Partida Rol por web

<< ¿Por qué está él aquí?>>

Me quedo mirando el fuego durante un segundo.

<< Por suerte, viajo ligero, menos mal que no dejé mi equipaje en el barco.>>

Preocupado, miro hacia la dirección por donde él se fue.

<< Primero elfos conspirando con criaturas en la capital humana y ahora esto, no puede ser una coincidencia. >>

Con la intención de descubrir la verdad detrás todo, salgo corriendo hacia el castillo del Rey.

Al parecer el resto también iba a seguir mi mismo camino, y aunque me daba bastante igual lo que hiciesen me llamó mucho la atención lo que dijo la chica.

- Dale? - se me escapó. Prefería mantener un perfil bajo y hablar lo justo, pero ya no podía hacer nada para esconder mi curiosidad. - No se como se llama, pero lo que se es que mi maestra no sonreía mucho, aunque tampoco es que estuviese enfadada.

¿Podría ser que viésemos personas distintas? ¿Tenía mi maestra una doble vida? O igual era todo parte de algo más grande, o puede que simplemente no significase nada. En mi día a día siempre andaba haciendo experimentos y buscando respuestas, así que ahora mismo estaba algo inquieto con todo este asunto. Mis piernas querían correr, pero mi mente decía que tenía que examinar todo con calma.

Seguí al grupo sin saber exactamente por que, ya que el fuego estaba en el lado contrario.

-¿Qué hacemos siguiendo este camino? -Pregunte a la chica mientras bajaba la escalera torpemente.

-¿Acaso no queríamos salvar a toda la gente que pudiéramos?- Ademas quiero saber quien o quienes provocaron el fuego..

Bajándo rápidamente por las estrechas escaleras se pierde de vista rápido la luz del fuego y la Luna Creciente junto con sus estrellas proyectan una luz natural ténue que merma la visibilidad de Tachi, aunque el restro del grupo no parece tener mayor problema.

Las escaleras empiezan a hacer un pequeño camino sinuoso siguiendo la pared del barranco hasta terminar bruscamente en una pequeña plataforma a apenas unos metros del agua mostrando una abertura en la pared en forma de puerta. El interior de la cueva está completamente oscuro y lo unico que se escucha de dentro son sonidos de gotas cayendo sobre charcos, pasos de animales pequeños, probablemente ratas, y de fondo el sonido de las olas del mar chocando contra las rocas.

Cuando te acercas a la cueva a echar un vistazo escuchas una pequeña risa conocida y unos pasos apresurados que dejan un breve eco, aunque no puedes ver de quién son en la oscuridad de la cueva.

Cuando te acercas a la cueva a echar un vistazo escuchas una pequeña risa conocida y unos pasos apresurados que dejan un breve eco, aunque no puedes ver de quién son en la oscuridad de la cueva.

Cuando te acercas a la cueva a echar un vistazo escuchas una pequeña risa conocida y unos pasos apresurados que dejan un breve eco, aunque no puedes ver de quién son en la oscuridad de la cueva.

Cuando bajamos por las escaleras empiezo a notar como la oscuridad nos va envolviendo, aunque eso no es que me importe mucho, ya que no pierdo mucho campo de visión, por lo menos sabré si alguien o algo se acerca a mí.

Cuando llegamos a la parte inferior terminamos como en una especie de plataforma con una especie de puerta. Todo aquello no me daba muy buena espina, y menos en cuanto escuché una risa algo familiar. Me giré para ver si podía ver de dónde había salido, pero no pude ver nada.

Con un gesto rápido metí la mano en la bolsa de ingredientes y cogí una pequeña luciérnaga y tras unas palabras y movimientos de manos invoqué luz en una de mis dagas, con intención de ver mejor que era lo que pasaba alrededor. Por si fuera poco invoqué también unas luces danzantes que dispersé por la estancia para que se pudiese ver mejor en el lugar en el que estábamos sin tener que movernos del sitio. El efecto de estas duraba menos, pero el hecho de poder moverlas traía muchas facilidades.

- Veamos que es toda esta mierda – dije mientras pensaba que me estaban tomando el pelo y que la maestra no había tenido nada que ver con todo esto.

El sapo ha iluminado la zona para mi ¡Que buen amigo!

"Gracias, mi buen señor. Estoy viendo imagenes de mi amiga la bruja. Es una muchacha joven, de esta altura (1,55m.) y con el pelo azul. Creo que es Tiefling, aunque suele esconder sus cuernecitos bajo el pelo y el sombrero"
Entonces guarda la antorcha en el cinto. Si este buen hombre está con nosotros, quizá no haga falta.
Le sonrie. Le explica lo que sabe en realidad

"Pero lo cierto es que ella no está realmente aqui. Es cierto que he visto pasar por estos pasajes, invitandome a seguirla, pero eran imagenes. Ilusiones. Fijaos en que no hay huellas en el suelo, ni rastros, ni antes de que tu hicieses tu magia se vieron luces reflejadas al fondo de los pasillos"
"[b]Es una ilusión... y mi amiga Dale deberia de ser capaz de hacerlas. Es como si nos estuviera guiando. Pero no se hacia el qué."[b]

Nadie respondió a su pregunta. Por un instante estuvo a punto de dar media vuelta y marchar hacia el puerto, donde se originó el incendio, entonces algunos comenzaron a descender las escaleras. Aquello no tenía lógica ni sentido alguno, así que arrastrado por la intuición y la curiosidad quiso saber, aunque solo fuera un instante, a donde conducían esas escaleras y por qué esas personas y algún que otro animal decidían marchar por ese camino en concreto que parecía conducir a ninguna parte.

Llegaron a una plataforma que iluminó la rana parlante y el joven agradeció, pues no veía gran cosa. El agua amenazaba con subir e inundar el lugar pronto y solo había una entrada pequeña y oscura, aportando mayor misterio e ilógica a la intención de saber qué era el incendio y cómo poder ayudar.

Entonces Tachi habló sobre una pequeña bruja y su naturaleza.

- ¿Vestida de azul dices? ¿Bajita, con el pelo también azul y un gorro de cucurucho achatado? Me la crucé cuando entraba en la posada. Salía de allí corriendo. Yo diría que huyendo - admitió -. ¿Y dices que era una ilusión y ha huido hasta... aquí? - preguntó incrédulo.

Tachi asiente

"Exacto. La conocí hace años en mi tierra natal, Riverdale. Y nos encontramos aquí, en la posada. Seguramente os cruzasteis."
"Pero con todo, parece que  no soy la única que ve "Cosas"... ¿Verdad? " dice ahora mirando en dirección al grupo, sin revelar los secretos de los demás.

Con todo, despliega una pértiga de 10 pies, la ensambla, y empieza a asegurar el camino por delante de los demás.

"Si hay una trampa o algo, dejádmelo a mi ¿Vale? (Así no nos jugamos a nadie importante("

Miré con  condescendencia al grupo. ¿Estabamos siguiendo ilusiones? ¿Enserio?  Era interesante ver como seguían a algo que sabían que no estaba ahí, que podía ser una trampa como moscas a la luz. Y yo aun mas idiota por seguirlos y no irme a prepararme una barbacoa aprovechando el fuego.

Callé y simplemente seguí caminando, esperando que algo los matara y pudiera darles un verdadero uso a esos tipos a los que, por alguna extraña razón veía lógico seguir.

Cuando Tachi se detiene y saca la pertiga, Neithos rapidamente conjura un hechizo de detección. - Quizas cada uno hemos visto una cosa diferente, o la misma, dice pausadamente.

- Pero yo no voy a perder la oportunidad, si es la realidad avancemos y si es una gran ilusión, alguien nos está guiando por este camino para algo. Y no está escatimando recursos magicos. Algo importante esta en esa dirección, señala a la oscuridad que la luz del Tome va disipando mientas avanzan

Cuando la luz empieza a iluminar el túnel una enorme bandada de murciélagos sale volando por la puerta, golpeando fieramente a Tome y a Tachi que están en la entrada y obligándoos a cubriros y agacharos para que no os echen de la plataforma. Cuando por fín cesan de salir y podéis levantaros desde el final del túnel donde hace una curva y la luz ya no sirve por mucho que ilumine se escuchan unos pasos apresurados y unos murmuros.

Sin pensároslo dos veces entráis al túnel con tachi y su pértiga en la cabeza preparada para hacer saltar cualquier trampa. A medio pasillo, cuando ya empieza a poder discernirse algo más de la curva que forma la cueva, los pasos apresurados se escuchan más fuertes y cercanos hasta que se paran en seco y una voz grave hace eco en voz alto justo antes de que aparezcan delante vuestro a unos pasos tres esqueletos armados con una espada y nada mas. Los esqueletos se toman un momento en terminar de ser conjurados antes de cargar contra vosotros.

"Cht"

  
  
Tachi suelta la pértiga y desenfunda. Sabe que contra un esqueleto una katana no hace mucho daño (¡Se ha dejado el Tetsubo! ¡Maaaal!)

Y aun así, se prepara para lo que sea que tenga que venir.

"Lista si vosotros lo estais" dice ahora Katana en mano.

Aquel sitio le recordó a ciertas cuevas y cavernas en las faldas de las montañas de Septemtrión, por tanto no le resultó especialmente incómodo. Además, con la luz otorgada por el sapo se podía ver de manera decente, haciendo difícil el tropiezo si, además, el suelo era regular.

Caminaron un largo trecho a ninguna parte y el joven se preguntó a donde demonios iban mientras encima de ellos la ciudad ardía. También se preguntó cómo este acceso estaba al alcance de cualquiera. Y finalmente se preguntó qué demonios hacían varios esqueletos frente a ellos.

Lo que no se preguntó es qué había que hacer ante ellos, pues eso lo tenía muy claro: prepararse para combatir... Pero que primero actúe el resto.

Maldicion, esqueletos, pensó Neithos mientras agarraba el baston con firmeza. Nada util salvo el acido, se dijo a si mismo mientras se ponia en guardia.

- Rapido, alguien los ha dejado aqui para entorpecernos

Esqueletos, y los ha invocado alguien. Si pensaban que unos meros esqueletos iban a pararme estaban muy equivocados, además, si conseguíamos reducir rápido su número podría probar un pequeño truco para hacer la batalla fácil.

Aunque por lo que parecía, los demás que venían conmigo no estaban tan predispuestos a la batalla y seguramente tendría que actuar yo antes. La duda no sirve de nada si luchas contra no muertos.

Sales corriendo hacia el castillo atravesando edificios por calles estrechas y avanzando entre la alborotada multitud, hasta llegar a un grupo de casas que desemboca en el amplio cráter ahora anegado por el mar. Enfrente tuyo se alza un castillo, pequeño en comparación con el antiguo y esplendoroso castillo de Rondar pero lo suficiente como para que se note que es el edificio donde el Rey de Rondar reside actualmente.

A nado es imposible pasar así que buscas la mejor manera de cruzar. A tu izquierda ves un puente que lleva directo a las puertas del casillo, aunque está hasta arriba de soldados y no sería tarea facil atravesarlo. Miras a tu derecha y no parece haber ninguna mejor manera de cruzar.