Partida Rol por web

Abres los ojos a la vez que coges aire por los pulmones. Tienes el cuerpo algo entumecido, pero un pequeño movimiento dentro de la cápsula te sirve para comprobar que te mueves sin dificultad. No sabes donde estás, pero.. notas una estraña sensación, como un bamboleo, como si estuvieras flotando por una superficie líquida. Aprietas el botón de la cápsula, el que abre la tapa, y ves que estás en mitad de una especie de lago. Alrededor de éste tan sólo ves flores, plantas y árboles. Al incorporarte puedes ver como en mitad de la " charcha " hay otra cápsula de suspensión y en la orilla, hay otra.

Cheetara sale de la cápsula. Siente sus músculos agarratados, no sabe cuanto tiempo ha pasado desde que se introdujo y los mueve un poco para intentar calentarlos un mínimo. Observa a su alrededor, pudiendo darse cuenta como ha ido a parar en medio de una especie de lago... ¿Qué ha ocurrido? Se pregunta la mujer guepardo. Cerca de ella se encuentra otra de las cápsulas, y en la orilla puede distinguir una tercera.

Recogiendo su bastón salta al agua y se dirige a la cápsula que se encuentra cerca. No sabe de quién se puede tratar, pero como filtre mucho el agua y no se despierte teme que le pueda ocurrir algo.

Cheetara se deja caer al agua, pero el lugar en el que estáis no es demasiado profundo, así que ni siquiera se ve obligada a nadar. Cuando llega a la altura de la otra cápsula de suspensión que está flotando en el agua, se asoma al cristal, para ver a una mujer joven. Sin lugar a dudas su aspecto ha cambiado, dejando de ser tan niña para convertirse en una mujer:

No sabías cuánto tiempo había pasado, pero los rasgos de la cara de Felina eran.. los de una felina joven pero ya en edad adulta. Parece que está bien, ya que puedes ver el vaho de su respiración en el cristal.

Sorprendida, Cheetara se queda mirando el rostro de Felina. Que guapa está la niña, perdón, la joven, se corrige la mujer guepardo. Pero... Esto no tendría que haber ocurrido, en teoría el tiempo no pasaba por nosotros mientras nos encontrábamos metidos en las cápsulas... ¿Qué puede haber salido mal? Se pregunta la mujer mientras empieza a manipular el cierre de la cápsula.
En breve consigue abrirla y acariciando suavemente la melena de la joven intenta despertarla con suavidad, evitando asustarla. Felina, cielo... Despierta. Susurra, escuchando su propia voz después del sueño profundo en el que ha estado sumergida.

Notas como una mano acaricia tu pelo. Abres los ojos y ves el rostro de Cheetara quien te mura con algo de sorpresa pero te está despertando con cariño y dulzura, como siempre ha hecho. Coges una bocanada de aire, duele en tus pulmones, pero tan sólo es unos instantes. En ese momento, te das cuenta de que tu cápsula de suspensión está en posición horizontal, no en vertical como te metiste en ella y se balancea..

Te incorporas suavemente, aún sin poder reaccionar del todo y al sentarte, te das con la tapa de la cápsula en la cabeza. Había algo que no cuadraba y no tardaste en descubrir qué era. Bajaste tu cabeza para mirar tu cuerpo y abriste la boca con sorpresa, habías crecido:

Si la sorpesa no hubiera sido suficiente. Te diste cuenta de que el lugar en el que estabáis ambas era una especie de lago pequeño o charca, y que a parte de vuestras dos cápsulas, tan sólo había una más y estaba en la orilla. Esto era como estar en mitad de una selva. Eso sí, no había ni rastro de la nave ni del resto.

-¿Pero qué...?- me despierto, y lo primero que hago es darme un cabezazo contra la tapa de mi cápsula- ¡Ouch! ¿Dónde estamos?- pregunto a Cheetara, mientras miro el lago a mi alrededor- ¿Qué demonios hacemos aquí? ¿Qué ha sucedido?

Ahora me miro a mí misma, y exhalo un suspiro de sorpresa.

-Pero... Pero... No entiendo nada- le digo, asustada- ¿Qué ha pasado con mi cuerpo? ¿Y aquella cápsula?- le digo, mientras señalo la que se ve desde nuestra posición- ¿Y la nave? ¿Y Felino?

No se que ha ocurrido, cielo. También acabo de despertarme, y eres a la primera que veo... Parece ser que ha debido haber algún problema con la nave. Y algo debió fallar en tu cápsula haciendo que pasaran estos años por ti. Cheetara intenta tranquillizar a la ahora joven Felina. Todavía no puede salir de su asombro al ver el cambio perpetrado en la niña que ella recuerda.

Venga, ¿estás bien? ¿puedes caminar? Vayamos a ver quien se encuentra en la otra cápsula. La mujer ayuda a salir a la joven y una vez ha comprobado que la muchacha se encuentra perfectamente, se dirige hacia la cápsula que se encuentra en la orilla.

Cheetara ayuda a Felina a salir de la cápsula, acabando dentro del agua al igual que su compañera. Ahora, las dos sois de la misma altura más o menos, así que a ninguna de las dos oscubre el agua y no tardáis demasiado en llegar a la orilla sin ningún problema.

Os acercáis a la cápsula y por el cristal veis a un thundercat, pero os quedáis mirando con la boca abierta la imagen de quien se asoma por el cristal de la cápsula y luego os hace miraros la una a la otra. El felino que hay en esa cápsula tiene esta apariencia:

-¿Qué? Pero, pero...- no comprendía nada. ¿Qué estaba pasando? ¿A quién estábamos viendo? ¿Cómo había podido cambiar yo tanto?

-Chee... Cheetara, no entiendo nada... Nada de nada... Lo último que recuerdo es a Jaga... Cuando tomó la determinación de morir contra nuestra voluntad, para salvarnos... Y ahora... No comprendo nada. ¿Por qué yo estoy así, y tú sin embargo no has cambiado nada? ¿Y mi hermano? ¿Y si los demás también han cambiado? ¿Y si no los encontramos?

Cheetara se queda mirando la imagen del Thundercat que se encuentra dentro de la cápsula. Extrañada estudia sus facciones... ¿Quién puede ser? ¿Felino? No... No puede ser él... Niega con la cabeza ante las dudas que le absorven. No entiende qué puede haber ocurrido. Pero lo que sí que sabe es que sea quién sea, puede necesitar su ayuda... Felina, cielo, no sé qué ha ocurrido. Está claro que algo ha fallado, pero debemos tirar adelante, y buscar a los demás. Pasa una de sus manos suavemente por la mejilla de la muchacha.

Esto no tenía que haber ocurrido... Susurra mas bien para si misma mientras empieza a levantar la tapa de la cápsula. Una vez abierta toca suavemente en el hombro al Thundercat que se encuentra dentro, intentando despertarle...

¿Hola? ¿Te encuentras bien?

Abres los ojos cuando notas que alguien te está tocando el hombro y tras llebar tus pulmones de aire, cosa que incluso llega a dolerte un poco, ves el rostro de Cheetara mientras estás tumbado dentro de tu cápsula. Lo que te llama la atención es la cara con la que te está mirando, es totalmente desconcertante, como si no supiera quien eres.

Unos pasos más atrás, puedes ver a una hembra, a la quetan sólo tardas unos instantes en reconocer, es tu hermana, sólo que ahora es.. ha cambiado:

Ver así a tu hermana, hace que levantes una de tus garras y te la mires. Ahora es grande y azul? Levantas un poco la cabeza para mirar el restode tu cuerpo, y sí eres tú, pero estás mucho más crecido y ahora.. no sabes porqué, tu pelajo a cambiado hasta hacerse azul.

Entonces escuchas como Cheetara te pregunta: ¿Hola? ¿Te encuentras bien?

Ambas podéis ver como el felino abre los ojos y os mira sorprendido, sobre todo cuando ve a Felina, para lo siguiente es ponerse a mirar una de sus garras como si no pudiera creerse lo que está viendo.

¿Felino? ¿Eres tú, cielo? Después de lo que ha ocurrido con Felina, Cheetara está casi convencida de que se trata del muchacho. La mujer guepardo no puede entender qué es lo que ha ido mal. Todo estaba tan bien planeado... Un escalofrío recorre su espalda al imaginar que algo así hubiese pasado con su cápsula. Ahora casi sería una anciana y mas una carga que una ayuda para los dos hermanos. Pero, si esto ha ocurrido con los dos pequeños, ¿qué puede haberles ocurrido a los demás?

Si claro estoy bien...Escucho con atencion mi voz para comprobar los cambios...Caray hermana estas mas...grande...que ha pasado? estan todos bien? por que somos mas grandes? pero tu no has cambiado...que pasa...

-Yo... Yo tampoco entiendo nada- estoy muy confusa. ¿Cómo ha podido suceder esto? ¿Es este de verdad Felino, mi hermanito pequeño? Cualquier parecido con el Felino de antes... Claro que cualquier parecido con la Felina que yo fui también parecía ficción...

La voz de Felino también había cambiado, ahora ya no sonaba ni parecida a la que tenía en el momento en el que había entrado a esta cápsula. Al levantarse de la cápsula y acercarse al agua, Felino pudo contemplar su nueva apariencia:

El lugar en el que estabáis era una especie de lago, más bien una charca en mitad de una selva, por lo frondoso y exótico de la vegetación que teníais alrededor. No hay rastro ni de más cápsulas, ni de la nave..

Bueno chicos, si nos quedamos aquí parados seguro que no descubriremos qué ha podido ocurrir. Cheetara empieza a mirar por los alrededores, alguna señal que le pueda indicar hacia donde puede estar la nave. Aunque todo se ve tan frondoso que duda poder encontrar alguna señal, la mujer no desiste... Tenemos que encontrar al resto, y quién sabe... Puede haber la posibilidad de que encontrando la nave hallemos la respuesta a lo que os ha ocurrido. Cheetara  no está muy convencida con esto último, pero intenta de esta manera motivar a los dos jóvenes.

-Cualquier cosa puede esperar, hasta lo de averiguar por qué hemos cambiado tanto- le digo a Cheetara preocupada- Lo único que prima ahora es averiguar dónde están nuestros compañeros, y asegurarnos de que no les haya sucedido nada malo. Espero que estén todos bien- digo, entristecida al pensar en Snarf, Tigro y el resto.

Le doy un abrazo a mi hermano. Me alegro muchísimo de volver a verlo, aunque esté tan cambiado.

-Has crecido mucho, como yo- le digo- Pero seguro que sigo siendo más ágil y fuerte que tú- digo con cariño, como si alimentando alguna vieja piquilla entre críos pudiese aliviar un poco el pesar que nos inunda.

Tienes razon cheetara... busquemos al resto, escucho el pique que propone mi hermana tratando de relajar el ambiente... Ja, que te lo crees tu eso, sabes que siempre soy el mas rapido. Comento con un guiño y una sonrisa.