Partida Rol por web

El Princesa Muerta llegó a Aragosta como de costumbre, bordeando la cala para entrar en el puerto entre los dos fuertes, uno de los cuales seguía sin estar operativo. En la isla todo seguía normal, era como si todo lo que habian pasado no hubiera ocurrido y no fue hasta que amarraron que Ivan no bajó a despertar a Flora y a Alonso.

-No es el Fin del Mundo, pero ya hemos llegado a casa.

El capitán estuvo esperandoles en la pasarela que unía el barco con el muelle.

-Tomaos el descanso que queráis, cuando queráis hablar o informarme, estaré en el Cubo de Sangre, preguntad por mi y despertarme si hace falta, ¿de acuerdo? -guiñó el ojo a ambos- buen trabajo, chicos.

Cogieron sus cosas y se fueron hacia la casa de María, donde fueron recibidos con un buen abrazo y el caos de las niñas alrededor de ellos reclamando la atención. Alonso se subió una a los hombros y cogió otra en brazos mientras que otra tiraba de sus pantalones y las otras reclamaban la atención de Flora.

-¿Que tal salió todo? Espero que no pasara nada malo -María abrazaba a cada uno y luego hacía un exámen en busca de cicatrices visibles y recientes. Cuando quedó satisfecha, se separó y sonrió- ¿queréis comer algo? Tenéis que contarme que tal todo.

No quería levantarse, sobre todo porque el cuerpo le dolía infernalmente (realmente había acabado hecha polvo y no se había enterado) y salir de la hamaca era una trampa mortal... que acabó superando tras muchas dificultades como si se hubiese dejado toda la gracilidad en la isla.

-... Bueeeeno. Ya cambiará de opinión,capitán, pero de momento lo de buen trabajo nos lo quedamos-cogió sus cosas y cargó con ellas hasta el hogar de Alonso y de su familia.

-Hemos vuelto-avisó aunque no hacía falta. Un montón de piececitos pisaron el suelo en una carrera de bienvenida mientras la matriarca castellana les examinaba sin mostrar misericordia-María,esta vez no nos hemos metido en ĺios-protestó sin fuerza mientras entraba del todo en el hogar.

Dejó su equipaje y caminó por la casa con una de las sobrinas de Alonso subida en sus pies y agarrada a sus manos como una muñeca.

-Fruta.. por favor- se sentó con una mueca y en seguida se vio rodeada por niñas preguntonas e inquietas como si fuese un filete caído delante de una manada de lobos hambrientos-vale, rato de historias-ya le harían la traducción después aunque María era lo suficientemente lista como para comprender lo que había pasado.

-Ibamos disfrazados a vencer a unos reyes malvados que venían de un país de monstruos y querían que sus monstruos se esparcieran por el mundo. ¡Que se nos comiesen a todos con ropa y las caras sucias!-molestó a una de las pequeñas haciéndole cosquillas- así que yo me disfracé de princesa y Alonso de caballero. Viajamos lejos, muy lejos, donde había nieve y los copos son gigantescos. Allí vimos a los reyes malvados que iban a una fiesta y nosotros teníamos que impedir que soltaran sus monstruos. Había mucha gente, cazadores de piratas, soldados estrictos que parecían hechos de plomo, pájaros viejos que reían y cuchicheaban y un viejo zorro. Me despisté cuando un soldado de plomo quiso que bailase y entonces  ¡La reina malvada secuestró a Alonso! Le hechizó y los dos flotaron dando vueltas y vueltas y vueltas-se detuvo y pestañeó con una sonrisa débil-la reina malvada quería un caballero invencible a quien incluso los soldados de plomo temían así que quería llevarse a Alonso al país de los monstruos. ¿Y sabéis qué pasó? Que me puse muy triste porque él estaba hechizado y flotaba con la reina y no volvería con nosotras... y después de estar triste me enfadé y rompí el hechizo de la reina malvada con la ayuda del viejo zorro y del soldado de plomo,que no quería que me enfadase más. Así fue como la princesa salvó a su salvador y quedó en paz con la deuda que había contraído al ser salvada-dejó que las niñas se alborotasen un poco-y después les robé el dinero y hundimos el barco de los monstruos para asegurarnos que no iban a soltarlos al llegar a tierra...aunque esos fueron unos duendes amigos,nosotros solo vigilamos que al final todo saliese bien para irnos pronto de ese lugar frío y volver con vosotras-aplaudió a las niñas mientras montaban de nuevo jaleo y se comió una manzana que María había dejado caer sobre su regazo. No iba a perder el tiempo en pelarla o trocearla después de la necesidad de azúcar que tenía encima.

-¡Le hechizó para que bailara bien! -gritó una de las niñas- no bailaría bien con alguien que no quisiera, ¿verdad? -la niña lanzó una mirada a Alonso, que sonrió divertido.

-Claro, yo no quería estar ahí, pero había fuerzas que hacían que no pudiera decir que no porque podría haber desatado una tormenta sobre nosotros.

-Ya lo sabía, menos mal que Flora estaba ahí para salvarte -dijo la misma pequeña mientras miraba a la joven vodaccia con auténtica fascinación- eres una heroína.

-¡No te pongas triste! -dijo otra- Alonso siempre volverá con nosotras, es una promesa de verdad y de las buenas -sentenció.

-Sí, además, no creo que hiciera algo que te pudiera entristecer -en ese momento Carmen entró en la habitación y dio un beso en la coronilla a Alonso antes de hacer lo mismo con Flora- ¿veis niñas? Nunca subestiméis el poder de una mujer cabreada, Flora consiguió liberar a Alonso y hundieron un barco de monstruos, todo perfecto.

-¿Y como eran de grandes los copos de nieve? -preguntó otra de las pequeñas.

-Grandes como fortalezas -contestó Alonso, provocando la risa de las niñas y que María y Carmen giraran la cabeza con brusquedad para mirarle con los ojos como platos- y en una isla llena de soldados de plomo, pero Flora sabe como manejarse muy bien en esos ambientes y supo moverse como un pez en medio de una tormenta para conseguir sacarnos de allí completamente ilesos.

María estaba preparando algo de fruta en general y la ponía en unos cuencos que dejaba delante de los dos recién llegados. Pareció estar a punto de quiarle la manzana a Flora para pelarla y trocearla ella, pero simplemente la ofreció el cuchillo para que pudiera hacerlo ella misma mientras sonreía ligeramente.

-¿Y que tal las cosas por aquí? -preguntó Alonso mientras se llevaba un trozo de fruta a la boca.

-Como siempre, sin novedades de ningún tipo. Mucho jaleo en la ciudad por la noche y muchos animales por los bosques como de costumbre, nada más.

-Sí,con la mala leche suficiente se puede conseguir casi todo-bromeó mirando a Carmen con cierto escepticismo, hizo hueco a una de las niñas para que se sentara al lado y rumió su manzana-ser una princesa de verdad tiene sus ventajas aunque ayuda más tener a un caballero al que todo el mundo tiene miedo. Quita muchos problemas de encima-apreció la alarma de la hermana y la madre así que Flora levantó una mano para que le hiciesen caso las niñas-¿Sabéis qué nos falta?Coronas de flores y hierba, todo el mundo a practicar cómo hacerlo para cuando nos vayamos de paseo ¡vamos!-miró a Carmen y a María-¿animales peligrosos o animales que tienen hambre y vienen a curiosear si hay sobras accesibles?

María no pudo evitar una sonrisa ligera ante el comentario, pero se recompuso rápidamente y se puso en pie de nuevo, alisándose el delantal.

-Animalillos heridos que necesitan un cuidado momentáneo, nada más -inspiró profundamente y azuzó a las niñas- vamos, ir a por lo que os pide Flora.

Las niñas, revolucionadas, salieron fuera de la casa y empezaron a coger flores y hierba que crecía cerca, mientras tanto Carmen y María se habían quedado dentro algo intranquilas.

-¿Por qué no nos dijisteis a donde ibais? -preguntó Carmen.

-Porque no lo sabíamos. Créeme que llego a saber que nos iban a llevar a la sombra del Copo de Nieve y no habríamos ido ni de coña, ni el capitán nos habría dejado. Fue una circunstancia muy mala a la que hicimos frente con éxito, más o menos -sonrió ligeramente y se estiró con pereza- voy a echar una mano a las pequeñas.

-Voy contigo -dijo Carmen, y ambos salieron incordiándose como solo dos hermanos podían hacerlo, momento en que María aprovechó para acercarse a Flora.

-¿De verdad hundisteis un barco de monstruos? ¿Qué tipo de monstruos eran? -parecía bastante preocupada- ¿tú has estado bien?.

-Os preocupáis demasiado-suspiró Flora- había una pareja de eissenos que pretendían comerciar con monstruos de su tierra. Eso le dijo la mujer a tu hijo mientras bailaban... yo solo me ocupé de reclamar el pago por uso indebido de mi servicio sin permiso y les dejé sin el dinero del que disponían-sacudió la cabeza-no los llegamos a ver y casi fue suerte el que el barco se hundiese. En realidad el objetivo era otro con aceite de ballena, los eissenos estaban más preocupados por ahorrar en costes que en los peligros de navegar junto a un barco lleno de aceite y los demás hicieron su trabajo cuando incendiaron el barco.-reclinó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos-no sé hasta que punto resultará pero más o menos acordé con un capitán ussuro que atacaría los barcos de esa pareja y sacaría beneficios así que al menos el transporte de criaturas estará relativamente frenado-miró a María y sonrió-tu hijo me ha dado más problemas que la CCA y sus invitados,créeme. Culpa mía,no le regañes, soy aun demasiado ingenua... ¿así que animales heridos? ¿Se ha vuelto a arriesgar demasiado? En cuanto descanse puedo buscar a Weshen y acelerar lo de la casita de la bruja,María-con el corazón de la manzana en las manos se incorporó y buscó donde tirarlo-la indemnización de los eissenos fueron 150 reales de oro, por si puedo ayudar con gastos.

-Me gusta como suena eso de "uso indebido de mi servicio" -repitió la mujer mientras sonreía- y me alegro de que estuvieras con él. Es un hombre, y castellano, no es que tenga la sangre caliente es que es visceral y hay veces que actúa antes de pensar, no, con las mujeres no, con otros hombres. El Orgullo Castellano, y temo que un día sea la causa de su muerte -la mujer suspiró antes de cambiar de tema.

-Un trato de humo con un capitán ussuro para que hunda los barcos de los eissenos -apoyó una mano en la mejilla de Flora- en tu tierra no sabían lo que se perdían ocultándote bajo un velo. Imagínate si te hubieran instado a ser mejor en las intrigas en lugar de apartarte, ahora mismo serías una reina como poco. Si hubieras nacido en Castilla serías la reina, sin duda alguna -la mujer sonrió como si fuera una hija suya la que hubiera mostrado grandes dotes y habilidades en ese momento.

-Bueno, en realidad no estaba herido. Venía a saber como estabas, pues no pudo pasarse antes y no sabía que te ibas, así que le expliqué un poco la situación y el lo entendió, estaba algo preocupado. ¿Es verdad que te enfrentaste a seguidores del Diablo? Eso puede ser malo y atraer sobre ti una atención que no deseas, al menos no hubo testigos vivos a parte de vosotros dos, ¿me equivoco?.

Empezó a recoger algunas cosas de la casa como si hubiera terminado de hablar y en ese momento se paró y pareció atar cabos.

-¿Por qué decías que eres demasiado ingenua? ¿Ha pasado algo con Alonso? Sabes que puedo ayudar y nunca voy a obligarte a nada, solo un punto de vista externo que siempre puede ayudar, si no -sonrió- siempre puedes preguntar a otros para que te ayuden. Hay muchas veces que se necesita una tercera opinión para salir de un callejón sin salida.

-Siendo sincera lo único que he visto visceral en Alonso fue retar a duelo a mi prometido y ni siquiera sé si eso cuenta-suspiró-se portó él mejor que yo pero sí que debo tener algo de reina y me consintieron bastantes salidas de tono...

-Perdona, ¿a quiénes?-frunció el ceño confusa-ya veo... no sé qué te contó él pero la historia fue que me despisté paseando y me los encontré,ellos querían violarme y yo no estaba por la labor así que... puede que sí me enfrentara a cuatro pero si Klauss no hubiese estado por ahí cerca en vez de desmayada por la impresión me habríais encontrado muerta en un callejón. O quizá ni eso-torció los labios-puede que se escapase uno antes de que él se dejase ver. Sí que es peligroso-había pensado que eran cuatro maleantes y ya está pero lo que había dicho María lo cambiaba todo-iré a hablar con Weshen ahora-decidió-siento todo eso. Si lo hubiera sabido quizá me habría asustado y habría salido corriendo en vez de liarla...

Se puso en pie y ayudó a recoger lo que había quedado de por medio de la fruta que no se habia aprovechado aún.

-No, no,María. El problema es ser una mujer que no ha tratado con ningún hombre y su única visión del mundo parte de libros de fantasía.-sonrio avergonzada-y tu hijo tiene mucho carisma y no piensa mucho en el efecto que causa así que puede que me confundiese un poco. Pero ya está. No hay que preocuparse por ello, solo tengo que tenerlo un poco más presente para no dejar que se tuerzan las cosas. Voy a bajar al pueblo, ¿necesitas que suba algo?

-No es lo mismo que tengan un don del Diablo a que trabajen para él, pero no te tienes que preocupar. En esta isla están mal vistos por lo que son ellos los que deben andarse con cuidado porque si alguien los ve es bastante posible que los maten -sonrió ligeramente- no te preocupes por mí, pero intenta no darnos sustos así, se que es inevitable, pero ya sabes.

María miró a Flora con ternura y la dio un abrazo cuando habló de su experiencia en el mundo.

-Pequeña, todas pasamos por lo que estás pasando tú, antes o después, y respecto al carisma de Alonso, bueno, él sabe muy bien con quien debe usarlo, aunque qué voy a saber yo que soy su madre. Esas cosas pregúntaselas a alguno con dos dedos de frente de la tripulación, como Solon, el cocinero o Gudrid, son los que más le conocen y saben como es, no como cuentan que sea para la imagen pública -sonrió divertida- ¿o acaso crees que eres la única que tiene una cara para los cercanos y otra para los demás? -negó con la cabeza- no, solo quiero que volvais y durmais bien en casa.

Flora salió al pueblo a ver a Weshen y Alonso hizo amago de ir con ella. No sabía si acompañarla o dejarla espacio después de tantos días y dudó tanto que al final era tarde para unirse a la joven vodaccia en su camino a la tienda de Weshen. 

La vida del pueblo era como de costumbre y tuvo que pasar un poco por esas casas apiladas hasta llegar a su destino, donde dos de los ayudantes estaban trabajando en distintos tatuajes y Weshen estaba fumando en una larga y estrecha pipa en su zona particular.

-Mira lo que me ha traido la marea -dijo mientras se quitaba la pipa de la boca- ¿que tal te encuentras? ¿Estás bien o necesitas algo? Sabes que puedo ayudarte en lo que sea, ¿verdad?.

Negó con la cabeza rechazando de plano la proposición de María sobre curiosear entre la tripulación. Ya había hecho bastante el ridículo y prefería mantener a los demás fuera de esos temas, principalmente porque no estaba preparada para soportar las gracias no maliciosas sobre el tema que harian desde que se enteraran hasta que Flora muriese pero también en parte porque no preguntar sería lo mismo que guardar algún tipo de esperanza que no estaba segura de querer albergar.

-Para Alonso soy como una hermana. No es necesario indagar mucho más. Volveré en cuanto pueda, seguramente consciente.

Salió del hogar de María despidiéndose en voz alta y al cruzarse con Carmen y Alonso explicó vagamente que iba a ver a Weshen al pueblo y que volvería. Hubo una especie de titubeo incómodo, por un momento pareció que Flora estaba a punto de proponer a Alonso si quería bajar con ella (pero debía dejarle disfrutar de su familia, ya había pasado un mal trago por acabar junto al Copo de Nieve y lo que le iba a contar a Weshen no era de la incumbencia del castellano)y Alonso por su parte pareció dudar clavado en el sitio sobre si ir con ella o quedarse con su hermana y sus sobrinas.

Al final la distancia física ganó y Flora caminó sola por las calles del pueblo con aire meditabundo hasta que llegó al local de tatuajes de Weshen.

-No me dio tiempo a volver para darte las gracias antes de irme y como he vuelto de una pieza... aquí estoy-saludó separando los brazos del cuerpo y dejándolos caer dándose en las caderas antes de acortar el espacio entre ambas y abrazar a la rahurí- gracias por avisar al castellano. ¿Te contó Klauss qué pasó? Por lo visto a María sí se lo contó y ella me ha contado el tipo de hombres que me atacaron-suspiró-así que me siento un poco presionada para empezar el pequeño proyecto. He ganado unas cuantas monedas en este viaje, ¿cuándo quieres que empecemos? No sé cuándo volveré a zarpar así que todo lo que haga hoy es algo que ya estará hecho mañana.-se apoyó en una viga de madera-¿y tú qué? ¿qué tal estos días que no he estado en la isla?

-Sí, me contó que seguía a unos que habían hecho un trato con Él y que te encontró en medio de todo eso -Weshen se había dejado abrazar y se llevaba la pipa a la boca al terminar cada frase- bueno, el hecho de que no vieran a Klauss les hará pensar que fuiste tú, así que no esperaría ningún tipo de represalias contra ti, simplemente contarán alguna historia sobre ti. Empieza a construir en base a eso.

La mujer caminó por la habitación y sacó una pequeña moneda de color oscuro y muy oxidada que puso sobre una de las mesas. Murmuró unas palabras y la moneda pareció zumbar un poco.

-Podemos empezar cuando quieras, pero las prisas son malas. Ellos -dijo refiriéndose a aquellos que hablaban con ella y le habían contado mucho sobre Flora- piden paciencia. Recomiendan ir despacio, sí, empezar cuanto antes, pero es mejor ser un leño que tarda en arder y da calor durante una noche a ser una mecha que arde rápido y ya nadie se acuerda. ¿Sabes más o menos por donde quieres poner tú casa?. La zona tiene que ser buena para que la gente se crea las historias que quieres contar.

La moneda volvió a zumbar varias veces.

-No recomienda que sea muy ostentosa, cuanto más humilde, al menos la parte que se vea y que sea pública, mejor. Al fin y al cabo hay que tener un buen sitio para descansar, aunque sea algo que pueda fastidiar un poco el ambiente.

-Nada de prisas...-le resultaba un poco perturbador que una moneda vieja le cuchichease cómo debían proceder pero desviaba la atención del construir una historia sobre sí misma (de alguna forma consideraba que Weshen se reiría de lo de la Princesa Muerta como si hubiese sido una inmadurez y no una idea relativamente pasable).

-Iremos al ritmo que haga falta para que esté bien hecho... pensaba en hacer la cabaña en el claro cerca del río del que hablamos en su momento, está lo suficientemente apartado del pueblo y de las zonas que se frecuentan. Tenía en mente que no fuese  grande, algo sencillo y que esté bien, eh, integrado en el entorno. Que no perturbe demasiado la naturaleza a su alrededor... para dormir yo y tener un poco de sitio me sobra, y a María le vendrá bien tener un sitio donde encontrarse con Klauss sin que su hijo ponga el grito en el cielo. ¿Estoy siendo demasiado fantasiosa,Weshen?

-¿Estás siendo demasiado fantasiosa en un mundo en el que hay magia, monstruos, demonios y héroes? No creo. Si dijeras que lo vas a hacer ya y mañana estaría todo hecho, sí seria fantasía, pero si trabajas duro y tienes paciencia todo se puede conseguir.

La moneda vibró una vez más y Weshen frunció el ceño. Seguía vibrando y parecia que no le gustaba lo que escuchaba.

-Lo que tu digas -sentenció mirando a la moneda- dice que todo lo que piensas es plausible y es una buena forma de manipular las supersticiones de la gente, pero poco a poco. Una semilla aquí y otra allá, regarlas, cuidarlas y que crezcan como deben. 

Pareció sopesar bien la situación de la casita, como si quisiera encontrar algún punto flojo en el plan, algo que pudiera salir mal desde el minuto uno.

-El problema puede ser que te comparen con el Diablo, así que deberías de intentar ganarte a algunos capitanes o incluso a la reina Bonaventura. Ayúdales con tus dones, que vean que quieres ayudar a Aragosta y ellos te dejarán tranquila y te pedirán consejo.

Se rascó la cabezs un momento.

-Lo primero será encontrar la situación y ver que nos ofrecen para hacer eso, ya que nosotras solas no  podremos hacerlo. Vamos, enséñame donde quieres ponerla.

-Si te preocupas tanto te saldrán arrugas-bromeó la vodaccia-no es algo que necesite para ayer o estoy en la calle. Tengo un techo bajo el que de momento soy bien recibida... y el resto iremos paso a paso,me quedaré pendiente de las oportunidades para aprovecharlas y que los chismes hagan su trabajo-palmeó la mano de Weshen como si así pudiese quitarle todo lo que le preocupaba de ello-Pero para un poco, hoy estoy un poco... inestable aún. No es fácil bailar el agua a la CCA estando a la sombra del Copo de Nieve y salir con el aliento suficiente para contarlo. Podemos ir mañana al claro, si no tienes ningún trabajo aquí dentro. Ya te dije que me pasaba a daros las gracias por lo que habíais hecho por mí

-Yo no me preocupo, no suelo hacerlo -mintió obviamente mientras golpeaba con la pipa sobre un cenicero vaciándola- de acuerdo, tampoco tengo nada que hacer el día de hoy, pero te dejaré descansar. Ven a buscarme mañana y vemos la zona. Ten cuidado y no te pierdas por callejones desconocido -Weshen se acercó a Flora y la dio un abrazo- y es normal que estés inestable. Bailar el agua a esos monstruos con el peligro que conlleva tiene que ser agotador, ve y descansa.

Cuando volvió a la casa de María, pudo ver a Carmen jugando con las niñas fuera y sonrió a Flora.

-Alonso ha caído inconsciente en su cama, si necesitas algo, lo que sea, puedes decirlo o cogerlo si sabes donde está -las niñas revolotearon alrededor de Flora un momento- dejadla descansar, que ya estarán aquí más tiempo y han tenido un viaje muy largo -instó la mujer a las pequeñas que parecieron calmarse un poco.

Al subir al piso de arriba, Flora pudo escuchar los ronquidos de Alonso antes de verle, que estaba con la puerta abierta, tumbado bocabajo sobre la cama con una bota quitada y la otra a medias, sin camisa y con los pantalones puestos. Parecía que alguien lo había noqueado mientras se quitaba la ropa.

A la mañana siguiente, el jaleo de las pequeñas fue lo que despertó a Flora, además de los gritos susurrados de Carmen y María para que se calmaran. Alonso seguía durmiendo y no fue hasta que María subió con algo de desayuno para dejarles en las habitaciones cuando el castellano se despertó ligeramente sobresaltado.

-Qué... oh, gracias -dijo con voz somnolienta desde su habitación- ¿cuanto llevo durmiendo? -la última sílaba se alargó con un bostezo.

Tras despedirse de Weshen con un abrazo hizo caso a sus consejos y volvió a casa de María remoloneando lo justo de las cosas pequeñas como poder coger aire y moverse ligera como un pajarillo en vez de ir rígida y tensa, pendiente de cada gesto que pudiera escapársele en pleno ataque de paranoia.

-Tampoco he estado tanto tiempo fuera-saludó a las niñas y atendió a las palabras de las castellanas-¿Hay una jarra de sobra? Creo que me voy a dejar agua cerca... solo por si acaso-dicho y hecho, tenía entre las manos una jarra y un vasito metálico y pequeño y con ello subió los escalones para ir a su cuarto. Primero abrió la ventana y dejó el agua en la mesita desplazando el libro que había dejado atrás.

-Por el amor de los dioses, Alonso... no le estropees las sábanas a tu madre-murmuró saliendo al pasillo para ir al cuarto de Alonso. Tiró de la bota que aún no se había quitado y la dejó caer al suelo con un ruido sordo aunque eso al hombre no le perturbó el descanso lo más mínimo, con la sensación de haber aportado un poco de bien al mundo volvió al cuarto y buscó la combinación que le servía de camisón en la isla.

Lo siguiente de lo que fue consciente fue el jolgorio de las niñas por la casa y bisbiseos casi gritados. Por un momento se sintió confusa, ¿había caído inconsciente como él?  Miró a su alrededor,la cama estaba desecha porque en algún momento de la madrugada su cuerpo se había movido en busca del calor de la ropa de cama. Sí que había caído inconsciente.

Se levantó lo suficiente como para quedarse sentada en la cama mientras Alonso hablaba. Se frotó los ojos y gruñó cansada debatiéndose entre si moverse o esperar a María. Al final se decidió por no hacerle la puñeta a la señora y se levantó caminando torpemente hasta la habitación.

-Ndisss-abrazó a María y cogió su bandeja-notemolestesyahashechomucho.- se sentó al borde de la cama de Alonso con la bandeja en los muslos-Casi una semana-le dijo a modo de respuesta sobre cuánto llevaba dormido.

Alonso solo gruñó y balbuceó algo inteligible cuando Flora tiró de la bota y la dejó caer. Encogió las piernas poniéndose de costado, pero no se despertó ni alteró lo más mínimo, pero no hizo nada más.

-Buenos días, querida, ¿has dormido bien? -preguntó María mientras ofrecía unas pocas piezas de fruta y un poco de pescado asado. Soltó una risita cuando contestó lo de casi una semana y Alonso frunció el ceño.

-No creo, al segundo día mi hermana se me habría tirado encima solo por joder -la colleja de María voló rápida y golpeó al castellano.

-Esa boca, que en esta casa hay muchos niños pequeños -espetó la mujer mientras le señalaba con un dedo- vale, de momento espero que no tengáis ningún plan fuera de la isla porque tenéis que descansar y mucho, así que nada de tonterías, ¿hm?.

María se fue y Alonso se sentó junto a Flora, cogiendo una de las piezas de fruta y llevándosela a la boca.

-¿Tienes algo pensado para hoy? -preguntó llevándose el trozo mordido a uno de los carrillos- estaba pensando en ir al manantial por la tarde.

-De maravilla,María-respondió solícita e incluso se hizo a un lado previendo el collejón correctivo que Alonso iba a recibir y, por supuesto,que recibió. Estaba regodeándose en un trozo de lo que parecía bizcocho casero cuando ambos se quedaron solos.

-Solo tengo en mente ir con Weshen isla adentro, hay un claro donde podría hacer mi cabaña si los... ¿ancestros? Bueno, con quien habla ella dan el visto bueno-miró a Alonso con un bien trozo de bizcocho acumulado en el carrillo.-Aunque no sé si debería ir a buscarla ahora que aun es pronto o esperar a la tarde. 

-Aun no sé qué te dijo Weshen cuando vino a buscarte esa noche. Cuando tuviste que ir  por mí.

-Que habías tenido un problema viniendo desde la zona de casuchas, que habrías ido a verla cuando te metiste en problemas. Parece que te defendiste bien, pero después te desmayaste. ¿Te impresionó lo que hiciste o simplemente te superó la situación al estar en ella? -inspiró profundamente- pocas veces la gente sabe que no se parece en nada lo que piensas a estar en medio de un combate por tu vida, ahí pocas veces la mente funciona como debe y son tus instintos los que toman el control, y normalmente son dos opciones, huir o luchar.

Clavó la mirada en los ojos de Flora un momento.

-Si no me hubiera asegurado que estaban los otros muertos habría salido a buscarles y a colgar sus cabezas de la borda del Princesa Muerta para que sepan lo que ocurre si alguien se mete contigo -apretó ligeramente los dientes mientras inspiraba profundamente, como si quisiera tranquilizarse.

-Bueno, respecto a lo de ir a ver el lugar de tu nueva cabaña, depende de cuando queradas con ella. ¿Fue por la mañana o por la tarde? Sino, siempre puedes pasarte cuando te apetezca.

-No me acuerdo de mucho, quizá no estoy hecha para derramar tripas por ahí-se encogió de hombros aunque lo que se le encogió fue el estómago y toda su intención de aligerar el ambiente se desvaneció manteniéndole la mirada al castellano.

Estúpidas mariposas.

-No puedes estar toda la vida haciendo de mi escolta, De María, así nunca voy a ser una mujer de provecho-rompió el contacto visual buscando otro trozo de bizcocho-deberíamos practicar un poco más a menudo, para que me pueda defender en condiciones-se reclinó hacia atrás y la coronilla rozó la pared mirando al techo con un pequeño mohín en la boca.

-No recuerdo haberle dicho cuándo íbamos a vernos,si por ella fuese habríamos ido ayer mismo. ¿Y cuándo vamos a reunirnos con el capitán y los demás? ¿Mañana? ¿En un par de noches para descansar antes de que te enreden en la próxima reyerta del Cubo?