Partida Rol por web

Vuelvo a golpear a la bestia con mi martillo al tiempo que grito

-¡Muere Bestia inmunda!

Rápidamente pensó en las posibilidades que tenía de salir con vida de esa situación crítica y tenía que tomar una buena decisión, Sja era un miembro importante y no podía ser herido. 

- ...un martillazo en la cabeza será la solución!!! - pensó 

Thyra, ataca con el martillo al enemigo que viene frenético hacia ella, al que momentos antes había herido con su arco pero parecía que se había curado con algún tipo de magia oscura y con la ayuda de Thyr, ella le lanzó un bestial golpe hacia la cabeza.

Durante el ataque lanzo un fuerte grito con la esperanza que los demás compañeros que están en las rocas escarpadas, me escuchen y puedan venir a ayudarnos.

- ¡Por Thyr, vas a morir!

A pesar del pulsante dolor del hombro y brazo izquierdo, Jotum, hizo acopio de un valor inusitado y levantó una vez más el arma hacia la horrible bestia, pero esta vez su golpe fue a parar hacia el aire y luego el suelo, quizás su herida le había hecho perder el tino. Claro que prácticamente a la vez, Fenrir, golpeaba con éxito en la ya herida pata trasera. La bestia, parecía que ya no podía recibir más daño en esa pata, que acabó aplastada y medio seccionada y en general, pues cayó el último aliento de su vida con ese impresionante ataque.

Al verla de cerca, con sorpresa, podéis comprobar las poderosas mandíbulas que porta la bestia. Estáis seguros, que sería difícil sobrevivir a una presa de esa fuerte boca. De alguna manera, Thyr os ha protegido por esta vez.

Thur maldijo su falta de puntería. Decidió imitar a Thyra y cargó contra el escupidor que luchaba contra Sjá. Se lanzó a la carrera con apenas un leve grito bajo, sintió el contacto, pero ya había pasado de largo y no le dio tiempo a mirar atrás.

Por fin la bestia había muerto, pese a haber fallado el golpe, quizás por el cansancio, quizás por la herida del brazo izquierdo, Fenrir pudo rematar a la bestia y el trabajo estaba hecho, al menos de momento, no sabían si podría haber alguna bestia mas por la zona o cualquier otro enemigo a la espera que cayera la bestia para hacer acto de presencia.

Con las fuerzas que le quedaban y tras vendarse de la manera que pudo con los restos de la manga rota Jotum decidió recoger el escudo y atárselo al brazo herido por si acaso debían pelear de nuevo. Al acabar decidió revisar los alrededores y entre las edificaciones en busca de algo que pudiese indicarles el por qué se incendiaron las cabañas o buscar algo que le pudiese ser de provecho o algún objeto de valor que aún se hallase en la zona.

- Gracias amigo!! Te debo una. dijo mientras se dirigía hacia Fenrir. 

Todo es muy confuso y crítico. El fanático que tenía la flecha de Thyra clavada se había recuperado milagrosamente y se abalanzó, rabioso hacia Thyra que ya estaba junto a Sja, mientras una piedra caía en el suelo inofensivamente.

Al fondo, entre unos matorrales, Thur, el Gnomon, maldecía su mala suerte, así que endemoniado cargó con su cayado polivalente, como él mismo lo llamaba. Estaba dispuesto a dar el golpe de su vida.

Pudo ver como Sja pretendía evitar el mal aliento de su atacante, ya que le colgaba sin vida su brazo derecho, mientras que lanzaba un hachazo al aíre. Justo en el momento en que la sangre del otro fanático salpicaba a todos después de recibir el brutal golpe del martillo de Thyra en su cabeza, a la vez que esta increpaba a su dios Thyr.

No se había repuesto de la macabra escena cuando el fanático que tenía enfrente volvió a escupirle, pero esta vez no logró acertar, quizás por los rápidos movimientos de Sja o por la comprometida situación en la que se encontraba. Antes de reaccionar Sja, rajó el otro brazo de tal forma que se le cayó el rústico escudo al suelo. Aún con vida, el fanático pudo ver la última imagen de su vida. Un tipo con un extraño sombrero y el terrible impacto en su brazo derecho ya herido, que terminó por arrancárselo de cuajo mientras caía al suelo, muerto y lleno de sangre…

Exaltado por la acción, la sangre y los enemigos destrozados en el piso, me incorporó y hago una rápida revisada a todo alrededor para evitar más sorpresas... luego, sin dejar de estar atento, recuesto mi espalda contra el muro y procedo a limpiar mi cara con una parte de la camisa que llevo, muy cuidadoso de que esa porquería no toque mi piel...respiro profundo, veo el cadaver del que me atacó.. me acerco a ese despojo sin bajar la guardia y con el pie apartó el hacha y también pateo el escudo tratando de separarlo del cuerpo... finalmente me acercó a su cabeza y manteniendo la falcata a la defensiva uso el hacha para retirarle la máscara

Thur acabó la carrera y se giró, preparado para seguir luchando. 

Observó la carnicería y comenzó a relajarse. Pero siguió observando alrededor, con cierta suspicacia.

- ¿Cómo vas Sjá? - preguntó preocupado por el aspecto de los escupitajos.

Retiro el arma del cuerpo de la bestia, y tras el agradecimiento de Jotum le contesto:
-Dejemos la investigación para después, creo que he oído gritos. Tú herida puede esperar, ¿no?

Sin voltear a mirar a Thur, le respondo

-Si, parece que estoy bien, pero me intriga esto. No creo que me escupiera solo por desprecio

Thyra vuelve a por su escudo que dejó tirado en la zona que antes ocupada, y se sacude por si hubiera caído esa cosa viscosa y venenosa que salió del fanático. 

Después, preparada de nuevo, se acerca a Sja y le pregunta:

- ¿Estás herido?

Mientras espera la respuesta, se pone a buscar algo entre las pertenencias de los fanáticos que le pudiera dar una pista de quiénes son y de dónde vienen y si de camino encuentra algún arma que le pueda ser útil, se la tomaría prestada.

Después de matar a la enorme bestia, Jotum, aún con el brazo inutilizado, apenas se lo vendó (1), ignorando el dolor y la sangre y se colgó como pudo el escudo al hombro. Agradeció la ayuda de Fenrir y seguidamente miró a la bestia y vio que se estaba comiendo el cadáver reciente de un pequeño bebé. 

Fenrir creyó escuchar un grito de sus compañeros de abajo (2) aunque no estaba seguro del todo, debido al fervor de la batalla y la lejanía, a´sí que acompañó con la vista los movimientos de Jotum.

Jotum sin embargo, terminó por meterse en la casa en ruinas que tenía en frente, junto a la bestia.

Vigas quemadas, ropas ensangrentadas en un motón, un pellejo de piel que hacía las funciones de cama. Un hogar, o fogón. Un cesto vacío y un haz de madera que parece no haber ardido. Todo lo demás ha desaparecido. Todo parece bastante reciente. De hecho las ropas todavía están húmedas.

Los “fanáticos” estaban muertos, inertes. Sjá, ignorando los efectos del veneno (1) sobre su salud en general, se limpia y llamado por la curiosidad retira la máscara del que le había atacado, con gran sorpresa para él y para todos, resultaba que la cara del fanático de alguna manera no le resultaba extraña. Thyra y Thur se acercan para mirarlo con atención.

Es entonces cuando uno del grupo lo reconoce, sin duda ninguna. Reconoce que es el hijo de un Thyfaw que vive por las inmediaciones de donde están, quizás en el camino por donde se habían internado Jotum y Fenrir. El otro quizás fuera su padre, pero no lo pueden reconocer debido al bestial martillazo de Thyra. De alguna manera se sienten todos mal, han matado a Thyrianos, o por lo menos lo que antes eran ya que ni sus indumentarias y armas corresponden a su cultura.

Con estos pensamientos Thyra (2) se dedica a registrar a los cadáveres por si encuentra algo de interés, o que les diera una pista más concreta de lo sucedido. Mientras tanto Thur mira atento, pendiente de no ser sorprendido de nuevo.

Al cabo de un rato, Thyra ha encontrado una bolsita con hierba, que no se atreve a tocar de momento, ha amontonado los enseres de los fanáticos y luego señala una cuerda con huesos que parece conectada a una parte del camino superior por el que fueron sus compañeros. Sin duda era una especie de trampa o alarma para alertarles de quién subiera arriba. Ahora podéis dar gracias de haberlos descubierto antes y haber tomado la buena decisión de dividiros.

Tras ser verificados los cadaveres y asegurar la zona, me siento con calma sobre alguna roca y procedo a atenderme. Termino de limpiar mi rostro y reviso que no tenga más de la sustancia en alguna otra parte.

Luego procedo a revisar con cuidado las plantas que encontró Thyra.

Posteriormente exámino con mucho cuidado la boca del cadaver, ya que al ser Thyriano me intriga como tenian esa sustancia en la boca y actuar sin ser afectados.

A parte de cansado y dolido, Jotum se encuentra algo desconcertado. No ha encontrado a ningun otro ciudadano de aquellas casas y daba la impresión que habían sido desvalijados de todas sus pertenencias mas valiosas, pues... aunque la mayoría podían haberse quemado en el intencionado incendio, otras que no podrían ser quemadas no se encontraban por la zona.

Encaminó sus pasos hacia la otra casa con la esperanza de encontrar algo o a alguien en ella o al menos sus cuerpos y quien sabe si algun indicio de quien pudo haber perpetrado aquella barbaridad, algo le decía que la Dava había pasado por allí sin piedad para con estos inocentes.