Partida Rol por web

Me quedo mirando la momia arrodillada que tengo ante mi. En sus ojos hay un brillo especial que me ha llamado la atención me arrodillo y la miro desde más cerca, es como si todavía mantuviera un hálito de vida.

A medida que te acercas, los ojos de la momia se mueven de repente fijando la mirada en ti. 

Al llamarme el soldado Martin acudo a su lado y allí no puedo dejar de ver el esqueleto que señala.

Lo miro mientras intento dar con lo que me recuerda y finalmente señalo hacía él. – Me recuerda una noticia que nos hizo reírnos mucho en la base de nuestro regimiento. Varios de los ejemplares disecados que se exhibían en los más prestigiosos museos, justamente los que mas atraían a los visitantes. Habían juntado partes de varios animales haciéndolos pasar por uno. Puede que aquí tuvieran algo parecido…

Las posteriores palabras del soldado Manson me dejan sin palabras y con muchas más dudas.

La expresión de mi cara se lo deja claro a todos. 

En la alcoba lateral, donde se encuentra Martin, están los huesos amarillentos y polvorientos de un esqueleto humano, descansando en una plataforma de piedra esculpida con líneas de zigzag y espirales que se alternan. Al acercarte más pueden observar que el esqueleto presenta grabes deformaciones. Una de las cuencas oculares ha desaparecido por completo, cubierta completamente por una protuberancia ósea. Similares deformidades pueden hallarse en la pelvis y en los huesos de las piernas, mostrando una gran deformidad. Lo más impactante sin embargo son los dedos, los cuales parecen tener una longitud del doble de lo normal, y que terminan en garfios aserrados como garras.

La decepción es tan grande para el bostoniano que no tiene palabrotas suficientes para expresar. Oteando el interior del pasillo que le toca decide volver junto al cabo para dar su parte. En el camino suelta un sonoro pedo, en clara señal de disgusto.

- ¡Bah! Pura mierda allí atrás. Una entrada circular, otra cámara con pilares y más dibujos raros. - comenta mientras bebe un sorbo de agua de su cantimplora.

Entonces Earl llama al resto ante su descubrimiento. Richard sin perder tiempo acude a su llamado, llegando detrás de Grimm.

- ¡Vaya mierda! Nada de oro ni putas alemanas y encima esto. ¿Donde esta tu dios Earl? ¿Es de mentiras? - pregunta el pelirrojo al hurgar el esqueleto que nada tiene de humano.

En la alcoba lateral, donde se encuentra Martin, están los huesos amarillentos y polvorientos de un esqueleto humano, descansando en una plataforma de piedra esculpida con líneas de zigzag y espirales que se alternan. Al acercarte más pueden observar que el esqueleto presenta grabes deformaciones. Una de las cuencas oculares ha desaparecido por completo, cubierta completamente por una protuberancia ósea. Similares deformidades pueden hallarse en la pelvis y en los huesos de las piernas, mostrando una gran deformidad. Lo más impactante sin embargo son los dedos, los cuales parecen tener una longitud del doble de lo normal, y que terminan en garfios aserrados como garras.

-¡ Ahhhh, Dios mio!!.- grito. Me levanto y me alejo de la momia apuntándole a la cabeza con el rifle. -Creo que deberían echar un vistazo a eso-, digo señalando nervioso a la momia con la cabeza y el rifle. -Creo que sigue con vida-. 

El grito de puro terror de Emmett Ryan despertó la curiosidad de todo el grupo que con presteza llego a su posición. La alcoba hacia la que apuntaba el granjero con su fusil contiene un enorme altar de piedra, cubierto de espirales, cuya parte superior todavía muestra restos de una sustancia de color marrón ocre. El muro posterior muestra un gran relieve de una monstruosa criatura, flanqueado por las espirales e infligiendo castigos en los mortales, dibujados en la roca con pinturas desgastadas. Pero aún más perturbador es el cadáver momificado que está arrodillado, una carcasa de un ser humano con la piel cuarteada y de color marrón pegada sobre los huesos, con los brazos alzados como si se estuviese defendiendo de algo. El cráneo ha perdido su pelo, pero la cara posee el rictus de un grito de terror, los aterrados ojos de color azul están abiertos de par en par.

Las palabras de Emmett me hacen girarme hacía el dejando de examinar el esqueleto.

Me acerco amartillando el Viejo Gus ante el aviso del soldado Ryan, pero al ver de cerca la momia y los garbados mi pulso se vuelve errático al negarse mi mente a aceptar lo que ven mis ojos.

Richar miró de cerca el esqueleto horrible, con un solo ojo y la deformidad tapado el otro, sus manos terminadas en garras y principalmente sus “piernas”, o lo que sea que hayan sido.

- Puajjj menudo asco debió ser este tipo. Seguro que ni las mujerzuelas de Boston hubieran aceptado un dólar por una mamada. - dijo al escupir sobre el esqueleto.

Pero el descubrimiento de Ryan hace que la atención de todos se centre en el cadáver momificado que nada tiene de muerto. Casi parece que esos ojos glaciales siguen con la mirada a todo el pelotón.

- ¡Ahhhggg…! ¡Pero que mierda es esto! ¡Toma! ¡Toma! ¡Muere mierda! ¡Muereee!- grita lleno de sorpresa el pelirrojo, para a continuación comenzar a darle puñetazos con su nudillera de acero a la momia.

 ¿Donde esta tu dios Earl? ¿Es de mentiras? 

Mcnalley estaba lleno de rabia. El cambio de oro por un esqueleto deforme no lo había encajado bien.

- Om namah shivaya. Dios está en ti, Mcnalley. - No era mi misión dar ningún sermón. Lo único que podía hacer era mostrar en mi el camino.

Emmett gritó y nos acercamos a él. Estaba asustado apuntando una momia. Los ojos de cristal de la momia le hicieron creer que seguía con vida de alguna forma. Mcnalley la emprende a puñetazos con el saco de cuero y huesos. Mejor contra eso que contra alguno de nosotros. Así puede que desahogue su frustración ya que no se ve capaz de aceptarla.

- Tranquilos hombres. Este saco de cuero y huesos está muerto hace mucho ya. Esos ojos brillantes deben ser un adorno de cristal.

Pierdo el interés en la momia y, antorcha en mano y mi .303 empuñado en la otra, me adentro en el pasillo (2) del lado que se adentra y en el que no se ve el final. 

El golpe de Mcnalley quiebra el cráneo de la momia, dejando escapar una masa encefálica de color grisáceo y brillante que se desparramará en el suelo dejando un charco de líquido viscoso. 

Tras pasar por debajo del enorme dintel megalítico para observar el pasillo, se ve  la entrada de una cueva que se interna abruptamente en las entrañas de la tierra. Escalones de piedra se internan en la oscuridad. Polvo, piedras y algún que otro hueso se encuentran desperdigados por los escalones. 

La reacción de Mcnalley es demasiado rápida e imprevisible para mi en estas circunstancias. Antes de que me dé tiempo ordenarle que se calme revienta el cráneo comenzando a rezumar alguna cosa.

El desconcierto que me invade me impide razonar con el ritmo habitual pareciendo uno de esos ancianos que se quedan pensando cuando les preguntan cualquier cosa.

Avanzo tras los pasos de mis compañeros a observar el descubrimiento de Emmett, lo que veo no tiene ningún sentido para mi y su mera visión hace que mis tripas se revuelvan, aunque si solo hubiese sido eso podía haber sido el inicio de una pesadilla. Una extraña criatura similar a las momias que había visto en el museo británico deambula por el lugar, aunque a cualquier explicación o problema que pudiese dar Mcnalley lo ataja con cierta velocidad.

- ¿Que coño es eso?¿Y es criatura?. ¿Donde diablos hemos ido a caer?. Preguntas y mas preguntas se agolpan en mi cabeza, nada tenía sentido.

Despuès de mi inspección por el túnel vuelvo con mis compañeros para contarles lo que he visto y encuentro con un panorama de caras rotas, ausentes y algo desquiciadas. La momia, o lo que queda de ella está tirada en el suelo con el cráneo roto y con una sustancia viscosa extraña que sale de éste y se esparce por el suelo.

La observo con detenimiento pues es muy raro que mantenga algo líquido ese cuerpo momificado.

Hay cosa que es mejor no saber y en estos momentos te maldices por saber tanto. ¡Bendita ignorancia! La textura y aspecto del cerebro de la momia solo pueden indicar una cosa, el cerebro estaba vivo dentro de esa calavera, preservado en su prisión durante incontables milenios. La momia estaba viva. 

"¡Qué horror! ¿Cómo podía estar vivo este desgraciado? Tantos años ahí petrificado, secándose siglo tras siglo, en la oscuridad, para que venga un día un jodido irlandés desquiciado y te reviente la cabeza. Qué puto final más trágico. Esto sí que es jodido y no que te estalle una granada bajo los huevos" pensé mientras observaba los sesos desparramados. Y decidí no decir nada a mis compañeros, por el momento. No creía que eso pudiera ayudar en nada, al contrario.

- Muchachos, en el pasillo (2) de aquí al lado hay unos escalones que se internan en la tierra. Y antes que preguntéis, no, no he visto más momias ni esqueletos deformes en él. ¿Podemos explorarlo, cabo? Todo esto parece un gran descubrimiento.

Mientras digo eso me adentro un poco en el primer pasillo (1) que quise inspeccionar antes de volver sobre mis pasos para descubrir el horripilante esqueleto deforme.

A iluminarse la estancia Anthony se sitió maravillado y abrumado al mismo tiempo. Distinguía dos interesantes murales, vió como James se aproximaba a uno de ellos. Decidió ir a examinar el segundo no pudo detenerse mucho en él ya que al momento el grito de Emmett llamó su atención y se acercó para ver la macabra escena.

Antes de que pudiera reaccionar el loco de Mcnalley ya estaba dándole de puñetazos a la cabeza momificada, "maldito loco" pensó. No comprendió lo que veía, ¿líquido cefalorraquideo saliendo del interior de aquella momia? era imposible. La visión

El detallado relieve bajo el que se encontraba la momia mostraba una extraña criatura. Anthony trató de hacer memoria en sus conocimientos sobre mitología antigua aunque no logró encuadrar bien a aquel ser representado en la piedra. Anthony imaginó que se encontraban en alguna especie de templo antiguo, muy antiguo.

aquí al lado hay unos escalones que se internan en la tierra.

Martin estaba en uno de los pasillos.

-No creo que sea buena idea que nos "internemos más en la tierra" Martin, lo mejor será buscar una salida de aquí cuanto antes. ¿Conocéis la historia de las maldiciones de las momias? No existía tal maldición pero se cree que podría haber un moho tóxico en las tumbas, después del trabajo de McNalley no creo que estemos seguros aquí.- Dijo esto último dirigiéndose al cabo.

El asco de Richard no tiene nombre. Ser testigo de la ruptura del cráneo de la momia y del asqueroso liquido que escapa de la cabeza es simplemente repugnante. Casi tan asqueroso como avanzar a grandes zancadas por la tierra de nadie para caer en un cráter de obús y aterrizar sobre algunos cuerpos putrefactos, enterrando las piernas y manos en los cadáveres que explotan en secreciones fétidas. Y no es algo que nunca le haya pasado al pelirrojo, pero que el frenesí del combate bloquea en parte esos sucesos.

Otra cosa es una cripta húmeda y oscura con momias “vivientes”.

- ¡Pero que asco, maldición! - aúlla al comprobar su puño sucio por el liquido verde.

- ¿Trabajo dices? Acabo de salvar la vida de todos. Esta cosa en cualquier comento comenzaba a caminar. Ademas nos miraba con esos ojos espeluznantes. - agrega luego de limpiar su puño y guardar su nudillera de acero. Ahora piensa usar su rifle con la bayoneta calada.