Partida Rol por web

 siempre d20

 Crystal comenzó a correr, pero la herida del hombro no le ayudaba nada. Intentó placar a uno de los zombies, pero resultó ser más fuerte que ella y ni se inmutó cuando ella le dio con todas sus ganas para derribarlo. Crystal cayó al suelo sentada y tres zombies se le avalanzaron para comérsela. No tenía mucha oportunidad de salir viva de esos tres zombies, pero quizás con una suerte divina saliera de esa situación.

Raxoi en cambio, logró llegar hasta un coche con la puerta abierta, y entró, con un grupo de zombies alrededor. Cerró fuertemente la puerta y solo podía ver en todos los cristales manos, caras, ojos. Era una masa putrefacta que hacía que le diera mucho asco y miedo.

Intento empujar a uno de los zombies para que no ataque a Crystal pero, por alguna extraña razón, pasa completamente de mi.

Asique decido correr hacia el coche asustada, viendo los terribles monstruos que me acechan.

Yo esperaba morir en el aire, no en la tierra, pensó mientras veía a sus tres verdugos acercarse lenta e inexorablemente. Observó por un fugaz instante a la niña refugiarse.

Al menos ella esta a salvo por ahora.

-¡JODEEEEEEEEEEEEEER! -gritó de repente, furiosa mientras se arrastra hacia atras un poco y apoyando el cañón del arma en el suelo para usarlo a modo de soporte para levantarse con la rapidéz de una centella usando la energía surgida de la desesperación.

-¡¡No puedo morir aqui!! -continuó con aquella rabieta- ¡¡Ni siquiera llegué a tener un avión propio, ni a casarme!! ¡¡¡Carajo!!! -La ultima palabra la terminó con un golpe en la cabeza al cadaver mas cercano. Sabía que probablemente no le había afectado en nada, pero al menos lo relentizó un tanto suficiente como para ponerse a salvo de su alcanze. Y no tenía intención de esperar ni a este ni a sus colegas. Salió corriendo mientras intentaba hacer algo de presión en el hombro del brazo inútil, aunque con el arma en mano le era poco eficiente. Tenía que refugiarse en algún sitio y pensar rapidamente una forma de sacar a Natalia de allí.

Entre las cabezas de los vampirocosas, miro como Crystal consigue escabullirse y escapar. Se refugia en una de las casas cercanas. Me siento mucho más tranquila. Me regugio en el suelo del coche y espero allí a que me venga a rescatar.

«Porque Crystal es inmortal. Seguro que es mágica, como Harry Potter, o... o... muy poderosa, como Son-Goku. O todo a la vez. Pero siempre se escapa y me ayuda. Crystal es como un ángel de la guardia, pero de verdad. No como esos cuentos que decía papá que les contaban en las Iglesias a los cristianos eses»

Master, yo estoy en un coche, agazapada.

 La calle es una avenida larga, donde no se ve el fin. Está rodeada en ambos lados por casas, algunas abiertas con restos de sangre y otras cerrada o atascadas. Los Zombies deambulan en pequeños grupos de 5 o 6, por lo que es relativamente facil moverse entre ellos sin entrar en ningún grupo. Alrededor teneis muchisimos zombies, llegan incluso a un centenar, pero se mueven muy lejos y son fácilmente sorteables. En una intersección pone un cartel de localización donde está escrito con una flecha hacia la derecha de la intersección: "Aeropuerto". 

Es de noche y hace bastante frío. Raxoi tose... 

La humedad del suelo os cala hasta la barriga, desde los pies. El interminable susurro de los zombies os colapsan el cerebro.

Aereopuerto...¡aviones! tiene que haber una avioneta que pueda maniobrar ahí.

Se giró, una vez mas o menos alejada de cualquier cadaver ambulante que pudiera intentar comersela y lo mejor que pudo (ignorando el lacerante dolor del hombro) apuntó con el arma. Total ya le habían escuchado y ya venían hacia ahí, así que hacer mas ruido no iba a hacer que fueran mas rápido (o eso quería creer).

De todas formas, no tenía muchas mas opciones.

-Natalia, agachate lo mas que puedas y cubrete. Voy a intentar despejar la puerta del auto, cuando te diga, ¡abrela y corre!

Estoy agachadita ocultándome de las vampirocosas. Pero ellas saben que estoy ahí. Siempre lo saben. Y yo las odio más por ellos, así no hay forma de esconderse. Antes pensaba que era por la colonia de los Pitufos y dejé de usarla. Pero es mentira, me encuentran igual.

Me encojo un poquito más y pienso en taparme los oídos para no escuchar sus gruñidos. Pero entonces escucho a Crystal que viene a salvarme una vez más.

—¡Claro Crystal, estaré lista!— grito mientras me incorporo.