Partida Rol por web

Tierra sin Fé

Heraldos de la Oscuridad

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25/08/2009, 22:16
Barahir Leithian

La mano de Barahir se desliza suavemente a la bolsa de contención mientras hablan. Tantea unos cuantos cristales que se consumen en un hechizo (descrito en notas de juego).

Un movimiento de cabeza mirando a Iolaeden, asintiendo afirmativamente a lo que dice. Se gira hacia el mediano.

-Gracias por su hospitalidad. Me sorprende que un pueblo tan amable como el suyo vaya a meter a todos los humanos en el mismo saco... le da unos puntos suspensivos para una mirada interior En cualquier caso, podrá comprobar por usted mismo que realmente no buscamos problemas.

Hemos viajado de muy lejos y nos morimos de ganas de conocer la zona y compartir algunas historias. Pone cara de cara de no haber roto un plato en su vida. Aun que en la bolsa de contención tiene todos los cristales que pueda desear sin que esta gente tenga por que saberlo, no le gusta la idea de tener que someterse de cualquier forma. Eso nos restaría autoridad. No gusta la idea de entregar armas.

Notas de juego

Lanzo un hechizar persona conjurando en silencio y conjurando sin moverme, así que cuenta como un hechizo de nivel 3 y no hay nada que al halfling le llame la atención. CD 27, Ñam ñam! Esto lo volverá tan receptivo como si fuera un amigo de toda la vida.

Mola la cara de póker del mediano.

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25/08/2009, 22:54
Guardia montado mediano

Umhh.... Es que venís de muy lejos, pero aqui en serio, no han caido nada bien.... en fin, vale, pasad... pero en serio, deberiais dejar las armas, a los demás no les va a gustar nada...

Deja paso y hace ademán de acompañaros, cuando el de la torre da una patada a la tabla de la barandilla

Mediano arquero ¡EH! ¿Pero qué haces!? ¿Y las armas y los cristales!?

Murmura Os lo dije.... Habla al guardia Tranquilo! Solo son dos y están perdidos!!

Mediano arquero ¿¡Y a nosotros que!? ¡Que se hubieran comprado un mapa!! Os mira con el ceño fruncido, a vosotros y al guardia montado

- Tiradas (1)
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25/08/2009, 23:44
Barahir Leithian

-Muy bien caballeros, no queremos hacer de esta tontería un mundo. Tomen mi espada. Iolaeden, cariño dales ese puñal por favor... ya está, no hay ningún problema. Por otro lado no se muy bien a qué os referís cuando habláis de cristales... deduzco que no os referís al mero vidrio, debéis perdonar nuestra ignorancia.

Estos canijos sabrán sobre los cristales más cosas que nosotros, y al mismo tiempo les hacemos creer que no sabemos ni lo que son.

- Tiradas (1)
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26/08/2009, 00:05
Guardia montado mediano

El guardia de la torre parece más tranquilo al oir esas palabras, y el jinete de lobo os coge las armas que le dais.

Los... cristales. Hummm..... ¿De donde venis, exactamente...? Porque los cristales están por todas partes...

Y no imagino reino capaz de producir armaduras como esas y que no tenga cristales....

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26/08/2009, 00:20
Iolaeden Raldimar

Iolaeden entregó su estilete al mediano sin rechistar.

Venimos de un lugar llamado Faerûn, aunque visto lo visto seguro que no os suena de nada. ¿Qué tienen de especial los cristales? dijo parpadeando, confusa. Nosotros fabricamos las armas con metal, y es obvio que vosotros también.

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26/08/2009, 00:38
Guardia montado mediano

¿Que.. que tienen de especial? Oh vamos... no me toméis el pelo. Por muy de lejos que vengais, sirven para lo mismo en todas partes.

Al mirar vuestras dos falsas caras de desconocimiento, se tomó de nuevo unos segundos.

Esos cristales sirven para utilizar magia. Pero estando donde estais... demonios, ¡Teneis que haber visto cristales u otra gente por el camino! ¿Donde queda Faerûn?

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26/08/2009, 00:48
Barahir Leithian

Teatralmente, señalo la luna blanca. ¿La ves...? pues de más lejos. De otro plano de existencia, de... en fin, no se si significará algo para tí, pero en definitiva, de otro multiverso. De otro planeta.

Ante la previsible expresón del mediano, continúo.

Nos han enviado nuestros dioses. Mi compañera adora a la diosa Loviatar; y yo, a Mâscara. Los dioses son seres extraordinariamente poderosos que... en fin, que enseñan a los mortales una filosofía y una senda de vida, pidiendo fidelidad a cambio de conceder poder y un lugar junto a ellos tras la muerte. Hago una pausa.

Bueno, pues ellos nos han enviado con magia poderosa a través del tejido, y hemos llegado justo allá atrás. señala fuera del campamento. Justo en una cumulación de... levanta una ceja, como si las cosas cogieran sentido de cristales verdes. Usted es la primera persona con quien nos topamos.

Y con todo esto, mucho me temo que he creado mil preguntas y despejado ninguna, de ahí que al llegar pidiéramos tiempo para hablar sentados en algún lugar, y no aquí de pié. Dígame, caballero, ¿hay alguien por este lugar que entienda de magia, para poder tener una fructífera charla?

Ah, por que tanto ella como yo lanzamos magia. ¿Tiene acaso unos cuantos cristales de esos, para poder echarles un vistazo?

Notas de juego

X 100.000.000.000.000.000

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26/08/2009, 01:09
Guardia montado mediano

EEehhhh.... vaaa...le....

Mediano Arquero: *Murmura* Porras... vengan de donde vengan, tienen hierba de la buena...

Ahem! Seriedad... Dice mirando a su compañero Pues si, esos cristales son para hacer magia, y... Abre mucho los ojos Creo que será mejor que esperéis al alcalde, en serio... esto creo que va mas allá de mi... competencia. Y así de paso entráis con su permiso, vale...?

Imaginando que aceptáis, lleva su lobo al galope hacia una casa no muy lejana, la que tiene el corral. A estas alturas ya esta saliendo bastante gente a miraros, y se han reunido varios guardias mas: otro montado en la torre de vuestra izquierda, y uno a pie en cada una de las torres más cercanas a vosotros.

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26/08/2009, 01:28
Thellian, Alcalde mediano

Al poco, el guardia viene comentando algo con otro mediano, algo más bajito y canoso, que camina tranquilamente con las manos a la espalda, y os mira mientras llega. Parece bastante más tranquilo, y cuando llega a vuestro lado os ofrece la mano.

Bienvenidos a Dressia, extranjeros. Esta aldea se llama Minti, yo soy su alcalde, Thellian, y estáis al norte de nuestra tierra. Desgraciadamente, como os han dicho, los humanos no son bienvenidos en nuestra tierra, pues no son, normalmente, gente tratable.
Siguiendo las leyes de nuestra nación, no debería dejarles pasar armados... de manera que espero que puedan corroborar lo que han dicho acerca de sus dioses, para que podamos creerles esa historia tan... rocambolesca

Saca un par de cristales de uno de los bolsillos, verde también, y os ofrece uno a cada uno.

Veamos ese poder de vuestros dioses...

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26/08/2009, 01:49
Barahir Leithian

Bueno, en realidad yo lanzo magia de la normal, es ella quien lanza magia divina. Aun que si quieres también puedo hacer algo. Iolae, ¿tienes preparado algo bien espectacular? dice mientras le pasa el cristal que le ha dado a él, por que quizá lo necesite para hacer algo grande.

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26/08/2009, 09:49
Iolaeden Raldimar

Iolaeden esperó con infinita paciencia la venida del alcalde. Devolvió las miradas curiosas de los aldeanos con tranquilidad, y sonrió a los niños que se escondían con timidez en las faldas de sus madres.

Cuando llegó el alcalde y les pidió una demostración de poder, Iolaeden quedó pensativa. La mayor parte de su repertorio no les ganaría precisamente el amor del pueblo mediano, pero creía tener el quid de la cuestión. Sonrió a su compañero, le arrebató el cristal mágico de las manos y avanzó unos pasos, para colocarse en el centro del círculo de medianos.

Mi señora, Loviatar, es la Señora del Dolor. Dijo con un tono de voz un poco más alto para que todo el mundo pudiera escucharla. Sus ojos se paseaban por toda la concurrencia, pues lo que iba a decir incumbía a todo el mundo. Trató de leer en ellos las reacciones frente a lo que iba a desgranar. El Dolor está siempre presente, nos recuerda que estamos vivos. Todos los grandes logros nos vienen marcados por él. ¿Cómo si no vienen al mundo nuestros hijos si no es entre los dolores del parto? ¿No le sucede lo mismo a la vaca al parir sus terneros? ¿Cómo brota la simiente en la tierra si no es con el dolor de nuestras espaldas y brazos al alzar la azada y segar la mies una y otra vez, estación tras estación? ¿No tienen nuestros valientes soldados que sufrir en la lucha para proteger a nuestras familias y nuestra libertad?

Esperaba haberse ganado a la audiencia con aquellos ejemplos tan próximos a su vida diaria. Levantó los cristales por encima de su cabeza y continuó:

Loviatar enseña a sus seguidores a canalizar su dolor, a ponerle un arnés y permitir usarlo para mejorar nuestras vidas. Nos da poder sobre él, y nos permite apartarlo a un lado si así lo deseamos, ¡como si no existiera! Posó los ojos en Thellian. En este sentido os haré mi demostración, alcalde. Elige a una persona de entre tu gente. La que esté aquejada de la enfermedad más grave, la que esté más terriblemente malherida. No importa si vuestros curanderos no pueden hacer nada por él. O si creíais que iba a irse de vuestro lado, que no viviría para ver una nueva primavera. Si tenéis alguien así, llevadme ante él y una sola oración mía bastará para sanarlo, gracias a la misericordia de Loviatar.

En una tierra sin dioses, ¿qué sería más milagroso que una poderosa sanación?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Voy a tirar averiguar intenciones para saber qué se les puede pasar por la cabeza a los medianos respecto a mi predicación.

Pues eso, que me lleven ante la peor enferma que tengan que la voy a lanzar un sanar. Antes de lanzarlo le diré al alcalde que es un conjuro poderoso, y que se asegure de que con el cristal de mi compañero y el mío tenga bastante.

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26/08/2009, 21:30
Thellian, Alcalde mediano

El grupo de medianos congregados cerca de las casas parecían desagradarles la cháchara sobre el sufrimiento, aunque no a todos.
Sin embargo la parte en la que habla de curaciones mágicas provoca una serie de murmullos entre la gente, que, sorprendida, no da crédito a las palabras de Iolaeden.

Vaya.... es interesante, porque... ni siquiera en épocas del Imperio Blanco se consiguió curar a nadie con magia de ninguna clase... y bueno, imagino que habrá más de un voluntario... Termina mirando a la gente, que parece bastante reticente al principio....

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26/08/2009, 21:43
Mandrel, Soldado mediano

Un mediano joven aparece caminando con una muleta a la izquierda, y levanta la mano derecha. Su pierna izquierda está torcida e inutilizada

¡Yo! Solo tengo treinta años y ya me destrocé la pierna en un accidente. Me ofrezco a probar esta... curación

Una mediana que le acompaña habla con él, como si quisiera hacerle razonar, y hace un gesto para referir al resto de gente, como queriendole decir que se esperase a que probasen en otro. El mediano niega, le da un besito en la frente a la muchacha, y se acerca cojeando hasta Iolaeden.

Está claro que el aspecto de la sacerdotisa le intimida, pero mantiene muy bien el temple.

Me llamo Mandrel, y hasta los médicos de la ciudad me dan la pierna por perdida... Veamos si... Mira un segundo al alcalde, que mantiene cara neutra, dejandole decidir a él Si puedes tú curarla.

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26/08/2009, 21:55
Iolaeden Raldimar

Iolaeden recorrió con su mirada a la multitud, con una sonrisa tranquilizadora pintada en el rostro. Consideraba un éxito las reacciones en los medianos, pues no era su fe una que fuera fácil de pregonar a los cuatro vientos. Intercambió una mirada de complicidad con Barahir. Se preguntaba cómo se las hubiera apañado él para pregonar las virtudes del Señor de los Ladrones en una comunidad campesinos.

Al fin, se decidió un voluntario. Mandrel era, sin duda, un hombre valiente, que quizá pensara que no tenía nada que perder. Su pareja parecía pensar todo lo contrario, pero Iolaeden sabía que si todo salía como debía, se lo agradecería con más ímpetu aún que su compañero.

Cuando Mandrel llegó se arrodilló ante él, para examinar su pierna. Sabía que ese gesto de humildad ayudaría a que la gente empatizara con ella. Masajeó su pierna para tantear la posición de los huesos. Notó la tensión en los músculos del rostro del mediano, pero aguantaba.

Eres joven, y el hueso ha soldado bien y está sano. Pero las manos que te lo colocaron no eran lo suficientemente hábiles. Y es cierto que es imposible volver a colocarte el hueso por medios convencionales. Pero Loviatar sí puede ayudarte. Explicó Iolaeden y después preguntó al alcalde: El conjuro que voy a utilizar es potente, ¿estás seguro de que con los dos cristales será suficiente.

El alcalde contestó que jamás había visto que nadie necesitara nada más que un cristal con el tamaño de una nuez para lanzar sus conjuros. Iolaeden asintió, pero no estaba muy segura. Si la magia en este mundo era tan dependiente de los cristales, su progreso también debería haberse desarrollado de forma mucho más perezosa. Lo más probable es que lo que ellos consideraran magia poderosa, no era lo mismo a lo que Barahir o ella estaban acostumbrados. Sea como fuere, no podía arriesgarse, así que aferró ambos cristales y los puso a ambos lados de la rodilla del mediano.

Cruzó su mirada con la del mediano.

¿Estás preparado para tirar esa muleta a un lado? Le sonrió y se concentró. Loviatar, mi Señora, escucha la súplica de tu sierva y coloca el hueso de Mandrel de vuelta a su posición natural.

Doblegó su voluntad, aplastó ambos cristales en sus manos y sintió como el ardiente peso de su plegaria se abría camino desde lo más profundo de su ser para mezclarse con la energía mágica liberada.

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26/08/2009, 22:24
Mandrel, Soldado mediano

El mediano se duele un poco cuando la magia recoloca el hueso, y ese gesto hace que todo el mundo se estire a ver lo que sucede. Cuando las brumas violetas y negras se dispersan, y vuelve a verse la pierna del mediano, está perfectamente colocada.

Mandrel se levanta en medio de un gran silencio que dura unos segundos. El gañido extrañado de uno de los lobos es lo único que lo rompe hasta que Mandrel pega un pisotón en el suelo y salta

Los aldeanos congregados estallan en vítores y brincos, acerándose a la pareja y a Mandrel sin miedo y hablando todos a la vez. El mediano corre a abrazarse a la joven, que le apreta con fuerza entre sus brazos soltando lágrimas de alegría y brincando a la vez.

El alcalde aún estaba con la mano en la frente y boquiabierto, y trata de poner orden para que no os molesten, pues muchos de los aldeanos se han 'animado' para que les sanen a ellos también.

Sin duda la escena es.... excesivamente bucólica. Estos pardillos no parece que fueran a aguantar los rigores de problemas bien reales

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27/08/2009, 00:25
Barahir Leithian

Barahir, cuando la cosa comienza a calmarse, alza la voz levemente pidiendo atención.
Todos acabamos de ver una muestra de lo que los dioses son capaces de permitir obrar a sus siervos. Impresionante sin duda. 

Mi señor, Mâscara, es el dios de la astucia. Humanos, medianos, y el resto de razas inteligentes que se elevan por encima de los animales carecen de garras, colmillos, o la resistencia física necesaria para sobrevivir a la cruda intemperie. A cambio de ello reciben el don de la inteligencia, superior a cualquier otro.

Allá donde haya una mano hábil y una ventaja bien empleada, no hay nada que se le resista. Vosotros los medianos, cuya maña os ha reservado a pesar de vuestra pequeña estatura, en absoluto un mal sitio en el mundo, lo sabéis mejor que nadie.

Del mismo modo que ahuyentamos a las abejas con humo para cogerles la miel del panal en lugar de hacernos nosotros la miel o atacar con lanzas. Del mismo modo que cultivamos sólo para que crezcan árboles y poder tomar de ellos lo que nos plazca sin tener que pagar ni hacer esfuerzo. Eso es lo que nos diferencia de los animales, lo que nos hace mejores.
La persona que en lugar de emplear la fuerza física emplea el seso, la astucia y la maña, siempre tendrá unos mejores resultados, y mi señor, Mâscara, enseña este camino a sus seguidores.

Estamos hechos para tomar lo que nos apetezca de donde haya sin más límites que nuestra ventaja. mientras habla hace un gesto con la mano abarcándolo todo Y esta es una verdad que asegura una vida realmente gratificante.
Hace una pausa
Iolaeden es sacerdotisa y por eso puede lanzar magia curativa. Yo en cambio soy un mago y lanzo magia de otro tipo, no menos provechosa. sonríe. Se gira al alcalde.
Dice usted que nadie nunca necesitó más que un cristal tamaño nuez para lanzar sus echizos y yo, al igual que ella, creo que podría perfectamente consumir varios. Si quiere usted, Thellian, puedo hacer una muestra aun que no se si será necesario. Si lo prefiere, podríamos tomar asiento donde quiera llevarnos. Hemos caminado cinco horas desde la acumulación de cristales y nos encantaría escuchar, con paciencia, algo ya no de nosotros si no sobre esta tierra.

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27/08/2009, 00:43
Iolaeden Raldimar

Inmediatamente después de terminar su plegaria Iolaeden se retiró. Quería que el centro de atención fuera el mediano, y que la discreción de su segundo plano agrandara la leyenda del milagro de su curación.

Cuando la avalancha de medianos se cernió sobre ellos, envaró la espalda. Iolaeden estaba acostumbrada a muchas cosas, pero que la mostraran afecto sincero no era una de ellas.

Y menos aún que la tocaran.

Se esforzó en esbozar una sonrisa tirante y en palmear las espaldas de los granjeros. Cuando Barahir empezó a hablar, lo agradeció. Se retiró discretamente, permitiendo que él fuera el protagonista.

Se sentía desorientada y aturrullada, y el tiempo del discurso le vino bien para volver a poner en orden sus ideas. Plantó la mirada en Mandrel y en su ¿joven esposa? y les dedicó una sonrisa. Viendo lo visto, lo más probable es que no pudieran sacar mucho más provecho en ese pueblo que conseguir información. Pero quizá la amistad de esos dos pudiera ser de importancia en el futuro.

Notas de juego

Os dejo el mensajito antes de ir a dormir ^^.

Mañana a primera hora tendréis el siguiente si volvéis a postear. ¡Buena parrafada, compi!

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27/08/2009, 22:33
Director

Más o menos como predijo Iolae, la novia o esposa de Mandrel corrió a abrazarla de la cintura, por el costado

Mediana: Gracias!! ¡Gracias! ¡Gracias, mil gracias señora!! Sonriente, miró a Iolae a la cara, y pronto cayó en la cuenta de los dos 'instrumentos' que colgaban de la cintura de la sacerdotisa.
Qué es esto...? Dijo pretendiendo tocar uno, con inocente curiosidad.


Por otro lado, el alcalde estaba relajando a sus conciudadanos, y habló a Barahir. Su charla había conseguido que centrasen su atención en él, y todos estaban o bien pidiendo una sanación milagrosa, o discutiendo y debatiendo. Algunos preguntaban algo, pero en general el alcalde los mantenia a raya.

Alcalde: Hehehe... si, enseguida les acondicionaremos un sitio para que puedan estar. La verdad es que el único sitio que tenemos en Minti para humanos no es demasiado digno de ustedes... Hizo un gesto a un guardia, que palmeó a otro y ambos salieron corriendo en una dirección bastante precisa, como si imaginasen lo que tenian que hacer.

Por favor, pasen, pasen... y disfruten de nuestra hospitalidad.

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27/08/2009, 22:55
Iolaeden Raldimar
Sólo para el director

Iolaeden frunció los labios y aceptó el abrazo de la mediana con resignación. Sin saber muy bien qué hacer revolvió el pelo de la mediana, como si fuera una niña. Cuando le preguntó acerca de los artefactos que colgaban de su cintura, la sonrió y se acuclilló para ponerse a su altura... y para evitar que la mediana manoseara el artilugio.

Es un regalo que me hizo Loviatar. Murmuró en un tono confidencial aprovechando que la mayoría de medianos estaban pendiente de su alcalde. Lo llevo como prueba de que la fe puede triunfar sobre todo. Que el dolor nos hace más fuertes.

La Cicatriz Verdadera apartó un mechón de pelo de la mediana para colocárselo por detrás de la oreja.

Pero eso tú ya lo sabes. Lo que le sucedió a Mandrel también ha sido muy duro para ti, ¿verdad? Comprendo el dolor de ver a alguien cercano sufrir, porque yo también lo he sentido. Pero ese dolor también te hecho más fuerte: has dejado de pensar en ti misma para atenderle a él, has trabajado y te has esforzado más allá de lo que hubiera hecho otra persona en una situación más fácil que la tuya. Te has convertida en una persona disciplinada y tienes mucha confianza en ti misma, tanto que incluso trataste de retener a Mandrel, a riesgo de despertar la ira de una desconocida.

Iolaeden miró al joven mediano antes de continuar.

Eres una mediana muy fuerte. Y Mandrel y tu gente, te van a necesitar en los tiempos venideros. Lo que has visto hoy es sólo un inicio: se aproximan grandes cambios que transformarán vuestro mundo para siempre. Y no todos ellos van a ser tan gratos como el de hoy. Habéis tenido suerte de encontrarnos a Barahir y a mi, en lugar de a enviados de otros dioses. Acuérdate de mi y de Mi Señora, recuérdaselo a tu gente y ella os hará fuertes.

Iolaeden se levantó.

Y ahora si me disculpas... dijo, llevándose una mano a la boca en un bostezo. Estoy agotada y aceptaré de buena gana la invitación de vuestro alcalde.

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27/08/2009, 23:25
Jeanette, aldeana mediana

La mediana se rascó la cabeza un poco, extrañada de que la revolvieses el pelo, más que molesta.
Escuchó toda la charla un poco extrañada, y cuando terminó, se tomó unos segundos antes de contestar.

Sí, la verdad es que ha sido una temporada bastante dura... le dolia continuamente, y el pobre sé que se aguantaba y se callaba mucho para no verme padecer...
Suspiró y sonrió ampliamente a Iolae, enseñando la hilera superior de dientes Gracias Iolaeden.. a tí y a Loviatar. Por cierto, me llamo Jeanette

Acabó su agradecimiento con un fuerte abrazo al cuello de Iolae, que ahora le quedaba a la altura idónea. Lo mantuvo unos segundos y se separó

Os llevaremos algunas cuantas pastas, o... bollos o algo... ¿Qué os gusta? Puedo hacer galletas! Os lo llevaremos a vuestra 'habitación', vale? Es que aquí para los de vuestra 'talla' -Dice haciendo un gesto con la mano que indica altura- la verdad es que solo tenemos algunas celdas, pero seguro que las están dejando como los chorros del oro.

Sonrió con las manos cruzadas al frente, mirando a Iolaeden, contenta.