os encontráis en la calle( todos menos Cylian y Azeroth). en la plaza donde habíais quedado con el mensajero de vuestro señor Morgoth. lleváis muchos años entrenando para este momento. por fin vereis el rostro de vuestro señor, el mensajero de los dioses Morgoth cuya palabra es envidia de cuantos viven alrededor de la catedral demoníaca.
Ya sabéis por que estáis ahí para realizar la mision que llevará al caos a la victoria.
Dos magos estan sentados en una fuente redonda de la cual mana sangre, conversan sobre hechizos oscuros y sobre cual seria la mejor manera de matar al emperador.(kaery y Avalôônneg) Ella es elfa pero su rostro demarca lo siniestros que llegan a ser sus pensamientos.
Un enano camina de un lado a otro nervioso a la espera de los otros guerreros. Es entonces cuando aparecen Cylian y Azeroth, una enana y un humano. Vienen seguidos de un diablillo pequeño con las alas rotas.
-Bueno...amigos...-dice mientras se acerca atemorizado a vosotros- hora ya es de ir donde amo...-agacha la cabeza y se gira sin decir nada mas hacia la catedral que se ve al fondo de la oscura y atemorizante ciudad.
Me levanto y sigo al diablillo.
Bueno Avalôônneg, dejaremos para mas tarde nuestra charla, el deber nos espera.
Sigo los pasos del diablillo
"espero que nos lleve a buen racaudo"
Me levanto y sigo a Kaery en silencio, hay muchas cosas que aún debo resolver y que me molesta no tener ya decididas. Sigo los pasos del diablillo como los demás, si amo nos ha enviado a llamar, debe ser porque tiene algo bueno para nosotros.
-Lo dejaremos pero no lo olvidemos, Kaery...
*COn mi cabeza todavia agachada en mi tunica y mi espada colgada a mi espalda, sigo caminando detras del diabliyo.
al cabo de unos minutos de caminata entre las estrechas calles impregnadas por el olor a muerte y a descomposición, llegais a la catedral demoníaca. La catedral es enorme, una estructura negra de estilo gótico. La piedra negra es contrastada por la luz que se refleja en las cristaleras con gran variedad de colores.
Cuando estáis cerca os percatáis de que en la entrada hay dos enormes demonios que guardan las puertas.El diablillo avanza y los demonios se giran para mover las enormes puertas metálicas. En ellas estan esculpidas una cantidad ingente de calaveras y serpientes. Todas ellas alrededor de una gran cabeza con cuernos de cabra que os mira con furia antes de partirse por la mitad cuando los demonios abren las puertas...
Un olor a azufre os llega a la cara mientras, el diablillo aún mas atemorizado dice:
-trabajo...mio...terminar aquí...- y corriendo desaparece detrás de vosotros.
Frente a vuestros ojos se alza la enorme estructura...y aun con vuestra mentalidad, no podéis reprimir un escalofrío provocado por la siniestra escena.
*Observo de lado a lado la estructura muy estilo del caos, y una pequeña risita se me escapa, luego me reincorporo, y sigo andentrandome a la estructuta.
Miro en derredor pero no tenemos otra opción, hemos sido mandados a buscar así que doy el primer paso hacia dentro esperando no ser la única.
Entrad! -dice con una voz estridente,ronca y profunda. El sonido gutural os llega como un golpe a los oídos.
avanzáis como grupo y veis la sala enorme que extiende frente a vosotros.
Una alfrombra negra rocorre la sala hasta llegar a un trono...en el veis a un demonio enorme sentados. Tieraa la piel rojiza y brillante. Unos cuernos de cabra le salen de la cabeza. Su trono es de hierro, con adornos dorados y plateados, con grabados de runas caóticas.
caminais frente al trono y llegais ante vuestro amo...Morgoth...
Vaya ambiente, por más que uno sea muy rudo, nunca está del todo preparado para ello. Me acerco lentamente, con la cabeza baja, señal de respeto y aunque no se lo tenga, al menos hay que conservar la vida aparentando que si y me dispongo a escuchar.
Voy a casa, a ver si puedo seguir desde allá, si no, muevan nomás que hoy será un día largo para mí ;)
Me arrodillo, resignada.
Si el diablillo de las narices quiere que me arrodille, pues me arrodillo ¬¬...
el demonio ve como se arrodillan unas pocas personas y escucha sus pensamientos...Si el diablillo de las narices quiere que me arrodille, pues me arrodillo ¬¬......Sus ojos van directos a los de la enana que se postra ante él...Ella comienza a escuchar algo en su mente
NO PIENSES TAN ALTO SI AMAS TU VIDA...- sus ojos al cruzarse con los de Cylian la hacen llevarse las manos a los ojos, le ardian, y comenzó a soltar lágrimas involuntarias...- COMPRENDE QUE POR MUY CABEZONA QUE SEAS, ENANA, NO ESTOY EN TU NIVEL-escuchas cierto enfasis de desprecio en las palabras de tu nivel...
Lo miro con cara de perrillo torturado, con expresión rencorosa y el orgullo herido, asiento con aplomo. (Todo esto mientras reprimo mis ganas de sacarle la lengua y salir hullendo)
*me acerco a Morgoth, y le hago una pequeña reverencia, luego con la cabeza agachada digo al demonio...
Señor, solicistaste mi presencia???, toy aqui como vos pidio, necesitas mi ayudar señor???
Me acerco en silencio observando todo, hasta el mas minimo detalle, la informacion nunca sobra. Al llegar frenta a ltrono me arrodillo y dejo de prestar atencion a mis compañeros, se nos ha llamado por algo, pues aqui estamos.
Señores...- ois la voz de vuestro amo. Una voz potente, rasgada...pero la mas bella que hayáis oído nunca.-¿cuantas veces hemos intentado acabar con el Imperio? -no espera vuestra repuesta, pues es bien sabida por todos...- esta vez, los dioses nos han hablado. Nos han dicho que la victoria será nuestra, que el caos se alzará en poder y soberania sobre todas las cosas de este mundo.- Su voz os atrae, os veis infundidos por unas ansias de victoria que nunca habiais sentido.- de todos mis guerreros he seleccionado a los mejores...de todos mis magos a los que mayor potencial tienen...y ahora los tengo delante mio.- os mira, y comprendeis que falta algo por decir.-...Pero esta vez, como nunca antes, contamos con un sacerdote oscuro - su mano se dirije hacia una puerta cercana. ésta se abre y detras de ella aparece un hombre de cabellos oscuros y ojos rojos... infunde respeto, aunque sabes que él no esta a mas nivel que vosotros.