Partida Rol por web

- Vaya, se lamento el mago. - Ellos si que podrian tener curacion de sobra, la curacion que tengamos deberemos intentar reanimar el corazon.

Yo no poseo magia curativa, asi que soy inutil por el momento. Aunque igual el Lobo Gris puede saber donde puede haber si fallamos

Tras escuchar las ordenes de Tome me puse directamente a rezar para poder concentrar el máximo de energía curativa posible.

-Si hace falta gastare hasta la ultima gota de energía que me quede, os encargo el circulo a vosotros- Puse una mano sobre el corazón y la otra la utilice para rezar todo lo que sabia y había aprendido.

-Felix usa lo que puedas, vamos a intentar estabilizarlo entre los dos.- Por favor no me falléis ahora..

Por su parte, Tachi no puede hacer nada especial al respecto.

Simplemente toma la jarra de porcelana que hay bajo el corazón y se la guarda, con intención de investigarla luego. Y reza. Reza a Shibari, su deidad. Reza porque la fe de sus compañeros no flaquee.

Reza por el mismo corazón. Por el bosque y por el rey Moldas que nos dió este encargo, aun preocupado por unas tierras que no le dan impuestos ni oro ni vasallos, pero si que dan vida al mundo

Reza, pues no queda otra cosa que hacer.

- No creo que necesitemos curarlo entero, solo darle algo de vitalidad para que no muera. Si algo he aprendido con mi maestra es que las criaturas tienen unas capacidades de recuperación muy grandes si quieren vivir. He supuesto que con el corazón pasaría lo mismo.

Eso y que si hacíamos que el tipo que hubiese hecho el maleficio se diese cuenta de que algo iba mal acudiría a nosotros en vez de tener que buscarlo. Las cosas serían más fáciles para nosotros. Seguramente le corazón tardaría en recuperar su estado más óptimo, pero sin la maldición y con los tratados auxiliares que se le estaban haciendo terminaría recuperándose.

- Vamos, no tenemos todo el día. Curad esas cosa.

Felix asintió al pequeño gnomo y oró a los espíritus de la naturaleza, pidiendo ayuda para sanar a uno de sus miembros. Al igual que Kinogmo, impuso las manos sobre el maltrecho corazón y trató de insuflarle toda la capacidad curativa de que disponía.

- Espíritus de la Naturaleza, ayudadnos a sanar a uno de los vuestros. Que el veneno que le aflige, se purifique. Y que el dolor y sufrimiento que padece desaparezcan, devolviendo al Bosque del Lobo Gris su forma primigenia - oró pidiendo, mientras sus manos se iluminaron con una luz verdosa pero cálida, insuflando al Corazón del Bosque vida.

Tras escuchar a tome Kinogmo y Félix se preparan para curar el corazón.

Félix ora a sus espiritus y acerca las manos al tejido gelatinoso que asoma por la parte inferior, hundiendo sus manos en el que para sorpresa del druida es como si metiera las manos en agua helada pero no le causa ninguna molestia ni le urge sacarlas. Termina la oración y sana al corazón levemente provocando de nuevo la reacción de cambio de color y aceleración de pulsaciones antes de volver al color rojizo, sin embargo ésta vez parece que el proceso de volver al estado corrupto tarda más tiempo que anteriormente.

Tras apartarse Félix Kinogmo toma el relevo e introduce las manos dispuesto a curar, y para sorpresa de todos la plegaria que recita parece haber sido escuchada por sus dioses, ya que un intenso y cegador brillo engulle las manos del clérigo que rápidamente se expande por la sala obligando a todos a cerrar los ojos. Tras abrirlos de nuevo la escena que se presenta deja una mezcla de alivio y tension en los presentes.

Extraña Criatura

 El corazón está completamente verde y bombeando sin parar, brillando con un esplendor increible y a un ritmo acelerado, probablemente encargándose de limpiar el lago y el bosque a toda prisa. Sin embargo de la parte inferior del corazón empieza a surgir un bulto que crece en tamaño poco a poco hasta casi tocar el suelo y al final estalla y desaparrama por el suelo un montón de agua transparente y tambien deja caer al suelo una figura.

Una niña, poco más grande que Kinogmo, y de raza desconocida para vosotros yace en el suelo inconsciente, empapada en el líquido del que ha salido. Durante unos breves instantes aún conserva un brillo natural azulado que desaparece rápidamente, pudiendo ver su cara con más facilidad y mostrando que no parece respirar a primera vista aunque no sabéis si le hace falta.

Tras el "nacimiento" de la pequeña el corazón hace crecer a su alrededor de nuevo la capa de dura corteza cubriendo sus partes expuestas y reduciendo la luz de la sala hasta dejar apenas un pequeño halo a su alrededor que a duras penas ilumina la estancia.

Me quede estupefacto no solo por el cansancio de usar tanta energía sagrada si no por lo que veían mis ojos un ser extraño había “nacido” del corazón.

-¿Quizás esto es lo que estaban intentando crear los de arriba? Por lo tanto.. ¿esto es bueno o malo? Pregunte a los demás sin dejar de mirar a la waifu  al ser.

- Vuestra magia es poderosa amigos, exclamó excitado Neithos al ver toda la magia que la curación habia creado, mientras se intentaba quedar en los detalles del hechizo que ocurria a su alrededor.

- El corazón parece sanado, dijo mientras se acercaba poco a poco a la criatura. Neithos agarró un pañuelo que llevaba en la mochila y haciendo un hatillo, cogió a la criatura del suelo, cubriendola con el pañuelo, Y toda esta magia no habra pasado desapercibida en la superficie.

-Debemos salir de este lugar a toda velocidad, antes de que vengan a investigar que es lo que ha pasado, Vayamos !

Felix, en un primer momento, sonrió satisfecho y contento al ver que el corazón parecía recobrar su trofismo original y de nuevo volvía a alimentar al bosque de manera adecuada, no envenenándolo. Palmeó la espalda del gnomo en señal de felicitación y observó el bombear del órgano verde.

Posteriormente, el druida se asombró ante la aparición de aquella criatura, nacida de una gran gota del Corazón del Bosque. Perplejo la observó y trató de reanimarla, con cautela pero sin temor pues al parecer procedía del mismo Corazón y no debería ser algo enemigo. A priori.

Escuchó la voz de Neithos a su espalda y asintió, mas tomó la palabra.

- Cierto. Pero si no hacemos nada contra esos cultistas volverán a repetir sus corruptos actos. De alguna manera debemos detenerlos - comentó, recordando el origen de su misión y la necesidad del bosque.

Miré toda la escena con cierta admiración. La verdad, había sido un espectaculo digno de ser visto, aunque algo de comida para acompañarlo habría estado bien. Aunque que aquel ser cayera del corazón había sido una buena sorpresa final.Me acerqué a ella para comprobar mis sospechas: no sabía lo que era ni me importaba. Viendo la preocupación por la muchacha y si saber si era buena o mala, moví el hombro como si me preparará para llevar algo sobre el.

-Si eso no se mueve ya la llevo yo, pero movámonos. Si tengo que pelear contra esos cultistas prefiero hacerlo en campo abierto y no en un sitio tan asfixiante.