) se acercaron al cuerpo de aquel misterioso hombre para registrarle, cuando de repente, empezó a convulsionarse, hasta que empezó a partirse por la mitad.

(imaginaros que está en el suelo y le sucede eso)

Tras pasar la grieta, Ford siguió corriendo y cuando llegó a la intersección siguiente, giró a la izquierda, más que nada porque escuchaba voces procedentes de allí.

Victoria y McQueen estaban juntos, y al lado en el suelo había un cuerpo.

De repente, McQueen se levantó de un salto y al mirar al suelo para ver lo que sucedía, Ford se dio cuenta de que el cuerpo, fuese de quien fuese, estaba temblando y comenzando a abrirse por la mitad como si alguien lo estuviese rebanando.

(imagina que está en el suelo y pasa esto)

Ford llega procedente del otro lado, así que ahora estáis Victoria y McQueen por un lado, el cuerpo en el suelo y abriéndose en el suelo, y Ford en el otro lado.

Kleist comienza a volver sobre sus pasos y cuando llega a la primera interesección, se encuentra directamente con Thalassa, Brochard y Langley, que están mirando el mapa que habían hecho.

McQueen dio un salto hacia atrás, el cuerpo aparentemente muerto estaba moviéndose

-¡Pero que cojones...!

De pronto comenzó a abrirse en dos. El sargento tenía los ojos abiertos como platos. Para él lo único que había era...."eso". No se percató de la presencia de Hasan ni de la llegada de Ford

Rápidamente apuntó al cadáver y disparó hasta vaciar el cargador

-¡Muere cabrón, muere!

Estaba completamente ido, fuera de sí

¡SABÍA QUE NO ERA DE FIAR! -Exclamó al ver tal escena. Sólo exclamó pues aquello parecía haberle afectado algo, minúsculo, en comparación con el sargento que parecía completamente ido.

Victoria se abalanzó sobre el sargento, de tal forma que, una vez que e quedo sin municiones, ella estaba arriba de él. 

Sargento, calma, cálmense, en este lugar hay gente que no son lo que aparenta ser. - le comentó seriamente, con suavidad. No podía dejar que aquel hombre dejara de estar cuerdo. Seguramente usted haya vivido más en sus misiones por ahí. 

Al estar de espaldas e inmunizar al sargento, Hasan no se dio cuenta de la presencia de Ford. 

Al notar como Victoria le agarra, el sargento reacciona dándole un cabezazo para librarse de ella. Acto seguido vuelve a cargar su arma

-¡NO ME COGERÉIS VIVO! ¡MALDITOS! ¡PUTOS YAHIDISTAS DE MIERDA, METEROS A VUESTRO ALÁ POR EL CULO!

Parecía como si hubiese brotado un recuerdo oculto en la memoria del sargento. Quien viese su rostro en ese momento vería un rostro desencajado por la ira y el miedo. Estaba completamente fuera de sí.

Los disparos ocurrían justo ante mí, vi, los fogonazos y los cuerpos, por prudencia frené mi carrera y levanté las manos-¡No disparen soy Ford!- grité, parecía que me habían entendido así que me acerqué. Eran Victoria y McQueen-Joder al fin os encuentro, casi me cago vivo, ésto ves horroroso, me he topado con una cosa asquerosa y muy extraña-dije con gran alivio-Consegui darla esquinazo, pero una de sus patas...-había un cuerpo en el suelo inerte y paré en seco-Pero que...¿Que ha pasado?- pregunté mirando con extrañeza aquel cuerpo,di un par de pasos mirando el cadáver. Pero lo que ocurrió a continuación hizo que me quedase congelado, no podía moverme.

La cara de ese hombre de repente se partió por la mitad, mostrando algo horroroso, imposible de describir una mezcla de dientes y tejido, una boca que emitió un sonido estridente y mucoso-¿Qué hostias es eso?-mi voz temblaba incontrolada y di unos pasos hacia atrás aterrado, me dieron ganas de vomitar, todo se volvió oscuro, tenebroso-¡No, no no, vamos a morir todos! ¡No vamos a salir vivos de aquiiiiii!- grité, mis rodillas flaquearon caí al suelo y comencé a llorar.